Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 37

LOGAN

Despierto con la primera luz del amanecer filtrándose a través de las cortinas de la habitación del hotel. Nicki está a mi lado, su cuerpo cálido y enredado con el mío. Abro los ojos lentamente, aún embotado por el sueño, y la encuentro acurrucada contra mi pecho, su respiración suave y constante. Un sentimiento de paz me invade, algo que no había sentido en mucho tiempo.

Me quedo quieto por un momento, disfrutando de la calidez de su cuerpo y del suave murmullo de su respiración. Mi mano se desliza por su espalda, trazando patrones invisibles en su piel mientras mi mente repasa los eventos de la noche anterior. La pasión y la lujuria aún arden en mi memoria, cada toque y cada beso grabados profundamente. La conexión entre nosotros se ha vuelto más fuerte, más intensa.

Nicki se mueve ligeramente, sus ojos parpadeando mientras despierta. Una sonrisa perezosa se dibuja en sus labios cuando sus ojos se encuentran con los míos.

—Buenos días —murmura, su voz ronca por el sueño.

—Buenos días, guapa —respondo, inclinándome para darle un beso suave en los labios. El sabor de ella aún está en mi boca, una mezcla embriagadora de deseo y ternura.

Nos quedamos así por unos momentos, simplemente disfrutando de la tranquilidad de la mañana. Pero eventualmente, la realidad comienza a imponerse. Tengo que ir al circuito, preparar todo para el día de la carrera. Aunque no quiero dejar la cama, sé que el deber me llama.

—¿Qué hora es? —pregunta Nicki, estirándose perezosamente.

Miro el reloj en mi celular. —Son las siete y media. Tengo que estar en el circuito en una hora.

Ella asiente, su expresión se vuelve más seria. —Yo también tengo que prepararme. Tengo una rueda de prensa que atender.

—¿Qué dices si tú y yo ahorramos agua? —pregunto, sujetándola por la cintura para evitar que se ponga de pie.

Nicki se niega con una sonrisa juguetona y corre hacia el baño, cerrando la puerta tras de sí. Me quedo allí riendo mientras tomo mi ropa para comenzar a vestirme. De repente, escucho un grito ahogado desde el baño y veo a Nicki salir con su cuerpo envuelto en una toalla blanca.

—Mira lo que me hiciste, Logan —dice ella, mostrándome las marcas rojas y amoratadas que dejé en su cuello.

Una oleada de excitación y orgullo recorre mi cuerpo al ver las marcas que dejé en ella.

Me acerco lentamente a ella, —¿Qué es eso? —pregunto divertido observando las marcas rojas.

Ella se sonroja levemente, pero no parece avergonzada. —Tus marcas de anoche.

—Vaya, eso sí que es arte —comento con una sonrisa pícara, apreciando las marcas.

Ella frunce el ceño. —¡No es gracioso! Nadie puede ver estas marcas. Tendré que maquillarme bien para cubrir todo esto.

Me acerco más a ella con una expresión de diversión. —Estoy seguro de que podrás hacer un buen trabajo—le doy un beso en la frente. —No llegues tarde... Eres mi amuleto de la suerte —murmuro esto último en un susurro casi ininteligible antes de salir de la habitación.

—¿Qué? —pregunta Nicki frunciendo el ceño.

Le guiño un ojo antes de salir de la habitación.

Llego al circuito y el bullicio del día de la carrera me envuelve inmediatamente. La energía en el aire es palpable, una mezcla de anticipación y nerviosismo. Encuentro un lugar para estacionar y bajo del coche, dirigiéndome hacia el paddock. Los miembros del equipo ya están trabajando, preparando todo para la jornada que tenemos por delante.

Las gradas comienzan a llenarse, el rugido de los motores resonando en el ambiente. Me encuentro con el equipo discutimos la estrategia para la carrera. La adrenalina comienza a fluir, cada detalle cuenta en un día como hoy.

Nicki llega poco después, su expresión profesional pero con un destello de complicidad en sus ojos cuando me ve. Nos cruzamos en el pasillo, nuestras manos rozándose brevemente. Su perfume me envuelve, una mezcla de flores y misterio que me hace sonreír.

—Suerte hoy —murmura, su voz apenas audible sobre el ruido.

—Gracias, guapa —respondo dirigirnos a nuestros respectivos roles. Antes que Nicki avance más la tomo del brazo delicadamente. —Ponte guapa para esta noche, porque tú y yo tendremos una cita.  —murmuro en su oído para luego alejarme por el pasillo caminando en dirección al circuito.

Estoy concentrado mirando la pista antes del comienzo de la carrera. Este momento de conexión con la pista es único, y hoy me siento con una energía distinta. Nicki me hace sentir diferente, casi completo. Me agradan las nuevas sensaciones que tengo cuando estoy con ella.

Tocan mi hombro izquierdo y me giro, encontrando a Aitana con una sonrisa.

—Hola, guapo. —saluda inclinándose para besar mi mejilla.

—Hola, Aitana. ¿Qué haces aquí? —pregunto, algo sorprendido.

—El papá de Dakota, ¿te acuerdas de ella? —asiento— fue invitado por Nexus y ella me invitó, y no pude negarme. Sabía que te vería. Y... quería volver a verte.

—Vaya sorpresa verte. ¿Cómo has estado? —pregunto con amabilidad.

—Bien, gracias. ¿Y tú? —responde, mirándome con una mezcla de esperanza y nerviosismo.

—Trabajando duro como siempre —digo con una sonrisa tranquila.

—Sé que estás por correr. Solo te quitaré un par de minutos. —dice segura.

—No te preocupes, Aitana. —respondo sinceramente.

—Quería saludarte y preguntarte si te apetece salir de nuevo, como la otra noche. Pensé que podríamos repetirlo. —pregunta, jugando levemente con sus manos. —Lo que pasó en Barcelona me hizo darme cuenta de que aún te quiero.

Sus ojos brillan con una mezcla de esperanza y algo más. Abro la boca para responder. Aitana. sonríe y se acerca un poco más. Antes de que pueda reaccionar, sus labios se posan en los míos en un beso suave pero decidido. Me quedo momentáneamente aturdido, no esperaba ese gesto tan directo. Sus labios son cálidos contra los míos, pero no hay chispa, ni pasión, solo un gesto amistoso que parece buscar algo más. Mis manos se quedan quietas a los costados mientras trato de procesar lo que está sucediendo. Aitana se separa lentamente, mirándome con expectativa, buscando una reacción que no puedo darle.

—Logan, la carrera comienza en cinco minutos. Debes ir a tu posición ahora o te penalizarán —interrumpe Christian, mirándome con seriedad desde la entrada del box.

—Lo siento, Aitana. Debo irme. Hablamos después, ¿vale? —digo, tratando de ser amable pero firme.

Aitana asiente con tristeza pero con comprensión.

—Claro, entiendo. Buena suerte, Logan —me despide con una sonrisa forzada.

—Gracias, Aitana. Nos vemos luego —respondo, antes de darme la vuelta y seguir a Christian hacia la pista.

Mis pensamientos aún están aún aturdidos por lo que acaba de suceder, pero el tiempo apremia. Antes de colocarme el casco y caminar hasta mi monoplaza, busco a Nicki por el box, pero no la veo por ninguna parte. Frunzo el ceño, preguntándome dónde podría estar mientras camino hacia la pista.

El bullicio del paddock se intensifica mientras me acerco a mi coche. La adrenalina comienza a correr por mis venas, y trato de enfocarme en la carrera. La sensación de los neumáticos sobre el asfalto, el rugido de los motores, todo se fusiona en un solo momento de anticipación. Me ajusto el casco y subo al monoplaza, dejando que mi cuerpo se acostumbre a la estrechez del asiento y la familiaridad de los controles.

El equipo se asegura de que todo esté en orden, sus rostros concentrados y llenos de determinación. Asiento hacia ellos, un gesto de agradecimiento por todo su trabajo. Las luces del semáforo comienzan a encenderse, una a una, hasta que finalmente se apagan y el rugido ensordecedor de los motores inunda el ambiente.

El coche se lanza hacia adelante, mis sentidos agudizándose mientras navego por la primera curva. La tensión y la emoción de la carrera me envuelven por completo, cada movimiento calculado y preciso. A medida que avanzo, los pensamientos de Aitana y su beso se desvanecen en el fondo de mi mente, reemplazados por el enfoque y la estrategia que necesito para ganar.

Las vueltas pasan en un torbellino de velocidad y concentración. Me siento más conectado con el coche y la pista de lo que nunca había estado. Pero en cada momento de respiro, mi mente vuelve a Nicki. ¿Dónde está? ¿por qué no está el box junto a Lorenzo como siempre?

Finalmente, la bandera a cuadros ondea y cruzo la línea de meta. El alivio y la euforia se mezclan mientras el equipo celebra. Bajo del monoplaza y me quito el casco, buscando a Nicki entre la multitud. Mi corazón se acelera cuando la veo al fondo del garaje, hablando con uno de los ingenieros. Sus ojos se encuentran con los míos, pero rápidamente aparta la mirada y se da media vuelta, alejándose de mí.

La alegría del triunfo se desvanece momentáneamente mientras la veo marcharse. Intento abrirme paso entre las personas que me felicitan, deseando llegar a ella lo antes posible. Los gritos de celebración y los abrazos de los compañeros de equipo me rodean, pero mi atención está fijada en Nicki.

—¡Logan, increíble carrera! —dice Lorenzo, dándome una palmada en la espalda.

—Gracias, Lorenzo —respondo mecánicamente, apenas prestando atención a sus palabras.

Finalmente, logro liberarme de las felicitaciones del equipo y me dirijo hacia el pasillo de prensa, donde Nicki me espera. Normalmente, estaríamos hablando sobre la carrera, compartiendo la emoción del día, pero esta vez ella está absorta en su celular, como si estuviera en otro mundo completamente distinto al mío.

Llegamos a nuestro puesto designado y el periodista comienza a hacerme preguntas sobre la victoria de hoy. Intento concentrarme, responder con claridad y profesionalismo, pero mi mente sigue desviada hacia Nicki y lo que está sucediendo entre nosotros.

—Logan, ¿cómo te sientes después de la victoria de hoy? —pregunta un periodista, mientras Nicki está a mi lado, mirando fijamente su celular.

—Estoy feliz por el resultado del equipo. Hicimos un gran trabajo hoy —respondo automáticamente, pero mi mente está en otra parte.

—Logan, ¿qué piensas que fue lo más crucial para asegurar la victoria de hoy? —pregunta el periodista, su voz rompiendo la barrera de mis pensamientos.

Me esfuerzo por formular una respuesta coherente, tratando de recordar los momentos clave de la carrera que ahora parecen distantes e irrelevantes comparados con lo que está en juego con Nicki. Mis respuestas son automáticas, sin el entusiasmo y la pasión que normalmente acompañan mis declaraciones después de una victoria.

Después de la rueda de prensa, intento hablar con ella, pero me doy cuenta de que Nicki ha desaparecido por completo. Pregunto a los ingenieros, al personal del equipo, incluso a los periodistas que la han visto por aquí, pero nadie sabe dónde está. La ansiedad se apodera de mí mientras la busco en cada rincón posible, mi mente jugando escenarios de lo peor.

—¿Alguien ha visto a Nicki? —pregunto desesperadamente a un grupo de mecánicos que están cargando equipo.

—No, Logan. No la hemos visto desde que terminó la carrera —responde uno de ellos con sinceridad, su expresión reflejando mi propia preocupación.

Intento seguir su trayectoria a través del garaje lleno de gente, pero se desvanece entre la multitud. Miro a mi alrededor, buscando desesperadamente una señal de dónde podría haber ido, pero no veo más que caras sonrientes y cámaras de televisión.

—¿Has visto a Nicki? —pregunto a Christian cuando se acerca para felicitarme.

Christian frunce el ceño, escaneando el área. —La vi hablar con uno de los ingenieros hace unos minutos, pero no sé dónde está ahora.

La busco por todos los rincones, preguntando a cada persona que encuentro. Nadie parece haberla visto ni saber dónde está. La sensación de desesperación crece dentro de mí mientras sigo buscándola, preguntándome qué más puedo hacer para encontrarla y arreglar las cosas entre nosotros. Mi mente corre con posibles lugares donde podría haber ido. Decido ir a su oficina, pensando que tal vez necesitaba un momento de soledad.

Cuando entro, no la encuentro en ninguna parte. Sus cosas están ahí, pero ella no está. Intento llamarla, pero solo suena el buzón de voz. Cada minuto que pasa me siento más inquieto.

≪•◦ ❈ ◦•≫

NICKI

Camino por el paddock con Gia a mi lado, quien no deja de hablar sobre su cita con Ian.

—Cenamos en un restaurante cercano al hotel y luego paseamos, fue algo tranquilo sé que está en concentración pero...

Mi mente comienza a divagar mientras observo a Logan y Aitana a unos metros de distancia. La imagen de ellos juntos provoca un torbellino en mi pecho. Logan, con una sonrisa amigable, está inclinado hacia Aitana. Sus gestos parecen naturales, casi íntimos. Siento una punzada de celos al verlos juntos. Aitana se inclina para besar a Logan, y mi corazón se hunde cuando veo que él no se aparta. Intento apartar la vista, pero no puedo, las dudas comienzan a formarse en mi interior y el dolor inunden mi mente. ¿Qué está pasando entre ellos?

—¡Nicki! ¿Estás bien? —La voz de Gia me arrastra de vuelta a la realidad. Me doy cuenta de que he dejado de caminar y estoy mirando fijamente a donde esta Logan.

—Sí, sí, estoy bien —respondo, esforzándome por sonar natural—. Solo me distraje un momento.

Gia sigue hablando, pero mi mente sigue atrapada en la escena que acabo de presenciar. Las palabras de Aitana llegan a mis oídos como fragmentos dispersos, pero capto algo sobre Barcelona. ¿Qué pasó realmente entre ellos en Barcelona? ¿Acaso ellos dos...?

La incertidumbre se clava en mi mente como una daga afilada. Me esfuerzo por mantener la compostura mientras seguimos caminando. La alegría de Gia es palpable, pero yo siento una sombra oscura que amenaza con arruinar el día.

—Entonces, ¿qué piensas? —pregunta Gia, mirándome con expectación.

—¿Sobre qué? —parpadeo, volviendo a la realidad.

—Sobre Ian. ¿Crees que debería seguir viéndolo? —replica, mirándome con preocupación.

—Claro, Gia. Si te hace feliz, deberías seguir adelante —le digo, intentando sonar entusiasta.

Después de la conferencia de prensa, me escabullo hacia mi oficina con rapidez, buscando refugio de esta angustia. Cierro la puerta detrás de mí, y el aire en la oficina parece aún más cargado. Cada rincón de este espacio está lleno de recuerdos y preguntas sin respuesta. Salgo al pasillo, buscando desesperadamente un lugar donde pueda pensar con claridad. La sala de prensa me parece una opción segura, ya que casi nunca trabajo allí y él no pensaría en buscarme en ese lugar.

Mis pasos son apresurados y mi mente es un torbellino. Entro en la sala de prensa y cierro la puerta, sintiendo un breve alivio al estar sola. Me dejo caer en una de las sillas, tratando de calmar mi respiración. Las imágenes de nuestra noche juntos vuelven a mi mente, intensas y vivas: sus manos explorando mi cuerpo, susurros cargados de deseo, la forma en que me miraba como si fuera la única persona en el mundo. Todo parecía tan real, tan ardiente. Pero ahora, con lo que he visto, me pregunto si solo fui una distracción para él, un escape temporal.

Las imágenes del beso entre Logan y Aitana se repiten en mi mente, y el dolor se hace más agudo. ¿Cómo puede estar con ella después de lo que compartimos? La incertidumbre es una herida abierta que no deja de sangrar.

Intento concentrarme en algo para distraerme, así que abro mi computadora portátil y reviso correos electrónicos, pero cada nombre de Logan en la pantalla hace que el nudo en mi estómago se apriete aún más.

—¿De quién te escondes?

La voz de Rémi me saca de mis pensamientos. Limpio mis ojos antes de levantar la vista y lo encuentro entrando en la sala de prensa.

Suspiro pesadamente. —De nadie.

—¿Segura? Porque sé de alguien que anda buscándote por todos lados —dice, con una expresión preocupada.

Muerdo mi labio inferior. —Solo quería un lugar tranquilo para trabajar.

—¿Estás bien? —pregunta, sentándose a mi lado.

Muerdo mi labio intentando contener el nudo en mi garganta.

—No, pero lo estaré. —respondo intentando sonreír.

Rémi asiente y se inclina hacia mí para darme un abrazo. —No haré preguntas, pero creo que deberías hablar con él.

—En el hotel... Aquí no es lugar para hablar. ¿Cómo te diste cuenta?

—Los vi en Austria en aquella chocolatería... y luego comencé a prestar más atención cuando estaba con ustedes...

Me quedo en silencio observando detrás de Rémi.

Rémi se carga en sus muslos y se pone de pie. —Bueno.... yo solo vine a buscar mi sudadera —apunta hacia una silla de enfrente— que se me quedó, te dejo trabajar.

Asiento y observo cómo Rémi se aleja hacia la puerta.

—Rémi... —lo llamo antes de que se vaya. Él se detiene y me mira. —No le digas dónde estoy.

Él asiente con una mueca triste. —Vale.

Después de lo que parece una eternidad, tomo mis cosas y salgo de la sala de prensa. Paso por mi oficina para recoger mi bolso y me dirijo al hotel. Al cruzar las grandes puertas de cristal y sumergirme en el paddock casi vacío, con solo el personal autorizado presente, mi celular comienza a sonar. Al ver el nombre de Logan en la pantalla, desvío la llamada, y en ese momento choco con alguien.

—Uh, perdona, iba distraída —me disculpo, levantando la vista.

Me encuentro con Oliver, que me mira con preocupación.

—No te preocupes... ¿Estás bien?

Suspiro mientras trato de forzar una sonrisa. —Sí, estoy bien.

—No te ves muy bien —dice, con una expresión que mezcla preocupación y curiosidad.

Me quedo en silencio unos segundos, mordiendo mi mejilla interna mientras mi vista sigue a Aitana y Logan. Mi garganta se constriñe al verlos juntos.

—Sí, Oliver... solo estoy un poco cansada —digo, forzando una sonrisa de lado.

Sus ojos azules me observan, evaluando mi estado. Finalmente, habla.

—¿Quieres que te lleve al hotel? Yo ya terminé mis pendientes aquí, y puedo irme ahora.

—Si no tienes problemas —acepto, aliviada.

—No, claro que no. Dame un momento para ir a buscar mi bolso y podemos irnos.

Asiento sin mucho entusiasmo. Oliver camina hacia su motorhome mientras yo espero, mi mente aún atrapada entre la incertidumbre y el dolor. Una vez que se acerca de nuevo, empiezo a caminar hacia el estacionamiento en completo silencio. La atmósfera es incómoda, pero soportable. Busco algún tema de conversación, pero mi mente está en blanco.

Antes de que Oliver pueda quitarle el seguro las puertas de su auto, escucho su voz detrás de nosotros.

—Yo puedo llevarla, gracias. Oliver —dice Logan en un tono seco.

≪•◦ ❈ ◦•≫

Holaaa!!!

¿Qué les ha parecido el capítulo? ¡Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo disfruté escribiéndolo! 😍✍️

¡No seas un lector fantasma!👻 Deja tu voto y comentario si este capítulo te gustó. ¡Tu apoyo es crucial para mí!😊🙌🏻💬

Gracias por leer, ¡un abrazo! 🧡

¡Nos vemos en el próximo capítulo! 🫶🏻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro