La noche era tranquila y la luna brillante era la que acompañaba a Sparta en su habitación, aquel muchacho escribía una carta que en el fondo de su corazón iba para aquel chico lindo, su mirada se centro en una foto que tenia en su mesita de noche, la agarro entres su manos y una ligera sonrisa se formo en sus labios.

Ya eran las 12 de la noche, y Sparta miraba las cartas que escribía, estaba mas que claro que Sparta era muy cobarde para entregarle la carta a esa persona a las que se las dirigía, todo el valor que tenía solo se desvanecía por completo cuando miraba los ojos verdes del chico, su amigo, su mejor amigo... Sparta solo guardo las cartas y se recostó en su cama, en tan solo minutos Sparta se quedo dormido en la suave y tranquilizante noche, que con el brillo de la luna se describiría como hermosa.

 A la mañana siguiente, Sparta solo se dirigía a su escuela con algo de pereza, era sábado y el día estaba hermoso para el, las nubes y el cielo estaban de un color griseado, ¿Por que en un día tan hermoso donde puede dormir tranquilamente hasta tarde sabiendo que lloverá? bueno esa pregunta se responde con facilidad.

—Odio esto.—soltó sin mas el de ojos marrones   

—Bueno mira el lado bueno, al menos estoy contigo—Raptor apareció por detrás de Sparta, asustándolo

—Ahh!! pero que pesado que eres, Dios me pudo dar un infarto inútil!—Se quejo Sparta dándole un leve golpe en el hombro a Raptor  

—Jajaja no te quejes Spartita solo que estabas muy distraído para cuando te salude—El de ojos verdes lo tomo por los hombros moviéndolo escandalosamente 

—oh ¿enserio? pues no me di cuenta de eso y ya deja de moverme así que me marea

Sparta siguió con su camino notando como no había casi nadie por los pasillos, tan solo algunos estudiantes que guardaban sus cosas en sus casilleros.

—¿Por que nos eligieron a nosotros para esa mierd*? —dijo molesto Sparta

—No se, fue un gusto ayudar—Bromeo Raptor 

—Dios dame paciencia

—Hola!!—un chico de cabellos negros y ojos azules, se acerco a Raptor y Sparta

—Hey hola, Trolli—saludo Sparta 

—Hola trolli ¿y Mike?—Pregunto Raptor al ver que el pelinegro no traía consigo al rubio

—¿Como?— El azabache miraba por todos lados en busca del rubio, lo había perdido, soltó un suspiro de frustración 

—y exploto

Dijo Raptor mirando como el azabache se enojaba, pateaba y gritaba.

—Dios, ensañar para eso es cansado—Dijo Timba quien estaba agotado

—¿A eso lo llamas cansado? yo tuve que danzar y créeme que no se bailar—Dijo el rubio moviendo sus manos exageradamente

Trollino soltó un suspiro antes de hablar—Bueno pues déjenme decirle que esto no termina, odio las festividades donde eligen a todos los de cierto año sin importar la carrera, estaba mas que claro que nos tocaría este año a nosotros

—Si pero es aburrido ¿sabes?—Dijo Sparta cruzándose de brazos—Es mas, creo que ni debería haber eso, te apuesto a que solo en esta Universidad hacen eso

—Raptor puedes dejar de estar en tu mundo de Barney el dinosaurio—dijo Mike bromeando haciendo que todos se rieran

—Perdón pero ayer no pude dormir bien

Dijo el de ojos verdes, que por dentro sabia que era heterocromático, el motivo del cual ocultaba su otro ojo con lentilla era por las burlas que recibía, ¿era un monstruo? no, claro que no

—¿Por que?—Pregunto Sparta mirando a su mejor amigo

—Típico de la vecina haciendo fiestas con música a todo volumen—dijo Raptor riendo y estresado

—Bueno yo de ti les tiro un balde con agua fría—Dijo el rubio

—Mike!!—el azabache lo regaño 

—Jope nunca me dejas dar ideas...

—Tus ideas son tontas Mike, la ultima vez que diste una idea terminamos expulsados

Dijo el pelinegro inclinándose un poco para poder ver a Mike quien estaba entre Timba y Sparta, siendo así separado de el por Timba

—Pero eso fue en preparatoria exagerado—Dijo el rubio un poco ofendido

El grupo se fue por caminos separados, Mike se fue con Trollino y Timba, dejando a Raptor y Sparta solos caminando por la griseada calle, Sparta estaba algo nervioso, quería llegar rápido a casa pues sabia que iba a llover y no quería mojar su ropa, bueno... esa era la escusa que se ponía en su mente, cuando en realidad era por el chico que estaba a su lado, el causante del nerviosismo de Sparta.

—Oye Sparta...—Dijo Raptor mirando el cielo

—¿Que?

—¿No te aburres solo en tu casa? 

—A veces ¿por que?

—porque te quería invitar a la mía, me aburro mucho ahí

—Umm... ¿sabes Raptor? pienso que como los dos vivimos solos... para que estar aburridos en nuestras casa cuando podemos tener la compañía del uno a otro

—¿A que te refieres Spartita?

Sparta soltó un suspiro antes de hablar—En vivir... juntos

—¿Que?

—En vivir juntos, Raptor

—Eso ya lo escuche pero... ¿Estas seguro? digo no quiero que te incomodes en esa decisión 

—Si, mira

Sparta dio un suspiro y se puso adelante de Raptor obstruyendo su vista y viendo como Sparta retorcería en cada paso que ambos daban. 

—Tu y yo vivimos solos, y cada vez que nos aburrimos hablamos por celular, y creo que es mejor tener la presencia del uno a otro en vez de estar hablando por celular—sugirió Sparta

—Umm tal vez tengas razón

—Pero claro que la tengo—dijo Sparta volviendo al lado de Raptor

—creo que debemos planearlo mejor, si es en tu casa o en la mía, y tipo suena como en la telenovelas cuando de la nada se dicen que deben vivir juntos

—Jajaja pero en cambio nosotros desde preparatoria hemos querido vivir juntos, Raptor ya somos mayores de edad 

—Okey hay que planearlo mejor, aunque suena loco

—Bueno, si suena loco pero nosotros ya nos conocemos y podemos convivir juntos... si es que tu lo deseas

—Me encantaría...

Fue lo ultimo que dijo Raptor antes de llegar a la casa de Sparta y ambos entrar ahí. Comieron, jugaron videojuegos, vieron películas, y aun que Raptor no dejaba de insistir en querer ver Jurassic Park, Sparta no dejaba de ver aquella sonrisa que le tranquilizaba, ver a Raptor feliz  le contagiaba la felicidad. Por un momento Sparta le dijo a Raptor querer ver la saga completa por lo cual no dejaba de escuchar a Raptor decir que lo quería y lo amaba, no importaban si era de broma ya que para el se oía muy real.