Veintidós: final
—¿Por qué tienes tanta basura? —niall cargaba una caja llena de libros de veterinaria.
—No es basura, son miles de dólares en libros.
—Estudiabas demasiado en la escuela. —Jin hizo una mueca y recordó cómo fue a un examen con una resaca infernal y solamente el bastó conocimiento de su nombre.
—No puedo creer que trabajemos juntos…
—Soy co-propietario de la clínica, bebé. —Jin le guiñó un ojo a JiMin que lo vio con indiferencia.
Estaban en la casa de JungKook acomodando las cosas que JiMin tenía en su antiguo departamento.
Una película de fondo, leopoldo en el sofá lamiendo sus patitas y piña mordiendo ese adorable peluche en forma de piña que louis le había dado.
JiMin se acercó a Jin y le enseñó la pequeña cajita de terciopelo.
—¿Me estás pidiendo matrimonio? —Jin rió. —nunca pensé que me vieras de esa forma, hermano, quiero decir sé que soy irresistible pero creía que amabas a JungKook.
JiMin frunció el ceño e hizo una mueca.
—No, bobo. —JiMin rió. —es un anillo de compromiso… es para JungKook.
Jin sonrió y abrió la cajita dejando ver ese hermoso anillo con una pequeña gema en el centro, es delicada y hermosa.
—Wow… —Jin sonrió viendo a su amigo. —tú me dijiste que no querías casarte.
—Nunca había encontrado a una persona que me hiciera querer casarme… —JiMin susurró.
—¡Esto es adorable! —Jib sacó el pequeño anillo de la cajita. —¿mis dedos son muy gordos o este anillo es muy pequeño?
—Tus dedos son gordos. —JiMin dijo con indiferencia. —por favor guárdalo, se te va a caer o lo vas a perder y batallé demasiado para poder encontrar el anillo perfecto.
Jin bufo burlón.
—¿Crees que yo dejaría caer un anillo? —Jin rió y siguió jugando con el anillo entre sus dedos. —¡Estás hablando con un cirujano veterinario, graduado de la universidad de edimburgo! ¡una vez opere a un hámster y el pequeño sobrevivió otros dos años más! ¡Sabes lo pequeños que son sus huesos!
JungKook entró a la casa y cerró la puerta con fuerza.
Jin por el susto del sonido repentino dejó caer el anillo al suelo.
—traje donas. —JungKook sonrió.
Pero JiMin solo podía ver como el anillo rodaba hasta el lado donde estaba piña.
Jin se acercó a este con rapidez pero el perro ya había tomado el anillo con su boca.
—¡No! —JiMin se acercó al perro y abrió su boca dándose cuenta que se había tragado el anillo.
Jin se puso pálido y JungKook los veía confundidos.
—¿Qué sucede?
JiMin volteo a ver a JungKook.
—Piña se tragó… algo. —el alfa tartamudeó.
JungKook dejó las bolsas en la cocina y se acercó al perrito blanco que los veía con atención.
—¡Oh dios! ¡no puede ser! ¡¿qué se trago?! —JungKook se veía nervioso y asustado.
JiMin vio mal a Jin quien se veía en shock.
—Mi anillo. -Jin tartamudeó.
—Tú no usas anillos. —JungKook lo vio sospechoso.
—¡Perdón por querer empezar a hacer algo, JungKook!
JiMin le gruñó y abrazó a JungKook que acariciaba al perro que se veía encantado con la atención que recibía.
—Hay que llevarla a la clínica.
JungKook suspiró y asintió.
JiMin veía preocupado a JungKook que acariciaba triste a piña que estaba durmiendo en la camilla por la anestesia.
El alfa había hecho una endoscopia y logró encontrar el objeto extraño sin ningún problema.
Lo sacó y se lo dio a Jin para que lo lavara a la perfección.
—No me gusta que esté así… —JungKook suspiró.
—Tranquilo, bonito. —JiMin se acercó y abrazó a JungKook. —todo esta bien.
—Aún recuerdo cuando la encontré… —Jungkook suspiró. —prometí protegerla de todo.
—Y la cuidas muy bien, bonito. —JiMin dejó un beso en su frente. —todo salió bien en la cirugía y ahora solo está descansando.
JungKook asintió y abrazó a JiMin.
—¿Qué era el objeto que se tragó?
—Un anillo. —JiMin dijo nervioso.
—¿De Jin?
—Si.
—Jin no usa anillos.
—Era mío, se lo preste y lo dejó caer.
—Ahora mismo tienes puestos todos tus anillos.
JiMin suspiró nervioso y soltó una risita.
—Compré otro.
—¿Otro anillo?
JiMin asintió.
Jin entró a la habitación con el anillo en una cajita de plástico azul.
—No tiene residuos de perro, ni sangre, ni basura, incluso le puse esencia a frambuesa.
JungKook rió.
—Gracias, Jin.
JungKook se acercó y tomó la cajita.
—¿Puedo verlo?
JiMin negó y lo quitó de sus manos.
—Es nuevo, no quería que lo vieras aún.
—Alfa, es un anillo, tranquilo. —JungKook sonrió e intentó tomarlo otra vez.
JiMin negó.
—No quiero que lo veas.
—Park, esta bien, pero solo es un anillo, me encantan todos tus anillos y tus cosas raras. —JungKook se acercó y besó los labios de JiMin.
JiMin sonrió y con su mano libre acarició el rostro de louis.
Acercó la cajita azul a JungKook.
—Ábrela.
JungKook sonrió y abrió la pequeña cajita.
Sintió sus mejillas sonrojarse y mariposas revolotear en su estómago.
—Un anillo de compromiso… —JungKook rió. —muy pequeño para que tú lo uses.
JiMin rió y asintió.
—Es muy pequeño para mi, —sonrió y lo tomó en sus manos.
Se arrodilló frente a JungKook que tenía una enorme sonrisa en su rostro.
—Pero creo que es perfecto para ti… —JiMin suspiro. —¿Te quieres casar conmigo?
JungKook sonrió y puso sus manitas en su cara asintiendo.
—Si quiero… —se acercó a JiMin y lo abrazó.
El omega besó sus labios y ahora estaban ambos de rodillas el uno frente al otro.
JiMin sonrió con lágrimas pequeñas en sus ojos, con sus manos temblorosas por la emoción le puso el anillo a JungKook.
El omega sonrió y vio impresionado el hermoso anillo.
—Me encanta.
—Tú me encantas… —JiMin suspiró.
—Yo te amo desde que te conocí y pude ver al alfa más hermoso, inteligente y asombroso en este mundo…
JiMin sonrió y supo que muchas cosas venían en el futuro.
Una boda.
Una mordida.
Cachorros.
Pero todo eso él las esperaba con emoción, porque serían cosas que haría con JungKook…
Con su JungKook.
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