39. ROSAS Y ESMERALDAS
Hace unos días Marco le dio la noticia a su familia de que sería padre. Gilberto pasó por varias fases primero pensó que era broma, pero en cuanto yo aparecí en pantalla e Igor se lo confirmó casi infarta, más aún cuando Marco le contó nuestra historia con todo detalle. El señor estaba a punto de atravesar la pantalla del teléfono para darle una reprimenda a su hijo. Me pidió perdón de todas las formas posibles, después nos insistió en venir a Madrid para estar unos días con nosotros, pero al final le dijimos que estaríamos pronto en Mallorca para mi graduación.
Hoy entro en mi cuatro mes de embarazo y ya mi panza es bastante notoria, cargar tres bebés no es broma. También hoy es mi cumpleaños, nadie lo sabe y no creo que Marco lo recuerde, además ni siquiera está acá, anda de viaje con el equipo. He ido muy temprano al Santiago Bernabéu a darle una sesión a Lucas, mi amigo sufrió un esguince del ligamento cruzado posterior de la rodilla izquierda. Es extraño estar en el deportivo sin Marco apareciendo por cada rincón para asegurarse si estoy bien.
Llego a casa sobre las dos de la tarde, me doy un baño pues estoy algo acalorada y después directa a la cocina, los bebés mueren de hambre y yo con ellos. Así que me dispongo a hacer unas patatas bravas con ternera picada. Cuando está lista me siento a comer frente a la tele viendo Jumanji Welcome to the Jungle. Voy en la parte en la que Spencer comienza a trepar para colocar la joya cuando repetidos golpes suenan en mi puerta.
— Ni porque es mi cumple puedo tener un día tranquilo.— rezongo mientras voy a ver quién llama.
—Pensamos que nos haríamos viejas esperando aquí chica. —dice Macarena nada más abrir la puerta.
— ¿Pero que son esas fachas nena? — Sara escanea mi cuerpo, no sé qué le ve de malo una camiseta de tirantes y un short de dormir de satén.
—¿Hola Eva estas bien? —digo con ironía. —Podrían empezar por ahí y luego explicar que hacen ustedes tres en mi casa.
—Hola cariño —me dice María dejando dos besos en mis mejillas. —Pues nada que íbamos de compras y pensamos, ¿por qué no buscamos a Eva que debe estar extrañando a su chico tanto como nosotras y tenemos un día de chicas?
—Alguna tiene idea de cuando llegan, si jugaron ayer ya deberían estar aquí.— los chicos jugaron contra Cádiz ganado tres por cero.
Extraño demasiado a Marco y aunque no se acordara de mi cumpleaños quería estar con él. Además, es la primera vez en veinticinco años que no estoy con mi familia y me extraña que ninguno llamara para un día tan importante como este. Eso me pone triste.
—Creo que llegan mañana. —responde María sin darle importancia a la ausencia de Nacho.
—Pero nena que esperas vístete que nos vamos. —Sara aplaude como colegiala feliz.
Después de meternos las cuatro en mi diminuto dormitorio y de dejar que Sara escogiera mi atuendo, que consistía en una blusa holgada de maternidad, unos leggins y botas planas, nos fuimos al centro de Madrid en busca de tiendas donde derrochar dinero. La verdad es que necesitaba ropa nueva ya que nada me quedaba.
Casi recorremos todas las tiendas departamentales de Madrid, compré unas mantas para los bebés y dos mamelucos iguales a el que ya tenía en casa, mis bebes fuesen lo aquí fuesen se verían adorables en ellos. Terminé con un guardarropa completamente nuevo, y con la mente distraída. Ya por último las chicas me hicieron entrar en una tienda de vestidos de noche.
—Chicas con lo que tengo es más que suficiente.
—Vamos Eva unos vestidos de maternidad para el diario no se comparan con esto. — dice Macarena señalando un hermoso vestido rojo.
— No pierdes nada con probártelo, además ahora que oficialmente vas a ser la novia de Marco necesitas tener algunas prendas para cenas y eventos importantes. —alegó María.
Me metieron casi a la fuerza a los probadores y me dieron un montón de vestidos, que me hicieron desfilarlos uno a uno.
— Chicas ustedes han visto el precio de estos vestidos.— digo viendo la etiqueta.
—Oh, por Dios es ese...— exclama Maca llevándose las manos a la boca, — ese definitivamente.
Miro a las chicas como si estuvieran locas, pero las tres van en hermosos vestidos de noche.
— Un peinado y algo de maquillaje y se verá fabulosa. — se comentan entre ellas ignorándome.
Mi teléfono comienza a sonar, anunciando una video llamada de María Teresa. Ah se me olvidaba por insistencia de Marco tengo teléfono nuevo.
—Hola tu. — me dice Mary Tere.
—Hola, que tal todo.
—Te llamaba para invitarte a cenar al Westin Palace hemos cerrado un negocio importante y queremos celebrar.
—No se Mary, que pinto yo en medio de accionistas y ejecutivos.
— Ser mi amiga, hay ocasiones en que tanto trabajo me aburre y necesito alguien con quien hablar.— hace un puchero cual bebé —Por cierto, donde andas.
— De compra con las chicas.
—Vas hermosa, compra ese vestido y vente con el puesto con ese look vas acorde y dile a las muchachas que estás invitadísimas.
—No crees que es demasiado para una cena —digo volviéndole a mostrar mi vestido negro de noche con escote en V, hombros caídos y mangas largas, falda hecha de tul, con apliques de lentejuelas detallada.
—Ya te dije que vas hermosa, nos vemos en media hora, Chau. — Mari Tere cortó la llamada sin permitirme dar una respuesta en concreto.
Que otro remedio me quedaba, después de todo no iba a pasar mi cumpleaños tan sola. Al final terminamos entrando a un salón de belleza donde nos maquillaron y peinaron. Media hora después estábamos en camino al hotel.
El Westin Palace es un hermoso y lujoso hotel ubicado en el centro de Madrid, en el Paseo del Arte. Nada más entrar por las puertas llegamos a un lobby y subimos las impactantes escaleras para dirigirnos a el salón Cánvas.
—Necesito ir al baño — anuncia Macarena.
—Eva porque no te adelantas a buscar a mi tocaya.
—Chicas tengo una llamada que debo contestar yo ahora las alcanzo. — dice Sara.
— Vale, no demoren. — respondo resignadamente.
El salón en el que me encontraré con María Teresa está en una esquina del hotel. Debo atravesar lo que supone sea un largo pasillo. A medida que avanzo me voy encontrando con rostros familiares, todos los miembros del equipo del Real Madrid forman una larga fila, van de esmoquin y lucen súper elegantes.
No te has ido de mi vida, vida mía, pero ya te extraño.
La música comenzó a sonar y con ella las lágrimas a caer. No entendía lo que sucedía a mi alrededor, pero estaba emocionada esto era para mí. Uno a uno me fue entregando una rosa roja.
Cuando nos falle la memoria y solo queden las fotografías
Que se me olvide todo menos que tú eres mía.
Parecía una magdalena, no podía dejar de llorar y más cuando llegué al final del recorrido y me encontré a Marco de esmoquin negro, camisa blanca y un hermoso ramo de rosas en sus manos.
Cuando los años nos pesen
Y las piernas no caminen
Los ojos se nos cierren
Y la piel ya no se estire.
Cuando lo único que pese
Sea lo que vivimos en vida
Y aunque nada de esto pase
Eres el amor de mi vida.
— Hey hermosa no llores —dice tendiéndome un pañuelo para secar mi rostro.— Te amo, eres el amor de mi vida.
— Tú también eres el amor de mi vida Marco Asensio.
— Una vez me dijiste que esto te parecía romántico, así que cogí la idea prestada.— se había acordado de la vez que vimos Glee en el camarote de Bellatrix.
—Es maravilloso, gracias. — no se si fue la ley de la atracción o los días que llevábamos sin vernos, pero nos dimos un beso increíble de esos que te hacen ver fuegos artificiales.
—Feliz Cumpleaños.
—Te acordaste— joder, ahí estaba yo que no podía dejar de llorar.
—Por nada del mundo olvidaría el día en que nació la chica por la que me robó el corazón...— hizo una pausa para ponerse a cantar o más bien a doblar a Maluma.
Siempre me he soñado una vida contigo
Más valen los hechos que lo prometido
Sin saber a donde vayas te persigo.
Y cuando falle la memoria y solo queden las fotografías
Que se me olvide todo menos que tú eres mía.
Es raro, pero ahí estábamos nosotros en medio de todo y a la vez de nada viviendo nuestra burbuja de amor, bailando pegaditos hasta que dio fin a la canción.
—Ahora ven, quiero mostrarte algo.— tomó mi mano con firmeza y me guio hasta dos puertas dobles blancas y de cristal que dejaban ver nuestro reflejo.
—¡¡¡SORPRESA!!! — cientos de voces inundaron el salón.
—Mamá —dije emocionada al ver a la mujer que me había traído al mundo en primera plana junto a mi hermano y mi abuela— Viniste.
—No me lo perdería por nada del mundo, diez horas de trabajo de parto no se olvidan jamás y menos aún después de tanto dolor obtuve a la mejor hija del mundo — mi madre me estrechó entre sus brazos y sentí ahí que lo tenía todo.
—¿Pero ¿cómo?
— Marco, después de ir a pedir perdón y llevarse un golpe de tu hermano — miro el rostro de mi novio y veo el pequeño moretón junto a la comisura de su labio.— Nos convenció de venir y puso a muestra disposición su avión privado.
Voltee a ver a Marco no sabía que tuviera un avión propio.
—Renacuaja — mi hermanó me cogió en brazos y me hizo girar.
—Oscar que tu hermana está embarazada.— la voz firme de Marco hizo que mi hermano me dejara delicadamente en el suelo. —¿Estás bien cariño?
—Todo perfecto gracias a ti.— le di un discreto beso ya después me encargaría de agradecérselo en la intimidad.
—Aya —abracé a mi abuela.
—Feliz cumpleaños mi niña de ojos verdes.
—Gracias, sabes que me hace más feliz... que tu estés aquí.
Saludé a todos nuestros amigos que me llenaron de felicitaciones y regalos. A medida que transitábamos la estancia pude detallarlo todo, la sobriedad arquitectónica en líneas rectas, colores blancos y pequeños detalles en plateado, haciendo resaltar los colores verdes de la decoración principal.
Por ultimo Marco me llevó a un grupo de personas en los que solamente reconocí a Igor y a Claudia. Había un rostro que también se me hacía familiar, sentí que las piernas se me hacían gelatina, iba a conocer en persona al papá de Marco.
—Papá.
El señor canoso volteó a vernos, se veía emocionado.
—Eva— mi nombre vino acompañado de una muestra de cariño increíble.— Oh por Dios, hasta que lo veo lo creo, voy a ser abuelo y nada más y nada menos que por parte de Marquito.
—Nada papá que estos se comieron el pastel antes de la boda. —dijo de forma jocosa Igor.
— Eva ella es Rosa, mi segunda madre.— Marco me presentó a una bella mujer pelirroja que por cómo iba del brazo de Gilberto supongo que es su esposa.
— Un gusto señora.
—El gusto es mío cariño, y llámame Rosa porque eso de señora se lo dejamos a mi suegra.
—Eva.— sentí mi nombre a mis espaldas, esa voz era inconfundible.
—Luna. — mi amiga y yo nos abrazamos.
—Estás enorme.— dice posando sus manos en mi vientre.
— Creo que está hermosa.— mi caballero de brillante armadura sale en mi defensa.
—Lo que quiero decir es que está radiante y tú...— el dedo índice de Luna golpeó el pecho de Marco— le rompes de nuevo el corazón y te mato, mira que ahora si se quién eres.
El grupo en el que nos encontrábamos carcajeó con lo que dijo Luna, pero Marco y yo permanecimos imperturbables.
— Te juro que eso no va a volver a suceder. —más que para los demás esa promesa era para mí.
La fiesta fue más que maravillosa, Marco recordó cual era mi torta favorita, hizo servir comida mallorquina. En plena celebración rodeados de todos los que queríamos les anunciamos de la llegada de los trillizos ya que hasta ahora esa información era solo nuestra. Cuando fue la hora de retirarnos hizo que toda mi familia y la de él se fuesen a su casa, ahí estrían más cómodos y Safiye cuidaría bien de ellos.
—¿A dónde crees que vas? — Marco me tomó de la mano y me acercó a su pecho.
— A casa.
— De eso nada, esta noche va a ser especial y por lo tanto mereces un lugar especial.
Subimos al ascensor para llegar al cuarto piso, salimos a un vestíbulo de mármol. Seguidamente nos dirigimos a una suite. Nada más entrar nos recibió un salón en forma ovalada, amueblada con piezas de caoba de diseño español, cómodos sofás y sillones. Sobre la mesa de comedor había velas y algunos otros elementos que se me hacían familiar.
—¿Nutella y fresas?
—Pensé que te gustaría recordar. — Marco me dio un tierno beso.
Caminamos de la mano al balcón donde la vista de la Fuente de Neptuno era majestuosa y permanecemos allí un rato abrazados.
—Este es mi regalo. —dijo tendiéndome una caja que reconocía de un regalo que ya él me había hecho, una Pandora.
—Marco esto no es necesario, el mejor regalo que me has dado es tener a mi familia conmigo en este día.
—Tú te mereces esto y más, por favor acéptalo.
Abrí lentamente la caja blanca para descubrir su contenido, una fina cadena de platino con un dije en forma de corazón, con pequeños diamantes y una esmeralda en el centro.
—La esmeralda simboliza el poder, la inmortalidad, pero también el amor incondicional, confiabilidad y fidelidad. Las esmeraldas son alrededor de veinte veces más raras que los diamantes. Además, es la piedra de las personas nacidas en mayo. Con todo esto lo que quiero decir o más bien prometer que te amaré mucho más allá de los tiempos, que podrás confiar en mí. Que he sido un suertudo al encontrarte, porque entre tantos diamantes encontré a la gema más rara y que te amo.
— Yo también te amo Marco Asensio y gracias por el mejor cumpleaños de la historia.
— No cariño tu cumpleaños recién comienza, si mal no recuerdo hay Nutella y fresas esperando por nosotros.
— Entonces no lo hagamos esperar más.
⚽️🤰💜
Hola a Tod@s
Nuevo capítulo, quisiera decirles que ya estamos en la recta final pero dudo que así sea aunque ya va quedado menos.
Esta vez el capítulo va dedicado a rayiglesias gracias por leerme.
Si ven que desaparezco no se preocupen, el teléfono lo tengo medio roto y por el es que subo los capítulos.
Sin más me despido, hasta la próxima.
Besos😘, Betty
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