Pasó ligeramente sus dedos por sus labios, aún estaba algo impactada por lo ocurrido y por ahora lo único que podía hacer es seguir dando vueltas en círculo por el bosque. No podía dejar de preguntarse ¿Por qué Inuyasha lo hizo? Y sobretodo ¿Por qué correspondió de inmediato el beso?

¿Qué sentía por Inuyasha?

Esa pregunta también se repetía en su mente una y otra vez, ya era de tarde y no lo había visto después de lo ocurrido. Se sentía algo nerviosa, claro está, y no sabía si volvería a salir corriendo con el hanyou presente. También quería saber si eso fue porque quizás Inuyasha siente algo por ella ¿Podrá ser?

-¡Kami! ¿Por qué es tan difícil?- mira hacia el cielo como si tratara de encontrar las respuestas en el, pero solo su corazón le diría que debía hacer.

Estaba por irse de regreso cuando de pronto escucha un ligero sollozo no muy lejos de donde estaba, la azabache se gira de inmediato y otro sollozo se hace presente. Aome extrañada por lo que escuchaba decidió ir a investigar con cautela, pasó por en medio de varios árboles y arriba de varios arbustos ve un gigantesco como globo de color rosa flotando en el aire.

-Dame la perla o enfrentarás mi furia- amenaza aquel ser acercándose peligrosamente a ella.

-¡Kyaaaa!- grita dando varios pasos hacia atrás.

De inmediato se escuchan varias ramas crujir y de inmediato sale cierto peliplateado con ambas Tessaiga en sus manos al escuchar el repentino grito por parte de la miko del futuro, pero de inmediato bajó la guardia al reconocer de quién se trataba y sin más guarda las espadas en sus respectivas fundas.

-Denme la perla o sufrirán las consecuencias- vuelve a amenazar sin resultado alguno.

-Déjate de bromas enano- le pega provocando que éste vuelva a su forma habitual de kitsune.

-¡Métete con alguien de tu tamaño, perro!- exclama furioso el niño.

Inuyasha iba a hablar pero Aome le gana caminando hacia el pequeño, mirándole con ternura.

-¡Que lindo!- lo abraza maternalmente sorprendiendo al infante.- ¿Cómo te llamas?

-Shi-Shippo...- responde.

-¿Tienes hambre? Ven conmigo- invita llevándoselo en brazos y el hanyou simplemente la miró irse cayendo en cuenta de que probablemente esos hermanos relámpago hicieron de las suyas nuevamente arrebatándole la vida al padre de Shippo.

Un nuevo miembro se sumó al grupo, por lo visto aunque la perla no se había roto aún en mil fragmentos parece que ya estaba escrito que todos se volverían a reunir. Los siguientes días el kitsune se incorporó a la aldea e iba casi todo el tiempo con Aome, en cierta forma Inuyasha se sentía algo celoso pero no podía hacer nada pues como en la otra línea de tiempo, la azabache se había vuelto prácticamente la madre del kitsune.

El asunto del beso fue un tema que prefirieron no mencionar, sinceramente el peliplateado no supo con exactitud porque lo hizo, tal vez fue por la emoción del momento o por la preocupación que sintió por estar casi a punto de perderla pero por lo que parece, el asunto quedará hasta ahí. Sabía bien que Aome apenas lo estaba conociendo y pasaría algo de tiempo para que ella se enamorara de él y no la presionaría.

~o~

Es de madrugada, por el momento todos dormían tranquilamente pero esa paz no duró mucho. En medio de las tinieblas de las noche una mujer de edad avanzada volaba a toda velocidad por el cielo estrellado con una filosa guadaña en su mano izquierda, al parecer se traía un plan entre manos e iba con dirección a cierta aldea.

Aome dormía junto a Shippo en la cabaña de Kaede pero se despertó de inmediato al oír un fuerte estruendo muy cerca de donde estaba, se incorporó de inmediato y no dudo en levantarse e ir a averiguar que pasaba.

-¿A dónde vas Aome?- pregunta el kitsune dando un bostezo.

-Descuida, tu duerme Shippo, volveré pronto- sonríe saliendo de vivienda.

Otro fuerte estruendo se hace presente, la azabache miró hacia arriba y vio un resplandor por encima de las grandes escaleras, ella se apresuró a subir las gradas y al llegar a la cima se percató de que Kaede y algunos hombres de la aldea también estaban presentes pero no sólo eso, una anciana frente a ellos con una gran guadaña destrozaba un sepulcro buscando algo en específico.

-¡N-No te atrevas, bruja!- amenaza la miko de edad avanzada luchando por soportar el dolor de la herida en su brazo.

-Anciana Kaede ¿Se encuentra bien?- pregunta Aome corriendo hacia ella con angustia.

-Soy la bruja Urasúe...- saca una pequeña vasija de entre la tierra- ¡Y me quedaré con los restos de la sacerdotisa Kikyo!

La bruja ríe con malicia y para cuando llegó Inuyasha, ya fue demasiado tarde, Urasúe se hacía ido con los resto de Kikyo en sus manos. Todo estaba volviendo a ocurrir.

-Maldición...- frunce el ceño.

~o~

Aome ayudaba a Kaede a terminar de vendar su brazo, nadie durmió el resto de la noche e Inuyasha no había dicho ni una sola palabra desde lo ocurrido. Por ahora lo único que podían hacer es pensar en una solución y rápido, aunque la azabache todavía no comprendía porque esa bruja quería los restos.

-Los restos de mi querida hermana fueron robados...- comienza a hablar la miko mayor con preocupación- me gustaría que tú e Inuyasha pudieran acompañarme pero supongo que eso no pasará.

-¿Por qué lo dice anciana Kaede?- cuestiona la joven.

-Ya que Inuyasha y mi hermana fueron rivales probablemente él quiera mantenerse al margen de todo ésto...- explica.

-Descuide anciana Kaede, la acompañaremos, convenceré a Inuyasha cueste lo que cueste- asegura Aome saliendo de la choza, lo buscó por toda la aldea hasta que al fin dio con su paradero, él estaba sentado bajo un árbol y por lo visto pensaba seriamente sobre algo.- Inuyasha...

Él le regresa a ver saliendo de sus pensamientos.

-Acompáñanos ¿Si?- pide la azabache sentándose a su lado- alguien robó los restos de Kikyo y pienso que por ahora al menos podrías tratar de olvidar ese odio que sientes por ella...

-¿Odio?- es verdad, supuestamente aún odiaba a Kikyo al pensar que ella lo había traicionado.

-La anciana Kaede me lo contó, que tú y ella fueron rivales en el pasado- concluye.

-Descuida, iré...- asegura poniéndose de pie- tú quédate aquí.

-¿Por qué?- se levanta mirándole interrogante.

Las razones son lógicas, ya que Kikyo reencarnó en Aome, la bruja Urasúe no podrá revivirla sin la presencia de las almas de la azabache. Inuyasha no quería que Kikyo vuelva a pasar por el mismo sufrimiento que en la otra línea de tiempo y por eso evitaría a cualquier costo que esa bruja la reviviera.

-No preguntes solo hazlo y ya- indica firmemente el peliplateado.

-Pero Inuyasha...- respira hondo- de acuerdo.

-Bien, vuelve a tu época- es lo último que dice y en eso llega la miko mayor con un caballo, el hanyou mira una vez más a la azabache y sin más se va. Sabía que sería mejor no involucrar a Aome en ésto.

<<Se que Inuyasha me pidió que me quedara por una razón pero aún así ¿Por qué me siento tan mal?>> se pregunta la azabache mirándolos irse.

Ese mismo día tomó la decisión de ir por unos días a su época tal y como le indicó Inuyasha y por si algo pasaba llevó también la Shikon no Tama. Mientras Shippo, quién también se quedó, prometió esperarla y se quedó en casa de Kaede. No había mucho que ella pudiera hacer en esos momentos en el sengoku y prefirió aprovechar para ponerse al día.

Saltó al pozo y como siempre la luz morada la envolvió con su luz pero algo extraño pasó, en ese instante sintió un fuerte choque eléctrico en su cabeza, su cabeza dolía y se sintió mareada. No entendía que pasaba pero cuando la luz violeta desaparece el dolor también, fue muy extraño pero no le tomó mucha importancia y subió hasta llegar a la superficie.

Sin más ingresó a su hogar, su madre la recibió con alegría y cómo siempre también con una gran cena. Pero extrañamente se sentía aturdida por algo pero no sabía que, así fue toda la tarde hasta la noche. En el momento que entró a su cuarto nuevamente ese fuerte dolor de cabeza se hace presente y comenzó a sentir mucho sueño, solo fue cuestión de segundos para que ella cayera profundamente dormida en su cama.

Comenzó a soñar algo que no tenía sentido, casi todo estaba borroso pero lo que si pudo ver que estaba discutiendo fuertemente con alguien y para su sorpresa discutía con Inuyasha. Definitivamente no parecía un pleito común, su corazón dolía ¿Qué es todo ésto?

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Inuyasha fue con Kaede tras los restos de Kikyo y Aome se quedó en la aldea, algo extraño pasó en el momento que ingresó al pozo pues un fuerte dolor se hizo presente y terminó soñando algo muy peculiar ¿Será un sueño o... Un recuerdo?

¿Ese dolor de cabeza lo ocasionó el pozo?

¿Inuyasha podrá recuperar los restos de Kikyo?

¿De se tratará ese sueño que está teniendo Aome?

Esto y más en "Inuyasha y Aome: Caos en el tiempo" 🙈🙈🙈