⚔️Cαρíтυℓσ 3 ⚔️
Corrió a toda velocidad siguiendo el rastro del ave youkai, tuvieron que cruzar todo el bosque junto con el amplio río para llegar hasta ahí. El cuervo de la muerte entró una oscura cueva la cual estaba en lo alto de una montaña.
Se escondieron detrás de una roca para evitar ser vistos, sin embargo notaron que una gran cantidad de cuervos de la muerte los observaban fijamente desde la cueva. Aome miró con asombro a las aves, jamás había visto tantas juntas en un solo sitio y eso le llenaba de temor pero por alguna razón se sentía más tranquila y segura estando a lado de Inuyasha.
-Aome, quédate atrás de mí- pronuncia Inuyasha y ella asiente con la cabeza ubicándose atrás del peliplateado.
Entonces Inuyasha se pone pie haciendo que la aves fijaran su vista en él, los cuervos alzaron sus alas y volaron directamente hacia donde ellos se encontraban. Inuyasha al ver que los cuervos de la muerte estaban lo suficientemente cerca utilizó sus garras de acero para acabar con todos de un solo ataque sin embargo más aves fueron hacia ellos.
-Sube- dice Inuyasha inclinandose para para que ella pudiera subirse a su espalda y así lo hizo. Inuyasha corrió rápidamente abriéndose paso entre aquellas aves para después dar un gran brincó para entrar en la cueva donde de ocultaba el youkai con la perla.
-¡Inuyasha cuidado!- le advierte la azabache a darse cuenta de que más aves los estaban siguiendo. Al entrar en la cueva él la bajó e inmediatamente fue hacia las aves restantes para destruirlas ulizando nuevamente sus garras.
Un especie como de rujido se escuchó en todo el sitio, ambos voltearon a ver hacia la parte más oscura del lugar y precisamente ahí se encontraba el youkai. Ahora había aumentado de tamaño sin embargo aún no había dijerido completamente la perla, así que tenían un oportunidad para recuperarla.
-La Shikon no Tama, puedo verla ¡Está en su estómago!- dice la joven del futuro, Inuyasha asiente y se pone delante de ella con la intención de protegerla si ese youkai tratará de hacer algo peligroso.
-¡Ja! No estoy para juegos... Maldito cuervo si no me entregas la perla...- alista sus garras y da un paso hacia adelante- ¡Te mataré!
El cuervo de la muerte gruñe en protesta poniéndose de pie, de pronto comienza a abrir sus alas y abre su boca mostrando sus filosos colmillos y de repente una luz comienza a aparecer desde el interior de su boca.
-¡Cuidado Aome!- le grita Inuyasha al darse cuenta de lo que esa ave youkai planeaba hacer. Inmediatamente corrió hacia ella y la abrazó protegiéndola del ataque, prometió proteger a Aome y no permitir que nada malo le pasara, sin importar que tuviera que sacrificar su propia vida.
-¡Inuyasha!- grita la azabache y entonces una gran exposición se hace presente, solo pudo ver una luz roja atrás de ellos. Cerró los ojos a causa de la intensidad de la luz, después aquel resplandor desaparece y abrió inmediatamente los ojos. Mira a Inuyasha, él aún la abrazaba, pero su preocupación aumentó al ver gotas de sangre caer- Inu... Inuyasha- dice Aome con gran preocupación separándose un poco para mirarlo, Inuyasha le miró con cierto brillo en sus ojos que hizo que sus latidos se acelerarán- ¿Te encuentras bien Inuyasha? ¡Por Kami todo ésto es mi culpa!
-Tonta, es solo un rasguño... ¿Estás bien?- pregunta él y ella asiente sin saber porque su corazón latía a mil, era una sensación extraña que jamás había sentido.
De pronto otro gruñido se escucha en medio de todo, ambos se ponen de pie aunque Inuyasha con algo de dificultad por la herida en su espalda. Al parecer el ave planeaba salir volando del sitio, además que parecía que estaba obteniendo nuevos poderes gracias a la perla. Inuyasha entonces supo que sólo tenía una oportunidad, corrió hacia el cuervo, el cual ya hacía alzado vuelo a fuera de la cueva y rápidamente llevó su mano hacia se herida mojado sus garras con su sangre e inmediatamente atacó al youkai antes de logrará escapar.
-¡Garras de Fuego!- dice el hanyou dándole justo al blanco, el ataque fue directamente hacia el youkai partiendolo en miles de pedazos, la perla salió expulsada de uno de los trozos del ave. Inuyasha tomó la perla y regresó a la cueva para ir por Aome.
~o~
Ambos caminaban en silencio por en medio del bosque, Aome llevaba la perla en una de sus manos, sabía que tenían que llegar lo más pronto posible a la aldea para curar la herida de Inuyasha aunque él le había dicho que no era nada grave, de todas formas se sentía mal ya que al fin de cuentas fue por protegerla a ella que ahora se encontraba herido.
Desde lo sucedido ninguno de los dos no había pronunciado ni una sola palabra, estaban sumergidos en un incomodo silencio. Aome más que nada se sentía confundida, no entendía porque Inuyasha era tan protector con ella, un leve sonrojo apareció en sus mejillas rosadas al recordar lo sucedido últimamente ¿Por qué se sentía así con él? Así... Feliz... Tranquila... Protegida.
Al final ella se decidió a hablar y a romper el incomodo silencio, caminó más rápido para estar a lado de Inuyasha y entonces habló.
-Inuyasha...- dice la azabache llamando su atención y él regresó a verle de manera interrogante- disculpame... Por mi culpa te hirieron Inuyasha...
-Deja de decir tonterías, ya te dije que es solo un rasguño- dice Inuyasha restándole importancia al asunto sin embargo la azabache no se veía muy convencida del todo.
-Inuyasha... ¿Por qué pusiste en peligro tu vida con tal de salvarme?- pregunta Aome mirándole interrogante.
-... Escúchame bien porque solo lo voy a repetir una vez... Yo te protegeré Aome aunque sea a costa de mi propia vida...- responde Inuyasha sin dejar de ver hacia el frente, ella sintió como su corazón latía apresuradamente otra vez, él le regresó a ver por un par de segundos para después volver su vista al camino con un leve sonrojo en sus mejillas. Aome igualmente sonrojada simplemente le sonrió y miró hacia el cielo nocturno sintiéndose feliz, feliz de tener a Inuyasha a su lado.
~o~
Continuó nadando por las aguas cristalinas del pequeño lago al que Kaede la había llevado, necesitaba un buen baño y al no contar con ningún implemento para el aseo personal como shampoo o jabón tendría que estar ahí por lo menos una hora.
-Niña ya sal de ahí- le dice Kaede desde la orilla sentada en una roca.
-Eso no, necesito quitarme toda esta suciedad- responde Aome para después sumergirse al fondo del lago, mientras nadaba recordó cada parte de lo sucedido los últimos días, antes tenía la profunda necesidad de irse pero ahora extrañamente también se sentía en casa aquí. Le gustaba que Inuyasha cuidara de ella, aún no lograba descifrar con exactitud lo que significaba esa mirada con la que él le veía pero lo que sí sabía es que con Inuyasha su corazón latía más rápido de lo normal. Ahora ya no estaba tan segura de querer regresar porque si lo hacía probablemente ya no volvería a ver más a Inuyasha y eso le preocupaba.
Subió a la superficie en busca de aire pero al salir se topó con algo más. Inuyasha estaba sentado en la orilla de un pequeño peñasco observandole fijamente, ella se sonrojo furiosamente ¡Acaso él vino a espiarla mientras se bañaba! La azabache pegó un grito y dijo aquella palabrita con la que mandaba al suelo a Inuyasha.
-¡Siéntate!- gritó para después meterse al agua y cubrirse lo mejor que podía.
-¿¡Por qué hisiste eso Aome?!- dice el hanyou tratando se levantarse después de gran caída, aunque sinceramente no le molestó del todo ya que incluso extrañaba que ella le dijera abajo.
-¡Te escondías solo para verme!- dice la joven del futuro escondida tras un arbusto para vestirse con rapidez.
-Eso no es verdad... Yo solo...- trata de excusarse mirando hacia otro lado.
-Apuesto a que viniste a robarte la perla de Shikon- asegura la anciana Kaede mostrándole la joya.
-¡Ket! No digas tonterías anciana- dice el peliplateado cruzando los brazos mirando hacia otra dirección.
-Sin embargo ahora que la perla volvía a aparecer en este mundo, significa que cualquier youkai que se apodere de ella podrá causar un gran caos en toda la región- comenta Kaede mostrando un rostro preocupado.
Inuyasha se queda en silencio ante las palabras de la mujer de edad avanzada, recordando una vez más el deseo que había pedido Naraku a la perla, volver al pasado y así matar a Aome. De nuevo ese horrible recuerdo de su querida azabache muerta en sus brazos apareció en su mente, sabía que esta era una segunda oportunidad que el destino le había concedido para hacer las cosas bien y proteger a Aome de Naraku.
En ese momento Aome sale de los arbustos ya cambiada, usaba un traje de sacerdotisa y su cabello estaba atado con un listón blanco. Se veía hermosa, piensa Inuyasha con un leve sonrojo para después voltear a ver hacia otro lado apartando esos pensamientos de su cabeza, no era momento para pensar en eso.
~o~
Se podía ver un lugar oscuro con toques de color rojo, todo el sitio estaba lleno de cráneos sin vida y sobre todos ellos estaba una mujer sentada cepillando uno de ellos con su característica peinilla.
Una leve sonrisa apareció en su rostro y soltó una risa malvada sin dejar de cepillar aquel cráneo.
-Según los rumores se dice que la perla a vuelto a aparecer en este mundo y ahora se encuentra al cuidado de una sacerdotisa... Creó que sería oportuno hacer una pequeña visita...- dice para si misma volviendo a reír.
~o~
De pronto aparece una mujer de la aldea, quién cargaba a un niño en su espalda. Ella solicitó la ayuda de la anciana Kaede y así las dos comenzaron a alejarse pero antes de irse la mujer de edad avanzada les advierte:
-Tengo que irme... No se peleen mientras tanto...- pronuncia la anciana para después ir con la aldeana y alejarse del sitio.
Ambos simplemente la ven alejarse hasta quedar completamente solos, ellos se quedaron en silencio, Aome comenzó a doblar su ropa e Inuyasha se puso de pie acomodando su ropa. La azabache entonces se decidió a hablar, ya muchos en la aldea le habían hablado sobre su parecido con Kikyo y entonces una pregunta surgió en su mente ¿Acaso Inuyasha era así con ella y le miraba de esa manera solo por el hecho de ser tan parecida a ella? Su corazón dolió y supo que tenía que preguntarle.
-Inuyasha... ¿Acaso soy tan parecida a Kikyo?- pregunta con la voz apagada mirándole entre seria y dolida.
Él le regresó a ver sorprendido por la pregunta por parte de la muchacha, no entendió de donde diablos sacó esa pregunta absurda pero entonces noto la mirada de tristeza con la que le veía y entonces supo que debía contestar. Aunque Aome tenga cierto parecido físicamente con Kikyo y sea su reencarnación no quiere decir que ambas son iguales.
-No digas tonterías Aome...- iba a decir algo más pero entonces ella lo interrumpe.
-¿Es por eso que eres así conmigo?- le miró aún más dolida.
-Yo...- iba a responderle y decirle que esa no era la razón cuando un olor llegó hasta su nariz, alzó la vista mirando hacia el bosque, el olor le resultó conocido y le dio mala espina. Aome le miró extrañada.
-Esperame aquí- le dice Inuyasha para después brincar muy lejos de ahí y desaparecer en medio de la vegetación.
Aome no entendió el porqué de su comportamiento ¿Acaso él se había ido para no contestar su pregunta? Ella se sintió mal y sin saber por qué su corazón dolía, tal vez Kikyo fue algo más para Inuyasha en el pasado y por eso él era así con ella, solo por parecerse a Kikyo.
~o~
-Es por aquí anciana Kaede- dice la mujer llevándola hacia su cabaña, ambas se quedaron en la entrada, ahí descansaba la hija de esa mujer sobre un futon- en la mañana se encontraba bien pero de repente se comenzó a comportar extraño
-Ya veo... Puedo sentir un gran poder maligno provenir de aquí- dice Kaede, de pronto la muchacha comienza a moverse hasta que algo la alza en el aire, ella estaba inconsciente pero al parecer su cuerpo no. Entonces pudo ver que miles de cabellos estaban controlando los movimientos de la joven, quién tomó un cuchillo en sus manos se acercó peligrosamente hacia ellas.
~o~
Se sintió muy triste y decidió mejor irse del sitio llevándose la perla con ella, pensó que lo mejor sería regresar a la aldea pero en el camino se topó con aquel lugar por donde había llegado a esta época, el pozo. Se acercó ahí depositando su ropa a un lado de éste, miró hacia abajo y notó lo que oscuro que era, no quería entrar pero sabía que solo por aquí podría regresar a su mundo.
Miró hacia arriba con una de sus manos sobre su frente, entonces observó un destello en medio de los árboles. Se puso de pie para tratar de decifrir que había sido eso cuando de pronto sintió algo cortarle en cachete, miró hacia todos lados y se percató de que todo el sitio estaba lleno de cabellos.
-¿Te gusta?- dice una voz femenina, Aome alza la vista hacia arriba y se topo con una mujer de cabello corto y ojos rojos, la cual al parecer manipulaba todos los cabellos- tú debes ser la sacerdotisa que protege la perla
~o~
Corrió con más rapidez al captar el olor a sangre provenir de la aldea, sintió un mal presentimiento y apresuró el paso, no podía demorarse ya que había dejado a Aome sola.
Al llegar a la aldea todas la mujeres flotaban en el aire con cuchillos afilados en sus manos, esto le resultó muy conocido, Inuyasha las esquivó y fue rápidamente hacia el lugar de donde provenía la sangre. Todo esto le resultó muy conocido y comenzó a sospechar de quién se trataba ésto. Al llegar vio a Kaede vendadose una profunda herida en el brazo, había uno que otro rastro de sangre en el lugar.
-Inuyasha... Los cabellos contralan a esas mujeres- dijo la mujer de avanzada edad.
Entonces sintió pánico apoderarse de él, ahora recordaba, los cabellos son obra de Yura Sakasagami, la mujer de los cabellos ¡Y había dejado a Aome sola! Supo que tenía que primero encargarse de esconder a Kaede para después ir con Aome rápidamente.
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-Mi nombre es Yura Sakasagami, no es necesario que lo recuerdes ya que pronto será tu fin- dice la mujer para después comenzar a pegarle con los cabellos y en un movimiento rápido le arrebata la pequeña bolsa donde guardaba la Shikon no Tama- por fin la perla es mía- comienza a reír de forma malvada.
-No ¡Espera!- dice Aome.
-Ahora ya no me sirves- dice Yura tomando una espada para después acercarse con ella para atacarla- ¡Te destruiré!
Aome siente miedo recorrer su cuerpo y en un momento se hace para atrás esquivando la espada, sin embargo no recordó que el pozo estaba allí y sin dejarle tiempo a reaccionar cayó por el.
-Que raro, desapareció... ¿De dónde habrá salido esa mujer? Bueno ya no importa...- mira la perla en sus manos- ahora ya tengo lo que quiero
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Pues aquí otro capítulo de Caos en el tiempo...
¿Qué pasará ahora que Yura tiene la perla?
¿Qué es ese sentimiento que está comenzando a nacer en el corazón de Aome por Inuyasha?
¿Aome seguirá creyendo que Inuyasha es así con ella por su parecido con Kikyo?
¡No se pierdan el próximo capítulo de Caos en el tiempo! 😊
-Akemi: ¿Por qué haces tantas preguntas?
-Saori: no se me gusta poner intriga 😅
-Akemi: (❁´◡'❁) vaya intriga (︶^︶)
-Saori: bueno hasta la próxima 😄
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