Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 4

NICKI

Me encuentro en la bulliciosa cafetería del circuito en Bahréin, sumergida en el aroma tentador de mi café, mientras la impaciencia se mezcla con la anticipación en mi pecho. Mis ojos escudriñan una vez más la entrada del paddock, preguntándome cuándo decidirá Logan Bauer hacer acto de presencia. Mientras tanto, repaso meticulosamente mi lista de actividades para el día.

El fin de semana de carreras se despliega ante mí en tres emocionantes jornadas: prácticas libres, clasificación y la gran carrera. Cada momento de este frenesí ocurre entre el viernes y el domingo, y cada segundo cuenta en esta atmósfera cargada de adrenalina y competencia.

Han pasado casi tres semanas desde que empezamos a trabajar juntos, o mejor dicho, a intentarlo. Nuestra relación sigue siendo tan volátil como en nuestra infancia, marcada por discusiones y bromas pesadas que parecen perseguirnos a todas partes. Solo que ahora, esas bromas pesadas han evolucionado en comentarios cargados de sarcasmo e ironía, tanto de parte de Logan como de la mía.

Nos desafiamos mutuamente en cada interacción, como si estuviéramos atrapados en un ciclo interminable de rivalidad. Cada conversación se convierte en una oportunidad para lanzar pullas ingeniosas o comentarios mordaces, y aunque tratamos de mantener la compostura, la tensión entre nosotros es palpable para cualquiera que nos observe.

Es curioso cómo, a pesar de nuestra enemistad, intentamos mantener una fachada de profesionalismo frente al resto del equipo. Cuando estamos rodeados de otros miembros del equipo, nuestras interacciones son fluidas y cordiales, aunque la tensión entre nosotros sigue siendo palpable. Es solo cuando estamos solos que la verdadera naturaleza de nuestra relación sale a la luz, creando un juego peligroso de miradas desafiantes y palabras afiladas.

Miro el reloj y me doy cuenta de que Logan está llegando tarde, como siempre. Sus retrasos no hacen más que aumentar mi frustración, pero sé que debo mantener la compostura. Suspiro y doy otro sorbo a mi café, preparándome mentalmente para otro día de desafíos y confrontaciones con el intrépido piloto que tengo como cliente.

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de mi celular. Lo saco de mi bolso sonriendo al ver en la pantalla el nombre de mi madre, acompañado de una foto de ella sonriendo en un jardín soleado.

—Hola, mamá —respondo con una sonrisa cálida, intentando transmitir calma a través de mi voz mientras observo a mi alrededor, esperando ver a Logan aparecer.

Con Logan habíamos quedado en llegar al circuito a las 9.30 de la mañana para hacer unas fotos de él en el circuito.

—Hola, cariño. ¿Cómo estás? ¿Todo bien por allá? —su voz suena cálida y reconfortante al otro lado de la línea.

—Sí, mamá, todo está bien. Estoy en el circuito, lista para otro día de trabajo —le aseguro, tratando de transmitirle tranquilidad a través del teléfono.

—Tu padre me contó que estás trabajando con Logan. ¿Cómo va todo entre ustedes?

Dejo escapar un suspiro, sabiendo que esta conversación inevitablemente girará hacia el tema de Logan. —Logan es... desafiante, como siempre —respondo, tratando de encontrar las palabras adecuadas para describir nuestra complicada relación laboral.

Mamá suelta una risita melodiosa. —Cariño, no seas exagerada. Tú tampoco le hacías la vida fácil que recordemos.

—¡Mamá! —exclamo con frustración, recordando todas las peleas infantiles que tuvimos Logan y yo. —Él siempre comenzaba.

Pero, por supuesto, mamá no puede resistir la oportunidad de recordarme que no soy del todo inocente en esta situación. Su risa suena a través del teléfono, y aunque su tono es ligero, sé que también hay una pizca de verdad en sus palabras. Siempre lo hay.

—No recuerdo que fuese siempre así, Nicki. Recuerda que ambos han crecido desde entonces. Tal vez sea hora de dejar atrás esas viejas disputas infantiles y darle una oportunidad a Logan. ¿Quién sabe? Podrían sorprenderse el uno al otro —me aconseja mi madre.

Dejo que sus palabras resuenen en mi mente por un momento. ¿Dejar atrás nuestras viejas disputas? Suena bonito en teoría, pero en la práctica, con Logan, es mucho más complicado de lo que mi madre parece entender.

—Mamá, tengo que irme. Logan está llegando. Te llamo en la noche.

—Bueno, no te entretengo más. Cuídate mucho, y disfruta de esa experiencia ¿vale?

—Gracias, mamá. Te quiero mucho.

—Y yo a ti, Nicki. Hablamos luego. Adiós.

Cuelgo la llamada con un suspiro frustrado, poniéndome de pie con determinación antes de abordar a Logan. Está a punto de recibir una buena dosis de mi irritación, y no puedo permitir que su tardanza pase desapercibida. Camino hacia él con pasos firmes, mi mandíbula tensa y mis manos crispadas a los costados.

—¿Sabes qué hora es, Logan? ¡Llegas 45 minutos tarde! No me diste tiempo para sacar las fotos. Por eso te pedí que llegaras antes... —exclamo con voz firme, mis brazos cruzados sobre mi pecho en un gesto de frustración y autoridad.

Logan levanta una ceja con una sonrisa socarrona, su expresión desafiante mientras me interrumpe antes de que pueda continuar con mi reprimenda. Su actitud arrogante solo sirve para encender aún más mi irritación.

—Primero que todo, buenos días... —responde, su tono lleno de insolencia, interrumpiéndome una vez más. —Que yo recuerde no dormimos juntos, para que no me saludes.

Su comentario, lleno de arrogancia y burla, me hace apretar los puños con furia. ¿Cómo puede ser tan desconsiderado? Sé que está intentando sacarme de mis casillas, y lo está logrando con creces.

—¡Eso no tiene gracia, Logan! —mi voz resuena con un toque de indignación mientras lo veo pasar a mi lado, hacia las oficinas de Aether. Sin perder el tiempo, aprieto el paso para caminar a su lado, mi expresión tensa y mis pasos determinados. —¿En serio, Logan? —mi voz adquiere un tono más crispado, incapaz de ocultar mi enojo. —¿Es esta tu idea de profesionalismo?

Sus ojos brillan con diversión ante mi reacción, su sonrisa desafiante provocando un escalofrío de frustración a lo largo de mi espalda. Me enfrento a él con determinación, sabiendo que debo mantener la calma si quiero enfrentarlo efectivamente.

—Bueno, princesa, supongo que tienes razón. No es profesional llegar tarde —responde con una sonrisa desafiante, aumentando aún más mi irritación.

Aprieto los dientes con fuerza deteniéndome.

—¡Deja de burlarte, Logan Bauer! —le grito, sintiendo cómo la rabia se acumula en mi pecho. Pero él continúa caminando como si nada, como si mis palabras no le afectarán en lo más mínimo.

Con un suspiro frustrado, me doy la vuelta chocando con otro de los pilotos que viene llegando al circuito.

—¿Problemas en el paraíso? —pregunta con una sonrisa, revelando una hilera de dientes perfectos.  —Soy Ian. —Se presenta estirando su mano para que la estreche.

—Esto parece más un infierno que un paraíso. —respondo con sinceridad, devolviéndole el apretón de manos. —Soy Nicki.

—Nicki, un placer conocerte. ¿Eres su novia? —pregunta Ian con curiosidad mientras caminamos juntos hacia las oficinas.

La pregunta de Ian me saca una risa irónica. ¿Novia de Logan? Esa es una idea que preferiría evitar a toda costa.

—¡Dios no lo quiera! —respondo con un tono sarcástico, intentando desviar la conversación lejos de cualquier insinuación romántica. —Solo soy la oficial de prensa y creadora de contenido de Logan.

—Entiendo —responde Ian, con una sonrisa comprensiva. —Bueno, siempre es interesante trabajar con personajes coloridos como Logan.

Asiento, agradecida de que Ian no profundice en el tema. No estoy segura de querer compartir detalles sobre mi relación con Logan, especialmente con alguien que acabo de conocer.

—¿Cuánto tiempo llevas en esto? —pregunto, cambiando de tema.

—Este es mi cuarto año. —Ian responde con una sonrisa amigable. —¿Y tú?

—Llevo tres semanas aquí —respondo con diversión.

Ian asiente, como si estuviera procesando esa información. —Bueno, siempre es emocionante comenzar algo nuevo. Espero que te estés adaptando bien.

—Sí, definitivamente es un mundo diferente al que no estoy acostumbrada, pero estoy aprendiendo mucho —digo con sinceridad.

Ian sonríe, y su expresión es genuina. —Estoy seguro de que te irá genial.

—Gracias, Ian. Lo mismo para ti, que tengas una buena temporada.

—Gracias. Bueno, creo que tu recorrido llega hasta aquí —dice, señalando las oficinas de Aether con un gesto amistoso.

Sonrío, agradecida por la amabilidad de Ian. —Sí, supongo que sí. Ha sido un placer conocerte, Ian.

—El placer ha sido mío, Nicki. Nos vemos por ahí —se despide con una sonrisa antes de dirigirse hacia su destino.

Observo cómo se aleja, sintiéndome un poco más ligera después de nuestra conversación. Quién iba a pensar que el día comenzaría con tanta tensión y terminaría con un nuevo amigo en el circuito.

Con un último vistazo a Ian mientras se aleja, me giro hacia las oficinas de Aether, preparada para enfrentar otro día en el frenético mundo de la Fórmula 1. Al entrar, saludo al personal con una sonrisa, recibiendo algunos gestos amistosos a cambio. Camino con determinación hacia mi puesto de trabajo, repasando mentalmente las tareas que debo completar antes de la conferencia de prensa.

Sin embargo, al llegar, me encuentro con una sorpresa inesperada. Logan está sentado en mi escritorio, con los brazos cruzados detrás de la espalda, observándome con una expresión que no logro descifrar del todo. Su presencia inesperada me pilla desprevenida, y por un momento, me quedo paralizada en el umbral de la oficina.

Mis cejas se fruncen ligeramente ante su gesto de arrogancia, mis manos se tensan en puños a los costados de mi cuerpo mientras evalúo la situación. Su mirada desafiante me irrita, pero me esfuerzo por mantener la compostura, manteniendo mi postura erguida y controlada.

—¿Te has tomado la molestia de reservar mi escritorio, o simplemente te has vuelto tan arrogante que crees que puedes ocupar cualquier lugar que desees? —mi tono es sarcástico, pero mi voz suena firme, sin revelar la irritación que burbujea debajo de la superficie.

Logan sonríe con gracia, su gesto despierta una chispa de irritación en mi interior, pero me obligo a mantener la calma, manteniendo mi mirada fija en la suya, sin retroceder.

—Nicki, no seas tan dura conmigo. Solo estaba esperando tu llegada para discutir algunos detalles sobre el evento de hoy —responde con una voz suave pero cargada de descaro, su tono desafiante no pasa desapercibido para mí.

Arqueo una ceja con incredulidad, mi gesto reflejando mi descontento con su falta de puntualidad. Mis brazos se cruzan sobre mi pecho en un gesto de firmeza, mis labios formando una línea tensa mientras enfrento su mirada desafiante.

La mirada de Logan destella con una chispa de diversión, sus labios se curvan en una sonrisa desafiante mientras se inclina ligeramente hacia adelante, como si disfrutara de la situación. Un gesto de frustración escapa de mis labios mientras lucho por contener mi impaciencia.

—Llegaste 45 minutos tarde. —mi voz suena firme, dejando claro mi descontento con su falta de puntualidad.

Logan inclina la cabeza ligeramente hacia un lado, sus ojos brillan con malicia mientras responde con picardía:

—¿Qué puedo decir? La puntualidad no es precisamente mi punto fuerte —responde con una voz suave y cargada de burla, su tono burlón resuena en el aire, desafiante y provocativo.

Rodando los ojos con exasperación, respondo con un tono lleno de sarcasmo: —Eso ya lo he notado. Pero aquí estamos, así que adelante, cuéntame cuál es tu excusa esta vez por llegar tarde.

Mi respuesta parece picarlo, y una leve mueca de irritación cruza su rostro antes de que recupere su habitual expresión de confianza. Sus manos se abren en un gesto de indiferencia, como si estuviera desviando mi molestia con facilidad.

—¿Excusa? ¿Para qué necesitaría una excusa cuando puedo simplemente culpar al tráfico o a la impredecible naturaleza del universo? Después de todo, ¿no dicen que la impuntualidad es solo una muestra de mi creatividad y espíritu libre? —su tono es juguetón, como si estuviera disfrutando del juego de palabras. Sus ojos brillan con malicia, desafiándome a entrar en su juego de ingenio.

Su respuesta despierta una mezcla de molestia y diversión en mi interior. Aunque su actitud arrogante me irrita, no puedo evitar reconocer la astucia en sus palabras. Me quedo unos segundos en silencio, sopesando mis opciones antes de responder con un toque de sarcasmo:

—Oh, claro, porque todos sabemos que el universo conspira para que tú llegues tarde —respondo con un tono sarcástico, alzando las cejas con ironía. —Supongo que en ese caso, debería agradecerte por desafiar las leyes del tiempo y el espacio para estar aquí ahora mismo.

La sonrisa de Logan se amplía, como si disfrutara de nuestro intercambio de palabras tanto como yo.

—Tienes razón, Nicki. Debería aprender a seguir tu ejemplo de puntualidad y diligencia —responde Logan con un destello travieso en sus ojos, su sonrisa ligeramente irónica.

Puedo ver claramente la ironía en su expresión, pero decido no entrar en su juego. En su lugar, me acerco a él y lo empujo ligeramente del hombro, un gesto sutil pero significativo para indicar que quiero que desocupe mi asiento.

—En fin. Dejemos de lado la charla sobre el universo y hablemos de lo que realmente importa: la conferencia de prensa que comenzará en menos de una hora —digo, mi tono firme y decidido, tratando de volver al tema en cuestión.

La sonrisa de Logan se desvanece ligeramente, pero su mirada sigue centelleando con una mezcla de diversión y desafío. Observo cómo sus ojos se entrecierran ligeramente, como si estuviera evaluando mis palabras y planeando su próxima jugada.

—Claro, hablemos de negocios —responde con un tono más serio, aunque aún se percibe un dejo de sarcasmo en su voz. Se acomoda en uno de los sillones frente a mi escritorio, inclinándose hacia adelante y apoyando los codos sobre mis documentos, como si estuviera marcando su territorio. —¿Qué necesitas de mí para la conferencia de prensa?

Me sorprende ligeramente su cambio repentino de actitud, pero decido no dejar que me distraiga. Después de todo, estamos aquí para trabajar, no para continuar nuestras interminables disputas.

—Necesito que revises el horario y la agenda del evento. Asegúrate de que estés al tanto de cualquier cambio de última hora y de que estés preparado para responder a las preguntas de los periodistas de manera concisa y profesional —respondo, manteniendo mi tono firme y profesional.

Logan asiente con seriedad, aunque sus ojos todavía brillan con un brillo travieso.

—Entendido. Seré todo oídos y estaré listo para impresionar a la prensa con mi encanto y mi ingenio —dice, con una sonrisa ladina que me hace rodar los ojos.

Después de establecer los detalles para la conferencia de prensa, nos sumergimos en la preparación. Revisamos el horario una vez más, repasamos las posibles preguntas que podrían surgir y preparamos respuestas adecuadas. A pesar de nuestras diferencias, Logan muestra un nivel de profesionalismo impresionante, demostrando que puede dejar a un lado nuestras disputas personales cuando se trata de trabajar.

Mientras observo a Logan revisar los documentos, noto cómo su ceño se frunce ligeramente en concentración, creando pequeñas arrugas en su frente.

El cambio físico de Logan es imposible de no notarlo: su figura se ha esculpido con los años, adquiriendo una musculatura definida que resalta bajo su ropa, y por sobre todo bajo su ajustado mono de carreras. Sus rasgos han madurado, y su mirada intensa parece capaz de atravesarte con solo un vistazo. Pero es en su rostro donde reside la verdadera transformación.

Su mandíbula ahora está más angular, delineando una expresión firme y decidida. Los pómulos, antes apenas perceptibles, ahora resaltan con una definición que agrega una nota de arrogancia a su semblante. Y esos ojos... intensos, penetrantes, de color gris, como el mar en una tormenta. 

Incluso su sonrisa ha cambiado. Antes era un gesto rápido y fugaz, ahora es más lenta, más segura, como si supiera que tiene el poder de desarmarte con solo una curva de sus labios, y las sonrisas que me lanza reflejan peligro y emoción.

Me doy cuenta de que he estado observándolo durante demasiado tiempo cuando sus ojos finalmente levantan la mirada de los documentos y se encuentran con los míos. Por un instante, hay una chispa de sorpresa en su mirada, como si hubiera notado mi atención intensa. Una oleada de calor me sube por el cuello, y desvío la mirada rápidamente, sintiéndome atrapada en el momento incómodo.

Intento mantener la compostura mientras observo los papeles dispersos sobre la mesa, tratando de disipar la incomodidad que se ha instalado en el ambiente tras el breve intercambio de miradas con Logan. Mi corazón sigue latiendo con fuerza, como si intentara escapar de mi pecho, pero me obligo a respirar profundamente y mantener la calma.

—Bien, supongo que debería dejarte en tus asuntos —Logan rompe el momento con un gesto casual, como si nada hubiera sucedido entre nosotros. Me siento aliviada por su actitud despreocupada, pero al mismo tiempo, me pregunto si acaso ha notado mi reacción nerviosa.

—Nos vemos en la conferencia de prensa.

—Sí, claro. Nos vemos en la conferencia de prensa —respondo con voz firme, tratando de ocultar cualquier rastro de turbación.

Justo en ese momento, Christian, el ingeniero de Logan, interrumpe apoyado en el umbral de la oficina con un comentario que capta mi atención. Levanto la mirada hacia él, frunciendo el ceño con curiosidad.

—¿Escuchan eso? —pregunta Christian.

—¿Qué quieres decir? —inquiero, buscando entender el significado detrás de sus palabras.

Christian sonríe con complicidad, señalando hacia donde Logan y yo estamos.

—Parece que hay paz. No escucho sus discusiones. Están trabajando juntos como dos personas civilizadas —explica, con una nota de sorpresa en su tono.

Una sonrisa irónica se forma en mis labios mientras asimilo sus palabras. ¿Quién lo diría? Logan y yo, trabajando juntos en armonía.

Logan retoma su postura de siempre, con una sonrisa arrogante bailando en sus labios.

—No te emociones demasiado, Christian. La paz nunca dura mucho tiempo con esta señorita —declara con una mirada burlona dirigida hacia mí.

Le devuelvo la mirada con igual dosis de sarcasmo.

—Lo mismo podría decirse de ti, Bauer. La tranquilidad no es precisamente tu fuerte.

La risa de Christian resuena en la habitación, y su comentario no se hace esperar.

—Bueno, parece que fue bonito mientras duró —comenta, sacudiendo la cabeza con una sonrisa resignada.

Sus palabras marcan el inicio de una nueva confrontación entre Logan y yo, como si estuviéramos destinados a regresar al mismo ciclo de desacuerdos y discusiones una y otra vez. A pesar de nuestros intentos por mantener la paz, la tensión entre nosotros siempre parece encontrar una manera de resurgir, recordándonos que nuestras diferencias son demasiado profundas para ser ignoradas por mucho tiempo.

≪•◦ ❈ ◦•≫

Holaaa!!!

¿Qué les pareció el capítulo?

Espero de todo corazón que está historia les guste y la disfruten 🤩

Tu apoyo es esencial para mi, así que no olvides comentar y votar 😊🙌🏻

Gracias por leer, un abrazo 🧡

Nos vemos en el próximo capitulo 🫶🏻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro