El vuelo de Tokio a Madrid se me comienza a hacer eterno. Miro constantemente mi reloj pulsera.

-Nervioso Asensio.

-¿Qué quieres que te diga Pau? Muero por ver a mi mujer.

-Y yo por conocerla.

-Pau no te pases.- le advierto.

-Tranquilo Asensio.

-Es que según lo que me contaste lo de ustedes es digno de una historia de Wattpad de esas que lee mi hermana Clara.

-Dices cada tontería Torres.

-En serio hermano me encantaría algún día conocer a alguien que me haga volverme un loco enamorado como tú lo estás de Eva.

Las azafatas nos indican que en unos instantes estaremos aterrizando en el Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez. Nada más salir del interior del avión la prensa se vino sobre nosotros. No me puedo concentrar en la entrevista, intento ubicar a Eva entre la multitud de familiares.

-Asensio ¿se te perdió algo o más bien alguien?- le lancé una mirada encolerizada a Dani Ceballos.

-No la busques más Asensio, está justo allí.- Pau señala a la derecha de donde estamos.- No sé cómo se te pudo perder una mujer embarazada.- se burla.

Me quedo totalmente sin aliento al verla, sus ojos verdes que ya han hecho contacto con los míos se llenan de lágrimas, haciendo que me desarme completamente. Se ve hermosa, en su vestido de maternidad a dos tonos y sus zapatillas Converse. Su panza está más grande y sé que me he perdido un montón de cosas durante estos casi dos meses. Corro hasta detenerme justo enfrente de ella y sé que estoy a punto de dar un espectáculo pero que le puedo hacer. La tomo entre mis brazos y la estrecho contra mi pecho, pera después tomarla delicadamente por la barbilla para darle un beso que profundizo sin pudor ninguno, muerdo su labio inferior y después le meto la lengua. Amo a mi mujer, fundirme con ella es todo lo que he anhelado este tiempo.

Cuando termino de demostrarle en frente de televisión española cuanto la he echado de menos me arrodillo para besar su vientre con veneración.

-Las he extrañado mucho, papi jura no separarse más de ustedes en buen tiempo.

-Nosotras también te extrañamos.- Cuando miro su rostro nuevamente está empapado en lágrimas.

Tomo su mano y hago todo lo que tengo que hacer sin soltarla. Le presento a Pau y Pedri que no han parado de dar la lata todo este tiempo, mientras cenamos en la celebración organizada por el Comité Olímpico Español. Definitivamente esos dos necesitan novia con urgencia.

Vamos de camino a casa sobre la una de la mañana. Igor a insistido en conducir. Tenemos casa llena pues además de mis hermanos, mis cuñados y mis padres, también vinieron Manolo, Santiago y Tania.

-Deberíamos ir mañana de fiesta.- Sugiere Santi.

-Pues por mí no hay problema.- responde Eva a la primera.

-¿Estas segura Eva mira que...?-inquiere mi hermano.

-Igor Asensio que esté embarazada no quiere decir que no tenga ganas de salir a bailar.- le riñe y yo solo ruedo los ojos.

-Hermano, creo que lo mejor es que no te metas con una mujer cargada de hormonas.

-Gracias cielo.- dice dándome un beso de pico.

-Lo que quiera mi reina.

***

Al otro día quedamos todos en reunirnos en un club, Álvaro me envía la dirección, tomo el teléfono para ver el mensaje y de paso me fijo en la hora vuelvo a colocar el teléfono sobre la encimera del baño y continúo aplicándome la loción para después de afeitarme.

-Eva estás lista.- digo saliendo del baño.

Creo que he olvidado respirar, porque joder hasta embarazada luce demasiado sexi, sobre todo con ese vestido corto rosa palo ajustado, con un volante blanco en el escote corazón y sin tirantes. Es que le marca un culo que no veas.

-¿Te gusta lo que ves Asensio?- dice batiendo su cabello, que lo lleva en ondas.

-¿Que si me gusta? Joder Eva estoy considerando mandar a todos a la mierda y quedarme en casa solo para arrancarte ese vestido.

Me aproximo a ella de forma seductora, coloco mis manos sobre sus nalgas y la pego a mí, todo lo que su panza se lo permite. Le robo un beso y después muerdo su labio inferior, haciendo que de su garganta escape un jadeo ronco.

-Marco ya estamos listos.-Igor entra en nuestra habitación interumpiendo nuestro momento.- Joder perdón yo...

-Igor las puertas se tocan.- digo entre dientes tratando de contener la rabia que siento.- ¿ Dime te molesto yo cuando estas con tu mujer? Pues no así que...

-Tranquilo Igor, ya estamos listos.- dice Eva restándole importancia, pero mi erección no está de acuerdo.

Discoteca Faces Latina, es un sitio muy de moda por estos días, ubicado muy cerca de la Castellana y del Santiago Bernabéu. Nada más llegar vemos la fila que hay fuera del establecimiento para entrar, pero nosotros entramos directos, nada más fue llamar y decir que iba media plantilla del Real Madrid y nos hicimos con un reservado.

Los únicos que no pudieron venir fueron Lucas y Macarena porque la bebé aún está muy pequeña para dejarla con una nana, pero somos un grupo de unas veinte personas.

Voy con Álvaro, Igor y Santiago a la barra a por bebidas para todos. La noche pinta bien y la estam. os pasando bomba, la música es buenísima, no hay un solo tema que no te haga bailar y desde que llegamos no hemos parado de hacerlo así que estamos sedientos.

-¿Por qué están tan solos cuatro tíos tan guapos?- Mierda.

-¿Quién dijo que estamos solos?- respondió Álvaro, quien llevaba casi una semana de manera oficial de novio con Luna.

-Vamos vengan a bailar. -dice una morena tirando de mi mano.

-Lo siento, pero no.- respondo tajante.

-Vamos Asensio no te hagas de rogar.- su amiga pone su mejor tono seductor, se ve que la trigueña sabe con quién está tratando.

-Es que eres sorda o te haces.- Joder con lo que se viene.- Ve a meterte con uno que no tenga mujer e hijos en camino.-dice Eva soltando el agarre que me tiene la morena, quien no puede apartar los ojos de la rubia que tiene delante, como el que no se cree el cuento.

-Con más razón cielo, ella con esa panza no te va a dar lo que yo.

-Como que no me entendiste a la primera te lo repito otra vez, a la tercera no respondo.- de donde salió esta fiera-Que te vallas que tiene dueña.

-Cariño cálmate, esto no te hace bien.- la tomé por el rostro y la besé, para hacerla entrar en razón, nunca la había visto en modo celosa.

La morena se fue a abalanzar contra Eva, pero los chicos se la quitaron de encima en un dos por tres. Las chicas con cara de pocos amigos se marcharon y nosotros regresamos al reservado. La cara de disgusto de Eva no pasó por alto, intenté distraerla invitándola a bailar, pero declinó.

-Sabes que me voy a hacer un pullover, no, mejor un tatuaje que diga, MI MUJER ES LA REINA DE MI CORAZÓN y la voy a exhibir todo el tiempo - solo eso y una pequeña sonrisa volvió a su rostro.

-Lo que deberías es casarte Asensio. -sugiere Isco, haciendo que casi me atore con la cerveza.

Muchos ojos lo observaron, incluido los míos.

-¿Qué miran?

-Nada cielo, pero eso es algo que solo Eva y Marco pueden decidir. -le aclara Sara.

Y con eso se zanja el tema, aun creo que para amar a alguien el matrimonio no es importante.

***

Estábamos a mediados de septiembre, después de un partido contra el Celta de Vigo donde ganamos 5 a 2, al fin voy a descansar. Salgo de la cama para buscar a mi mujer, he despertado completamente solo. Mientras bajo las escaleras hacia la planta principal me percato que el cielo está completamente encapotado, un relámpago alumbra mi rostro.

Cuando entro a la cocina Eva aún va en pijama, pero me asusto al verla que está sobre una escalerita alcanzando algo que parece que ha perdido en los estantes de cocina. No hablo para no asustarla, pero me situó detrás de ella, por si acaso. La veo tomar la waflera y comenzar a bajar.

No sabía que tuviéramos de esas en casa.

-Se puede saber qué hacías allá arriba.- digo regañándola.

-Es que se me antojaban un montón los waffles y...- muero por besarla en estos momentos porque está haciendo un puchero como niña pequeña, pero joder es que estoy enfado.

-Podría haber esperado por mí, te imaginas que te caes.

-Lo siento Marco de verdad lo siento, soy una inconsciente.

-Ya lo hecho, hecho está pero que no se repita, no quiero más sustos, en lo que nuestras princesas están en la panza, y después de eso tampoco.- la pego a mí y la abrazo. -Y de verdad estás haciendo Waffles.

-Si ¿quieres?- me sonríe.

-Claro que quiero.- digo dándole un beso en la frente.

Me paro junto al ventanal y observo la lluvia tan densa que hay en el exterior, el día empeora en vez de mejorar y las temperaturas comienzan a descender.

-Está listo. -anuncia Eva mientras pone sobre la barra de desayuno dos platos con waffles coronados con un glaseado de crema y zarzamoras, además de dos tazas de cola-cao.

Después de comer, Eva se pone a fregar y yo aprovecho que ha disminuido la lluvia para sacar a Rome a hacer sus necesidades.

Voy entrando nuevamente a casa cuando recibo un mensaje del gerente del Spa, hace dos semanas lo inauguramos y nos va muy bien. Al final paso el resto del día y la tarde en la biblioteca haciendo pagos, y buscando a alguien para que me lleve el márquetin del local.

Un trueno me saca de mi concentración, dije que iba a pasar tiempo de calidad con mi mujer y al final he pasado el día lejos de ella. La busco por toda la casa que está prácticamente a oscuras a excepción de la cocina donde Safiye prepara algo que huele a gloria. Subo las escaleras y la luz del cuarto de las trillizas que se cuela por la puerta me indica que Eva está allí.

-¿Qué haces?- digo mientras la abrazo.

-Termino de preparar la maleta para el hospital.

Era cierto ya Eva está de 37 semanas y es un verdadero milagro pues generalmente los trillizos no llegan a la semana 36. El ginecólogo ha decidido que la próxima semana nacen las niñas por cesárea.

-Sabes que estoy nervioso.- beso su cuello.

-Hasta yo, con ellas nacidas esto va a ser un caos.

-Un hermoso caos - digo volteandola para quedar uno frente al otro.-Estaba pensando en contratar a una enfermera para que te ayude durante el día, ya en las noches nos apañaremos los dos.

-Si, pero por favor alguien con experiencia, preferiblemente una señora mayor.

-Temes que...- me gano un golpe en el brazo.

-No es eso, no son celos,-dice sonrojandose-: es que para inexperta yo, necesito una persona que me enseñe no que me estorbe.

-Pues eso está hecho, mañana mismo me pongo a buscar.

Pasamos el resto de la tarde noche en la sala de televisión haciendo zappin y metiéndonos mano. Según las noticias hemos roto record de lluvia por la llegada de una Dana a la Península y se espera que mañana continúen las precipitaciones. El aguacero ha provocado inundaciones en viviendas y el cierre de algunos tramos de carretera.

Cenamos bajo la luz de las velas pues para colmo se ha cortado la electricidad, así que decidimos inmediatamente ir a acostarnos.

Los truenos y los relámpagos resuenan por doquier no permitiéndome dormir. Me levanto de un salto cuando no veo a Eva a mi lado, miro el reloj y son las dos de la mañana. Entonces un grito proveniente del baño hace que se me erice la piel.

-Marco, Marco-Eva me llama a voces.

Corro en su búsqueda, para encontrármela sosteniéndose fuertemente de la encimera del baño y parada en medio de un charco de agua.

-Pero que mierda-digo sin entender.

-He roto aguas, Marco.

Consternado por la que acaba de anunciar la ayudo a salir de allí, la cambio de ropa y le coloco una bata de dormir limpia. Aprieta mi mano fuertemente cuando llega una contracción, la veo sufrir, pero ella aguanta como la mujer valiente que es. La ayudo a acostarse del lado izquierdo y comienzo a masajear su espalda mientras tomo el teléfono para llamar a emergencias.

-Mierda no hay cobertura. -digo mirando el teléfono móvil en mis manos.

-Marco prueba con el fijo. -dice ella muy tranquila.

Su rostro se descompone cuando otra contracción la vuelva a alcanzar.

-Ayúdame a levantarme, no puedo estar acostada y tráeme un vaso de agua.

Hago lo que me dice, mientras la ayudo a caminar por la habitación. Comienzo a pegarle gritos a Safiye, la pobre mujer aparece en nuestro dormitorio con cara de susto.

-Safiye quédate con Eva, voy a encender la planta de corriente y a buscar agua.

Bajo las escaleras como alma que la lleva el diablo. Voy al cuarto de máquinas y para mi desgracia tengo que ponerme a buscar un bidón de combustible. Cuando he logrado arrancar el aparato, voy al salón para llamar al 112.

Una chica me contesta y se pone a hacer una serie de preguntas, haciendo que me salga de mis casillas.

-Señorita que mi mujer está de parto y espera trillizas, necesito una ambulancia con carácter urgente.

-Señor entiéndame que los caminos están cerrados por la lluvia.

- Entonces que quiere que haga, -grito histérico-: les digo a mis hijas que no pueden nacer porque no podrán ir aún a un hospital. -Cuelgo, no quiero seguir escuchando idioteces.

-Marco.- el grito de Safiye activa mis sensores nuevamente.

Subo los escalones de dos en dos, cuando llego a la habitación Safiye está acostando nuevamente a Eva.

-¿Qué hay de la ambulancia? -me pregunta.

-Nada, me dijeron de las inundaciones y los atascos que les va a hacer imposible llegar, no por lo menos hasta la mañana.

-Pues las kizlar no pueden esperar más.- Creo que me va a dar algo.

-Marco reacciona cielo. -la voz de Eva suena entrecortada.

-Yo en Turquía me titulé como partera y aunque hace años que no lo ejerzo, sé muy bien como traer al mundo a un bebé.

-Safiyé que son tres.- le digo asustado.

-Yo lo hago, yo puedo.- dice Eva al mismo tiempo que le viene un pujo.

-Claro que tú puedes amor.

Safiyé me indica que me quede al lado de Eva, mientras ella busca lo necesario.

-Marco tengo miedo.

-Shshshs, calla, guarda las fuerzas para cuando te toque darlas a luz. -Que le voy a decir, que yo estoy igual o peor que ella, aunque a decir verdad Eva lleva la peor parte de todo esto.

Safiye regresa con mantas desechables, un cambio de sabanas para la cama, alcohol, guantes, lubricante, y un montón de cosas más, la verdad es que no tenía ni idea que tuviéramos todo esto en casa. Por último, la veo entrar en el baño, a los pocos minutos regresa. Le indica a Eva que abra las piernas y creo yo que la examina.

-Ya estás de 8 cm, estás haciendo un buen trabajo.

Miro a Eva y sonrío, su rostro está sudoroso, pero me da igual la beso.

-Ahora vamos.

-¿A dónde? -pregunta una Eva asustada.

-Al baño, las bebés van a nacer en el agua.

Entre los dos la ayudamos a meterse en el agua caliente. Me meto junto con ella y me coloco en su espalda. Gracias a Dios que tengo esta bañera de hidromasaje donde cabemos los tres bien, pero Safiyé no se mete, coloca unas mantas y unas tijeras en una mesita que hay cerca de la bañera y después se arrodilla.

-Ahora Eva necesito que te concentres y cunado sientas el pujo no lo retenga.- Eva asiente.

Puja una y otra vez, su rostro está rojo como un tomate. Sus brazos se sienten tensos así que comienzo a darle un masaje, pero antes y no me pregunten porque o bueno si sé, lo leí en una guía para padres, puse música Lost Stars de Maroon 5. Eva apretó fuertemente mis manos y esta vez recargada de energías pujó.

Lo que sucedió después fue maravilloso, vi como Safiyé nos entregaba a una de nuestras bebés, estaba rosadita y su cabello era castaño, era diminuta, esperamos un rato antes de que cortar el cordón. Nos quedamos un rato admirando a Serem, hasta que la apartaron de nuestro lado para acostarla en la cuna. Minutos después nacía Ayla, esa nos hizo saber de su llegada porque lloró con gran intensidad nada más la sacaron del agua. Media hora más tarde justo cuando el sol despuntaba en el horizonte nació Kira la más pequeña de las tres, no solo por ser la última sino porque era más pequeña que sus hermanas.

Esperamos a que saliera la placenta y salimos del agua. Ayudé a Eva a secarse y a recostarse en la cama. Safiyé nos entregó a los tres bulticos envueltos en mantas rosas. Miré a mis hijas y a mi mujer con adoración.

-Marco son hermosas - dijo Eva con lágrimas en los ojos.

-Sí que lo son.-digo mientras acaricio a una de mis hijas.- Creo que los nombres que llevan les hacen honor.

- Pues si- beso los labios de Eva -Les tendremos que avisar a la familia que ya tenemos tres nuevos integrantes.

-Deberíamos darle la bienvenida como se lo merecen estas princesas- digo emocionado.- Dios es increíble que ya estén aquí.

Después de por turnos Eva amamantarlas, las tres se quedaron dormidas. Safiyé nos aconsejó tener lámparas encendidas cerca de las niñas para que le dieran calor. Así que eso hicimos. Me acosté junto a Eva, estaba agotada, puso su cabeza sobre mi pecho y comencé a trazar círculos en su espalda. No recuerdo en que momento me quedé dormido, pero fue la llegada de los paramédicos lo que hizo que abandonáramos el sueño.

Los intensivistas se sorprendieron del buen trabajo que había hecho mi empleada y más aún cuando al pesar y examinar a las bebés estas pasaban de los 2kg. Insistieron en llevarlas a las cuatro al hospital, pero ya estaban en casa, que lugar más seguro que ese, así que en menos de tres horas tenia instalados en el cuarto de las trillizas tres incubadoras, enfermeras y todo lo necesario para que mis hijas no salieran de casa.

Nos recomendaron que les diéramos calor corporal así que eso hicimos, miré nuevamente a mis hijas, sabía que las amaría, pero no de esta forma, es un amor que no puedo explicar. Mis hijas son mi Luna, mi Sol y mi Estrella, ellas junto a su madre son todo cuanto no esperé, pero deseé siempre, una familia, mi familia.

⚽️🤰💜

Hola 👋

Al fin ya están las trillizas Asensio con nosotros, el pobre de Marco lo angustiado que estaba.

Me gustó y costó mucho escribir este capítulo. Hice una investigación de los partos en casa que ni se la imaginan.

Y si cada vez queda menos para el final.

Ahora se vienen Curvas en el Juego.
Nos leemos pronto.

Besos 💋 Betty