41. ADRENALINA
Vamos dejando atrás el Distrito Poniente, avanzamos por autopista Ma-20 para tomar la Carrer de la Dragonera hasta Santa Catalina este barrio con sus típicas casas de dos plantas, con su ir y venir de personas. Pasamos junto al mercado que sin duda alguna es el centro del bullicio desde la mañana a la noche. Un suspiro escapa de mi pecho al pasar junto a el Chiringuito, ese sitio que fue mi segunda casa, pero hoy está cerrado. No me había dado cuenta que el auto se había detenido hasta que Marco abrió la puerta del pasajero.
—Ven comamos algo—dice tendiéndome la mano para salir del interior del vehículo.
En la acera había varios restaurantes, en uno de ellos trabajé alguna que otra tarde para cubrirle turnos a unas amigas del instituto, así que me conozco bien la zona. Terminamos decantándonos por 0es3 Wine, Coffee and Food, el restaurante es pequeño, pero con encanto, ideal para una cena romántica, el sitio está a reventar, pero nada más atravesar la puerta la mesera que no aparta los ojos de mi novio, nos hace sitio. Marco pide un Bacalao en la huerta y yo un Maigret De Pato.
—Me vas a decir que te sucede— dice mientras esperamos a que lleguen con nuestros pedidos.
—Hace meses hui de aquí para olvidarte y ahora...
—Ahora regresar te hace volver a vivir todo lo que te hice.– Termina explicando por mí. — Creo que no me va a alcanzar la vida para pedirte perdón.
Fuimos interrumpidos por el mesero con nuestros platos. Nada más darle el primer corte a la carne me percaté que estaba en su punto, pero por indicaciones médicas necesitaba que estuviera perfectamente cocinada, así que llamamos al mesero. Marco hizo a un lado su comida para esperar por mí.
— Ve comiendo, se te va a enfriar. —Le sugerí.
—Puedo esperar unos minutos más.
Sus dedos rozaron mi antebrazo y su mano derecha después acarició dulcemente mi mejilla, su tacto era tibio, cerré los ojos para disfrutar de la sensación. Al abrirlos vi que su mirada se había tornado más oscura.
–A veces me pregunto, ¿por qué me perdonaste Eva?
—Porque te amo.
—Tienes un corazón que no te cabe en el pecho y ahora mejor que nunca lo sé, porque tienes amor para los dos, pero sabes muy bien de lo que estoy hablando.
—Te lo dije hace mucho, en un principio te guardé rencor por lo sucedido, creo que me sentí utilizada, aparte de abandonada, pero cuando supe que tendía un bebé —ambos reímos, Marco estiró su brazo para tocar mi vientre.— Bueno en ese momento me dije que era el mejor regalo que la vida me había dado, el recuerdo de mi primer amor, y ya sabes después lo que pasó.
—Con más razón Eva, fui grosero y no medí mis palabras para contigo. —Coloque mi dedo índice sobre sus labios para impedir que continuara hablando.
—Mi amor, no quedamos en dejar todo atrás, en comenzar de nuevo, lo único que importa es que estamos juntos,¿ por que preguntas eso ahora?
—Por todo, por el dolor que te he causado, por mis múltiples meteduras de pata, por haberte abandonado aquel día, de verdad necesito saber que te hizo perdonarme porque yo aún no puedo perdonarme.
—Ya te lo dije porque te Amo Marco, te amo demasiado.
—Por favor prometimos ser sinceros, yo también tengo que perdonarme.
—Entonces hazlo Marco, yo estoy contigo y juntos siempre podremos todo, yo tengo suficiente perdón para los dos.
—Yo prefiero estar muerto antes que volver a herirte.
—No lo harás Marco, porque yo siempre tomaré tu mano y nada ni nadie nos separará nunca.
Después de una increíble y deliciosa cena caminamos un rato tomados de la mano por el puerto deportivo. La luna comenzaba a menguar y las estrellas tiritaban en el cielo, la brisa del mar, el vaivén de las olas y la compañía eran dignas de una escena romántica en una novela de amor.
— Cielo, creo que es hora de irnos a casa.
—Y donde se supone que es tu casa. — Dije mirando en todas las direcciones.
—Nuestra, nuestra casa— enfatizó—: no está muy lejos de aquí.
Señaló al edificio de arquitectura moderna de cuatro plantas a nuestras espaldas.
—Esa es nuestra casa.
Tiró de mi hacia el interior, saludamos al conserje y de ahí directamente al elevador. En el interior
Marco presionó el botón del Ático. Nada más abrirse las puertas accedimos al interior de un amplio salón comedor con cocina que convertían todo en una sola estancia. Los suelos de porcelana simulando madera, todo en tonos beige, blanco, gris y madera, un toque muy distintivo de Marco.
—Ven quiero mostrarte algo.
Salimos a una terraza en la plata de la vivienda para después subir una escalera hasta un solárium con vista al mar y al puerto deportivo de Palma de Mallorca.
—¿Te gusta? — Me preguntó mientras permanecíamos abrazados observando la vista.
—Es realmente hermoso.
—Qué bueno porque lo compré pensando en ti.— Voltee a verlo a los ojos alarmada por lo que acababa de decir.
—Tu compraste este apartamento, no que ya tenías uno aquí.
— Tuve uno, pero lo vendí, no es un lugar en el que quiera estar contigo y menos aún que crezcan mis hijos en él.— Su respuesta fue más que convincente o al menos yo me conformé, aunque después Marco agregó.— Además aquí tenemos 3 habitaciones aparte de la suite principal.
—Y por alguna casualidad tiene un baño con jacuzzi.— dije muy coqueta.
— Mejor que eso, justo detrás de esa pared que vez ahí hay una piscina climatizada con total privacidad.
—Está usted sugiriendo algo, señor Asensio.
— Puede— se acarició la barbilla como si pensara. — Puede que esté pensando en hacerte el amor en cada rincón para estrenar casa nueva.
—Y por donde te gustaría comenzar. Mi ninfa había salido a jugar y no le importaba tener cinco meses de embarazo para andar de coqueta y seductora.
Marco me carga para baja las escaleras.
— Tu querías el baño, pues allá vamos.
Me da un beso suave, pero largo, de esos que me hacen derretirme como helado en pleno calor de julio. El beso es tierno, pero al mismo tiempo va encendiendo aún más la temperatura. Con cada caricia mi ropa de viaje que consistía en un vestido premamá de algodón con mangas cortas, ajustado y mis zapatillas converses, fue desapareciendo.
Marcó abrió el grifo, e inmediatamente comienza a desnudarse. Mis pezones al instante se ponen duros. Entramos juntos y dejamos que el agua de la ducha, que cae en forma de lluvia.
—Te ves hermosa.— Susurra en mi oído.
Hecho mi cabeza hacia atrás y dejo que el agua recorre mi rostro. Volteo para ver a Marco que me mira y sonríe, seguidamente me da un beso tierno. Toma la esponja y le hecha el gel con olor a Violetas. ¡Dios es el mismo que tengo en casa! Lentamente comienza a tallar mis pechos, luego los costados, para seguir por mis brazos, en un gesto algo mandón me pide que me voltee para continuar enjabonando mi espalda, cuando llega a mis nalgas da un pequeño azote.
—Están más grande, me gusta.— Comenta y después da un pequeño mordisco.
Estoy muy excitada y solo me está bañando, pero él no está muy lejos, tiene una erección en aumento. Se arrodilla frente a mí y deja un beso sobre mi vientre para después dejar otro sobre mi monte de venus y bajar hasta mi entrepierna. Su lengua juega con mi clítoris mientas con sus dedos me comienza a follar. Siento las paredes de mi vagina contraerse ante el creciente orgasmo. Me dedica una mirada de lujuria por un instante para después continuar con su deliciosa tarea hasta que estallo.
Lo observo relamerse, mientras se incorpora para después darme un beso de lengua, donde puedo saborear mis fluidos. Me mira con lascivia y me agarra por las caderas para que voltee mirando para la pared. Enjabona mis nalgas, pone mis brazos contra la pared, calza su pene entre mis nalgas, lo que hace que suelte un gemido ante la expectativa. Va restregándolo contra mi piel con movimientos de cadera, haciendo una tortura realmente fascínate, una de sus manos toma mi teta y la soba por unos segundos.
Continúa moviéndose hacia atrás y adelante, haciendo que su pene roce contra mi vulva. Vuelve a agarrar mis caderas levantando mi culo todo lo que se puede hasta que casi quedo parada de pintillas, y con un suave pero delicioso movimiento me penetra. Comienza con un ritmo lento, hasta que sus embestidas comienzan a aumentar de ritmo, me voy acelerando como una buena fórmula uno. El tiempo es corto cuando se disfruta, como lo hacemos Marco y yo justo ahora, donde nos dejamos llevar por el placer de nuestros cuerpos fundiéndose en uno. Siento que ya no puedo más, y mi chico que ya me conoce sabe que estoy a punto, así que aumenta la intensidad. Estallo a su alrededor y segundos después se entierra hasta el fondo en mi interior dejándose ir.
Me recuesta sobre su pecho, deja un beso sobre mi hombro y termina de ducharnos. La verdad después de esto todo lo que quiero es dormir.
— Vamos Bella durmiente a la cama.— Me envuelve en un albornoz pera después ayudarme a meter bajo las mantas.
Cuando despierto en la mañana Marco no está a mi lado, en su lugar encuentro una rosa y una nota sobre su almohada.
Buenos días hermosa, me surgió una emergencia así que tuve que salir, no es nada grave así que no te preocupes. Discúlpame con tu mamá por no poder ir a desayunar. Sobre la isla de la cocina te he dejado las llaves del auto. No me esperes hasta la tarde. Así que estudia y pasa un buen día con tu familia.
Te amo. Marco
Nota: por favor cuídate y come por cuatro. ❤
Sabiendo que no vería a mi chico hasta la tarde decidí hacer planes para hoy, le envié un mensaje a Luna y a Claudia, iríamos de compras, necesitaba un vestido para la exposición de la tesis, ya que el de la graduación lo estaba confeccionando mi madre. Después me di una ducha, recordé por un instante lo vivido en este rincón, el mero recuerdo hizo que mi lívido se encendiera, pero desconecté rápido porque no tenía a Marco para apagar el fuego que crecía en mi interior.
Até mi cabello en una coleta alta, delineé mis ojos y un poco de brillo labial. Después me vestí con un vestido de maternidad corto estilo romántico de color celeste en el que aparecen pequeñas flores distribuidas por todo el diseño y mis vans blancas. Por último, tomo mis gafas de sol y mi mochila.
Sobre la isla de la cocina encuentro las llaves del auto. Salgo de casa y voy hacia el ascensor. Marco tiene una gran colección de autos tanto en Madrid con aquí, así que cuando bajo a el garaje subterráneo acciono el botón de la alarma para ver cual coche me ha tocado. Las parpadeantes luces del Audi S5 rojo, me indican que es el elegido, el auto valorado en setenta y ocho mil euros es toda una belleza.
Después de desayunar con mi familia, recogía Luna.
—¿Lista para gastar algunos billetes?— Luna es incorregible, a ella le dicen compras y tira la casa por la ventana.
—Se pudiera decir que sí.
—Aún no entiendo como no te trajiste un vestido de Madrid, con tanta tienda de modas y diseñadores locos por presumir que vistieron a la novia de un jugador del Real Madrid.
—Si lo traje, pero ustedes insistieron en ir de compras así que voy a probar suerte, tal vez me enamoro de otro vestido.
—Pues ponte en marcha. — Dice entusiasmada.
Pongo música para el camino, la cual al momento nos carga de energía Beggin de Måneskin. Por último, activo el GPS e introduzco la dirección de la casa de Claudia. Ponemos rumbo por la Ma-11 para llegar a Sóller un municipio situado en la costa norte de Mallorca.
Después que pasamos Polmañola, donde hicimos una breve pausa a por comida, tomamos la rotonda.
—Oye Eva— Luna sonaba nerviosa —No quiero asustarte, pero, hay un auto detrás de nosotras.
—Como crees Luna esta es la única carretera, así que es normal que veas los mismos autos detrás de nosotras.
—Lo llevo viendo desde que salimos de casa, estaba estacionado cerca de donde paramos y veo que aún sigue ahí.
Mostrando una serenidad de acero, ajusté el espejo retrovisor para fijarme. Si definitivamente el Nissan Sentra azul era un auto difícil de ocultar en la multitud y era mucha casualidad que tomara la misma ruta desde que salí de la casa de Santa Catalina.
—Vale vamos a hacernos a un lado para que nos rebase y ya.
Disminuí la marcha, pero el Nissan se mantuvo en su misma posición, de hecho, al desacelerar se acercó más a nosotras. Pero ¿qué mierda?
— Luna quiero que mantengas la calma, toma tu teléfono y anota la matricula.— me vio alarmada, casi paralizada.— Luna que te dije de mantener la calma, la única asustada debo ser yo que tengo una panza con tres bebés y estoy al volante y no tengo ni idea de quién es el loco dentro de ese auto ni que quiere, así que por favor reacciona, te necesito cuerda ¿vale?
Solo se limitó a asentir, pisé el acelerador y aumenté la velocidad agradecía que este acelerara de 0 a 100 km por hora en solo 4,7 segundos, en menos de un minuto estaba en los 250 km/h alcanzando así la velocidad máxima. Un chute de adrenalina recorrió mis venas, pero el Nissan azul continuaba pisándome los talones. Cuando llegamos al túnel que atraviesa el monte de Alfabia, maldije ya que no había que parar para pagar peaje como años atrás, cosa que en estos momentos nos hubiera dado una ventaja. Pero el muy psicópata nos seguía de cerca.
Traté de concentrarme en la carretera, logré esquivar a algún que otro auto, pero mi perseguidor me pisaba los talones. M era imposible acelerar más, prácticamente estaba quemando las llantas del Audi de tanto que le estaba exigiendo. Luna miró nuevamente por el retrovisor.
—Dios, ya no está creo que lo perdimos.
Era demasiado maravilloso para ser verdad. Un golpe por el costado del conductor sacudió el auto haciéndome por un instante casi perder el control del volante y mi cabeza fue a dar contra este. Sentí la sangre caliente correr por mi rostro.
—¡Déu meu! ¿Estás bien?
—Crees que lo estoy— dije enfurecida.
¿Quién era ese? ¿Qué quería de nosotras o más bien de mí? Por primera vez sentí miedo por mí, por Luna por mis bebés no natos. Sujeté el volante con más fuerza al punto que mis nudillos se tornaron blancos. El cabrón quería guerra, pues guerra iba a tener. Respiré profundo, la cabeza me dolía, pero tenía que salir de allí con vida.
El Nissan volvió a situarse muy cerca de nuestro auto.
—Pase lo que pase sostente fuerte. —le dije a Luna.
—¡Eva! — el impacto se volvió a sentir en la parte trasera del coche.
Llevé una de mis manos a mi vientre, me dolía y mucho. Gemí de dolor, pero me obligué a concentrarme nuevamente en la carretera ya quedaba menos para salir del túnel. Sostuve el volante cuando el nuevo impacto hizo que nuestro auto derrapara girando sobre el asfalto.
Alcé mi vista y observé por primera vez a nuestro agresor, era un hombre de eso no cabía duda, pero llevaba gorra y lentes. Estábamos frente a frente, era el contra nosotras. En estos momentos nos encontrábamos contrarias a la circulación del túnel. Cambié la palanca de direcciones y aceleré nuevamente el auto para conducir en reversa.
—¿Qué haces? — el grito de Luna casi me deja sorda.
—¿Qué crees? — dije al borde de la histeria.— Salvar nuestras vidas, ese tipo no va a parar hasta vernos muertas, entiendes y yo tengo tres bebés dentro de mi que aun tienen que llegar a este mundo, aun hombre que amo con locura que me pidió que me cuidara, una familia que me necesita y tu aun tienes que descubrir si Álvaro es el amor de tu vida, así que no me voy a dejar matar por ese loco.
Temblorosa Luna me mostró su apoyo. Hace años que no hacía nada tan loco y peligroso, logré separarme al menos cincuenta metros antes de volver a encausar nuestro rumbo en la carretera.
El dolor en mi vientre se agudizó, entonces lo observó una fina línea de sangre recorrió sus piernas.
¡Esto no podía estar pasándome! - pensé- ¡Otra vez no, Dios!
Una contracción sacudió mi cuerpo. Cerré los ojos por unos segundos y alcé una plegaria al cielo. La sangre que salía de mi cabeza empañaba mi vista. Al fin saldríamos a la carretera nuevamente dejando atrás el túnel.
— Luna si no salgo de esta dile a Marco que lo amo.
—Pero que dices...
El impacto nuevamente nos sacudió haciendo que esta vez no pudiera controlar el auto y sacándonos completamente del camino hasta hacernos impactar contra unos árboles.
⚽️🤰💜
Hola a Tod@s 🙂
Estoy de regreso.
Si ya se que tal vez tiene ganas de matarme, a estas alturas y con este recado.
Les traigo portada nueva, gracias a una colaboración con BirdsandStars.
Capítulo dedicado a claudiahrndz gracias por leerme y por tu apoyo, espero sigas disfrutando de la historia.
En unos días regreso con más.
Besos 💋 Betty
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro