No quiero hacer costumbre poner una canción, pero esta me ha ayudado bastante a escribir las escenas de este capítulo <3

Mientras esperaban, Jeongin le contó lo que había sucedido a Seungmin, confesándole su relación secreta con Chan.

Inicialmente Kim se enfadó por haberle estado ocultando una cosa así, pero no duró mucho tiempo ya que Jeongin sí quería decírselo, era Chan el que no le dejaba.

—Es un idiota. —Escupió con rabia Seungmin como conclusión.

—No entiendo por qué quiere ocultarme... Aunque hablando de idiotas ¿Dónde está, Changbin? Ya llevamos un buen rato esperando.

—Sinceramente no lo sé. —Miró su móvil para ver si le había llegado alguna notificación. —Vamos a tener que entrar en la próxima sesión.

—No veo otra opción... Aunque tú llevas esperando desde antes. ¿Hace cuanto estás aquí?

—No te enfades, ¿de acuerdo? —Jeongin levantó una ceja temiendo lo que iba a escuchar. —Habíamos acordado entrar para la sesión de las cinco, esperé pero ni llegó ni respondió mis mensajes.... —Miró a Jeongin con algo de vergüenza. Yang tenía el ceño fruncido y labios apretados. —Y yo pensé que no había problema ya que había otra sesión a las seis, fue entonces cuando llegaste tú.

Seungmin contemplo la reacción de su amigo. Jeongin se mantuvo en silencio por unos momentos, miró la hora, cinco cincuenta y cinco.

—¡Ese imbécil no solo no viene tarde si no que ni siquiera te avisa de que no va a presentarse! —Explotó sin poder evitarlo.

—Jeonginnie, no grites, por favor.

—Lo siento, pero,  ¿Por qué le soportas estas cosas? Quiere arreglar un error que ha cometido él y solo está arruinando más vuestra amistad. ¿Acaso no lo ves?

—Maldita sea, claro que sí. Pero me gusta, ¡Changbin me gusta mucho!

Seungmin expulsó sus palabras con rabia, odiando tener que reconocer la verdad porque le quemaba por dentro como las mismas llamas del infierno.

Jeongin suspiró sin saber que decir, sabía que a Seungmin le gustaba Changbin pero también sabía que no podía decirle simplemente que dejase de pensar en él porque sería algo imposible.

—¿Le has llamado? Quizás está dormido o estudiando...

—Sí, ninguna de esas veces me  ha contestado, pero puedo hacer otro intento. —Llamó pero como horas atrás volvió a saltar el contestador. Seungmin suspiró y miró a Jeongin. —¿Qué debo hacer? Él dijo que hoy haría lo que fuera para que lo perdonase. Dijo que estaría a mi lado ¿Dónde está?

—Ni siquiera te respeta. —Susurró. —Te ha hecho venir y hemos estado esperándolo toda la tarde, que le den.

Los ojos de Jeongin se abrieron sorprendidos al ver cómo Seungmin bloqueaba el contacto de Changbin apretando la pantalla de su móvil con fuerza.

—No quiero saber nada de él.

—¡Así se habla! Ya no podemos entrar a la sesión de las seis pero ¿Qué tal si entramos a la de las siete?

—Sí me apetece ver la película, además de que así tenemos tiempo de sobra para comprar las entradas y las palomitas.

—Tengo una idea mejor de qué hacer hasta que lleguen las siete. —Una sonrisa traviesa se colocó en el rostro de Jeongin y Seungmin se estremeció con algo de miedo.

Seungmin y Jeongin entraron media hora después al cine entre risas. 

—Esto ha sido una locura. —Dijo Seung con la respiración acelerada ya que habían llegado corriendo.

—Oh, vamos. Estamos guapísimos. 

Kim se fijó en su propio reflejo en su móvil y sonrió ampliamente, nunca hubiese imaginado que el color naranja le quedara tan bien en su cabello.

—A mi madre le va a dar un infarto.

—No creo. —Jeongin rió. —Hacerse un cambio de look cuando aparecen problemas es la mejor solución.

—Si no te vieras tan adorable con el pelo rosa te hubiese matado por convencerme. 

—Ya me lo agradecerás. Ahora ve a pedir las palomitas mientras yo compro las entradas. 

Seungmin se marchó intentando fingir molestia pero una sonrisa sincera le delató. Yang se acercó a la cola de la taquilla y sacó su móvil para avisar a su madre de que llegaría tarde a casa pero se detuvo al ver mensajes de Chan.

Jeongin suspiró sin saber qué hacer. Decidió que por el momento no contestaría a su novio ya que en unos pocos minutos entrarían a ver la película y no le gustaba la idea de volver a discutir con Chan. 

Desbloqueó su móvil para escribir a su madre y así no preocuparla después de comprar dos entradas para la próxima función de la película. Se suponía que estaba en casa de Bang y luego volvería a su casa para cenar.

Buscó el contacto de su progenitora para informarle del cambio de planes pero se detuvo al fijarse que Changbin estaba en línea.

—Innie, ya tengo las palomitas. —El nombrado apagó su móvil delante de la sorprendida mirada de Seungmin que vio su acción sin entender el por qué de estas.

—Genial. Entremos, ya es casi la hora.

Kim asintió sin preguntar más, respetando la decisión de centrarse únicamente en pasarlo bien esa tarde junto a él. Entrelazaron sus brazos mientras se dirigieron hacia su correspondiente sala, llamando la atención de muchos por el camino gracias a sus llamativos colores de cabello.

La pierna de Chan no dejaba de moverse de forma ansiosa esperando que Jeongin volviera a entrar a la habitación pero no fue así. Le escribió múltiples de mensajes, cada uno más desesperado que el anterior. Miró la hora, seis y media de la tarde.

Chan asimiló que Jeongin no le contestaría así que decidió salir a la calle a buscarlo. Se abrigó y llevó consigo un abrigo extra ya que sus madres le habían contado que Yang huyó sin nada para protegerse del frío. Tocó la puerta de la casa de su vecino y novio pero abrió su madre, informándole de que Jeongin no había pasado por allí y que tampoco sabía nada de su paradero.

Corrió de nuevo en dirección al centro de la ciudad mirando por todas partes buscando la cabellera pelinegra de su adorado chico. Bang imaginó que el paseo que daría en búsqueda del menor le traería algo de calma pero fue todo lo contrario.

Se movía entre las calles asomándose a cafeterías y tiendas que sabía que le gustaban a Jeongin pero seguía sin tener resultado. Su respiración era cada vez más rápida y en cada bocanada de aire que daba trataba de tomar el máximo de aire posible, se sentía asfixiado.

Había dejado de correr, movía su cabeza hacia todos los lados sintiéndose perdido ¿Acaso no había pasado por esa calle ya tres veces? No lo podía confirmar porque lágrimas habían aparecido en sus ojos desde hacía un rato y no estaba seguro cuanto tiempo había pasado desde que su visión era borrosa por las lágrimas contenidas.

Se detuvo en mitad de la calle rindiéndose, no encontraría a Jeongin de ninguna de las maneras. Desde que salió de su casa había revisado infinidad de veces su chat pero Yang ni siquiera había marcado como leído sus mensajes.

Chan apoyó su mano en un muro buscando estabilidad pero se dio cuenta de que la había puesto sobre un cartel. Levantó la palma quedándose asombrado por la persona impresa en el cartel; No tenía idea de quién era, pero una cosa tenía clara, le recordaba a alguien.

Era una mujer adulta, cabello largo y negro, como cualquier otra chica normal, pero Chan sintió una corazonada. Deseó saber porque su rostro se le hacía tan familiar pero debido a las lágrimas acumuladas y la situación en la que se encontraba no lo consiguió.

Parpadeó, provocando que dos lágrimas cayeran de sus ojos y rodaran por sus mejillas rompiendo el llanto, pero así logró ver un poco mejor el rostro de la mujer: labios rosados, ojos alargados y un lunar en la nariz.

—¿Bangchan?

El australiano olvidó por completo el cartel y a la mujer cuando escuchó que le llamaban. Emocionado se giró sintiendo sus esperanzas caerse otra vez al ver a Jisung en frente de él y no a Jeongin.

—¿Qué pasa? —Avanzó Minho, quien estaba al lado de Han, acercándose a Bang acariciando su hombro al ver su estado. Ver al mayor llorando mientras temblaba no le tranquilizaba nada en absoluto. 

Chan abrazó con fuerza a Lee, quien no tardo en corresponder el gesto. Se aferró al cuerpo de Minho mientras Han acariciaba su espalda buscando reconfortarlo o al menos relajar los espasmos por  el llanto que tenía su amigo.

Un rato después, los tres chicos estaban en una cafetería. Minho y Han estaban sentados en frente de Chan, al que miraban preocupado ya que se había mantenido callado observando con los ojos hinchados una taza de chocolate caliente. 

Minho se percató de como Jisung llevaba su mano hacía su boca para comenzar a morder sus uñas. Con rapidez agarró su muñeca antes de que diera la primera mordida. Se sonrieron mutuamente y entrelazaron sus dedos.

—¿Quieres hablar de lo qué ha pasado, Chan? —Se atrevió a preguntar Han mientras Minho dejaba caricias en su mano para relajarlo ya que notaba lo tenso que estaba. 

El mayor alzó una ceja mostrándose algo molesto y señaló su garganta remarcando lo obvio, no podía hablar. Fue la primera vez que Minho veía la cicatriz de su cuello y mostró su sorpresa abriendo los ojos ampliamente.

—No seas así... —Volvió a hablar Jisung.— Puedes decírmelo por mensaje si quieres, respeto si no te apetece hacerlo.

"Soy idiota"

—¿Qué? —Jisung estaba confundido, no esperaba que las primeras palabras de Chan tras encontrarle llorando fueran esas.

"Me he portado como una mierda con Jeongin y ahora no le encuentro para hablar con él."

—¿Pero qué le has hecho?

"Me pidió que hiciésemos publica nuestra relación y le dije que no. Le dije a la persona que más me importa que quería seguir ocultando que soy su novio. Le dije que no importaba a"

Chan no pudo seguir escribiendo ya que había empezado a llorar. Agachó la mirada haciendo que sus lágrimas cayeran fríamente en la mesa. Minho notó como Han apretó su agarre, dirigió su mirada hacia Jisung quien miraba a su amigo australiano sin saber qué hacer.

—¿Por qué quieres mantenerlo oculto? —Intervino Minho por primera vez en la conversación. Tanto él como Jisung estaban sorprendidos por la confesión de Bang pero no era el momento para preguntar sobre la relación

"Jeongin no merece un novio mudo."

—Chan eso no...

"Él merece el mejor novio, y ese no puedo ser yo, nunca lo seré. no solo se burlarán de él si no que él merece a alguien que le diga lo maravilloso que es, que lo consuele cada vez que lo necesita. Yo no puedo hacer eso."

—Una relación es mucho más que unas palabras. —Aseguró Minho. —Claro que pueden ser importantes pero puedes demostrar amor de muchas otras maneras.

Chan negó y limpió sus mejillas llenas de lágrimas apesar de que no dejaban de brotar de sus ojos

"Soy como un juguete roto, ningún niño escogería un juguete roto antes que uno que este perfecto... ¿cómo Jeongin podría sentirse querido si ni siquiera se lo puedo decir?"

—No eres un juguete, ni un objeto, eres una persona y no existe ninguna persona perfecta. cada una tenemos nuestros defectos y virtudes. No te primes de algo tan bonito como el amor únicamente por una cosa que no puedes cambiar.

—Además de que a Jeonginnie no le importa, al contrario, fue él quien te pidió hacerlo público. —Jisung apoyó las palabras de Minho. Chan suspiró y limpió su rostro de nuevo, dejando de llorar. Miró a sus amigos y sonrió agradecido. 

"Tenéis razon, iré a su casa a esperar a que vuelva y hablar con él."

Se levantó y antes de abandonar la mesa se dirigió a la pareja una última vez.

"Perdón por quitaros tiempo de vuestra cita."

Jeongin miró disimuladamente a Seungmin, quien estaba sentado a su lado llorando por una escena emotiva en la película.

Una sonrisa se coló en su rostro pero apenas duró mucho ya que también empezó a llorar.

A Yang no le había emocionado la escena ya que no es alguien que solía llorar con películas si no que se permitió desahogarse por todo lo que había sucedido hace unas horas.

Cuando la película terminó salieron sin prisa del cine comentando la película de forma animada. Pasearon por la zona y entraron a algún bar a tomar algo para hacer más tiempo ya que ninguno quería marcharse todavía.

—Jeongin, ¿puedes llamar a tu madre para que nos recoja? —Preguntó con confianza Seungmin ya que siempre que salían la madre de Yang les decía que no tenía problema con llevarles a casa. Había pasado ya bastante tiempo desde que salieron del cine y era hora de volver a sus hogares.

—Claro. —Después estornudó. Hacía frio y Yang no tenía nada de ropa de abrigo. —Aunque hay que esperar a que se encienda mi móvil ya que lo he apagado completamen-

—¡Hola, chicos!

—¿Beomgyu? —Susurró Seungmin y antes de que pudiera decir más el nombrado había abrazado a los dos chicos por los hombros aprovechando ser más alto que ellos.

—¿Qué tal? ¿Qué hacéis por aquí?

—Acabamos de salir del cine, y ahora estábamos viendo cómo irnos a casa... ¿Y tú?

—Yo acabo de salir de trabajar. Mi hermano mayor ha venido a buscarme en coche, ¿queréis subir y os acercamos a casa?

Kim miró a Jeongin buscando su aprobación y Yang asintió emocionado.

Siguieron a Beomgyu hasta su coche y saludaron a su hermano cuando se montaron en los asientos traseros.

—Estos son Seungmin y Jeongin.

—El famoso Seungmin, por fin le pongo cara. —Su hermano le miró por el retrovisor poniéndole más atención al nombrado.

Kim estaba nervioso y el sonrojo en sus mejillas lo delataba. ¿Beomgyu le habría hablado a su hermano de él? No sabía el motivo pero esa idea le emocionaba.

El viaje fue entretenido y charlaron con diversión y comodidad hasta la puerta de la casa de Jeongin.

El menor se bajó y sacó sus llaves con una sonrisa. A pesar de haber tenido problemas con su pareja la salida con Seungmin le había conseguido poner de un muy buen humor, aunque este no duraría mucho.

Cuando entró en la casa un gran cuerpo le abrazó aferrándose con fuerza a él.

—Channie, deja pasar a Jeongin.

Escuchó la dulce voz de su padre pero se asustó al escucharla rota. Como pudo se separó de Bang viendo cómo sus dos progenitores tenían los ojos rojos.

—¿Por qué-

—¡Yang Jeongin por qué le das sustos así a tus padres! ¿Cómo se te ocurre desaparecer y no contestar? —Su madre se acercó con rapidez asustando al joven pero su padre la agarró.

—Cariño, ya habrá tiempo de regañarle, ahora tiene otros asuntos que resolver.

Con esfuerzo el señor Yang consiguió convencer a su esposa para que se retiraran y dejaran a los dos chicos solos en el salón.

Jeongin miró Chan, quien estaba a un par de metros de él. El mayor tenía la mirada baja para que el contrario no viera sus ojos llorosos.

—Lo siento.

Bang hizo una seña rápida sin saber cómo empezar la conversación.

El menor suspiró y se tumbó en el sofá de la sala dejando un hueco a su lado.

—¿Vienes y lo hablamos con tranquilidad, Channie?

El nombrado asintió múltiples veces comenzando a llorar de nuevo ya que el miedo de que Jeongin lo rechazase por la pelea no le dejaba tranquilo.

Se tumbó a su lado acurrucándose entre los brazos de Jeongin como un bebé a pesar de ser mayor y más grande físicamente qué él.

El menor lo tomó del mentón y juntó sus labios, demostrándole que estaba dispuesto a solucionarlo.

Hola hola ¿Qué tal estás?

Quise subir el capítulo antes del comeback, estoy muy emocionada.

¿Cuántos comebacks llevas con los chicos? Yo soy STAY desde God's Menu (2020)

Espero que te haya gustado el capítulo, si es así, no dudes en votar y comentar, me ayudas mucho 💗

Si hay algún fallo ortográfico o incoherencia agradecería que me lo comentes y así pueda cambiarlo.

Buenas noches, cuídate mucho.