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EPILOGO

—Taehyung, ¿por qué estás llorando?— pregunta Jungkook soltando los globos  para poder acercarse al alfa quien se había puesto a llorar inmediatamente después de haber soltado sus palabras.

No quería admitirlo, pero había sentido mucho miedo de que Jungkook no quisiera volver con él luego de tomarse ese tiempo. Había estado un poco asustado de no haber hecho las cosas bien y simplemente las emociones en él explotaron al ver al omega tan hermoso, tan cambiado y pidiéndole que lo aceptara de vuelta.

Jungkook se acerca a él y rodea su cuello con ambos brazos, haciendo que ambos ingresaran en el departamento. Al fin podía sentirlo cerca, al fin podía rodearlo también con sus brazos.

—Es que estoy muy feliz— le dice devolviéndole el abrazo al omega. —Y estas tan hermoso bebé, tan cambiado. Estoy tan orgulloso de ti.

El ahora rubio sonríe sobre su cuello y se separa para limpiarle las lágrimas que aún caían sobre sus mejillas. Habían pasado tantas semanas desde la última vez que lo sostuvo de esa forma, desde que Jungkook repartía sus besos sobre su rostro y que lo envolvía con su precioso aroma que tan loco lo traía.

—Te amo Tae, también estoy muy feliz de tenerte de vuelta.

—Koo...— Taehyung cierra la puerta detrás de el recostándose sobre ésta con el omega en sus brazos —ojalá pudieras amarte tanto como yo te amo. Ojalá pudiera demostrarte todo lo que eres para mi y dejaras de creer que no me merecés porque no es así, no tienes idea de lo mucho que te adora este torpe alfa.

Jungkook le sonríe con los labios juntos y asiente lentamente —Es un proceso, no es algo que se logra de un día para el otro, pero vamos a hacerlo juntos a partir de ahora. Espero esta vez poder transmitirte mi amor y que puedas tener más confianza en ti mismo también.

Taehyung asiente y se recuesta sobre la cabeza del omega cerrando los ojos, disfrutando su presencia que tan bien le hacía. —te extrañé tanto Jungkook.

Éste frotaba su nariz sobre su cuello, sobre su nuez de Adán, deteniéndose allí para besarla mientras se movía debido a que el alfa no dejaba de tragar duro. Se separa nuevamente para poder mirarlo a los ojos y nota el azul característico del lobo de su omega.

Acorta la distancia tomando con sus manos el rostro del rubio uniendo sus gruesos labios a los delicados y pequeños del omega. Acaricia desde sus mejillas hasta su nuca, haciendo que el beso sea algo lento y apasionado al mismo tiempo.

Taehyung estaba siendo tan delicado, controlando el salvajismo de su lobo para poder apreciar la textura y el sabor de su omega con completa paciencia.

Jungkook envuelve con ambos brazos el torso del alfa abriendo más su boca para que el alfa tuviera el acceso completo a ella. A diferencia del alfa, él si se encontraba ansioso y sin ganas de controlar sus instintos salvajes por lo que intenta alzar al alfa para poder llevarlo a la habitación fallando completamente en el intento. Solo logra que éste comenzara a reír separándose a penas de sus labios.

—Amo, en serio amo cuando te comportas como el activo de la relación. Pero quiero llevar yo el control esta vez.

Jungkook abulta sus labios y lo mira con suplica —¿podemos ir a la habitación?

El alfa asiente y carga al omega paseándolo por el departamento hasta llegar al dormitorio, donde lo acuesta delicadamente en la cama y se pose entre ambas piernas abiertas del omega.

No pierde el tiempo en quitarle su camiseta e ir directamente a su cuello, donde planeaba dejar un millar de marcas para que absolutamente nadie dudara en que ese omega ya tenía un alfa que lo amaba. 

Recorre con su lengua la zona donde debería ir la marca paseándose con besos húmedos sobre ella, sobre su marcada y afilada mandíbula mientras que sus manos recorrían la suavidad del abdomen del omega.

—Hay tantas cosas que quiero hacerte Koo.— le dice observando sus manos en los pezones rozados del omega y pellizcándolos.

Jungkook arquea su espalda y expone más su cuello ante él, lo que muy loco lo traía. Sentía que era muy probable que su celo se adelantara luego de eso.

—Tae, hablo en serio. O haces algo o tomo el control yo.— le volvía loco cuando Jungkook se ponía autoritario pero no iba a dejarlo salirse con la suya esa vez.

Baja por su pecho y toma uno de los pezones del omega con sus dientes estirándolo para luego soltarlo.

—Tae...

Contiene una sonrisa y vuelve a chupar su pezón pero esta vez lleva su mano a la entrepierna del omega apretándole la zona solo para hacerlo enojar más.

—Tae... no quiero jugar. Quiero ir directo al grano.

—Pero yo si quiero jugar Koo.

Jungkook lo mira con sus ojos azul zafiro demandantes. Sabía que le iba a costar caro esa diversión luego pero valdría la pena, porque se veía tan bonito con el rostro furioso y le volvía loco saber que estaba así de ansioso por él y solo por él.

Desabotona los pantalones del omega y los saca, dejándolo solo en ropa interior. Sentía el aroma al lubricante del omega e intenta controlarse para no tomarlo todavía como le estaba demandando su lobo.

Se acerca nuevamente al torso del omega solo que esta vez se recuesta sobre su abdomen, donde deja un camino de besos alrededor del ombligo y bajando hacia el elástico del bóxer de Jungkook. 

Apoya su mejilla allí para poder mirarlo mientras sentía el aroma más dulce y calentito. Jungkook había ablandado su mirada y le sonríe tiernamente comenzando a acariciar su cabello relajándolo aún más. Recordaba la primera vez que Jungkook hizo eso cuando había salido mal en su examen, había pasado casi un año ya de eso y recuerda la tranquilidad que le dio el abdomen del omega en ese momento, convirtiéndose su lugar favorito en el mundo.

—Me gusta esto, me gusta como me siento en este momento.

Jungkook le sonríe conmovido y asiente —te merecés tres cachorritos.

Su alfa se emociona y sonríe como un niño hacia el omega —¿O sea que ya no seran solo dos?

—Pueden ser tres, te lo merecés.

Taehyung continúa sonriendo enormemente, sentía a su lobo mover la cola y saltar de un lado a otro en ese momento. —¿Sabés que te merecés tú?

—Dime que algo cochino y no me dejes siendo como el único con mente sucia.

—No... no es algo cochino porque te lo voy a hacer con mucho amor.

Jungkook sonríe emocionado y coqueto al mismo tiempo, abriendo sus piernas al alfa para que actuara de una buena vez. Este recorre con su mirada sus piernas y comienza acariciarle los muslos.

—¿Alguna vez te dije lo lindas que son tus piernas?

—Lobito... ya no quiero jugar.— dice Jungkook abultando sus labios y mirándolo suplicante nuevamente.

—¿Qué quieres?

—A ti. Dentro mío. Ahora.

Taehyung ríe por lo atrevido que éste era. Su lobo apoyaba completamente al omega pero él había extrañado tanto tenerlo cerca que quería divertirse unos momentos más, quería admirar cada parte del omega primero.

Toma por los elásticos al bóxer del omega y lo saca completamente escuchando un suspiro de alivio en el omega.

—Date la vuelta.

Jungkook sin protestar voltea y Taehyung se recuesta sobre la espalda descubierta dejando muchos besos sobre su nuca.

—¿Es en serio?— pregunta entre risas Jungkook.

—Es que eres tan lindo y te quiero tanto. Quiero que sientas cuanto te amo.— dice el alfa bajando sobre la espalda del omega dejando besitos en cada centímetro de piel.

—Me duele Lobito.— le dice el omega con su mirada de cachorrito y termina por acceder a las peticiones de su omega.

—Pero en otro momento me dejaras tomarte a mi tiempo.— levanta las caderas del omega para tener mejor acceso e introduce su primer dedo, el cual ingresa sin problemas debido a lo lubricado que ya se encontraba Jungkook.

—Si... si, en otro momento te dejo jugar.

—¿Si qué?— le dice Taehyung ingresando un segundo dedo en el interior del omega intentando ser demandante pero solo obtiene la risita de este junto con un gemido.

—¿Te das cuenta que eres adorable cuando intentas ser demandate?

—¿Quieres que vaya a la acción o no?

—Diablos, si.

—¿Si qué?— repite.

—Si Taehyung.

—No, así no.

—Si Lobito.

Taehyung sonríe enormemente e ingresa un tercer dedo dentro del omega ingresando muy fácilmente también. Jungkook estaba más que preparado para recibirlo. 

Saca sus dedos del interior del omega para llevárselos a la boca. Le encantaba el sabor a lubricante de Jungkook, aún con su mano empapada de su lubricante queda inconforme, por lo que termina por lamer las piernas y entre las nalgas del omega limpiándole un poco del exceso.

—Volteate— le dice luego de terminar de limpiarlo, con voz autoritaria debido a que su lobo no lo aguantaba más y estaba demandado tomar el control.

Jungkook asiente completamente sumiso y agitado volviendo a quedar boca arriba y abriendo sus piernas para que el alfa estuviera entre ellas. Taehyung se desnuda a velocidad luz y luego se alinea sobre su entrada comenzando a ingresar lentamente sin despegar sus ojos del rostro y las expresiones del omega.

Cuando ingresa en su totalidad Jungkook rodea sus caderas con las piernas para que no se alejara de él.

—¿Te molesta que haya entrado sin condón?— le pregunta y Jungkook niega frenéticamente.

—Tomo anticonceptivas.

Una mínima decepción hay en su interior al oir eso pero asiente, su lado racional entendía que lo mejor era esperar hasta que ambos estén graduados, que tengan una casa propia en las afueras de Seúl, que estuvieran casados y luego de viajar y disfrutarse mucho solo ellos dos, recién allí podrían buscar a sus cachorritos. Taehyung tenía una imaginación increíble y muchas veces se perdió en ella imaginándose todo el futuro que le esperaba junto al omega que estaba debajo suyo.

Sale solo un poco del interior del omega para luego ingresar completamente en una estocada. Jungkook lo miraba con los ojos brillosos y los labios entreabiertos mientras Taehyung salía y entraba, no podía evitar rozar sus narices e incluso sus labios a medida que aceleraba con sus embestidas.

Luego de un par de ellas siente al omega arquear la espalda con un gemido, haciéndole saber que había dado en el lugar justo por lo que las siguientes embestidas las hace directamente allí, dejándose guiar por su parte animal y perdiendo casi por completo el control sobre su cuerpo.

Mientras más embestía mayor era la inclinación del cuello de Jungkook por lo que lleva su boca allí chupando y mordiendo junto a sus embestidas sin dejar una verdadera marca todavía.

—Marcame.— le dice Jungkook suplicando.

Se moría por hacerlo y con lo poco de control que tenía le pregunta si de verdad estaba seguro que eso era lo que quería.

—Si, nunca estuve tan seguro de algo en mi vida. Marcame por favor.

Y Taehyung no iba a negarse más, no iba a sentir nunca jamás la inseguridad de que Jungkook se fuera. Deja a su lobo sacar los colmillos y los clava justo sobre el lado izquierdo del cuello del omega, justo en la unión entre su cuello y su hombro.

Inmediatamente siente sus aromas mezclarse, siente los latidos y la felicidad del omega debajo suyo. Siente lo mucho que éste lo ama, haciéndolo feliz de que sea tanto como él lo hacía. Comparten ese momento siendo solamente uno por unos segundos hasta que Taehyung se libera en el interior del omega anudándolo, así no tendría que separarse de él por unos largos minutos, lo que lo hacía aún más feliz.

Jungkook había acabado anteriormente, al sentir los colmillos del alfa clavarse sobre su cuello. Se encontraba soltando pequeñas lágrimas mientras el alfa continuaba lamiendo la herida para curarla.

Al fin, pensaban los dos en esa posición. Al fin se tenían completamente, al fin tenían la certeza de que sería para siempre y para Jungkook era tan placentero ese sentimiento, el de que ese alfa estaría a su lado en cada momento de su vida y no podía evitar el sentimiento de sentirse nuevamente afortunado.

—Taehyung... te amo tanto mi amor— dice acariciando su cabello mientras éste seguía sobre su cuello.

Se separa de su cuello para mirarlo a los ojos y adora verlos tan brillosos, tan cargados de amor como seguramente los suyos también se encontraban. Ambos se admiran mientras que se acarician esperando a que el nudo desapareciera y cuando lo hace Taehyung sale de Jungkook y se recuesta a su lado atrayéndolo como peluche como le gustaba.

—¿Pueden ser cuatro cachorros?— le pregunta dulcemente sobre su oído.

Jungkook se ríe por lo adorable que era ese alfa. Lo mira desafiante y lo toma por la nuca para atraerlo nuevamente hacia sus labios. —ganate a ese cuarto cachorro Lobito.


Tal y como Taehyung lo había soñado, se había cumplido. Habían terminado la universidad, consiguieron trabajo y luego de ahorrar por unos años, se compraron una casa en una zona boscosa a las afueras de Seúl con un gran patio en donde sus cachorros podrían criarse con total libertad.

La única falla en su plan es que Jungkook había quedado embarazado en su último año de universidad, por lo que necesitaron la ayuda de sus madres y de sus tías para la crianza del pequeño Soobin mientras ambos trabajaban para poder darle un futuro mejor que el de un pequeño departamento a su pequeño cachorro.

Se habían esforzado mucho en darle una buena vida al pequeño, habían trabajado duro durante muchos años hasta por fin poder comprar su tan deseada casa en donde podrían seguir haciendo crecer a su familia.

Y así fue, en el cumpleaños número veintisiete del alfa, Jungkook le había regalado una remera en la que tenía estampada la ecografía de su segunda cachorrita haciéndole nuevamente el hombre más feliz del universo con la noticia.

Yuna había venido completamente sana al mundo causándole un alivio inmenso a la familia, ya que esas cosas eran inevitables de no temer al momento de traer a otro niño al mundo.

Pocos años después, llego la pequeña Somi a sus vidas siendo según Jungkook la ultima, pero por fortuna no fue así ya que al poco tiempo vino Jungwon a alegrarles la existencia.

—Esta vez si es el último Lobito— le dice Jungkook sobre la cama nuevamente invitándolo a anudarlo. —Te daré los cinco que me pediste en un inicio.

Jungkook también quería, adoraba a sus cuatro cachorritos y descubrió un amor inmenso a la idea de tener una familia numerosa, siendo algo que también deseaba con locura.

Taehyung asiente feliz, su familia era lo que más amaba en el mundo y el omega debajo suyo seguía siendo parte de cada uno de sus sueños, desde levantarse a su lado cada día hasta dándole a sus revoltosos cachorritos.

—¿Cómo están mis seis preciosos sobrinos?— grita Yugyeom con los brazos abiertos esperando a que vayan a saludarlo —¿extrañaron al tío Yugy?

No recibe contestación de ninguno de sus sobrinos excepto por la pequeña Yuna de cinco años, quien era la que más adoraba a su tío y disfrutaba de las visitas de éste.

—¿Tus hermanos me odian verdad?— le pregunta alzando a la pequeña en brazos mientras ingresa a la casa con Jackson detrás de el.

—Es que dicen que eres muy pesado, pero yo siempre te defiendo cuando no estas tío.— la pequeña le sonríe orgullosamente y lo abraza más fuerte refugiándose en el pecho de su tío favorito.

—¡Tío Jackson!— gritan Soobin, Somi y Jungwon corriendo hacia el otro alfa.

Yugyeom rueda los ojos ofendido como siempre por la preferencia de los cachorros hacia su pareja en lugar de él. 

—Tu eres la que tiene mejor gusto Yuyu.— le dice a la pequeña Yuna en brazos quien esboza una sonrisa enorme, feliz de tener a su tío en casa —¿Dónde esta papi Koo?

—Esta cuidando de Sunoo y Ryujin mientras papi Tae hace la cena ¿te quedaras a cenas cierto? quiero mostrarte la nueva voltereta que tío Jimin me enseñó a hacer.

—Claro amor, tío Jackson y yo nos quedaremos a cuidarlos.

Yuna comienza a reír felizmente y asiente —¿podemos acampar en el patio?

—No creo que a tus hermanos les guste, ya sabés cómo se ponen Soobin y Jungwon.

—Ellos pueden quedar en la sala con tío Jackson mientras nosotros vamos al patio.

—Pero yo también quiero estar con tío Jackson— grita la pequeña Somi de cuatro años.

—Yoongi los puso en mi contra ¿verdad?— pregunta el alfa ofendido con el otro alfa. Su rivalidad había comenzado luego de volver de Hong Kong y ver que Jungkook pasaba mucho tiempo con él poniendo en riego su puesto como mejor amigo.

—Claro que no tío, tío Yoonie es un amor.

—Tú no me cambies por el como lo hizo tu papi.— la niña sonríe y niega frenéticamente con la cabeza —y no le digas a papi Koo que dije eso, tu sabés que le molesta que discuta con Yoongi.

Ella asiente frenéticamente y se baja de los brazos de su tío —papi Koo dijo que eres muy dramático y celoso.

—¿Papi Koo dijo eso?— le pregunta a la pequeña ofendido y ésta asiente —Pues dile que la próxima llame al tío Yoonie para que pase la noche con sus cachorros.

—Kim Yugyeom, deja de meter a mis hijos en tus dramas— dice  Jungkook bajando las escaleras con Sunoo y Ryujin en brazos.

—Pero mira cuanto crecieron los pequeños, ya casi falta nada para que cumplan un año y se conviertan en revoltosos como el resto de tus hijos.

—¡Tío!— dice ofendida Yuna.

—Tu no cielo, tu eres mi favorita. Hablo de tus hermanos que tiene mal gusto al preferir al tío Jackson antes que a mi.

—¿Terminaste con tu drama?— le pregunta Jungkook y él rueda los ojos, asintiendo completamente ofendido.  Estira sus brazos para que su amigo le pasara a los preciosos mellizos, deseando cargarlos.

—Son tan hermosos Kooko, tienes una familia tan preciosa.

Jungkook le sonríe enormemente y asiente, orgulloso y completamente de acuerdo con él. Al rato sale Taehyung de la cocina y lo saluda abrazándolo fuertemente como siempre que se veían. Llevaba una amistad especial con el alfa de su amigo, una amistad y complicidad, ya que ambos sabían cuánto contribuían en la sonrisa que el omega llevaba en el rostro todos los días.

—¿Se irán luego de cenar?— les pregunta cuando están todos reunidos en la sala.

—No, la cena la prepare para ustedes. Quiero llevar a Koo a cenar a otro lado— le dice Taehyung con Jungkook sentado encima suyo haciéndose cariñitos.

Era muy tierno ver como luego de tantos años, ambos seguían teniéndose el mismo cariño que cuando se conocieron en el instituto hace ya quince años.

Ambos suben a cambiarse para luego despedirse uno por uno de sus cachorritos.

—Llamame cualquier cosa Yug.

—Ya te dije cinco veces que si Kook.

—Estoy nervioso ¿si? es la primera vez que los dejamos solos.

—No están solos, estarán con el mejor tío del universo.— Jungkook lo mira preocupado y el solo suspira revolviendo el cabello de su amigo. —Que los voy a cuidar, sabés que los amo como si fueran míos Kooko.

Jungkook suspira un poco más tranquilo y se acerca para darle un corto abrazo —Gracias por hacer esto Yugy.

—Cuando quieras Kookie, solo usen protección esta vez. No queremos un séptimo cachorro.

Jungkook ríe y se separa, volviendo a despedirse de todos sus cachorritos y dirigiéndose a la calle donde su precioso alfa estaba esperándolo.

—¿Adónde iremos Tae?— pregunta Jungkook una vez dentro del auto. El alfa solo le había dicho que era una sorpresa y no quería que el omega lo descubriera.

Había estado planeándolo desde hacia cerca de un mes, con todos sus amigos y familiares como cómplices. El único que todavía no estaba enterado era Jungkook y le alegraba que así sea, ya que se había esforzado tanto en que no lo descubriera hasta que él se lo dijera.

—Escucha Koo, no vayas a alterarte ¿si?

—Ay no Taehyung— dice suspirando con los ojos cerrados y recostándose sobre el asiento. —ya me altere, solo dime qué sucede.

Taehyung sonríe y niega con la cabeza —no nos estamos yendo solo por esta noche, le pedí a Yugyeom que se quedara todo el fin de semana con los cachorros.

Jungkook abre enormemente los ojos y niega con la cabeza —Mala idea, malísima idea.

—Koo, tu sabés que lo cuidan bien y aunque Soobin, Somi y Jungwon digan que lo odian, en realidad lo adoran.

—¿Pero tres días Tae? ¿para qué?

—Veras... ¿recuerdas el campamento junto al lago 192 que fuimos en el instituto?— Jungkook lo mira sorprendido y asiente —alquilé la casa de allí.

—¿Lo hiciste?— pregunta el omega con los ojos lagrimosos, allí era donde todo había comenzado, el lugar en el que se habían besado por primera vez, en donde se habían confesado y donde Jungkook lo cortejo durante quince segundos.

—Si bebé... Quería algo especial ya que pronto se cumplen quince años desde que nos conocimos.

Jungkook sonríe conmovido y asiente, feliz de que el alfa siguiera siendo igual de adorable que cuando lo conoció.

Llegan casi a medianoche y Taehyung baja el equipaje que a escondidas del omega había guardado junto con una canasta y una manta, en donde había preparado la cena para ellos. Quería que tuvieran una cena con la luz de la luna en la misma fogata en donde habían estado la última vez.

Dejan el equipaje en la que sería su habitación y luego con la canasta y una manta, comienzan a caminar cerca del lago hacia donde estaba la fogata.

Es Jungkook quien la enciende ya que Taehyung seguía sin ser fanático de la naturaleza. Él se dedica a preparar la manta y sacar las cosas que había estado preparando para el omega.

—¿Cocinaste todo tu Tae?

El asiente orgulloso de todo el arduo trabajo que había estado haciendo, sobre todo al ver lo feliz y conmovido que se encontraba Jungkook, hacía que todo valiera la pena.

Jungkook se sienta junto a él, ayudándolo a sacar las cosas y comen todo lo que Taehyung había preparado. 

—Gracias por esto Lobito. Es muy tierno todo lo que haces por nosotros.

—No es nada Koo, de verdad no es nada en comparación con todo lo que tu me diste.

Jungkook tenía lágrimas en los ojos y las deja salir, acercándose al alfa que tanto amaba y sentándose sobre sus piernas para rodearlo con ambos brazos.

—Eres el mejor del universo. No hay día en que no agradezca a la diosa luna porque seas mi destinado.

Taehyung limpia las lágrimas de las mejillas del omega aunque él también tenía las propias. —Tu siempre hablas de cómo yo te cambié la vida Koo, y tu no te imaginás cómo cambiaste la mía. Yo no tenía nada, no era nada. Sabía que quería estudiar ingeniería pero solo eso, mi vida era ir al instituto, volver y estudiar matemáticas, leer mangas y jugar videojuegos, solo eso. Tu me diste un propósito, una razón de ser. El día que te vi charlando junto a Yugyeom desde la distancia mi vida dio un giro de 180°, cambiaste mi vida Koo.

Jungkook, quien estaba llorando sin poder controlarse debido a las palabras del alfa lo abraza y se refugia sobre su cuello mientras acariciaba los cabellos de su nuca.

—Eres lo mejor que me pasó en la vida. Cada cosa que hago, cada decisión que tomo, todo lo hago pensando en ti. Tu me diste todo.

—Lobito...— dice Jungkook sollozando sobre su cuello —Te amo, te amo tanto. Me amas mucho más de lo que alguna vez esperé que alguien lo hiciera y te voy a estar eternamente agradecido.— se separa de su cuello para poder mirarlo a los ojos, los cuales estaban cubiertos de lágrimas al igual que los suyos. —en todas mis vidas te voy a esperar, lo prometo.
























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