Estaba en medio del bosque junto al Goshimboku, su corazón dolía profundamente, no entendía que pasaba hasta que la imagen se aclaró. Si, estaba discutiendo sobre algo con Inuyasha. Ella tenía lágrimas en los ojos pero ¿Por qué? Entonces todo comenzó a cobrar sentido.

-No interferiré más entre ustedes, me voy Inuyasha- dice la azabache con dolor en sus palabras disponiéndose a irse.

-¡Maldición Aome! ¿¡Acaso piensas que te dejaré ir de mi lado?!- le toma de la muñeca evitando que se vaya.

-No hagas ésto más difícil, tú mismo me dijiste que protegerías a Kikyo y si esa es tu decisión, no me opondré- trata de zafarse de su agarre- suéltame...

-¡Ni siquiera me dejaste terminar lo iba decir!- exclama.

-¿Qué más quieres escuche? Si ya dejaste todo en claro...- agacha la cabeza sin parar de forcejear.

Sin embargo no pudieron continuar con la conversación pues una gran explosión se hace presente no muy lejos de donde se encontraban y una nube negra se hace presente en el cielo pero poco a poco todo se torna borroso y silencioso.

Para cuando despertó ya era de mañana, se incorporó de golpe y extrañamente tenía aún lágrimas bajando por sus mejillas. Se sentía muy extraña, acerca del sueño, no sabía si tomarlo como algo producto de su imaginación o... ¿Recuerdo? ¡No! Definitivamente no podía ser un recuerdo, jamás había vivido eso, aunque le extrañaba que ubiera mencionando a Kikyo si supuestamente ella falleció hace cincuenta años. Todo era muy confuso.

Hoy pensaba volver al sengoku para consultar con Kaede sobre lo que pasaba, después de un gran desayuno tomó su maleta amarilla y se encaminó al pozo. Tenía la Shikon no Tama en una cadena al rededor de su cuello, eso resultaba más efectivo. Así volvió a ingresar al interior del pozo devora huesos.

Inmediatamente esa luz morada aparece y curiosamente aquel dolor de cabeza que la había estado atormentando desde ayer regresa y se va rápidamente en el momento que la luz desaparece. Así en un abrir y cerrar de ojos había vuelto al sengoku. Por el momento todo parecía estar normal pero al salir del pozo las cosas fueron distintas.

A lo lejos vio dos sombras altas caminar hacia ella y llamaban desesperadamente a Inuyasha, Aome miró extrañada a esa personas y poco a poco se hizo más fácil reconocer sus facciones. Se trataba de un hombre de cabello negro con vestimentas de monje y una mujer de cabello castaño.

-¿Quiénes serán?- les queda viendo y ellos también a ella.

-¿Señorita Aome?- dice con asombro el monje.

-¡Por Kami! ¡Aome!- exclama la castaña con los ojos bien abiertos.

Ellos fueron rápidamente hacia ella, la azabache ni siquiera sabía cómo la conocían, según Aome jamás los había visto aunque en cierta forma le parecen familiares.

-¿Có-Cómo es po-posible?- se pregunta Sango sin poder creerlo.

-¿Nos conocemos de alguna parte?- interroga la miko del futuro.

-Somos nosotros señorita Aome ¿No nos recuerdas?- dice Miroku.

-Etto, parece que no ¿Quiénes son ustedes?- les mira interrogante tomándoles por sorpresa.

~o~

Tanto el hanyou como la miko mayor regresaban de la guarida de la bruja Urasue en silencio, estaban a sólo unos pasos de la aldea y se podía notar fácilmente tristeza provenir de los ojos de Inuyasha. Si, habían logrado detener a esa bruja pero no todo salió como se esperaba. En el último segundo y en un arranque de furia, Urasue arrojó los restos de Kikyo por un acantilado. Se habían perdido para siempre. Aunque al menos Inuyasha estaba tranquilo al saber que ella no volvería a sufrír nuevamente.

Al llegar a la aldea el peliplateado buscó a Aome por todas partes pero ni rastro de ella y pensó que probablemente regresó a su época como se lo pidió y fue hacia el pozo para ir por ella. Pero en eso se encontró con Shippo, quién a su vez se veía desesperado y preocupado. El kitsune al notar su presencia fue inmediatamente hacia él.

-Inuyasha...- comienza a hablar- no encuentro a Miroku y a Sango.

Ante esas palabras el hanyou se paralizó, se suponía que aún en ésta línea de tiempo no los conocían ¿Qué significa ésto?

-Y tampoco está la tumba de... Aome- termina de hablar con preocupación.

-¡Alto! ¿Qué fue lo que hiciste antes de que ésto pasara?- interroga ya sabiendo la respuesta.

-Solo entre al pozo para buscarte y salir ésto pasó- responde.

<<¿Acaso ahora todo aquel que entre al pozo viajará a la otra línea de tiempo? Pero entonces, eso quiere decir que Aome...>> analiza Inuyasha y sin previo aviso corre al pozo brincándo a su interior con Shippo siguiéndolo.

~o~

Aome fue con el monje y la exterminadora a la aldea, nadie hablaba de la impresión, la azabache estaba sorprendida de no poder reconocer a esa personas que dicen conocerla y por otro lado Miroku y Sango tampoco estaban muy seguros de que decirle, aún estaban impactados por ver a la joven con vida.

En medio de todo la miko de la otra línea de tiempo detiene abruptalmente su caminar en un punto en específico. Ellos se percatan y ven como Aome se acercaba a paso lento hacia cierto sepulcro con su nombre.

-Y-Yo...- tapa su boca con sus manos- ¿¡Qué es ésto?!

-Aome, etto- trata de hablar Sango pero ni ella sabía como explicarle, supuestamente la miko estaba muerta pero ahora de la nada aparece y sin recordarlos y además ¡Con la Shikon no Tama!

-Esto no puede ser...- el impacto fue tanto en Aome que de pronto sintió como todo su alrededor se desvanecía y todo se volvió negro en cuestión de segundos.

¿Qué estaba pasando aquí? Eso era lo único que podía preguntarse en su mente, no entendía nada y en verdad necesitaba que alguien le explicara sobre esa tumba con su nombre.

-Excelencia ¿Qué cree que esté pasando?- pregunta Sango evidentemente confundida.

-No lo sé, pero supongo que probablemente esté relacionado con el pozo...- supone.

-Seguramente, por cierto ¿Dónde estará Shippo?- se pregunta pues no lo habían visto desde la mañana.

~o~

Al salir del pozo, parecía que estaba aún en el sengoku de la otra línea de tiempo pero varios olores conocidos le hicieron cambiar de opinión. Así Inuyasha junto a Shippo fueron hacia la aldea y en la entrada de cierta cabaña se encontraban el monje y la exterminadora.

-¡Ahí estás Inuyasha!- exclama Sango caminando a una velocidad increíble hacia él- seguramente tú debes saber la razón por la que Aome apareció repentinamente aquí ¿No?

-¿Aome está aquí?- pregunta el kitsune con los ojos bien abiertos.

<<Entonces como sospeché, Aome llegó a ésta línea de tiempo...>> analiza Inuyasha.

-Mejor dinos la verdad Inuyasha, has estado desapareciendo misteriosamente por varios días y ahora queremos una explicación de ésto- exige Miroku.

-¡Bien! Les diré todo...- asegura.

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Inuyasha vuelve a si línea de tiempo correspondiente junto con Shippo pues Aome resulta que Aome también llegó ahí atravesando el pozo. Ahí se reencuentran con Miroku y Sango y ahora Inuyasha tendrá que darles varias explicaciones ¿Le crearán?

¿Acaso ahora todos pueden viajar entre las dos líneas de tiempo?

¿Acaso ahora todo se transformo en un caos en el tiempo?

¿Qué hará Aome al enterarse de la verdad?

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