Diesiseis
—¿No puedes ver, verdad? —JungKook preguntó emocionado.
JiMin rió y negó con la cabeza.
—No, omega. —el alfa sintió las manitas de JungKook empezar a empujarlo despacio por sus hombros.
Un viaje largo en auto desde la veterinaria y ahora sus pies cubiertos por sus zapatos aún podían distinguir la textura del pasto.
—¿Me trajiste a un lugar para asesinarme? —el alfa preguntó divertido.
—¡Claro que no! —JungKook chillo. —guarda silencio, Minnie, ya casi llegamos.
JiMin rió al sentir las delicadas manos de JungKook seguir empujándolo débilmente.
El omega se detuvo.
—¡L-listo! —el omega se paro frente a él y suavemente quito la venda de sus ojos.
JiMin sintió tanta felicidad al abrir sus ojos y lo primero que pudo ver fue a JungKook.
El bonito omega con ojitos azules y mirada llena de emoción.
Detrás de él pudo ver la hermosa cita que el omega había preparado.
Una cabaña muy bonita.
—¿Una cabaña? —el alfa pregunto confundido.
—E-es de mis padres. —el omega dijo nervioso. —me la prestaron este fin de semana.
Era viernes y había terminado su último pendiente en la veterinaria.
—No traje ropa, bonito.
—Le pedí a Jin que me diera una maleta. —el omega dijo seguro.
—¿Qué pasa con mis pendientes en la veterinaria? —el alfa preguntó intentando poner nervioso al omega.
Se acercó a ese y sus rostros quedaron muy cerca.
El omega sintió sus mejillas ponerse rojas.
—J-Jin me dijo que no te preocuparás por eso… —el omega tartamudeó.
JiMin sonrió y besó los labios de JungKook suavemente.
—Esta bien, bonito.
JungKook sonrió emocionado por haber besado otra vez a JiMin.
¡Fue un piquito pero lo amo!
—E-entremos. —el omega tomó la mano de JiMin.
Al entrar a la linda cabaña esta se veía adorable.
Además de que en la sala pudo ver que el omega puso muchas almohadas, sábanas y bocadillos.
Frente a esta había una televisión.
—¡Descargue películas y tenemos comida! —dijo el omega emocionado.
JiMin sonrió y se dejó guiar a la linda camita improvisada.
Vieron muchas películas.
Entre ellas instant family, clueless y el mago de oz.
Estaban acurrucados y se sentían felices al saber que estaban cerca el uno del otro.
Ahora estaban acurrucados con louis entre las piernas de JiMin, su espalda chocando con el pecho del alfa y sus manos entrelazadas.
—Creo que mi peor cita fue en la secundaria. —rió JungKook. —fue mi primera cita y el chico estaba tan nervioso que vomito en sus zapatos y los míos, y también el tapete de la entrada de mi casa.
JiMin rió.
—Nunca sentí esos nervios que todos tenían en las citas. —el alfa acarició el cabello de JungKook. —también consideremos que nunca tuve citas.
JungKook frunció un poco el ceño y volteo a verlo.
—¿Nunca?
El alfa negó.
—Solo he estado en una relación seria y créeme que él no era del tipo de chico con el que tenía citas.
—¿No te gustan las citas? —JungKook preguntó nervioso.
El alfa lo acercó y puso sus manos en sus muslos.
JungKook estaba en su regazo y acariciaba los rizos en la nuca de JiMin.
—No dije que no me gustaran las citas, solo que nunca me habían invitado a una y nunca he querido invitar a alguien a una cita. —el alfa subió su mano y acarició la espalda de JungKook por debajo de su camisa.
—¿T-te está gustando nuestra cita?
—Me encanta. —el alfa besó los labios del omega nervioso entre sus brazos. —y tú me gustas mucho así que quiero que hayan miles de citas más.
—Eso me alegra, alfa. —JungKook sonrío.
JiMin sintió su corazón brincar de energía solo por el simple hecho de que estaba con JungKook.
Con su JungKook.
JiMin sonrió y besó los labios de JungKook.
Se besaron despacio.
No había nada de ruido y sentían tanta paz.
Lo único que se escuchaba era esa adorable chimenea que encendieron en cierto punto de la noche.
JiMin apretó la cadera de JungKook y mordió el labio del omega que jadeó.
JungKook sintió su respiración acelerarse.
El omega bajo sus manos hasta el final de la camisa del alfa y la levantó un poquito.
El alfa sonrió coqueto y tomó una de las manos del omega.
—¿Quieres hacer esto?
El omega asintió abobado con sus ojitos cristalizados, rogándole por tomarlo.
El alfa besó el cuello de JungKook y acarició sus muslos.
El alfa se alejó un poco y quitó su camiseta.
JungKook sintió su rostro ponerse rojo al ver el fuerte pecho del alfa, su abdomen marcado y esos sensuales tatuajes que el omega quería recorrer con sus labios suavemente.
JiMin sonrió al notar la mirada del omega.
—¿Puedo? —JiMin tomó el filó de la playera de louis.
—S-si, alfa.
JiMin gimió por la forma en que la palabra abandonó los labios del omega con tanta delicadeza.
El suéter de JungKook terminó en algún rincón de la habitación.
JiMin puso sus manos en la delicada cintura del omega.
El alfa se acomodó de forma en que el omega quedó debajo de él.
Sus ojos recorrieron al omega.
Sus jeans que se veían un poco flojos en sus caderas, su dulce cuerpo con color a caramelo y sus pezones pequeños y delicados.
El alfa se acercó y besó el cuello de JungKook.
Besos húmedos fueron bajando por su cuello, bajando por su pecho hasta su abdomen y después llegó a su vientre dejando una mordida en la parte de arriba de donde estaba su zíper del pantalón.
El omega se veía desesperado en las suaves sábanas con ojitos llorosos y cuerpo temblando por la emoción.
—¿Puedo quitarlos? —el alfa preguntó con delicadeza y JungKook asintió repetidas veces.
El omega gimió al sentir al alfa quitando sus pantalones y ropa interior.
—A-alfa… —el omega gimió despacio.
El alfa dejaba besitos húmedos en la zona.
Sus ojos se detuvieron en la polla dura de JungKook.
Pequeña como el omega y rojiza por la excitación.
JiMin empezó a chuparla.
El alfa le estaba haciendo sexo oral y el omega solo podía gemir y apretar entre sus deditos las suaves sábanas en que estaban acostados.
El alfa mientras chupaba la polla de su omega empezó a acariciar su agujero y después de unos segundos dejó que dos de sus dedos empezaran a preparar al omega que en este punto empezó a sentir como sus ojitos soltaban lágrimas de placer.
El omega sintió que su orgasmo se acercaba así que le pidió a JiMin que se detuviera.
El alfa asintió y se separó suavemente dejando suaves besitos por todo su cuerpo hasta sus labios.
El alfa besó su cuello y empezó a hacer un chupetón en su clavícula.
—Necesitamos condones. —el alfa gruñó en su cuello.
El omega asintió.
—E-en mi maleta… —el omega gimió.
El alfa lo vio coqueto y apretó el trasero del omega.
Dios ese trasero, el alfa gimió.
—Mi omega sucio ya tenia esto planeado, ¿es cierto, bonito?
JungKook sintió la mano de JiMin sujetar sus mejillas suavemente y volver a besarlo.
JungKook asintió.
—Te necesito, JiMin… —susurro el omega.
JiMin asintió.
—¿Quién soy yo para negarle algo al ser más hermoso en este mundo? —besó los labios de JungKook y se separó hasta llegar a la maleta.
Antes de llegar a donde estaba su omega se quitó sus pantalones y dejó salir su grande erección.
Al llegar a donde estaba su omega tomó su miembro ya cubierto por el condón y dio pequeños jalones intentando tranquilizarse porque podía sentir su polla caliente y lista para tomar al omega que estaba desesperado frente a él.
—Ponte de rodillas y apóyate con tus codos, omega bonito. —el alfa dijo suave.
JungKook asintió, se puso de rodillas y apoyó su cuerpo con sus codos también.
El omega sintió su cuerpo temblar al sentir como el alfa separaba las mejillas de su trasero y después soltó una pequeña nalgada.
—¿Cómo te sientes, bonito?
—Bien, alfa. —susurro JungKook. —me siento seguro contigo.
JiMin dejó un beso en su espalda y después empezó a penetrarlo.
Se sentía increíble.
Las estrechas paredes del omega lo hacían delirar y el lubricante del omega cubría su miembro que ya tenía puesto el condón.
Sus manos se acomodaron en la cadera del omega y empezó a empujarlo de adelante hacia atrás, haciendo que su miembro entrara y saliera de él lentamente.
El omega gemía y sentía que estaba tan lleno, abierto y completamente extasiado por el sentimiento.
Las caderas del alfa empezaron a moverse penetrando fuerte y rápido al omega que gemía.
JungKook sentía que su orgasmo estaba cerca cuando JiMin sin salir de él se sentó en sus tobillos y llevo al omega a su regazo.
El miembro del alfa estaba tan profundo haciendo a JungKook gemir fuerte y sentir su cuerpo con esa chispa deliciosa que necesitaba.
—Salta, bonito. —susurro JiMin.
El omega empezó a dar pequeños saltitos.
Sus piernitas dando todo lo que podían y el omega igual sentía que ni podría parar hasta llegar a su apreciado orgasmo.
El alfa besaba su cuello y acariciaba con sus manos el cuerpo del omega hasta llegar a su pene.
Empezó a masturbarlo.
Después de unos segundos el omega dio saltitos más rápidos con la polla golpeando directamente a su próstata hasta que se corrió.
El alfa besó el cuello del omega y sintió las paredes del omega apretar más su pene y después de unas embestidas pudo correrse fuerte.
Sentía que ese había sido el mejor sexo que había tenido en su vida.
El nudo de alfa se formó y JiMin se acomodó de cucharita con JungKook dejando al omega delicado gimiendo por los toques que le daba JiMin.
—¿Estás bien, amor? —JiMin acarició la cintura de JungKook con uno de sus dedos.
El omega gimió despacio porque se sentía muy sensible.
—Si, Minnie. —el omega se acurrucó más hacia el alfa.
JiMin sonrió y besó la mejilla de JungKook.
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