🌼Capítulo 36🌼
Reunidos en la sala de estar de la casa principal, un tenso silencio estaba en el ambiente, el sentimiento de culpa rondando de esquina a esquina entre Hoseok y EunHa, quienes aún no podían creer lo que Ji-Seok había hecho a pesar de que las pruebas estaban frente a sus ojos.
Sin atreverse a observar a sus amigos y culparlos directamente de lo que había sucedido, el alfa Min mantenía la distancia con ellos, parado frente a la ventana, con los brazos cruzados sobre su pecho, una postura firme y un semblante duro en su rostro, por no decir frío.
Como si el dolor y presión en su pecho que sentía al no tener cerca a su pareja ya no fuera suficiente señal, Yoongi contemplaba con culpa e impotencia como el atardecer comenzaba a caer, indicando que ya habían pasado un par de horas desde que su pareja había sido secuestrada y todavía no había nada sobre su omega.
Horas, en las cuales no tenía ni idea de si estaba bien o no, si lo habían lastimado, si Jimin había luchado, si lo había llamado, esperando que fuera por él para ser decepcionado cuando no estuvo ahí a pesar de su promesa.
Un gruñido escapó de sus labios al imaginar a su dulce cosita llamándole desesperadamente con su rostro empapado en lágrimas y estrelló su puño contra la pared, sobresaltando a los demás en la habitación.
—Tranquilizante hermanito, destruyendo tu casa no lo encontrarás —indicó Solar.
Yoongi la observó duramente y luego su mirada pasó hacia sus amigos acurrucados juntos en el sofá. Juntó con fuerzas sus labios para reprimir su mueca y volvió a observar fijamente por la ventana.
Después de todo, sabía y comprendía que alterarse y gritarle a sus amigos, culpándolos por lo sucedido, no iba a solucionar nada.
—No puedo creer que Ji-Seok haya hecho algo tan horrible como esto... —susurró Hoseok, pasando sus manos por su cabello con frustración.
—Yo tampoco me esperaba algo así, cariño —consoló su pareja, abrazándole.
El oso de Yoongi gruñó en su mente ante el nombre de la persona que le arrebató lo más apreciado de su vida, y por más que quisiera compartir unas palabras con sus amigos, no creía que salieran precisamente unas amables debido a la situación.
La parte más fácil sería simplemente culpar a Hoseok y EunHa de todo, pero lógicamente sabía que Ji-Seok seguramente había estado planeado secuestrar a su omega tarde o temprano, él solo se había aprovechado de la confianza que le tenía la pareja nada más.
—Sí, si, si. Es una lástima, ambos se sienten decepcionado y traicionados, es una pena, pero en este momento no me interesa ni a mí ni a nadie —anunció Solar cruzando sus brazos—. Ya escucharon al pequeño hámster, será mejor comiencen a soltar todo lo que sepan respecto a su amiguito —ordenó.
Hoseok observó a Yoongi, esperando que este le dijera a su hermana que no se entrometiera o algo, pero el alfa oso solo se mantuvo en silencio, observando por la ventana.
Por más que se llevara mal con su hermana, Yoongi reconocía que en ese momento necesitaba la ayuda de alguien, porque no tenía absolutamente ninguna idea de dónde podría estar su pequeña pareja ni cómo encontrarla, su trabajo siempre había sido cuidar a las personas una vez caían en su santuario, nunca buscarlos ni rastrearlos, por lo que Solar apareciendo sin invitación y un día antes con la supuesta excusa de ser la persona que revisaría a Namjoon, no le interesaba, así como que metiera sus narices en ese momento.
Lo único importante en su mente, era encontrar a Jimin.
—No hay mucho que sepamos de él —anunció EunHa finalmente—. Era alguien reservado con su vida.
—¿Y cómo lo conocieron? —cuestionó Solar—. Según tengo entendido, ustedes tres eran amigos antes de volverse amigo de mi hermanito aquí —les recordó.
—Fue en la universidad —respondió Hoseok—. Se acercó a mí primero, comenzamos a conversar y se dio cuenta de que me gustaba EunHa, entonces comenzó a darme consejos para acercarme a ella.
—Cuando comencé a salir con Hobi, él simplemente ya era parte de nuestro círculo de amigos —añadió EunHa.
—Uhm... Y en el momento en que Yoongi entró a sus vidas, ¿cómo reaccionó? —cuestionó interesada.
—Bien —respondió Hoseok—. Nos alejamos un tiempo porque Yoongi nos invitó a participar en su proyecto de santuario para los omegas, pero luego él lo invitó a trabajar aquí y todos volvimos a estar juntos —explicó.
—Pregunta —anunció Solar con una sonrisa—. ¿Cuándo estaban en la universidad, seguían a Ji-Seok en sus decisiones y todo eso?
—¿Cómo lo sabes? —preguntó EunHa, observándola con sorpresa.
—¿Qué es lo que piensas? —interrogó Yoongi a su hermana, percibiendo aquella sonrisa inteligente.
—Bueno, a mi parecer es bastante obvio lo que ocurre aquí —respondió—. Ambos son alfas, dominantes, competitivos, arrogantes y toda esa mierda. Ji-Seok tenía su grupo de amigos, su pequeña manada donde era el líder, luego apareces tú y se lo arrebatas junto a su posición —explicó—. Tal vez tú no hayas tenido malas intenciones al invitarlo a trabajar aquí, pero al hacerlo le demostraste que eras mejor que él, lo que por supuesto comenzó a molestarle. Él observó cómo sus amigos se volvían más cercanos a ti, te escuchaban a ti, y mientras él se quedaba en la cocina, tú seguías creciendo como un buen líder —expresó.
—¿Crees que Ji-Seok hizo todo esto por celos? —espetó el alfa oso con el ceño fruncido.
—Es una teoría —se encogió de hombros—. Solo mírate, eres un gran líder respetado por todos, tienes un santuario, un terreno, una manada y todos creen en ti, y como si eso fuera poco, encontraste a tu propia pareja, una suerte que no muchos disfrutan —indicó—. Si a ese imbécil ya le molestaba que tú estuvieras triunfando sobre él, esto definitivamente le terminó de molestar.
—Pero Ji-Seok no es esa clase de persona... —murmuró EunHa.
—Niña, creo que es tiempo de que tú y tu pareja dejen de pensar amigablemente respecto a Ji-Seok, hace mucho que este cambió y ustedes ni cuenta se dieron —indicó duramente—. Debieron de haberse percatado de cómo se retraía más y se alejaba de ustedes y todos, ¿cierto?
—Sí —asintió Hoseok con pesadez—, pero nunca me imaginé que se sintiera así, que haría algo así —observó a Yoongi, quien le observó duramente.
—Entonces, encontramos una razón por lo que pudo haberlo hecho, esto no me dice exactamente dónde tiene a mi pareja —expresó hacia su hermana.
—Descríbanme a Ji-Seok antes de que conocieran a Yoongi —ordenó Solar a la pareja.
—Era bastante... No alegre, pero si entusiasta —respondió la pelirroja.
—Siempre tenía su mente clara de lo que quería y lo que debía de hacer para obtenerlo —añadió Hoseok—. El dinero nunca fue problema a pesar de no tener mucho, pero siempre hablaba de lo que haría si tuviera tal cantidad de dinero —comentó.
—Entonces, el dinero es algo que podría moverlo —interrumpió Solar, pensativa.
Yoongi se alertó enseguida con esas palabras, una idea más peligrosa aún apareciendo en su mente.
—¿Crees que hizo todo esto por dinero? —preguntó.
—Bueno, las intenciones seguramente ya podría haberlas tenido, y aquellos deseos oscuros llenos de celos y envidia seguramente se vieron tentados con la posibilidad de dinero de por medio —expresó encogiéndose de hombros—. La pregunta ahora vendría siendo, ¿le ofrecieron dinero por llevarse cualquier omega de aquí o solo por Minnie?
—Si fuera así habría tomado la oportunidad de tomar más omegas en el camino, pero solo se llevó a Minnie y fue tras Tae porque él lo vio todo —exclamó el alfa Min—. Esto debe de ser obra de aquellos estúpidos que lo secuestraron y se hicieron pasar por su familia para controlarlo —expresó con molestia—. Seguramente ellos lo hicieron junto a Ji-Seok. Debemos de ir a esa casa, tú sabes dónde es —observó a Solar.
—Si, bueno, tengo una mala noticia respecto a eso —pronunció con una mueca.
—¿Qué ocurre con ellos? —espetó, cada vez más irritado y no precisamente por Solar, sino que por la situación.
—Reunimos las pruebas necesarias de que ellos realmente estaban secuestrando y vendiendo niños entre cuatro y siete años, educándolos como mascotas sexuales antes de venderlos —dijo con odio—. Fuimos por ellos, pero ya no había nadie, con suerte encontramos a tres niños que seguramente dejaron atrás porque estaban enfermos —expresó.
—¡Maldita sea! —rugió Yoongi, golpeando un mueble cercano.
—Calma, chico —ordenó Solar—. Tenemos en vigilancias sus cuentas bancarias, si sacaron o transfirieron dinero, lo sabremos en seguida y si comprobamos que Ji-Seok si recibió dinero recientemente, podemos unirlos inmediatamente —explicó.
—No sacamos nada con saber si recibió dinero de ellos o no, si no tenemos idea de dónde podrían están —gruñó, viéndose tan furioso, perdido e impotente.
—Ustedes —observó a la pareja sentada—. Piensen cuando los tres eran amigos, si Ji-Seok mencionó algún lugar, cualquiera que recuerden está bien —ordenó mientras se alejaba con su teléfono en mano.
—Lo sentimos mucho, Yoongi —pronunció Hoseok, culpable—. Nunca pensamos que esto podría suceder cuando te pedimos que invitaras a Ji-Seok a trabajar aquí —expresó triste.
—Está bien —dijo no muy felizmente—. Otros alfas han trabajado juntos y nunca sintieron envidia del otro, ustedes no pudieron haber sabido que Ji-Seok se sentiría inferior a mí —expresó—. No me gusta que Solar tenga razón, pero la tiene en esta ocasión, piensen en lugares que les pudo haber nombrado Ji-Seok cuando solo eran ustedes tres —pidió y observó por la ventana cuando percibió movimiento.
Al observar a Jungkook volver después de haberse retirado no hace mucho con su pareja, inmediatamente salió de la casa a su encuentro.
—¿Qué sucede? ¿Perdiste a Taehyung? —cuestionó.
—No es eso, llevé a Tae al nuevo consultorio, ya que no quería quedarse en la casa con EunHa y Hoseok ahí, mi papá despertó y le expliqué lo que está sucediendo, pero Namjoon también escuchó y ahora está tratando de levantarse de la cama para ayudar —explicó preocupado.
—Ese idiota —gruñó Yoongi comenzando a caminar con el menor—. Con suerte despertó hoy, debe seguir en cama para terminar de recuperarse —chasqueó su lengua—. Suficiente tengo en mi mente con mi pareja, no puedo estar preocupándome de él también en este momento.
—Mi papá le dijo lo mismo, por eso está intentando con TaeTae mantenerlo en la camilla mientras yo venía por ti —informó.
Visualizando la casa de dos pisos, ambos alfas cruzaron la puerta e inmediatamente escucharon el disturbio de la única habitación ocupada. Mientras se acercaba, Yoongi escuchó los argumentos de los dos omegas por mantener a Namjoon en la cama con este se quejaba de que debía ayudar.
Entrando en la habitación, contempló al lastimado alfa intentando levantarse de la camilla con Tae y Jin sosteniéndolo, impidiéndole hacerlo sin mucho esfuerzo lamentablemente, lo que indicaba lo mal que se encontraba Namjoon.
—¿Qué crees que haces? —cuestionó logrando que dejara de moverse automáticamente.
—Solo quiero ayudar —expresó con una mueca de dolor.
—Recién has despertado después de días inconscientes, sigues recuperándote, aunque quisieras ayudar en tu estado no puedes lograr mucho —indicó—. Moverte descuidadamente podría ser contraproducente con tu recuperación y solo retrasarías todo —reprochó duramente.
—Si me cuentas bien la situación y todo lo que tienes, tal vez pueda planear un plan de rescate, sabes que son mi especialidad —insistió, sin rendirse.
—Bien, pero te quedarás en la camilla —advirtió y el contrario asintió—. Cuando tenga algo te lo diré —cedió sabiendo que era la única forma en que su amigo se quedara tranquilo—. Pero que ayudes con el plan de rescate no significa que participarás en este, mírate, apenas y si pudiste luchar con ellos dos para levantarte de la cama y no me vengas con excusas de que no quisiste utilizar fuerza debido a que ambos son omegas —se adelantó.
—Bien —pronunció no muy feliz, dejando que Jin le ayudara a acomodarse en la camilla nuevamente.
—Te dije que no te movieras —reprochó el rubio omega, contemplando el vendaje blanco en el brazo volverse rojo—. ¿Hoseok puede venir? —preguntó Jin.
—No en este momento, están hablando con Solar intentando averiguar dónde podrían haberse llevado a Jimin —negó y se hizo a un lado para que Jungkook entrara también en la habitación.
Al verlo, Taehyung inmediatamente fue a su encuentro y ambos jóvenes se abrazaron.
—Lo tendré que cambiar yo entonces —murmuró alejándose en busca de lo necesario.
—¿Realmente has nombrado a Solar? —cuestionó Namjoon con una ceja alzada.
—Apareció con la excusa de ser la encargada de revisarte y se enteró de lo que estaba ocurriendo, aunque quisiera ya no podía mantenerla alejada —suspiro.
—Ámame, hermanito —anuncio la femenina voz escandalosa entrando en la habitación—. Tenemos un posible lugar donde tu pareja puede estar, es más, yo estoy segura de que lo tienen en ese lugar junto a todos los niños, es demasiada coincidencia —expresó.
—¿Qué lugar? ¿Qué descubrieron? —cuestionó Yoongi.
—Revisamos las cuentas de Ji-Seok y los imbéciles que secuestraron a tu pareja cuando eran niños, resulta que hay dos transacciones de dinero entre estos dos —sonrió—. Y una convenientemente es un día antes de que hicieran el operativo de rescate.
—¿Y eso que tiene que ver? —pregunto SeokJin comenzando a cambiar el vendaje de Namjoon.
—Confirma que ambos estaban trabajando juntos —respondió Solar—. Y EunHa recordó sobre una cabaña que Ji-Seok le solía hablar siempre, era herencia de su abuela y decía que era un buen lugar apartado por si quería comenzar su manada por su propia cuenta —explicó—. En teoría, el lugar perfecto para ocultar a niños.
—¿Y sabemos dónde está este lugar? —pregunto Namjoon.
Solar alzó su teléfono—. Tengo investigando las propiedades de Ji-Seok, pronto tendremos un nombre.
—Quiero un mapa del lugar de ser posible —habló el alfa herido—. Les diré cómo operar el rescate —anuncio.
—Solar te lo conseguirá —asintió Yoongi y observó a su hermana—. Solo te daré las gracias cuando tenga a mi pareja entre mis brazos —anuncio.
—Lo suficientemente justo —asintió y sonrió—. Yo también te quiero —anuncio alejándose.
—¿Minnie volverá? —pregunto Tae, a nadie en particular mientras se acurrucaba más entre los brazos de Jungkook.
—Lo hará —asintió Yoongi, sin ninguna duda.
Por ahora, lo único que podía hacer era ser paciente y enviarle sentimientos tranquilos y reconfortantes a su pareja, prometiéndole pronto volver a la seguridad y amor de sus brazos, donde nunca más saldrían de estos.
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