Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌼Capítulo 16🌼


Despertar por la mañana con su dulce cosita durmiendo entre sus brazos era el mejor sentimiento que Yoongi podría tener alguna vez.

El pequeño cuerpo de Jimin siempre estaba apegado a su lado, ya sea con una pierna entre las suyas, un brazo en su abdomen, o su cabeza descansando sobre su pecho, inclusive, a veces había despertado con su dulce chico casi durmiendo encima de él.

Y en tan pocos días se había acostumbrado tanto a la presencia del pequeño híbrido en su cama, en su vida, que en las noches llegaba a despertar cuando no lo tenía cerca, encontrándolo durmiendo en el otro extremo todo destapado y con un brazo colgando fuera del colchón.

Sí, su dulce chico tenía unos hábitos terribles para dormir, siendo una cosita inquieta incluso en sus sueños, pero eso no molestaba para nada a Yoongi, solo le sacaba una dulce sonrisa mientras lo volvía a colocar a su lado y lo tapaba.

Contemplar su bello rostro en las mañanas tras despertar también era un bono extra a todo, ya que nunca se cansaba de admirar sus dulces facciones, de traspasarlas una y otra vez con sus dedos en una suave caricia.

De las pocas veces que se imaginó cómo sería su pareja tras encontrarlo, nunca pensó en alguien como Minnie, dulce, hermoso, tierno, alegre, curioso, un ángel.

Alguien perfecto para él, porque sin importar la expresión en su rostro, Jimin nunca se asustaba de él, ni siquiera de su tamaño o su oso, a quien todavía no conocía personalmente.

Jimin siempre era todo sonrisas y dulzura a su alrededor, sin temor a nada, y eso le encantaba a Yoongi.

No quería que su relación se basara en el miedo y poder, no como la relación entre sus padres.

Pero había una clara diferencia entre ellos y sus padres, y era que ellos estaban destinados a estar juntos, la conexión en ellos, la química... Todo eso solo era un paso para ayudar a conocerlos, junto al ligero lazo que transmitía la confianza entre ellos.

Con sus padres nunca hubo nada de eso, nunca lo observó ni sintió.

Tal vez ellos no habían sido una pareja como él y su dulce chico y solo se habían unido en la desesperación de no encontrar a su destinado, porque era de conocimiento común que no todos los cambiaformas lograban encontrar a sus parejas.

Por lo que, había tenido suerte cuando su ardillita se subió por error en su camioneta aquel día, o tal vez nunca se habrían podido encontrar otra vez considerando como había estado viviendo Jimin antes.

Observando el bello rostro dormido de su ardillita, sonrió besando su frente, luego sus párpados, mejillas y regordetes labios.

El rostro de su omega se arrugó y balbuceos inentendibles salieron de sus bonitos labios. Quejándose, se acurrucó más al lado de Yoongi intentando ocultar su rostro y seguir durmiendo.

Enternecido, el alfa acarició su cabello por unos largos minutos, aliviado de que finalmente su pequeña cosita estuviera mejor.

Había sido una semana desde que su dulce cosita se resfrió, y solo entonces estaba mostrando visibles signos de recuperación.

Luchando los primeros días con la fiebre debido a su inesperada presentación que solo alargó más su resfriado, para luego luchar con la molesta tos y dolor muscular.

Y de lo único que estaba seguro, era que no iba a permitir que su dulce chico se volviera a resfriar, ni se enfermaría de cualquier forma.

Descubrir con Hoseok que Jimin realmente había sobrevivido todos esos años meramente por su mitad de cambiaformas los había enfurecido a ambos, aún más cuando su pequeña cosita contó que siempre que se enfermaba lo encerraban y abandonaban hasta que estuviera mejor por su propia cuenta, sin darle ningún medicamento ni nada.

Si Jimin hubiese sido un humano normal, hace años que ya...

No, Yoongi no pensaría en ello.

—Cariño, ya es hora de despertar —habló acariciando ambos pares de orejitas, tanto las normales como las peluditas.

—No~... —se quejó su pareja—. Minnie sueño, enfermo —gimoteó y fingió un dulce estornudo para seguir durmiendo.

Yoongi se carcajeó alegremente sin poder evitarlo, cómo no hacerlo con una cosita dulce como su pareja.

—Yoongi, no ruido, Minnie dormir —le regañó con tono somnoliento.

—Que pena, y yo que deseaba mis besos de buenos días antes de levantarme —expresó con pesar.

Aquellas orejitas fueron las primeras en moverse, luego la cabeza giró y ese dulce rostro apareció mostrando sus labios estirados y sus ojos cerrados.

—Beso —pidió.

Negando con una sonrisa, unió sus labios en un beso dulce que repitió unas tres veces antes de finalmente separarse.

—Tengo que ir a trabajar, amor —pronunció cuando su pareja volvió a acurrucarse a su lado.

—¿Minnie trabajo? —preguntó observándole con un solo ojito.

—Depende de lo que diga Hobi hoy —respondió.

—No ir con Hobi, Minnie dormir —anunció volviendo a cerrar sus ojos.

Yoongi sonrió sabiendo exactamente el motivo por el cual su pareja no quería visitar a Hoseok.

—Si sabes que, aunque Hobi diga que estás sano, seguirás durmiendo aquí, ¿no? —expresó y los brazos a su alrededor se apretaron.

—¿Verdad? —preguntó sin salir de su escondite.

—Por supuesto, eres mi pareja cariño, no permitiré que duermas en ningún otro lugar que no sea aquí, entre mis brazos —anunció y lo abrazó con fuerza.

Jimin soltó una dulce risita y le observó.

—Eso bueno, Minnie no quiere irse —explicó sonriendo somnoliento, volviendo a cerrar sus ojitos.

Rendido, el alfa besó la frente de su pareja.

—Está bien, duerme un poco más —aceptó—. Después te subiré el desayuno.

—Gracias —balbuceo con su tono cayendo.

Besándolo otra vez solo porque podía, Yoongi finalmente se alejó y se sentó en la cama, dejando como su reemplazo su almohada para que Minnie lo rodeara con sus brazos.

Entrando al baño, alivió sus necesidades y tomó una rápida ducha. Saliendo con una toalla en su cintura, se vistió en silencio en la habitación para no despertar a su cosita que dormía plácidamente en su gran cama.

Hasta el momento, Jimin no había visto su cuerpo completamente desnudo al contrario de él, que más de una vez lo había podido apreciar, ya que su dulce cosita no parecía tener pudor frente a él a la hora de cambiarse de ropa o tomar un baño.

Y aunque ya lo había invitado a tomar uno con él en la tina, el alfa había tenido que negarse, no muy seguro de sí mismo con ambos desnudos, muy juntos y mojados.

Jimin tal vez era algo ingenuo y de aprendizaje lento, pero había que admitir que, en algunos temas, su cosita sí era algo inocente.

Como en el tema de las relaciones, por ejemplo.

Su pareja conocía lo esencial gracias a la explicación de su madre, pero lo que era respecto a lo otro, ese era un tema que debía de abordar él solo con su chico.

Y si era sincero, podría decirse que era un maldito, pero realmente tanto a él como a su oso les gustaba saber que su cosita dulce era virgen y que él se encargaría de enseñarle todo.

Saliendo con una gran sonrisa de la habitación, el alfa bajó con entusiasmo alegre.

—Tu sonrisa luce escalofriante, amigo —se burló Hoseok cuando pasó frente al comedor, logrando detener al alfa.

—Si, búrlate que esta sonrisa que tengo es la misma que muestras tú siempre —contestó y observó con interés el acompañante del beta—. Hola SeokJin —saludó.

—Uh... Hola —contestó e incluso le mostró una pequeña sonrisa antes de seguir con su desayuno.

—¿EunHa? —pregunto desviando su atención del omega, aunque Jin se mostraba visiblemente mejor le seguía incomodando ser el centro después de todo.

—Tomó desayuno y salió a revisar una de las vacas, piensa que tal vez hoy podría tener a su ternero —explicó.

—Avísame cuando suceda, Minnie querrá conocer al nuevo integrante —sonrió y observó a Jin—. ¿Cuando termines puedes pasar a mi despacho? —pidió.

—Claro —asintió mirándolo tal vez solo un poco curioso.

—¿Vas a tomar desayuno? —preguntó Hoseok.

—Pasaré a avisarle a Ji-seok, pero primero quiero tener esa llamada con el Consejo de shifters para saber cuándo van a venir por Dong-min y su grupo de amigos —anunció—. Es más fácil obtener su atención temprano en la mañana que en la tarde.

—Espero que sea pronto, tenerlos trabajando lo más apartado de los demás y con vigilancia es cansador —expresó Hoseok chasqueando su lengua.

Silenciosamente, Jin asintió—. Los otros omegas siguen estando incómodos sabiendo que ellos están aquí aún —reveló.

—Gracias por decirlo —asintió Yoongi—. Sigan disfrutando de su desayuno —anuncio apartándose y dejándoles solos.

—¿Cuándo puede venir Kookie? —preguntó SeokJin.

—Hoy es viernes, tal vez pueda venir a quedarse —respondió—. Puedes llamarlo si quieres, y preguntarle —ofreció a lo que el omega negó.

—Tomó otro trabajo, ahora es guardia en un bar por las noches y en las tardes trabaja en el supermercado —explicó.

Hoseok frunció el ceño.

—¿No es ese un horario muy cansador? —preguntó—. Somos cambiaformas, pero todos necesitamos nuestras horas de sueño, descanso y comida —expresó.

—Le dije lo mismo —se removió—. Pero es tan terco que no me quiere escuchar —resopló.

—¿Y por qué quiere juntar tanto dinero? ¿Tiene deudas? —cuestionó.

El omega se encogió de hombros suavemente.

—No lo sé, Kookie no me habla de esos temas por más que le pregunte, solo dice que no tengo de qué preocuparme y que una vez esté completamente recuperado tendré una bonita casa a la que volver —explicó.

—Uh... No sé mucho al respecto, pero uno de los trabajadores de la granja renunció. Tal vez él pueda postular para ese lugar —expresó.

—No es por sonar malo, pero la mayoría de los trabajos aquí lo cubrimos nosotros los omegas —indicó.

—Excepto los trabajos que requieren fuerza —le recordó—. Kookie ha pasado bastante tiempo aquí y ha ayudado más de alguna vez a los trabajadores, conoce del trabajo.

—Primero tendría que hablarlo con él y preguntarle al alfa Yoongi —murmuró mordiendo su labio inferior—. Pero me gustaría tenerlo aquí —expresó.

—Bueno, eso es algo que tienen que hablar —le sonrió—. Ahora, me retiraré para visitar y ayudar a mi pareja antes de mi cita con Minnie —anuncio guiñándole un ojo antes de levantarse de la mesa, llevándose los trastos sucios a la cocina.

Terminando su propio desayuno, SeokJin imitó a Hoseok trasladando sus platos sucios a la cocina, antes de dirigirse al despacho de Yoongi como le habían pedido.

Golpeando suavemente, espero hasta obtener permiso antes de entrar, contemplando al alfa sentado detrás del escritorio comiendo su desayuno.

—Puedo volver después —ofreció.

—No, está bien mientras no te moleste —contestó.

Negando suavemente, el rubio omega se internó en la habitación y tomó asiento frente al escritorio.

—Gracias por venir —anuncio limpiándose los labios antes de beber un sorbo de café.

—No es problema —respondió en voz baja, sumiso, pero observándolo de frente a diferencia de antes.

—Bueno, primero es de mi agrado decir que el Consejo de shifters vendrá mañana por Dong-min y sus amigos —anunció, lo que obviamente alegró a Jin, sacándole una ligera sonrisa.

—Eso es bueno —asintió.

—Y ahora, el favor que te quería pedir —se aclaró la garganta—. En los papeles que me entregó el Concejo, salía que eras ¿un profesor? —preguntó.

—Sí, me especialicé en lenguaje, pero admito que me gusta la historia y ciencias Naturales —explicó.

—¿Matemáticas?

—Me gustan, pero no estoy enamorado de ellas como en los otros —se encogió de hombros.

—Suficientemente bueno para mí —asintió—. No sé si Minnie te ha contado, pero al haber vivido prácticamente toda su vida encerrado en una habitación tiene sus conocimientos bastante limitados —expresó—. Intenté enseñarle por mi cuenta, es un chico listo, pero temo que ya le he enseñado todo lo que sé.

—¿Quieres que le enseñe? —preguntó inseguro.

—Si no es mucha molestia —asintió—. Jimin te conoce y eres su amigo, se sentirá mucho más cómodo que si llamo a alguien extraño para que lo ayude —explicó—. ¿Puedes hacerlo?

—Claro —asintió Jin sin duda alguna.

—Me alegra escuchar eso —sonrió.

—Puedo... Uh... ¿Pedir algo?

—Por supuesto —asintió curioso el alfa.

—Kookie recientemente tomó otro trabajo esta vez por las noches como guardia de seguridad y en las tardes sigue yendo al súper mercado, le pregunté si acaso tiene deudas, pero no me quiere decir nada —explicó—. Hoseok me dijo que había un puesto disponible en la granja y realmente me gustaría tener a mi hijo aquí conmigo —expresó.

—¿Hoy te visita? —preguntó interesado.

—Eso espero, pero no lo sé —respondió—. Es temprano y no quise llamarlo en caso de que esté durmiendo —explicó.

—Muy bien, entonces lo llamaré en unas horas más y le preguntaré al respecto —anunció.

—Gracias —pronunció con visible alivio.

—No es nada —le sonrió—. Puedes ir a ver a Minnie si quieres, solo si logras poder despertar a esa pequeña cosita, se ha vuelto un poquito perezosa estos días —expresó con ternura.

Soltando una ligera risa, el omega asintió y se retiró del despacho del oso alfa, por primera vez después de mucho tiempo, sintiéndose... Bien.


🌼1/2🌼

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro