La noche comenzaba a caer y mi casa se fue llenando de amigos, todos venían con la misma interrogante, el paradero desconocido de Marco. Con cada minuto que marcaba el reloj yo me moría más, todo lo veía pasar en cámara lenta, no había llevado a las niñas a su cuarto, tenía miedo y no las perdería de vista.

—Deberíamos dar parte a las autoridades— dijo Lucas.

—Que no, que hay que esperar 24 a 48 horas para poder decir que una persona estás desaparecida— aclaró Isco.

Esa sola palabra DESAPARECIDO, significaba tantas cosas y a la vez nada, mi temor más grande es que estuviera muerto. Tantas personas desaparecían de sus casas en el mundo y voy a sonar egoísta, pero porque tenía que sucedernos esto a nosotros en un momento en que estamos felices. La taza de té que sostenía entre mis manos se rompió, no sé en qué momento la dejé caer.

—Amiga él va a estar bien— Luna corrió a mi auxilio, pero yo solo podía ver los trozos de porcelana que representaban mi vida desechos a mis pies.

—No sé porque, llámame loca, pero sé que algo malo le tuvo que pasar— dije tomando el control de mi cuerpo, que había permanecido inerte por demasiado tiempo.

Mi teléfono suena y corro a cogerlo, es Gilberto, que hago que le digo. Miro a todos a mi alrededor en busca de auxilio.

—¿Es el papá de Marco? — me pregunta Luna y yo solo asiento con la cabeza— Derivas contestarle, pero cálmate y no lo pongas en alerta por gusto.

Tomo una gran bocanada de aire y cuento hasta diez antes de descolgar el teléfono, que vibra insistente en mis manos.

—Hola Gilberto— sueno lo más serena que la voz me lo permite.

—Eva, como estás cariño y mis nietas—suena feliz, si el supiera que nuestro mundo está a punto de desmoronarse.

—Yo estoy bien y las niñas ya duermen, ya Kira está mejor— parezco robot cuando contesto— ¿Y ustedes que tal están?

—Nosotros bien, locos por verlos de nuevo, sobre todo a las princesas.

—Sabes que cuando quieran son bien revenidos, esta es su casa. — Dios soy muy mentirosa, pero hasta no tener una certeza decido no contar la verdad.

— Gracias querida, lo sé, cuéntame donde se mete mi hijo que he intentado comunicarme para felicitarlo por el partido, pero no me contesta— contengo las lágrimas.

—Está aún de camino a casa— eso espero en lo profundo de mi corazón.

—¿Todavía no ha llegado?— dijo algo sorprendido y puedo asegurar que desconcertado.

—Gilberto, el problema es que se quedó para las entrevistas y después se fue a celebrar con los muchachos. — no me gustaba mentirle a mi suegro, pero no había necesidad de angustiarlo por ahora.

—En serio, mira que cuando me llamó para decirme que Kira estaba enferma sonaba preocupado, pensé que se vendría directo a casa.

—La niña ya está bien así que le dije que se divirtiera, desde que nacieron las trillizas no ha tenido tiempo para estar con sus amigos—Por Dios Eva vas de mentira en mentira, si esos se pasan el día en casa jugando en la play.

—Eso se llama ser responsable y ser padre de familia.—  por su tono de voz estaba molesto, tal vez el Marco de antes hubiera hecho lo que yo le estaba inventando, pero el de ahora mi Marquito se derretía por sus chicas.

—Gilberto, por una noche no pasa nada, cuando llegue le pediré que te llame. — Volví a contener las lágrimas, pero se me escapó un sollozo.

—Mi niña todo está bien, estás llorando—joder no, volví a exhalar, para no llorar.

—Gilberto todo está bien, es que estoy viendo una película.

—Vale, no te interrumpo más, dale un beso a las nenas y otro para ti.

—Chao y saluda a todos por casa— colgué para comenzar a llorar otra vez.

Le pedí a todos que fueran a sus casas, necesitaban descansar, pero así todo, Álvaro y Luna se quedaron a hacerme compañía.

Me he quedado dormida y no se en que momento fue, ya ha salido el sol, voy a darle una vuelta a las niñas, pero antes voy a revisar mi teléfono cuando lo desbloqueo veo que tengo una notificación, es un mensaje de Marco.

Lo siento Eva, pero esto de tener una familia y el tema de la paternidad pudo conmigo, necesito un tiempo a solas, por favor no me busques. Adiós.

Pero que mierda, leo y releo cada una de las palabras escritas. Intento llamar a Marco, pero me da apagado o fuera del área de cobertura, el nunca apaga su móvil. Corro desesperado a enseñárselo a mis amigos, los dos no dan crédito de lo que ven.

—Es que le corto las pelotas— dice Luna enfurecida— Así que es mucho para el ser papá.

—Que no Luna, que él no es así— le refuta Odriozola.

—Es verdad, Marco adora a las niñas, algo le tiene que estar pasando— me dejo caer en el sofá.

—No seas ingenua, ya te lo hizo una vez porque no reincidiría.— me reprocha Luna.

El timbre de la puerta suena antes que yo de mi respuesta. Salgo como flash a abrirla, pero la decepción vuelve a aparecer cuando no es quien espero.

—Gózalo— dije con una pizca de sorpresa, pero con una gran desilusión.

Hace meses no veía a mi amigo, bueno o no sé si aún lo sea. Después de la última vez que nos vimos en el que me dijo hasta alma mía no nos habíamos vuelto a ver.

—Eva, pasaba por aquí y— analiza mi rostro.— Veo que no he llegado en buen momento.

—No— limpio mi rostro manchado por las lágrimas. —Pasa, hace tiempo que no nos vemos.

—Hijo de la gran puta— Luna venía con una chancla en mano como cromañón— ¿Gonzalo?—  dijo tan sorprendida como yo.

—Parece que interrumpo algo, no me digas que peleaste con Asensio.

—NO, no es eso, es que Marco desde ayer no aparece y ya debería haber regresado, su teléfono lo tiene apagado y la última vez que lo vieron fue cuando terminó el partido de ayer— le conté a carrerilla, antes de amarrarme nuevamente a llorar.

—Tranquila Eva, cuando él se clame volverá, estoy seguro que es una crisis de identidad, no cualquiera puede con tres niños, él te ama mucho— abrió sus brazos y me refugié en ellos.

—No puedo esperar más, por favor vamos a buscarlo— dije apartándome de forma brusca, sus brazos se sentían tensos y fríos.

—Hagamos una cosa, llamamos a los hospitales, comisarias, en algún lugar tiene que estar— sugirió Álvaro.

—También deberían llamar a las morgues— dijo Gonzalo, esa sola idea me erizó la piel.

—No, eso no, él está vivo, si comunicación, pero vivo.

Para el medio día la casa vuelve a estar llena, Luna y Álvaro se han ido esos dos últimos necesitan descansar han estado al pendiente de mi desde ayer. Las trillizas no paran de llorar, deben presentir que algo le sucede a su papá. Macarena, Sara y María se llevan a los niños al cuarto de juegos, cuidándolas me ayudan mucho, así yo me puedo concentra en la búsqueda de Marco. Hemos llamado a todos los hospitales y comisarias desde Pamplona a Madrid sin obtener ningún resultado. Nacho ha dado parte a las autoridades y es cuestión de horas que la noticia salga a la luz.

Gonzalo ha permanecido todo este tiempo aquí pero no he querido volver a acercarme. Lucas va de un lado a otro, pero sin dejar de estar al pendiente de mí, agradezco a la vida por tener tan buenos amigos. Isco habló con un amigo que trabaja con las cámaras de tránsito para ver si se tiene alguna pista.

—Quik Girl—Gonzo se situó frente a mi tomando mis manos, que en un gesto involuntario alejé de su toque.— Me voy pues debo hacer algunas cosas, pero no dudes que volveré, no te voy a dejar sola.

—Está bien, vete tranquilo. —dije sin levantar la mirada, que permanece fija en mi pulsera de Pandora.

—No es necesario que regreses.— dijo Lucas.— Somos más que suficiente para buscar a mi amigo y apoyar a mi hermanita.

—Está bien Lucas, tranquilo no quiero una pelea,— sé que Lucas sabe lo sucedido y está en modo alerta, como mismo estaría Marco si estuviera aquí.— Gonzo de verdad no te molestes, los chicos están conmigo no voy a estar sola.

—Igual Eva, eres mi amiga así que volveré por ti. —no sé porque, pero sus últimas palabras me provocaron un escalofrío, algo desagradable.

Voy por un vaso de leche a la cocina cuando mi teléfono vuelve a sonar; me ha llegado un nuevo mensaje de Marco, al instante Lucas intenta marcarle, pero nada, otra vez apagado, así que lo abro para leerlo.

Lo he estado pensando y no puedo seguir con esto, pensé que te podía amar, pero amo más mi libertad, así que me voy a ir por un tiempo, no me esperes lo de nosotros no funcionó.

Dejo caer mi teléfono, niego repetidas ves, Marco no me puede estar haciendo esto, si es una pesadilla quiero despertar. No entiendo que pasó, todo estaba bien, estábamos felices, algo agotados por las niñas, pero nos las apañábamos y al final todo salía bien. Lucas me abraza y me deja llore pegada a su pecho, su mano baja por mi espalda, consolándome, tratando de calamar mis temblores.

—No, no, no puedestú vas a volver, tú me amas— grito en un ataque de histeria, en el que termino golpeando el pecho de Lucas.

—Eva mírame— mi amigo me zarandea, pero yo sigo en mi mundo.

—Él no, Marco no me dejaría otra vez, el me lo prometió, el volverá—mis ojos se han segado de tantas lagrimas que se acumulan.

—Claro que lo hará— me pega contra su pecho, allí vuelvo a llorar y la verdad no sé si dejaré de hacerlo.

El teléfono de casa suena, Nacho lo toma y contesta.

—Igor— al oír el nombre de mi cuñado le quito el teléfono.

—Igor, ¿sabes dónde está Marco?  estoy desesperada y no me importa seguir ocultando algo, que desde un comienzo no debí callar.

—Entonces son ciertas las noticias y mi hermano está desparecido— yo lloro, Nacho vuelve a tomar el teléfono, y hablan por unos instantes.

—Ellos están saliendo para acá—dice colgando el teléfono.

Una de las niñas llora, mis hijas me necesitan y yo las necesito a ellas, tomo como puedo a mis tres bebes en brazos y las aprieto contra mi pecho.

—Tranquilas nenas, papá volverá, el siempre vuelve.

***

La llegada de la familia de Marco fue tan dura como la esperaba, nunca en casi un año que conozco a Gilberto lo había visto tan afectado, Igor era el único que permanecía imperturbable, como si analizara a cada uno de los presentes en el salón, buscando una respuesta o un culpable.

—¿Como la llevas?— Dijo Claudia sentándose a mi lado en la cama donde veía dormir a mis hijas.

—No lo sé, muchos se comienzan a rendir, ya son 5 días sin saber su paradero, las cámaras de camino no fueron de mucha ayuda, es como si Marco se hubiera esfumado del mapa.

Me levanté para tomar un portarretrato donde había una foto mía y de Marco en el globo aerostático, en esos días fui feliz; de hacho parecía que mi vida eran curvas en un juego cruel. Vi el rostro sonriente de Marco, recordé sus últimas palabras: Las amo, son lo más importante para mí. Entonces donde encajaban todos esos mensajes en que el renunciaba a nuestra familia.

—No sé por qué, pero presiento que hay algo que no estamos viendo.— voltee para encarar a mi amiga.

—Marco puede ser muchas cosas, pero las ama de eso no me cabe dudas y al igual que tú, Igor y yo pensamos que hay piezas perdidas en este rompecabezas.

Unos gritos en la planta baja nos alertan, dejamos a las niñas en sus cunas y bajamos.

—Ya dije que a la única que se lo voy a entregar es a Eva esa era la voz de Gonzalo.

Bajé los escalones de dos en dos para situarme en medio de él y de Lucas que tenía el puño listo para atinarle un golpe.

—Ya estoy aquí que es eso que solo me mostrarás a mi.

—Antes de todo quiero que sepas que cuentas conmigo.

—Sí, sí, si mi cuñada no está sola, así que estás de más. Igor estaba más que molesto.

—Bien, esto llegó hoy a mi oficina.

Gonzalo me entregó un sobre ocre.
Saqué un documento en el que se leía en letras negritas: SOLICITUD DE CESE DE CONTRATO y justo al final de este el nombre y la firma de MARCO ASENSIO WILLENSEM.

Igor arrancó el documento de mis manos, creo que todos quedamos mudos.

—Esto es una mentira, mi hermano nunca haría nada semejante.

—Además porque buscarte a ti en vez de contactar a su representante.— Gilberto que había permanecido inerte hasta este momento habló.

—Creo que porque soy uno de los abogados del deportivoGonzalo sonaba molesto por el cuestionamiento.
Igual Freire, en caso de que todo este teatro fuese cierto, mi amigo contactaría a otro de los abogados, creo que tu serías el último en su lista.— agregó Isco.

—Alarcón como ya mencioné, yo solo cumplo con mi trabajo, creo que se están tomando demasiadas molestias por un hombre que se ve muy bien que no le interesa nada más en la vida que él mismo.

—Ya basta, no puedo más. —Grite al mismo tiempo que me ponía de pie.— Gonzalo gracias por todo, pero sal de mi casa y ustedes, cuando se dejen de comportar como trogloditas son nuevamente bienvenidosme referí a mis amigos.

—Una última cosa— agregó Gonzalo.— También envió este fideicomiso para la manutención de las niñas.

Miré el papel sin poderme creer lo que veía, Gonzalo lo sostenía a la altura de mis ojos. Pero en vez de tomarlo di la vuelta y salí al patio, necesitaba procesar en soledad todo lo que había dicho Gonzalo.

—Eva— siento la voz de Igor.— Sé que quieres estar sola en estos momentos, pero necesito hablar contigo sin que nadie nos interrumpa.

Caminamos en silencio un rato hasta que llegamos al lago donde estaban los peces koi.

—Ahora que estamos solos quiero que me des tu punto de vista con respecto a todo lo que está sucediendo.— llevo mis manos a mi sien y exhalo antes de hablar.

—Igor ya no sé ni que pensar, todo es tan confuso, pero al mismo tiempo pienso que algo no encaja en todo esto, tú de los dos eres el que mejor conoce a Marco.

—Si—Igor se apoya en la baranda del puente de madera que cruza el lago.— Conozco perfectamente a mi hermano y así no se comportaría él, hasta hace unos días se quejaba que las peques no lo dejaban dormir, pero no cambiaría eso por nada del mundo, que era muy feliz con ustedes y con respecto al equipo no me trago lo que dice Gonzalo. Marco está en su mejor momento después de la lesión, no abandonaría el equipo por el que tanto ha luchado.

—Sabes que sí, que es muy extraño que de buenas a primeras abandone también al equipo.

—Mira tengo mis contactos con la policía y con todo esto de tu accidente hace meses y ahora la desaparición de mi hermano; recordé las sospechas que tenías sobre tu ex novio.

—¿Qué quieres decir?

—Héctor es inocente—miré a Igor esperando más argumentos. —Cuando tu accidente Héctor estaba en rehabilitación y actualmente se encuentra en Argelia.

—¿Argelia?

—Héctor se unió al cuerpo de paz.— Me sentí por un instante feliz porque Héctor enderezara su vida, pero regresábamos a donde mismo.

—Esto nos deja en cero otra vez.

—Tengo ciertas sospechas, me he dado cuenta de cosas que hace y dice Gonzalo, según me comentaron los chicos, reapareció el mismo día que Marco supuestamente te dejó y lo más extraño, es la única persona con la que supuestamente mi hermano ha tenido contacto; ni siquiera se ha comunicado con su agente para que le busque otro equipo si es que tanto quiere abandonar el Madrid.

—Es cierto, Gonzalo se comporta extraño, te comenté que casi cita las palabras de tu hermano en su primer mensaje sin saber de qué iba todo.

Igor se queda analizando por un momento mis palabras, lleva su mano a su barbilla, por un momento recuerdo ese gesto típico de Sherlock Holmes.

—Estuve chequeando el circuito cerrado de la casa y está pinchado, además creo que hay cámaras en todas las habitaciones, eso es raro. Empiezo a sospechar que nada de lo que se diga o haga dentro de la casa va a salir bien, nos va a tocar movernos por nuestra cuenta y el principal sospechoso es Gonzalo.

—Yo también lo creo, por eso es que cuando fuimos a por los videos de tránsito estos estaban en mala calidad.

—Creo que nos tienen vigilados y por eso no podemos dar con su paradero, voy a enviarle los videos a Oscar así él les podrá pasar algunos programas de recuperación de imagen, pero es necesario que esto se quede entre nosotros, además necesitamos trazar un plan para que él solito nos lleve con Marco, si es que nuestras sospechas resultan ciertas.

—Chicos —ambos volteamos a ver a Lucas.— Han encontrado el auto de Marco.

⚽️🤰💜

Hola👋

¿Y ahora que creen?

Como me dicen algunas personas me encanta complicarme la vida pero que vamos a hacer soy así.
Como dije ya queda menos para el final.
En unos días los saco de las dudas del paradero de Marco.

Capítulo dedicado a CazadoraDeRosas, jullistefanny, Jimena19101

Hasta la próxima.
Y feliz Día de San Valentín ❤

Besos 💋 Betty