JungKook sentía sus mejillas rojas.

Estaba en el auto de JiMin después de haber ido a desayunar.

Los dos se despertaron abrazados en ese grande sofá blanco en la sala de JiMin.

Fueron a desayunar a una cafetería frente al apartamento del alfa.

JungKook comió un croissant con salmón y tomó un té chai, mientras que JiMin devoró unos panqueques con huevo y tocino por un lado.

Cada que veía el plato de louis solo repetía: “te daré de comer más, omega.”, haciendo a JungKook sonrojarse.

Durante todo el almuerzo JiMin tomaba la mano de louis, acariciándola por arriba de la mesa y viendo con frialdad a todas las personas que los veían a pesar de que louis les ofrecía una dulce sonrisa a todos.

Llegaron a la pequeña casa de JungKook.

Flores en el pórtico, una puerta color blanco y paredes de color azul celeste.

Adorable.

—llegamos a tu casa, Kook. —JiMin estacionó el auto y salió de este para ir al lado de la puerta de louis.

Abrió la puerta y ayudó al omega a salir de esta.

—¿Quieres ir a una cita conmigo? —louis salió del auto y JiMin sonrió.

Estaban frente al auto en la banqueta.

JungKook sonrió cuando JiMin se pegó más a él, acorralándolo en el auto y besando sus labios dulcemente.

—Me encantaría, pero recuerdo haberlo dicho yo primero.

JungKook acarició los rizos de la nuca del alfa.

—Pero no haz dicho cuándo y yo ya sé incluso a dónde iremos.

JiMin lo vio sorprendido.

—¿Has pensado mucho en esto?

—Desde que te conocí para ser exactos. —JungKook sonrió y puso sus manos en la mejilla del alfa.

—¿Puedo saber a donde iremos?

—Es una sorpresa, alfa. —JungKook sonrió.

JiMin sintió su corazón estallar de felicidad.

Su alfa se encontraba emocionado y muy enamorado.

—Dilo otra vez.

—¿Qué será una sorpresa?

—Lo otro. —JiMin presionó sus labios en la mejilla de JungKook.

-N-no se de que hablas. —JungKook tartamudeó por sentir los labios de JiMin tocar su mandíbula y después morder un poco el lóbulo de su oreja.

JiMin sonrió un poco al saber que había hecho sonrojarse a JungKook.

—No juegues, omega. —susurró JiMin en su oreja.

—alfa… —JungKook susurró.

JiMin sonrió y besó a JungKook de forma desordenada con JungKook jadeando por la sorpresa.

El omega sentía sus piernas débiles y disfrutaba del sentir a JiMin acariciando su cintura.

El sonido de una tapa de basura de metal los hizo separarse un poco, con JiMin cubriendo al omega para que nadie más lo vea.

NamJoon estaba al lado de ellos sacando la basura de la casa.

Usaba una pijama de patitos y una afelpada bata de color rosa.

—De verdad no quería interrumpirlos, pero esa tapa estaba muy grande.

JungKook sintió sus mejillas sonrojarse a más no poder.

—Hola, JiMin. —NamJoon saludó.

—Hola. —la voz fría característica de JiMin.

—Anoche la fiesta estuvo increíble. —NamJoob podía sentir como la tensión se podía cortar con un cuchillo de mantequilla. —iré adentro, y creo que ustedes también deberían de hacerlo, no creo que a nuestros vecinos les agrade el espectáculo, además de que estoy seguro que estás congelándote el trasero, JungKook.

JungKook asintió apenado y JiMin vio con preocupación como claramente hacia frío y el omega solo usaba esa grande camisa y unos pants que le quedaban grandes.

JiMin se separó un poco y sintió a louis ir hacia él buscando su calor.

—Tienes que entrar a tu casa, Kook.

JungKook asintió y besó la mejilla de JiMin.

—Mañana a las siete de la tarde pasaré por ti. —JungKook besó otra vez a harry con delicadeza. —no lo vayas a olvidar, alfa.

JiMin asintió y abrazó a JungKook acariciando su cabello.

—Nos vemos mañana, omega.

JungKook sonrió dulce y le dio un besito rápido para después salir corriendo hacia su casa.

JiMin vio cómo entraba a esta y después de esto entró a su auto y salió hacia su apartamento por unas cosas antes de irse a trabajar en la clínica.