(Harry)

Ya en el coche de Sirius, me sentía bastante avergonzado, yo jamás le había contado mi vida, más que a grandes rasgos.

— Es el padre de tu bebé, ¿ Verdad ? — me preguntó.

— Si, es él, discúlpame por lo que dijo de ti.

— No tienes que disculparte, somos amigos, en todo caso discúlpame tú a mi, por dar a entender que teníamos algo. Sentí que tenía que protegerte — dijo Sirius un poco avergonzado.

— No te preocupes por eso — le sonreí cálidamente.

— ¿ Se lo dirás ?. Supongo que arreglarán las cosas, es evidente que él te ama — me dijo con cierto tono de tristeza en la voz.

— No estoy seguro de decírselo. No quiero que mi vida gire alrededor de él, ni de ningún hombre. Todo sería más fácil si no me hubiera buscado — suspire.

En la cita con el doctor, todo iba muy bien lo cuál me puso feliz.
Hasta Sirius se emocionaba al ver el ultrasonido.

Había estado pendiente de mi desde que supo de mí embarazo, era un excelente ser humano y un gran apoyo estos meses.
Intuía que sentía algo más, pero no me había dicho nada al respecto, lo cual agradecía, pues no podía corresponderle.

Mi bebé era mi prioridad y ahora que Neville aparecía de nuevo, estaba confundido, él me había dado una explicación, pero yo no estaba seguro de que todo lo que había dicho fuera cierto.
La verdad es que aún me sentía herido.

Sabía muy bien que él insistiría y que no podía ocultar mucho tiempo mi embarazo pues pronto se me notaría.

Que dilema.

Salimos de consulta, yo iba feliz y Sirius hacia bromas sobre como me vería cuando mi embarazo fuera más avanzado, antes de subir al coche tocó mi vientre y me dió las gracias por permitirle de alguna forma ser parte de ese proceso, eso me incomodó pues el proceso era solo mío y él solo era un amigo, cuando estaba por subirme al coche alguien me jaló del brazo.

— ¡ Así que estas embarazado !, ¡ Y de este imbécil !, ¿ Cómo pudiste Harry ? — su fuerte agarre en mi brazo me lastimaba —. ¡ Claro !. Era de esperarse que un prostituto como tú fuera capaz de las más bajas vilezas, he sido un estúpido, creí que me amabas, ¡ Vine aquí solo por ti ! — me decía Neville, mientras lloraba de rabia, me soltaba y se llevaba las manos a la cabeza.

— ¿ Cómo te atreves a seguirme y acusarme de ésta manera ?. No tienes ningún derecho sobre mi, ni eres nadie en mi vida. Por ti conocí el amor, pero también la desilusión y el sufrimiento. Gracias a esa mujer, de la que te empeñaste en vengar, perdí mi trabajo, los recuerdos de Hermione y el hogar que habíamos construido juntos, si hago un balance son más las bajas que he tenido desde que te conozco — le grite con la cara enrojecida de coraje y la mirada nublada por tantas lágrimas.

Sirius como siempre salió en mi defensa.

— Es mejor que te retires amigo, Harry necesita descansar.

Neville le dio un puñetazo en la cara, que lo mandó al suelo, de inmediato se levantó para que él nuevamente se le fuera a golpes, traté de separarlos, no era posible que Neville hiciera una escena así, pero cegado por su furia me empujó tan fuerte que caí en seco, dándome un certero golpe en la cadera.

Fue hasta ese momento que reaccionó, yo tenía bastante dolor y no me podía levantar, Sirius corrió a mi lado tratando de ayudarme a levantar, pero no podía moverme, sentía mucho dolor.

Neville llamaba a emergencias desesperado y me miraba con tanto arrepentimiento.
Cuando colgó la llamada, se arrodilló para pedirme perdón y lloraba como un niño.

— Precioso jamás he querido hacerte daño, perdóname, perdóname por favor, soy un estúpido, tienes razón, solo te hago daño y mereces ser feliz. Desapareceré de tu vida, pero quiero asegurarme que estés bien. ¡ Te amo !, ¡ No sabes como te amo !, ¡ Soy un imbécil ! — me decía y lloraba desconsoladamente.

Me hubiera gustado responderle algo pero el dolor era muy fuerte y hacer el esfuerzo para hablar lo aumentaba más.

Cuando llegó la ambulancia los dos se fueron conmigo al hospital, Neville se disculpó también con Sirius y éste no tuvo reparo en aceptar la disculpa, tenía mucha bondad en su alma.
Sin embargo yo había comenzado con sangrado y dolores terribles en el vientre, era una amenaza de aborto.

Al llegar al hospital preguntaron el tiempo de gestación.

— 3 meses y unos días — respondió Sirius.

Antes de ser internada Neville detuvo la camilla y me preguntó —:

— Es mi hijo, ¿ Verdad precioso ? — lloraba y reía —. Tendremos un bebé, ¿ Verdad ? — volvía a llorar —. ¡ Por Dios !, ¿ Qué te hice ?.

— Tenemos que internarlo de urgencia señor — intervino un médico y me llevaron sin que yo pudiera responderle.