Por favor no lectores fantasmitas. Me gusta leer sus comentarios. 📑

Yeonjun estaba más ansioso de lo normal pues ese día sería su graduación de la universidad, por fin. Se sentía bien saber que había logrado lo que tanto había esperado y es qué, Yeonjun siempre fue el mejor alumno de su generación.

Obviamente cuando tuvo a Beomgyu sus padres se molestaron tanto, pues digamos que Yeonjun tiene unos padres muy sobreprotactores y cerrados, tanto que el día que le contó sobre Beomgyu ellos primero pensaron es sus calificaciones y prestigio antes que en su salud y la de su cachorro.

Actualmente los abuelos Kim aman mucho al pequeño Choi Beomgyu, son cariñosos y cada tres fines de semana le visitan y le traen diferentes regalos.

Por otra parte, el padre de Yeonjun, el señor Kim, aún seguía enojado con Soobin, aún más cuando se dio cuenta que el alfa lo único que hacía era esperar dinero de sus padres. La primera vez que le vio lo corrió de su hogar enojado gritándole que era un patán e inútil y que jamás le daría la vida que Yeonjun se merecía, obviamente Yeonjun lo reprendió a su padre y después de meses de disputas y el señor Kim renuente, Soobin se ganó su respeto después de empezar a trabajar en la empresa de sus padres y con la graduación aunque Soobin no sacara buenas calificaciones y gracias a las clases que le daba su omega, Yeonjun, aprobó las materias y será un próximo inversionista y vicepresidente en la empresa.

Yeonjun se levantó de la cama que compartía con su alfa y camino hacia afuera de su cuarto dirigiéndose a la habitación de Beomgyu. Ahí miro al niño dormido entre peluches de ositos, como todo un consentido. Soobin lo malcriaba mucho y ni mencionar a los abuelos Choi's que lo llevaban a viajes, les traían sorpresas y lo amaban demasiado. Beomgyu podría ser una bolita llena de un alma traviesa y renegona pero eso no impedía que sus abuelos padres de Soobin lo amarán tanto.

Yeonjun se acercó hacia la cama con estampados de autos y se sentó en la orilla mirando a su único hijo. Estaba bien, Beomgyu había sido una sorpresa de la vida y tal vez si tuvo algunos atrasos en sus clases y calificaciones, pero eso nunca sería más importante que su bebé. Se acercó un poco y dio un suave beso en la mejilla de su bebé de cabellos castañitos y lo arropo una vez más pues Beomgyu tendía a tirar las cobijas a sus pies y destaparse.

Yeonjun no quería tener más hijos. Pensó que con esa bolita esponjosa llena de travesuras era lo único que necesitaba para mantenerse despierto. Como la vez que casi metía un tenedor hacia las conexiones de luz y soobin tuvo que pagar para que lo pusieran más arriba, como cuando se tropezó la primera vez que camino y se golpeó el rostro, cuando se bajó de la cuna y estaba por bajar las escaleras que si yeonjun no fuera a su rescate hubiera caído de ellas. Yeonjun ya no necesitaba más bebés, cuidar a Beomgyu era muy agotador, y requería de tiempo completo.

Su vida como padre iba bien, tenía a Soobin junto con él y a Beomgyu ahí, y eso era lo único que necesitaba.

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La fiesta ya había empezado. Yeonjun se puso un traje negro, que dejaba a la visión su claviculas y marca en su cuello. Su traje hacia que sus caderas anchas se mostrarán y su pequeña cintura hiciera aparición, el traje lo hacía ver espectacular.

Había llegado después de Soobin. Todo fue un trato entre ellos, Yeonjun no quería que los demás supieran sobre la relación de ambos para que así a Soobin no le afectará más sus calificaciones que antes y perdiera su título. Todo se debe a que el entrenador de soobin tenía la regla extricta de que, los alfas del equipo debían ser alfas libres y sin emparejamiento, podrían tener novios o novias, pero no un vínculo ya que según el entrenador "perdían el tiempo" y sobre el título, lo único que mantenía la calificación de Soobin era ser el jugador principal de su equipo.

Sobre Beomgyu, este se encontraba con sus abuelos Kim.

Yeonjun empezó a caminar por la fiesta, todo era aburrido, simples parejas bailando, otras salidas de control, había una guerra de feromonas ahí mismo y los asfixiaba. Un mareo empezó a llegar a su cabeza sintiendo el suelo tambalearse, yeonjun miró al frente y después sus piernas flaquearon sintiendo el calor en su cuerpo. Sintió que empezaba a lubricar en medio de la pista y se sonrojo saliendo rápidamente de ahí y empujando a todos.

Agradecía estar marcado por que si no fuera así, los alfas estarían detrás de él como perros salvaje tratando de marcarlo. Salió hacia afuera tomando aire y busco a Soobin con la mirada, se dio cuenta que su celo se había adelantado a la fecha y deliro cuando ya no pudo más y sólo tuvo que ir hacia uno de los baños y encerrarse en un cubículo. Bajo la tapadera del baño y se sentó sobre ella atrayendo sus piernas hacia su pecho, respiro hondo tratando de relajarse, pero no fue así, necesitaba a Soobin y su lobo empezó a aullar tratando de llamar al de soobin.

Pasaron 5 minutos cuando escucho la puerta principal del baño abrirse y cerrarse con fuerza. Yeonjun levantó la vista de sus piernas y las apretó aún más contra su cuerpo asustado, pensando lo peor mientras escuchaba los pasos dirigirse a su cubículo.

Su miedo crecía hasta que tocaron su puerta y una suave voz resonó. — ¿Junnie? —Era soobin.

Yeonjun gimió de alegría y se levantó como pudo abriendo la puerta del baño. En cuanto vio a Soobin ahí mismo con su olor varonil y su traje negro como la noche, brinco hacia él y llevó sus labios a los de su alfa, haciendo un beso acalorado.

Soobin tomó la cintura del omega y ambos volvieron a entrar al cubículo cuando Soobin simplemente dijo — Contra la pared. —Habló demandante.

Fue así que ambos pasaron parte del celo de Yeonjun en aquel cubículo y la otra en casa de ambos.

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Fue después de un mes de su graduación cuando Soobin empezó a ponerse mal. Vomitaba cada vez que olía o comía algo y dormía muchas horas, incluso su estómago empezó a doler. Fue ahí que Yeonjun se preocupo tanto y ambos fueron al doctor.

Soobin estaba como un muerto viviente y yeonjun estaba radiante, completamente diferentes. Ya en la clínica y dentro del consultorio, el doctor empezó a revisar los exámenes, les indico a ambos hacerse uno para descartar un virus. El doctor dejó su pluma sobre el escritorio y miró a la pareja. — Felicidades.

Soobin temblaba de dolor y náuseas y cuando el doctor dijo eso le dio ganas de tomarlo por el cuello hasta que dejara de burlarse, pero no parecía una burla y dudaba que el doctor estuviera jugando siendo tan viejo. Así que solo lo miró con ojeras debajo de sus ojos y Yeonjun por su parte le presto atención al momento mientras soba la espalda de su alfa.

— Felicidades a ambos, señor Yeonjun, esta esperando un cachorro. —El doctor dijo.

Yeonjun dejó de sobar la espalda de Soobin y simplemente se quedó estático mirando al doctor incrédulo. — Pero doctor... Nosotros...— Yeonjun pareció pensarlo un momento y luego volvió a mirar a Soobin preocupado — ¿Y soobin? ¿Por qué está así?

Soobin no presto atención a lo del embarazo y cuando su omega lo menciono le miró.

— El señor Soobin presenta síndrome de couvade. Se presenta en padres o madres alfas cuando su omega está en gestación. Prácticamente sentirá lo que usted y usted puede que presente los síntomas o sólo sean parciales. —El doctor explicó.

Soobin se quedó estático al igual que Yeonjun y frunció sus cejas. Trató de levantarse y Yeonjun se levantó junto con él preocupado. — ¿Soobin... A dónde...?

Y soobin simplemente se desplomó en el suelo.

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Yeonjun no esperaba ese embarazo, pero cuando se dio cuenta de la situación graciosa que estaba viviendo con Soobin simplemente lo disfruto. No tenía náuseas, no dolor, no nada. Eso empezó a llegar cuando su pancita empezó a crecer a los cinco meses y su olor empezaba a cambiar a uno lechoso.

Obviamente esto trajo consecuencias, más en un Beomgyu celoso y enojon, pegando su nariz todas las tardes a su pancita para según él "quitarle ese olor a leche" que hacía picar su naricita.

Beomgyu pensaba que la pancita de su papá se trataba de gordura y se reía con inocencia. Hasta que Soobin y Yeonjun lo invitaron a ver una película y después del cine ambos fueron a comer, ahí en el restaurante hablaron con su bebé.

“— ¿qué piensas sobre un hermanito bebé? Un amiguito más...”

“— No. — respondió beomgyu — Yo soy el bebé de la casa, papi mío, dada mio — Beomgyu dijo con un puchero cruzando sus brazos sobre su pecho.”

“Yeonjun miró preocupado a Soobin y este simplemente asintió. Yeonjun acarició los cabellos castaños de Beomgyu y beso su cabeza. — Lo siento bebé, tendrás un hermanito, aquí esta — Apuntó hacia su vientre y Beomgyu agachó su vista hacia aquel lugar”

“ — Pero... ¿Dada no está gordo? Como santa Claus”.

“La pareja río y negó. — No bebé, es Tyunnie, tú hermanito...”

Y desde ese día Beomgyu estuvo enojado con Yeonjun. Preguntándole de vez en cuando cosas sobre Taehyun, pues Beomgyu parecía ser muy orgulloso.

Sobre Taehyun, Yeonjun escogió ese nombre el mismo día que le dijo a Beomgyu sobre su embarazo, realmente no tenía planeado que quedara así, pero a Soobin también le gustó, Choi Taehyun sonaba increíble.

Así que pasaron más meses y el parto fue un éxito, entre lágrimas y sudor, Yeonjun dio a luz a Taehyun, sintiéndose el omega más feliz del mundo. Fue esa vez que Beomgyu después de una semana y al ver a su hermanito se disculpo con él mismo, con un puchero y mejillas infladas en los brazos de su papi Soobin.

— Lo siento Tyunnie, prometo darte mis juguetes y cuidarte.

Ambos padres sonrieron hacia su pequeño e hicieron un nido ese día en la cama, Yeonjun y soobin en cada extremo y sus dos hijos en medio, disfrutando de sus aromas y la tarde.

Bienvenido al mundo Taehyun.

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