Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌼Capítulo 14🌼


Acariciando distraídamente con su pulgar la mano más pequeña entre la suya, Yoongi contempló a su dulce cosita recostada al medio de su cama, durmiendo tranquilamente luego de una agitada noche.

Cuando Hoseok le había dicho que las defensas de Minnie y su sistema de curación era por mucho menor al de los cambiaformas completos, no mintió.

Tal vez no era tan débil como un simple humano, pero definitivamente lo era para alguien que nunca se enfermaba y su proceso de curación era rápido.

Un simple resfriado que rara vez les podría afectar a ellos había enviado a su dulce chico directo a la cama, sacándole un feo ataque de tos y fiebre que solo hasta hace algunas horas en la madrugada, pudieron controlar.

El oso de Yoongi estaba descontento en su mente, decepcionado de sí mismo por no haber podido cuidar bien a su pareja, por permitir que este se resfriara.

Pero la duda estaba presente en el alfa, él pasaba todo el momento libre que podía con su cosita dulce, aprovechando el tiempo extra que le brindó el haber contratado a un capataz para que le ayudara con su granja.

Incluso cuando Jimin trabajaba, podía mantener un ojo sobre él porque lo hacía cerca de la casa, alrededor, era imposible que Minnie se lastimara y él no se diera cuenta de ello.

El único momento en el que no estaban juntos, era cuando cada uno estaba en sus respectivas habitaciones para dormir.

Incluso el día anterior, esa mañana había sido la única en que no había ido a despertar a su pequeña pareja, ya que cuando había entrado, no estaba en su cama ni en la casa.

Había estado algo confundido por no haber encontrado a su dulce chico esa mañana, y se preocupó cuando no le vio trabajando cerca de la casa.

Después de haberle preguntado a sus dos amigos, EunHa y Hoseok si lo habían visto esa mañana en el desayuno y recibir una respuesta negativa hasta de Ji-Seok, porque todos sabían que a su dulce chico le gusta raptar galletas a cada hora, es que se comenzó a realmente a preocupar.

Cuando ya estaba planeando organizar una búsqueda, SeokJin había aparecido cargando a su pequeño.

Un resfriado.

Yoongi todavía no pensaba en la forma en la que su Minnie se pudo haber resfriado.

El tiempo estaba agradable al ser primavera y el sol, aunque podía ser un poco molestoso, no lo era demasiado, al igual que la fresca ventisca de las tardes.

Era verdad que su pequeña cosita había salido al porche trasero a pintar luego de la cena, pero no había estado hasta tan tarde, él se había asegurado de ello.

Entonces... ¿Cómo?

Suspirando pesadamente, Yoongi se levantó de la silla que había puesto al lado de su propia cama para estar cerca del dulce híbrido ardilla y no molestarlo.

Observando por última vez a su pequeña cosita, acarició su frente con ternura y se detuvo cuando sintió nuevamente que la temperatura estaba demasiada alta para su gusto, sus dulces mofletes volvían a ser pintados con ese tierno sonrojo.

Jimin se quejó entre sueños, su cuerpo temblando ligeramente.

—Mi dulce bebé —musitó bajando las mantas que habían estado cubriendo su cuerpo—. Todo estará bien, solo aguanta un poco más —prometió.

Tomando el recipiente con agua que había estado descansando en la pequeña mesita de noche, el alfa salió silenciosamente de su habitación y bajó las escaleras.

Dirigiéndose a la cocina, arrojó el agua del recipiente y lo volvió a llenar con agua fresca.

—¿Cómo está el chico? —preguntó su cocinero, Ji-seok.

—Igual —respondió con desánimo.

—Estoy preparando un caldo de pollo para que su estómago pueda sostenerlo, lo indicó Hobi —anunció dándole la espalda para volver a cocinar—. Pronto estará listo y el almuerzo para ustedes también —indicó.

—Gracias, pero no tengo hambre —contestó tomando el recipiente.

—No comer no ayudará a que Minnie se cure más rápido —regañó Hoseok en la entrada de la cocina.

—Simplemente no tengo hambre —aclaró pasando por su lado.

—Pero comerás igual o serás tú el que se enferme también —le persiguió el beta—. ¿Cómo está Minnie?

—Parece que le está volviendo la fiebre otra vez —suspiro subiendo las escaleras con cuidado para no derramar el agua.

—Debe de ser porque ya es hora de su medicamento —anunció—. Realmente atrapó un resfriado fuerte, y el haberse levantado temprano para ir a trabajar bajo todo ese sol por tantas horas no le ayudó para nada —chasqueó su lengua con descontento.

—Todavía trato de entender por qué hizo eso —pronunció Yoongi entrando en su habitación—. O cómo fue que se resfrió.

—Aunque no lo creas, los resfriados en verano son bastante comunes entre los humanos —informó Hoseok.

—Pero Minnie no es totalmente humano —le recordó dejando al lado de la cama, sobre la mesita de noche el recipiente con agua.

En la cama, el pequeño cuerpo se removió suavemente.

—Minnie malo... —se quejó la dulce cosita sin abrir sus ojos.

—Oh, no bebé, tú no eres malo —aseguró el alfa tomando asiento a su lado esta vez, a la orilla de la cama.

—Yoongi no para Minnie... Alfa oso... Perfecto —balbuceó.

Preocupado, Yoongi observó a su amigo quien rápidamente se acercó al dulce chico para revisarlo.

—La fiebre le ha subido un poco, debe de estar hablando dormido —explicó—. Démosle la medicina antes de que pongas paños frescos en su frente y estómago —indicó.

Asintiendo, el alfa oso ayudó a su pareja a sentarse en la cama, acomodándose para que Jimin pudiera apoyarse en su cuerpo y junto a Hoseok, le dieron los medicamentos.

—Malos —se quejó Minnie arrugado su pequeña nariz, moviendo su boquita como si intentara quitarse el sabor en su paladar.

—Ten cariño, bebe un poco de zumo —indicó Yoongi acercándole el vaso a los labios resecos.

Jimin apenas abrió un poco sus ojitos para beber unos largos sorbos antes de suspirar y volver a cerrarlos, apoyándose más en los cálidos y reconfortantes brazos del señor chocolate.

Cuando movieron su cuerpo, gimoteó moviendo sus manitos para aferrarse más a Yoongi sin querer que se alejara.

—No... —murmuró sin fuerzas.

Jimin sintió voces a su alrededor, y de pronto el alfa se movió y se acomodó a su lado sin soltarlo ni alejarlo de sus fuertes brazos.

Un paño húmedo y fresco fue depositado en su frente y Minnie suspiro satisfecho, volviendo a relajarse.

Apreciando los rasgos de su pequeña cosita relajarse nuevamente, Yoongi suspiró.

—Parece que se volvió a quedar dormido —murmuró alzando su mano para acariciar su cabeza.

—Tienes que poner algo de comida en ese pequeño cuerpo, iré a ver cómo va Ji-seok con el caldo —anunció Hoseok en voz baja, saliendo silenciosamente de la habitación.

A solas con su pequeño, Yoongi lo aprecio dormir a su lado, acurrucado a su costado.

Aquellos hermosos mofletes habían aumentado un poco con las constantes comidas y los pequeños aperitivos junto a los dulces que el alfa se aseguraba que su pequeña cosita siempre tuviera.

Y en ese momento, esas adorables mejillas estaban sonrojadas ligeramente por la fiebre.

—Mejórate pronto bebé, quiero ver esos lindos ojos tuyos —susurró acercándose, picoteando suavemente aquellos rellenos labios sin poder contenerse.

Jimin se agitó suavemente, más no despertó otra vez.

—Minnie malo... —volvió a murmurar.

—No eres malo, cariño —insistió Yoongi sin saber si Minnie le escuchaba o no.

—No... Para alfa Yoongi... —sollozó—. No altura... Minnie basura...

Con esas últimas palabras, el alfa frunció el ceño mientras consolaba a su dulce pareja.

—Pero bebé, tú eres hermoso y te quiero así como eres —prometió atrayéndolo más a su cuerpo.

El dulce chico volvió a sollozar y negar con la cabeza.

—Minnie no... Altura... Minnie no poder gustar de... Lindo Yoongi o... Malos vendrán otra vez...

"¿Malos? ¿Qué malos?" se cuestionó el alfa con el ceño fruncido.

Con los sollozos de su pareja, Yoongi se concentró en consolarlo con dulces palabras mientras pensaba en lo que le había dicho.

Algo estaba mal.

Su Jimin había utilizado palabras que nunca usó para separarlos a ambos.

¿Y qué era eso de que no podía gustar de él? ¿Por qué no? ¿Jimin realmente estaba enamorado de él?

¿Y esa última parte de los malos? ¿A qué se refería?

Con su mente dando vueltas en busca de respuesta, observó hacia la puerta cuando esta fue tocada.

Observando a su dulce chico que volvía a dormir tranquilamente, cedió permiso sin alzar la voz y EunHa entró.

—¿Qué ocurre? —preguntó observando a la pelirroja mujer.

—Yo creo haber descubierto cómo es que se resfrió Minnie —anunció y torció sus labios.

—¿Y bien? —presionó.

—Entré a su habitación para limpiarla y encontré su ventana abierta, también... —suspirando, se acercó al alfa y mostró las ropas entre sus manos—. Estas son las prendas que estaba utilizando Minnie el otro día, ¿no? Están todas mojadas con agua sucia y... Esto estaba envuelto entre ella —dijo mostrando en su otra mano un crayón roto en varias partes.

En silencio, Yoongi observaba ambos objetos, su oso volviéndose furioso mientras los puntos se comenzaban a conectar en su mente.

—Y otra cosa —pronunció la beta alejándose otra vez—. SeokJin me dijo ayer que mientras venían de camino, varias personas fueron las que le vieron cargando a Minnie todo el camino, pero solo yo fui la que buscó ayuda... ¿Crees que alguien moleste a Jimin? ¿Que los demás no estén contento con su presencia aquí?

—Eso es lo que vamos a averiguar —anunció con un tono de voz frío—. Llama a SeokJin, él se hizo amigo de Minnie y debe de saber qué está ocurriendo aquí —ordenó.

—Bien, pero no seas duro con él o no lograrás nada —le recordó observándolo.

Pero Yoongi solo miraba a su dulce cosita, preguntándose quién pudo haberle molestado y dicho todas esas cosas.

El psicólogo le había comentado que Minnie podía ser influenciable, ¿y si alguien le había molestado y dicho todas esas cosas, llenando le la cabeza con mentiras?

El por qué lo harían no le importaba a Yoongi en ese momento, solo quería descubrir quién lo había hecho para que pagara por ello.

Con la puerta siendo tocada nuevamente, el alfa la observó y miró a SeokJin entrar en compañía de sus dos amigos.

—¿Me llamaban? —preguntó observando a su alrededor nerviosamente hasta que su mirada se encontró con Minnie—. ¿Él está bien...?

—Se ha resfriado, pero se está recuperando —respondió logrando que su voz saliera normal.

—Yo... Yo no sé cómo... —balbuceó el omega.

—Está bien, Jin, Yoongi solo te llamó porque quiere saber algunas cosas —consoló EunHa.

—¿Cosas? —repitió inseguro.

—Tal parece que cosas están sucediendo en mi granja, y necesito saber de ellas y si... Alguien ha estado molestando a Minnie —anunció el alfa oso.

SeokJin torció sus labios y observó sus pies.

—Minnie me dijo algo de alguien molestándole, Jin —insistió Yoongi—. Pero no alcanzó a decirme el motivo y quien —explicó mintiendo en parte.

Jimin no se lo había dicho directamente después de todo, su pareja lo expresó entre sueños por su fiebre alta, pero SeokJin no necesitaba saber esa parte.

Enderezándose levemente, le dio tiempo al omega para pensar mientras le cambiaba los paños al pequeño híbrido, tomando especial cuidado de ello para no volver a despertarlo.

—¿Le crees? —preguntó SeokJin en un susurro que pudo escuchar afortunadamente.

—Por supuesto que le creo —asintió con firmeza—. Y no solo porque es Minnie quien me lo está diciendo, lo haría con cualquiera que llegue y me diga lo mismo —expresó observándolo.

Succionando su labio inferior, Jin comenzó a mover nerviosamente sus dedos.

—Pero... Y si el omega que lo hace... ¿Si él lo hace porque es una forma de superar también su trauma? —explicó.

—¿Superar su trauma? —preguntó Hoseok alzando una ceja.

El omega asintió.

—Molestar a otros aparentemente le ayuda a superar su trauma.

—¿Quién te dijo eso? —preguntó EunHa con sus labios fruncidos en una sonrisa apretada.

—Uh... Todos en el antiguo santuario donde estuvimos —respondió—. Dong-min y su grupo me molestaba, pero cada vez que se lo decía a alguien no me creía o me decían eso —explicó.

—SeokJin, el antiguo santuario en el que estaban fue cerrado por el mal manejo —pronunció Hoseok—. Cuando tú les dijiste eso, ellos debieron de haber tratado con Dong-min y los demás, no haberte ignorado —prometió.

—¿Dong-min te molesta aún aquí? —cuestionó Yoongi, recordando al omega en su lista de miembros.

SeokJin frunció el ceño y asintió lentamente, visiblemente confundido.

—Él lo hace porque lo acuse en el antiguo refugio —mira hacia otro lado—. Se burla de mí por mi condición y me aisló prometiendo molestar a los demás si se juntaban conmigo o me defendían —reveló dejando sorprendido a los contrarios.

Como era posible que un omega estuviera molestando a otros bajo sus propias narices.

—¿Dong-min molestó a Minnie? —preguntó apenas conteniendo el gruñido en su garganta.

Jin asintió.

—Dong-min siempre se ha creído mejor que los demás y cuando vio a Minnie entrar y salir de la casa principal, quedarse a vivir aquí en vez de ir a la casa común con los demás... Le molestó —explicó más abiertamente ahora que podía apreciar que los demás le estaban creyendo cada una de sus palabras.

—¿Sabes qué le ocurrió a Minnie hace unas noches? —preguntó EunHa—. Encontré la ropa de Minnie oculta en su habitación todavía húmeda y con un lápiz roto en el interior —explicó.

—No sé qué le ocurrió exactamente —negó—. Pero vi a Minnie esa noche, él había salido bien, pero cuando volvía estaba todo mojado y llorando. Cuando volví a la casa común, Dong-min estaba muy feliz —anunció observando a su pequeño amigo—. Cuando le pregunté ayer, no me quiso decir, pero sí me contó algunas cosas... Raras —torció sus labios.

—¿Qué cosas? —presionó Yoongi.

—Uh... No sé si deba decirlas, es mi amigo —se removió incómodo.

—Está bien —aceptó el alfa y observó a Hoseok—. Busca a Dong-min y sus amigos y apártalos de los demás —ordenó—. Llamaré al Consejo después de confirmar a cuántos omegas más han estado molestando todo este tiempo.

—Iré enseguida —asintió retirándose inmediatamente, su expresión sombría.

—EunHa, ¿puedes ir a buscar las cosas de Jin y dejarlas en la habitación de Minnie? —pidió—. Ahora puedo entender por qué nunca te sentiste cómodo en ese lugar y aunque saque a Dong-min y sus amigos, no creo que todo vuelva a ser normal para ti —expresó mirando al omega.

—Pero... ¿Y Minnie? —preguntó Jin.

—Minnie es mi pareja y yo cuidaré de él —anunció—. Se quedará en mi habitación de ahora en adelante —decidió mirando a la pequeña cosita.

—Vamos por tus cosas —le sonrió la beta, saliendo de la habitación.

Observando a la pareja, SeokJin se detuvo un momento en la puerta.

—Uh... Antes de desmayarse, Minnie dijo que estaba enamorado de ti —reveló—. Me preguntó algunas cosas antes de llegar a esa conclusión, pero temo que Dong-min lo amenazó para mantenerse alejado de ti y le metió mierda en la cabeza —explicó, sabiendo que eso era todo lo que podía hacer por el pequeño híbrido.

Además, si eran pareja como Yoongi anunciaba, no estaba cometiendo ninguna falta contra su amigo, ya que de todas formas el oso se sentía de igual forma.

—Gracias por decírmelo —pronunció el alfa, observando fijamente a su pequeña ardilla.

Asintiendo, Jin salió de la habitación dejándolos solos nuevamente.

—Prometo que solucionaré todo esto —juró Yoongi, volviendo a unir sus labios en una dulce presión.

Tal parece que tenía unas cosas que discutir con su dulce chico también una vez despertara.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro