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023

Esa, había sido la semana más larga desde que Taehyung tiene memoria.

No había día en que no intentara hablar con Jungkook. Este siempre lo esquivaba o no se separaba de Yugyeom ni de Jackson, quienes lo fulminaban con la mirada de solo intentar acercarse.

No tenía idea de lo que había pasado y se sentía pésimo, trataba de encontrar alguna lógica a por qué Jungkook se comportaba así y no la había. Hasta donde él tenía entendido un día estaban muy bien, Jungkook estuvo muy cariñoso y le dijo que se alegraba de tenerlo cerca y al otro ya no le hablaba.

En ese momento, Taehyung se encontraba revisando que todo estuviera en su bolso, ya que ese fin de semana lo iban a pasar junto al lago 192 en una especie de campamento.

Taehyung odiaba los campamentos, odiaba la naturaleza, la humedad, los mosquitos, acampar. Sentía que para algo se avanzó con la tecnología y no entendía la razón para querer volver al bosque donde sus antepasados lobunos se habían criado.

Namjoon y Jimin estuvieron muy cerca de él esos días. El primero haciéndole entender que quizás Jungkook no estaba pasando por un buen momento o estaba intentando procesar algo alejado de él. Y el segundo, diciéndole que lo mejor sería avanzar y dejar atrás sus sentimientos por el omega.

Para Taehyung esa ni siquiera era una opción, no sin antes intentar hablarlo al menos. Pero había que admitir que se encontraba cada vez más triste y su lobo se sentía cada vez más miserable, haciéndolo sentir mal físicamente.

Namjoon pasó por él ese día como le había prometido para ambos ir al instituto, donde esperarían al autobús que los llevaría hasta el lago que estaba a un par de horas de la ciudad.

Era un viernes muy temprano, aún ni siquiera salía el sol, por lo que Taehyung se despidió de sus madres aún dormidas y tomó su bolso para irse al instituto junto al alfa.

Al llegar al instituto, había varios estudiantes de último año esperando a que el autobús llegase. Taehyung vio a Seokjon y Jungkook charlando a la distancia y se alegró cuando Namjoon dijo para ir con ellos.

Nuevamente tuvo la esperanza de al menos poder cruzar algunas palabras con el omega, con quien no compartía nada desde hace días. Comenzó a caminar un poco emocionado hacia ellos pero Jungkook en el instante en que vio a Taehyung acercarse se alejó rápidamente en dirección contraria.

El lobo de Taehyung lloraba, le insistía en que hiciera algo y no deje a su omega estar así de distanciado.

Para el alfa era insoportable estar tanto tiempo lejos de aquel aroma que tan loco lo volvía. Necesitaba tanto sentir a Jungkook cerca, era como si una vez que pudo tocarlo y abrazarlo, ya se había vuelto automáticamente como una droga para él, se hizo dependiente y necesitaba tenerlo cerca todo el tiempo.

Y Jungkook no se lo permitía. No podía acercarse en contra de la voluntad del omega tampoco, por lo que se mantendría al margen siempre y cuando así él lo quisiese. Simplemente respiraba el aire que algo del aroma del omega guardaba y se esforzaba en que eso traiga algo de alivio a su lobo.

—Hola Tae, ¿traes tu carpa?— pregunta Seokjin sacandolo de su ensoñación.

—¿Qué? ¿No la iba a traer Nam hyung?— pregunta alarmado y tanto Nam como Jin se ríen.

—Si, tranquilo. Solo quería cambiar tu mirada triste.

—Ya... —dice Taehyung haciendo una mueca y mira desde la distancia a Jungkook, quien estaba solo a un costado sin siquiera mirar en su dirección.

—Escucha, todo va a mejorar ¿si? Tendrás muchas oportunidades para hablar con él.

Taehyung solo asiente aunque para ser sincero, no le creía. Toda la semana Seokjin estuvo tratando de hacerle creer que pronto hablarían y tendría tiempo de decirle a Jungkook lo que sentía. Pero no pasaba, el omega se alejaba más y más y Taehyung ya no creía que le correspondería algún día.

El autobús llegó a los pocos minutos y los estudiantes empezaron a subir. Namjoon fue amable con él, ofreciéndole sentarse juntos para que no se sintiera tan patético por tener que sentarse solo.

Creyó que Jungkook iba a sentarse junto a Yugyeom, ya que toda la semana los vio muy juntos pero se sorprendió cuando vio a Yugyeom junto a Jackson y a Seokjin yendo hacia el fondo del micro junto a Jungkook.

Cuando encuentran dos asientos vacíos, Taehyung saca una almohada y una manta que guardaba en su bolso y lo deja en su asiento para luego guardar sus cosas en un estante arriba de los asientos.

Se acomoda en su lugar y se cubre con la manta para así cerrar los ojos, decido a dormir todo el camino, un poco más tranquilo ya que para su lobo era fácil distinguir el aroma de Jungkook encerrado en un mismo espacio, más allá del resto de aromas que abundaba en ese autobús.

Casi al instante se durmió, verdaderamente pudo encontrar un poco de comodidad de su interior al sentir un leve aroma a fresas cerca suyo. Su lobo sentía la necesidad de frotarse, de impregnarse de ese aroma y movía la cola de solo pensar en que una situación así pasase.

Su siesta no duró mucho ya que solo unos pocos minutos después se vio interrumpida por Seokjin quien lo sacudía lentamente.

—Taehyung...

—Mmm —se queja el alfa y se tapa el rostro con la manta no queriendo despertar de aquella tranquilidad —¿qué quieres?

—¿Podemos cambiar de lugar? — eso hizo que el alfa se destapara automáticamente y mirara sorprendido a su hyung.

—Pero Jungkook...

—Está durmiendo, tranquilo, no dira nada. Si se enoja volvemos a cambiar.

Eso no tranquilizaba al alfa, pero se encontraba tan desesperado por tener al omega un poco más cerca nuevamente que aceptó.

Tomó su almohada y su manta y se dirigió a unos asientos más atrás, donde vio al omega junto a la ventana abrazando a su almohada.

El corazón de Taehyung se invadió de ternura. Jungkook era tan precioso, y verlo así, como un niño mientras dormía hizo que todo en él quisiera protegerlo y cuidarlo siempre.

Quería ser todo para Jungkook, darle todo lo que estuviera a su alcance para que este siempre esté bien y lamentaba tanto que el omega no lo dejara formar parte. Se había enamorado tan profundamente que solo quería llorar cada vez que veía a Jungkook ignorandolo.

Tomó su manta y cubrió al azabache, para que no pasara frío ya que el aire encendido dentro del micro estaba un poco fuerte. Observo cómo el azabache se cubrió y abrazó la manta, comenzando a olfatearla y ronronear aún dormido.

Taehyung sonrió algo triste y con algo de duda, comenzó a acercar su mano para acariciar al omega.

—Me pregunto cuándo dejaras de ser tan estúpido.

En ese momento Taehyung se da cuenta de que quién se encontraba sentado en los asientos detrás de ellos era Jimin, quien no se veía para nada feliz de verlo allí junto al omega.

—¿Qué hice?— pregunta confundido el alfa.

—Sigues mendigando donde no deberías y solo te haces daño Taehyung.

—Solo le puse una manta encima.— miente y se aleja hacia su asiento junto a Jungkook, abandonando completamente la intención de mimar al omega.

—Y accediste a cambiar de lugar.

Taehyung suspira algo molesto —Jimin, tu no conoces a tu destinado, no lo entenderías.

—Taehyung... yo te lo digo porque te quiero. Solo te harás daño si sigues así, temo que enfermes por la tristeza de tu lobo.

—¿Qué quieres decir?

—Él no te quiere, Tae. No como tu.— Jimin intenta levantarse y tomar la mano del alfa pero este no se lo permite —Lo que estás buscando es que te rechace feo y te termine de romper el corazón.

Taehyung entendía a lo que se refería su amigo, pero no podía hacerlo, necesitaba que Jungkook de verdad lo rechace antes de abandonar completamente la idea de seguir junto al omega.

—Jimin, sé que lo dices porque me quieres e intentas cuidarme. Pero entiendeme, a mi Jungkook me gusta mucho, me duele mucho estar lejos de él.

—Lo sé, Tae. Siento mucho tener que ser así de cruel contigo, pero entiende que te lo digo porque te quiero y voy a lamentarlo mucho, pero voy a estar contigo y no te voy a dejar enfermar ni hundirte en la depresión cuando Jungkook te rechace.

Taehyung sentía mucha impotencia y ganas de llorar en ese momento, le dolía el pecho de una forma horrible y se estaba esforzando para que no se le quiebre la voz en ningún momento.

Solamente asiente a su amigo y le da la espalda con la intensión de ahora si sentarse —cuando lo haga, cuando Jungkook me diga que no le gusto, lo voy a dejar en paz, lo prometo. —dice y se sienta en el asiento junto a Jungkook dandole la espalda al azabache y abrazando su propia almohada.

Odiaba sentir que Jimin tenía razón. Odiaba sentir que dio todo de él. Hizo lo que pudo con su basto conocimiento en el tema del coqueteo para intentar que el omega sintiese lo mismo y se sentía mal por no haber sido suficiente, de no ser un buen alfa para que Jungkook se enamorara también de él.

Permitió a las primeras lágrimas salir antes de hundir su rostro en la almohada para que nadie lo viese.

Su interior dolía horrible, sentía a su lobo llorar angustiado y Taehyung no podía soportar sentirse tan inútil.

El aroma de Jungkook comienza a intensificarse, siendo poco a poco más perceptible para Taehyung. Más allá de tener su nariz enterrada en la almohada, sentía ese calor abrasador que calmó la angustia de su lobo y hasta sus propias lágrimas.

Se destapa el rostro para poder sentirlo mejor y siente como Jungkook lo abraza por la cintura, posicionándose justo atrás de él por lo que puede sentir todo el calor abrasador del omega envolviendolo.

Automáticamente se siente consolado. En casa. Jungkook comienza a frotar su nariz en su nuca bañandolo de su tan dulce aroma y comienza a dejar besos en su cuello mientras con sus manos acaricia lentamente su torso.

Taehyung siente como pierde el control de su cuerpo y se deja llevar por la paz que le comienza a invadir. Su corazón se tranquiliza por fin luego de días, quitándose un peso de encima y Taehyung permite a sus instintos simplemente salir.

—Claro que me gustas, alfa torpe. ¿Como pudiste pensar que te iba a rechazar?






















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