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—¡No voy a lavarme esta mano nunca más!.

Ese había sido el grito de felicidad que se escuchó provenir de Felix en cuanto entraron la habitación de Seungmin, con el susodicho entrando tras él rodando sus ojos, esta noche el pecoso se quería con él a dormir.

Y estaba considerando echarlo por la ventana desde que salieron del autobús, porque no paraba de parlotear.

—Ya lo has mencionado por más de unas quince veces, y con eso quiero decir que ya me quedó bastante claro.—se dirigió hacia la cama mientras procurar poder quitar sus zapatos y ponerse sus pantuflas de perritos favoritas.

—Es que, por Dios, ¡sostuvo mi mano por más de dos minutos, Seungmin! ¿Comprendes eso? ¡Mi mano, sostuvo mi mano!.—soltó un grito repleto de felicidad y le saltó encima a Seungmin para abrazarlo, sin prestar atención a los quejidos y reclamos del menor.

—¡Yaah!~ Felix, ya basta.—exclamó tomando uno de sus peluches para pegarle con el mismo al pecoso, oyendo las carcajadas del australiano que tomó una almohada.

—¡PELEA DE PERRO Y GATO!.—gritó con euforia y sólo pudo ver la expresión de temor que había en el rostro de Seungmin antes de pegarle con la almohada, riéndose por lo divertido que le había parecido.

Seungmin volteó a verlo con su mejor cara de indignado, alzando sus cejas y sonriéndole forzosamente al pecoso.

—No, no hay pelea.—murmuró, Felix hizo un puchero porque pensó que acabaría con la diversión pero en cuanto lo vio ponerse de pie y poner su peluche sobre su hombro sonrió ampliamente.—Esto es una guerra, corre.—Y el australiano no lo pensó tanto como para comenzar a huir alrededor de la habitación del menor mientras el dueño de la misma corría tras él y seguía amenazándolo con tirarle su súper perrito de peluche.

Y sí, Felix perdió la guerra contra el súper perrito adorable de Seungmin, pero diablos, ese perro sí que sabe noquear.

Ambos muchachos se tiraron en la cama entre risas y respiraciones agitadas, cabellos desarreglados y muy agotados, el pecoso miró el perfil de su amigo y sonrió.

—Seungmin, sí que sabes pegar realmente muy duro.—comentó, oyendo la risa tímida y avergonzada del muchacho.

—Lo siento, estaba descargando las ganas que tenía de tirarte por la ventana.

—¿Qué?.

—Que hay que limpiar la ventana, eso, ¿seguro andas oyendo bien?.—alzó sus cejas cuestionándole, Felix juntó sus cejas.

—Estoy seguro de que eso no fue lo que dijiste, pero lo voy a dejar pasar esta vez.—sonríe achicando sus ojos, casi como si fuera alguna sonrisa traviesa.

—Gracias a Dios, esa fue una buena decisión tuya.

—Sólo sí me confirmas lo muuucho que te encanta Minho.

Y ahí estaba, el soborno de Felix.

Seungmin chasqueó su lengua y se sentó sobre la cama, cruzando sus brazos mientras observa al tramposo de su amigo.

—No me encanta.—rechistó.

—Pero te gusta.—sonríe.

—Tampoco me gusta.—respondió de vuelta, volviendo a tomar su peluche tras su espalda perdiendo la paciencia rápidamente.

—Te atrae.—continuó insistiendo y con esa sonrisa que pronto Seungmin odiaría.

—Que no, no me gusta, no me atrae ni me encanta.

—Entonces te parece atractivo.

Y el peluche de perrito estrelló contra su rostro, y una pantufla también.

—¡Ya basta Felix!.—reclamó después de haberle aventado su peluche y pantufla derecha, inflando sus mejillas como parte de su berrinche.

Justo entonces oyeron tres toquecitos a la puerta, Seungmin rápidamente quitó de encima al peluche y pantufla de Felix y se tiró sobre él, abrazándolo cuando la puerta fue abierta.

—Seungmin, ¿qué es todo ese ruido?.—su hermano mayor asomó su cabeza mientras miraba dentro de la habitación, claramente viendo la sonrisa de sobremanera de su hermanito mientras abraza al pecoso.

—Hola Changbin hyung, ¿cuál ruido hablas? sólo nos dábamos muchos abrazos, ¿verdad Lix?.—preguntó usando su dulce voz, mirando con amenazas al australiano que entendió esa referencia.

—¿Abrazos? ¡Me estabas torturando con tu peluche de perro asqueroso!.—la dulce sonrisita de Seungmin decayó y Felix disfruta bastante de haber provocado eso.

—Seungmin.—Changbin entró a la habitación y usó su tono de advertencia, cosa que causó que el susodicho abultara sus labios y dejara de abrazar a Felix para rascar su brazo aunque no le estuviera picando.

—Lo siento, hyung.—y ninguno de los dos mayores entendió a cuál de ellos iba dedicada esa disculpa, aún así el mayor de los tres relajó su semblante.—¡Pero todo fue culpa de Felix!.—rápidamente apuntó al mencionado, quien abrió su boca con impresión.

—¿Cómo? ¿Mi culpa?.—se apuntó ahora a sí mismo, mirando detrás suyo por sí acaso.

—¡Sí, tú culpa! Tú fuiste quien empezó con todo eso sobre Minho.—juntó sus cejas y volvió a cruzar sus brazos.

—Ah, entonces sí fue mi culpa.—sonríe orgulloso de su logro, Changbin inclina su cabeza asimilando una parte de lo que había oído, acercándose a los menores.

—Oigan esperen, esperen, ¿Minho? ¿Quién es Minho?.—preguntó turnando su mirada por unos segundos en cada uno de los dos chicos sentados en la cama, las mejillas de Seungmin se coloraron en cuestión de segundos, mirando a Felix mientras negaba con su cabeza.

—¡Es un guapísimo muchacho que le gusta a Seungmin!.

—¡Lee Felix, cierra tu boca!.

—¡Cállame, tonto!.

—¿Te gusta? ¡Alguien le gusta a mi Seungminie!.—Changbin festejó.

—¡Nooo! ¡No me gusta ese idiota de Minho, aahg!.—se levantó de su cama y corrió hasta salir de la habitación, dando pisadas firmes y notoriamente molestas por el pasillo y escaleras.

Changbin y Felix se quedaron mirando a la puerta, segundos después mirándose entre ellos.

—Por favor dime que si le gusta ese muchacho, ya me emocioné.—le dijo al pecoso, quien soltó una risita y asintió con su cabeza.

—Estoy segurísimo de que sí, lo juro por el amor a Bangchan.—alzó sus cejas varias veces como un gesto pícaro.

—¿Bangchan?, ¿todavía te gusta ese muchacho?.—parecía andar bastante sorprendido, tomando asiento en la cama.—¿Al menos ahora sabe sobre ti?.

—Puff, saber es poco, ¡sostuvo mi mano y hasta tenemos charlas en inglés! ¡Me ama!.—juntó sus manos y sonrió ampliamente, dejándose caer sobre la cama.

—Genial, ¿entonces están saliendo?.—preguntó, levantándose para recoger algunas almohadas en el piso y ponerlas de regreso a la cama.

—Pues, no, aún no.—forma un puchero con sus labios para volver a sentarse.—El caso es que no sé cómo hacer que se sienta atraído a mí también.

Changbin terminó de recoger la última almohada, entregándosela a Felix.

—Ríete.—le dijo, con el menor tomando la almohada bastante confuso mirándolo de esa manera.

—¿Uh?.—el mayor soltó una risita.

—Pues, a los chicos nos gusta aveces que se rían de sus chistes o muéstrate interesado en él, cómo saber sobre su mañana, cómo le fue durante su clase y cosas así, también a algunos nos gusta cuando comparten comida, algo así como cuando Hyunjin le da de comer a Jeongin y viceversa, creo que sí pruebas con intentar algo de esto puedes hacerlo irse interesando poco a poco en ti.—revolvió los cabellos del pecoso.—Iré a ver al berrinchudo hermano que tengo, ya te lo mando de regreso pero procura tener unas cuantas almohadas como escudo.

Finalmente Felix queda sólo en la habitación cuando Changbin salió por la puerta, asimilando toda la nueva información dada por el mayor, sonriendo ampliamente al decidir tenerlas en cuenta.

—¡Voy a hacer a Bangchan caer por mi! Y entonces podremos tener esos ocho hijos, ¿debería de ir pensando en los nombres? ¿Cuatro niños y cuatro niñas? como que son muchos... nah, todos los cuidará él.

Seungmin estaba parado en el marco de la puerta mirando con su mejor expresión desentendida en su rostro.

—Ya es todo, voy a tirarlo por la ventana ahora mismo.

holi, disculpen que me tomé mucho tiempo para editar ésta parte que ya he notado que muchas personas me han comentado por acá, definitivamente fui muy idiota por haberme dejado llevar en ese tiempo con toda la situación de woojin y haberlo llamado de esa forma tampoco fue bueno de mi parte, nada decente, decidí quitarlo porque no quiero que lleguen lectores nuevos y vean esa nota donde, explico, que antes el hermano de seungmin era woojin pero lo quité por ya saben, la situación que pasó.

De verdad perdonen, si les digo la verdad llevo rato pensando en si agregarlo de nuevo o no pero me daba pena por la manera en que reaccioné, si quieren seguir leyendo o no la historia es su desicion y yo aceptaré 💘 estaban en todo su derecho de defenderlo, haberlo llamado "mugroso" fue lo peor que pude haber hecho, la verdad no había notado la cantidad de comentarios hasta hoy y bueno, quería disculparme, fui muy ingenua también.

espero haber aclarado esto, una vergüenza haber dejado tanto tiempo esa nota donde lo llamaba de tal forma, perdón.