~•~20 de diciembre~•~

Los hospitales no me gustan, son tan fríos, con olor a medicina, siempre te hacen esperar y además tengo a Dylan, cuando Melanie le dijo la fecha de mi cita, no logré quitármelo de encima, así que tuve que aceptar que me acompañará.

Ahora estamos en la increíblemente larga fila de las medicinas para recoger las vitaminas que el doctor me recetó. Honestamente la cita fue una decepción, el doctor no dijo nada nuevo ni muy relevante, solo confirmó que estoy embarazada, que estoy perfectamente bien de salud, me dió ciertas sugerencias, y eso fue todo.

Al salir camino al carro de Dylan, lo rodeo y me situó en el punto más alejado de él, osea en los asientos de atrás, él no menciona nada, enciende el carro y me lleva a mi casa sin intentar hablar. Cuando llegamos Mel sale muy emocionada a recibirnos y a cuestionarnos sobre la cita.

- De verdad Mel todo está bien, el doctor dijo que tengo cinco semanas de embarazo pero que todo está llendo como debe, sin ninguna complicación, solo me recetó unas vitaminas- le dije mientras me sentaba en la sala.

- Si Melanie, el bebé y Keilahy están perfecto, ya no aguardo la hora en que nos digan qué va a ser. Bueno me voy a la veterinaria, regreso mañana- lo dijo Dylan desde la puerta, para finalmente irse sin esperar a oír lo que sea que Melanie le quería decir.

- Kei ¿Dylan no tiene familia?

- Creo que no, sólo sé lo de su hermano pero de ahí en fuera no conozco mucho sobre él ¿Por qué?- le pregunté al ver la cara de felicidad en su cara.

- Bueno ya se acerca Navidad y quería saber si él podría pasar las fiestas con nosotras- lo dijo muy casual, pero yo creo que deje de respirar por unos segundos.

- No creo que sea buena idea, sé que tus intenciones son buenas, pero que cene con nosotros, como si fuera familia no me agrada del todo, considerando la situación- yo sólo expresaba mi punto, pero de haber sabido la cara de vergüenza que pondría mi hermana, no le hubiera recordado, cuál era el supuesto parentesco de Dylan.

- Perdóname Mel, no quería incomodarte, no pensé lo suficiente, olvida lo que dije y mejor vamos por lo que necesitamos para Navidad.

~•~ 24 de diciembre ~•~

Al despertar oigo ruido que proviene de la sala, por lo que sospecho que me quedé dormida y que Mel está arreglando todo sola, así que bajo a la carrera para encontrarme con una escena hermosa, la casa luce tan bonita, hay nochebuenas en todos lados, arreglos navideños, estrellas doradas cuelgan del techo y en medio de todo un pequeño árbol con esferas en tonos rosas.

- Dios Mel ¿Cómo hiciste todo esto?- dije aún asombrada por lo que estaba viendo.

- No lo hice sola, Dylan estuvo toda la noche ayudando, ¿No es maravilloso?- cuando escuche su nombre la felicidad se apagó por un momento, después ví que el mencionado salía de la cocina con una taza en la mano.

- Buenos días Keilahy, Melanie dijo que estabas profundamente dormida así que no te quisimos despertar, ¿Te gusta?- odiaba cuando hacia esa mirada, entre adorable y hermosa, con tanta ilusión por mi respuesta, que ni siquiera el Grinch hubiera tenido el corazón como para arruinarles su felicidad.

- Les quedó hermoso, que pena no haberles ayudado, la casa nunca se había visto mejor.

Era verdad entre el dinamismo de mi hermana y la amabilidad de Dylan inundando la habitación, yo podía sentir una energía muy positiva en todo esto. Al final del día resultó ser mi mejor Navidad, cocinamos, platicamos y todo se sintió tan bien, decidí que por un día podía olvidar los problemas para solo enfocarme en ser feliz.

En la noche Dylan se fue temprano dejándonos a Mel y a mí, con nuestra maratón de películas, aunque me perdí la mitad. Dormí excelente acostada encima de mi hermana, sin ningún rencor oprimiendo mi pecho, sin miedo, ni preocupación. Ahora entiendo todo eso del milagro de perdonar, lo cual no quiere decir que olvide lo que pasó, sólo es dar paso a algo mejor.

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Despierto y veo el rostro de mi hermana tan serena durmiendo encima de mí, con su brazo tocando mi vientre. Siempre he pensado que Melanie es linda, nuestros ojos son iguales, su cabello es más oscuro que el mío, pero su piel es más blanca, tenemos muchas fotos nuestras, lamentablemente esta escena tan bella para mí, no la voy a poder enmarcar, la guardaré en mi mente, como todo aquello que en verdad importa.

Le toma unos momentos despertar, y como si fuera la hermana menor Mel me arrastra al árbol para ver nuestros regalos. A Melanie le encantó mi regaló, le compré una chamarra café y un bolso a juego, Mel en cambio me regaló un perfume, un vestido verde oscuro y un saco gris.

Me sorprendió que este año nuestros regalos fueran tan caros, lo que sospecho tiene que ver con Dylan, él ha cumplido su promesa de darnos dinero y cubrir nuestros gastos, hasta el momento no había reparado en que la cantidad de dinero que nos ha dado ha sigo ligeramente excesiva. La segunda cosa que nos sorprende es un sobre rojo a nombre de Mel y mío, estoy segura que santa no lo dejo y como no es de ninguna de las dos, solo me queda un posible candidato.

Melanie abre el sobre muy emocionada por saber qué es, cuando saca un montón de papeles, yo me quedo confundida, Mel los revisa y llegado un punto comienza a llorar y a mover las hojas con emoción. Yo le quito el sobre para saber qué es, me encuentro con papeles de la casa, recibos de agua y otros tantos que me dejan aún más confundida.

- No entiendo Melanie ¿Qué es esto?

- Él pago todo - lo dice en un susurro con cara de incredulidad.

- ¿Pagó qué?

- Yo no había querido decirte nada para no asustarte, pero desde que mamá murió nos hemos atrasado en pagos de muchas cosas, además de que creo que mamá dejo papeleos inconclusos, era demasiado dinero el que me estaban pidiendo que ni con un préstamo lo hubiera cubierto. Hace días llegó una notificación del banco exigiendo el pago, pensé que Dylan no lo había visto, pero tal parece que ya arreglo todo.

- No puede ser, ¿Por qué Dylan lo haría? No tiene sentido.

- Creo que no terminas de comprender la magnitud de esto, era muchísimo dinero Kei, no creo que lo haya pagado sólo por una necesidad de saldar la deuda de su hermano.

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Isa