Han pasado unos días desde que salí del hospital, apenas desperté tuvieron que dejarme salir, en primera porque mi histeria y gritos alteraban a todos los pacientes, la segunda razón es porque en realidad no tengo nada, ni heridas, ni signos de parto o embarazo, mi cuerpo jamás ha estado en mejores condiciones. Mi mente en cambio, no está tan bien, me paseo sin ánimos, ni seguridad o conciencia del exterior, no me doy cuenta de los días, todo dejo de tener sentido.

Los doctores y la gente deben pensar que estoy loca y que toda la escena del bebé fue a causa de mi invento, incluso yo llegue a dudar acerca de lo que fue verdad, es Melanie la que me mantiene cuerda, ella cree en mí y todo el tiempo me repite que es verdad, además está segura que la policía encontrará a mi bebé, yo también tendría esa fe ciega de no ser porque lo ví, él no es un hombre.

¿Cómo pude ser tan tonta? Yo sabía que Dylan me había hecho daño y aún así lo deje entrar a mi vida. El simple recuerdo de Dylan me derrumba, siento un dolor indescriptible y el llanto no tarda en llegar, mi hermana como siempre pendiente de mí acude para ayudarme a llegar al sillón.

—Kei por favor no me gusta verte así— dice mi hermana con lágrimas y angustia marcada en su rostro, mientras se sienta enfrente de mí.

—Todo esto es mi culpa Mel— mi voz es apenas perceptible a causa del llanto.

—No, claro que no, no había forma de saber la clase de persona que es Dylan.

—Yo si, me deje engañar por él aunque sabía la verdad— me detengo sólo para darme cuenta que Mel se ve preocupada y que no me entiende—. Te mentí, Dylan no es el tío de mi bebé, él es el padre. Me violó y yo permití que durmiera en mi casa.

—No debiste mentir, pero aún así no creo que esto sea tu culpa, lo perdonaste y eso solo habla de la excelente persona que eres, no podemos controlar lo que hacen los demás ni mucho menos culparnos por sus actos. Ahora solo nos queda colaborar con la policía y tener fe en que ellos lo encontraran.

—Ellos no los van a encontrar, los ví desvanecerse, Dylan no es humano y creo que Mitjer tampoco.

—¿De qué estás hablando?

Dudaba que fuera a creerme pero aún así le conté todo lo referente a mi embarazo, Melanie solo escucho atentamente con ese aire maternal que siempre la caracterizó.

—¿Y dices que aún puedes ver los colores? Es extraño que sólo ese poder se quedará.

—¿Tú de verdad me crees?

—Claro que te creo, te conozco desde que naciste y sé que no mentirías en algo tan importante como ésto, quizá mentiste con lo de Dylan pero fue sólo porque estabas asustada y querías mi aprobación, ahora es diferente. Además fue de las primeras cosas que me enseñó mamá sobre ti.

—¿Mamá?

—Eras muy pequeña para recordarlo, pero una vez cuando saliste a jugar regresaste muy emocionada afirmando haber visto un hada y antes de que yo pudiera decirte que las hadas no existen mamá me detuvo, me dijo que creyera en ti, así que te seguimos al patio y vimos una hermosa mariposa era tan blanca casi transparente, incluso yo me emocioné. Resultó que no era un hada, pero que bajo tu perspectiva era verdad, después mamá me explico que nunca debo dejar de creer, en especial contigo, porque sí vemos todo con escepticismo nos perderemos la magia.

—Solo mamá diría algo así... Por un momento pensé una locura, me imaginé que ella sería un perfecto Cyrehn.

—No sé si lo que dice ese libro sea verdad, pero no creo que mamá haya sido un Cyrehn, no me parece lógico, y ¿Dónde está el libro? Hay que revisar si dice algo para encontrar a Dylan.

Me sorprende no haberlo pensado antes, así que subo corriendo a buscarlo, por primera vez en días siento la esperanza de que puedo encontrarlo. Esperanza que murió lentamente cuando por más que lo busque no lo encontré.

—Vamos Kei debes recordar algo, tú lo leíste.

—Ciertos recuerdos se han vuelto borrosos, y lo único que copié fue la lista de los colores que fue lo que pensé que era más importante.

—Bueno comencemos con los detalles, los Cyrehn son seres de la naturaleza ¿No es cierto? Pacíficos y buenos, no creo que Dylan sea uno de ellos entonces.

—No, pero mencionaba a los magos, dice que eran Cyrehn más poderosos y ambiciosos, en el libro los alababan pero a mí me parecieron aterradores, incluso fueron expulsados de Cyrah, eso tendría más sentido.

—Si puede ser, pero eso no explica porqué la necesidad de tener un hijo tuyo, está claro que tener a Mitjer fue planeado. Talvez buscaban el poder de la combinación, al menos en las historias de vampiros los híbridos siempre son más poderosos.

—¿Crees que se lo haya llevado para usarlo?

—Si eso creo ¿Los magos qué buscan?

—Aparte de poder no se me ocurre otra cosa, no querían controlar ni dominar, así es que no sé.

—Bueno supongamos que quieran acaparar el poder para sí mismos y no tengan a la naturaleza como fuente ¿Dónde buscarían?

—Lo tengo, irán por las auras y seguro comenzarán con la más poderosa. Los rojos.

Isa