La noche transcurrió entre abundantes tragos y alguna que otra mirada de odio a ese morocho adulador. Él, se desenvuelve con total impunidad delante de mis ojos, como si no activara cada nervio de mi codiciosa piel mientras lo observo.

¡Maldito iracundo! Hasta se atrevió a no servirme ningún condenado trago en lo que restó de su jornada laboral.

Yo, por suerte me deshice del doctor en el condenado instante que se reapareció frente a mi cara con ojitos de bambi a punto de ser degollado... Y ganas -realmente- no me faltaban para hacer el cometido, pero como que no me da la reverenda gana de nada, ni siquiera de matar por diversión. Ya nada me complace, ni sentir dolor es suficiente en este maldito martirio.

Sin ánimos para nada, ni de levantes, ni de súbditos chismosos a mí alrededor. Me apego a la bebida de mi vaso, que se mueve por inercia, mientras giro mi muñeca simulando catacion. En cuanto mis traicioneros pensamientos se dispersan sin ninguna dirección, haciéndome la vida imposible por qué (aunque espabile) mis rememores siempre vuelven a la nube con su forma y denominación.

—Esta noche, hay karaoke —comenta Tae, con su gran sonrisa plasmada de lado a lado —. ¿Qué tal si te animas a cantar? —finaliza la oración.

Entonces, lo observo entre cejas ladeando una fingida sonrisa mientras elevo mi trago, dictaminando seco, lo guardo petulante —. Ni en pedo me tienes ahí, regalando parte de mí para el disfrute de otros, mi querido amigo.

En eso, escucho a mis espaldas una clara objeción que resuena en mis oídos, con la forma de mi traicionera nube y denominación.

—No creo que deba ser tan malo demostrar algo para el placer de los otros. Si, al fin y al cabo, compartir con el otro, es grandioso ¿no? —y lo fulmino con mi penetrante mirada que creo hasta chispas saca de guardarlo con su apetecible rostro y esa bonita sonrisa repartiendo "amor" para sus costados.

—¿Te han dicho qué eres repugnante? —desembucho mientras enciendo otro cigarrillo sin prestarle la más mínima atención.

—Que yo sepa, si algo te repugna, no lo tientas así o... ¿a qué juegas? —lo siento a mí costado y cuando giro, me topo de frente con su grandioso rostro y su ennegrecida mirada puesta sobre mis labios. Mi nuez de Adán (maldita ironía que justo deba llamarse así) se mueve, velozmente, cuando trago profundo inhalando todo el humo dada mi conmoción.

Y estático es poco para definir mi inmóvil cuerpo que acrecienta mi inspiración, volviendo errática su frecuencia respiratoria, cada vez que la distancia de nuestros rostros se merma mientras siento el calor del vaho de su respiración cada vez más cerca. Y no puedo dominar las malditas palabras que nacen y mueren en mi boca mientras, una y otra vez, abundante saliva.

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Estás atrapado, tremendo vesánico.  Inerte y controlado, sin poder pronunciar vocablo bajo mi absoluta merced, señor hablador.

Y me arrimo, lentamente, por el hecho de ser parte de la incomodidad que te sucede, pero al contrario de lo que supuestamente indican mis actos, la turbación que logro al cercar tu piel; me eriza sobremanera, logrando desestabilizar mi corporeidad.

—Para ser alguien al cual le repugna mi presencia, en ningún momento te alejas... hermosa perdición.

Cada vez más intrigante es su porte y desazón. Y cada vez más me atrae, como un imán imposible de escapar.

Y cuando nuestras respiraciones se confunden a escasos centímetros (sin saber a ciencia cierta explicar en donde empieza la turbación de uno o la impresión del otro) de lo único que estoy seguro, es de expirar entre sus fauces y deleitarme en el sabor de su paladar.

—¿H-hermoso? —susurro sobre la unión de sus rebordes, que así entre abiertos y abultados, son el mismo diablo encarnado en la tierra, hablando de tentación.

Y cuando creo que su entrega es tal, murmura entre pitorreos observando mis labios —Hermoso tu culo, cabrón... —y lo único que atino es a reírme porque no puede pronunciar una frase sin maldecir o tratar de desairar mi orgullo solo para sentirse mejor.

—¡Gracias! Supongo, aunque el tuyo más hermoso y si está lechoso, mucho mejor. — Y robando un pico de sus labios, me retiro dando aviso a mi compañero que subiré al escenario mientras lo observo refutar en su asiento y arder de rabia entre tanto Tae, aplaude con emoción.

Ya arriba del escenario, una sensación de poder enerva cada fibra de mi ser. La omnipotencia rebrotando desde el fondo de mis venas hacen temblar mi apaciguada voz en un principio. Y algo tímido, recurro a un simple "hola" sobre el pulido micrófono, extrayendo variadas risas del entorno, pero solo me concentro en una. 

Altanero y creído como pocos. Creo que tiene todos los defectos que el mal humano puede tener en un pequeño cuerpo esbelto como el suyo. Y no es de extrañar, que ante mi titubeo ante el micrófono, él, se regocije burlón.

Tema: "Monster" de Start.

Y cuando arranca la melodía, me concentro siguiendo la pantalla para dar toda mi impronta siendo avezado, de antemano, de la letra. Y a sabiendas, de a quién se le cantaré. 

"En el silencio te alimentas de mí"  

Lo observo directo a sus profundos ojos que deshacen mi coraza...

"En el fuego me consumo" 

Así me tienes, atrapado a tu carácter mi cíclico apresador...

"¡Pensaste que lo había olvidado!" 

Aunque ignore tu presencia, alteras cada uno de mis sentidos...

"¡Pero siempre está en mi cabeza!"  

Como un perverso transmutador de mi inteligencia emocional...

"Eres el pulso en mis venas" 

Recorres cada fibra de mi ser, comulgando hasta mi razón...

"Eres la guerra que estoy pagando"  

Debatiendo, constantemente, entre hacer el bien, o perder mi bien en ti...

"¿Puedes cambiarme?"

¿O devolverme a mi estado anterior?...  

"¿Eres el amor que odio?"  

Porque enfermo en tu cuerpo por pasión...

"Eres la droga que estoy tomando" 

Y me aterra reconocer mi sujeción...

"¿Me encerrarás?" 

Porque me falta el aire de solo pensar en la posibilidad...

"¿Del monstruo que me hiciste?"

De naufragar mi humanidad por ti... 

Porque me reparo, tal cual, la oscuridad en mí. Renaciendo como un monstruo ambicionado de tu piel y con temor a perder mi fe, aunque no quiera perderte a tí...

DIABLOS, YO QUE EL ÁNGEL VOY Y ME LO CHAPO DE UNA Y A LA MIERRR TODO🤣🤣🤣

HAW, MORÍ IMAGINANDO CANTAR A MI CALENTURIENTO ÁNGEL CON SU ROPA DE CUERO, UNA CANCION DE STARSET😍

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LOS AMITO MUCHO❤