Cuando salgo del Santiago Bernabéu decido pasar por una tienda que vende artículos para bebé y termino encargando algunas cosas que me la harán llegar en unos días y espero poderle dar una sorpresa a Eva. De camino a casa pienso que talvez hoy en la noche pueda mostrarle a Eva la sala de cine y ver esos musicales que tanto le gustan y que me recuerdo he de cumplir la promesa de llevarla a ver uno a la Gran Vía de Madrid.

No hago más que abrir la puerta de casa y me encuentro a Eva sentada en un banco que hay junto a las escaleras, ella no debería estar ahí pero lo siguiente que veo es que va vestida con ropa de calle y su maleta al lado.

-¿Qué significa esto?- le digo enfurecido.

-Se puede saber qué coño te pasa Asensio- ¿Qué mosca le ha picado?

-No entiendo a qué te refieres.

-A qué viene eso de que soy tu mujer cuando es total mentira- ahora entiendo.

-Te fue con el chisme, no me lo puedo creer- me paso las manos por el pelo, el tal Gonzalo sí que juega sucio, aunque a decir verdad yo empecé primero.

- Estoy cabreada, que digo cabreada, me tienes confundida Marco, necesito que aclaremos esto ahora mismo, porque te desconozco, eres un verdadero cretino. - nunca la había visto tan enfurecida o bueno si.

-Él quiere lo que es mío- le grito y no sé porque lo hago.

- Yo no soy de tu propiedad, el hecho de que esté esperando a tus hijos no te da derecho a decidir por mí.

-Entonces le diste esperanzas a tener algo con el- su mirada se ensombrece.

-No sé de qué me hablas, no le puedes prohibir a mi amigo visitarte- la miro y está demasiado seria.

- ¿Qué? - no me lo puedo creer- Eso te digo, es que es un maldito mentiroso.

- No estoy dispuesta a tolerar que te metas en mi vida.

-Vale.

-Asensio por una vez en la vida quiero que me digas la verdad.

- La verdad es que lo amenacé y le dije que se mantuviera lejos de ti, porque él está enamorado de ti.

-Jajajajaja, Gonzo enamorado de mí, te estás oyendo- Eva me mira como si estuviera loco. -Ha sido mi mejor amigo desde los cuatro años.

Me alejo de Eva trato de contener toda la rabia que siento. Paso las manos por el pelo y maldigo, cosa que nunca hago.

-Me voy Marco, ya entendí que tú y yo ni de amigos podemos estar, porque siempre tienes que extralimitarte y echar todo a perder.

-Tu no vas a ninguna parte- intento tocarla, pero me rehúye.

-No me toques- dejo caer el brazo porque haga lo que haga ya la jodí, me siento muy mal por su desprecio.

El timbre de la puerta lleva un rato sonando, ya me tiene harto. Eva me mira exasperada pues me he colocado frente a la puerta como una muralla. Trato de hacerla entrar en razón y casi lo tengo conseguido cuando la persona que está del otro lado de la puerta empieza a aporrearla y a gritar.

-Marco cariño sé que estás en casa, abre por favor- las cosas no me pueden salir peor, no sé qué pinta ella aquí.

Abro a desgana la puerta dejando ver a Patricia con un vestido que insinúa Puta por todas partes.

- ¿Qué coño haces tú aquí?

-Bueno si Mahoma no va a la montaña.

-Ya está aquí mi taxi- anuncia Eva.

-Tú no te mueves de aquí- volteo a verla y a arrancarle la maleta de la mano- Si tengo que atarte a la cama no dudaré en hacerlo.

- ¿Me estás amenazando? - sus ojos verdes no me pueden mirar de otra forma que no sea odio en este momento.

-No, estoy velando por el bienestar de mis hijos.

-Que estás diciendo Marquito- odio la voz melosa de Patricia.

-Y a ti- la señalé con el dedo- Hace mucho te dije que te mantuvieras lejos de mi vida, ya no hay sitio para ti en ella.

-Puedes darle unos pesos y seguro que se hace un aborto si es que de verdad está embarazada- pero que tiene esta tía en la cabeza.

-Perdón - le contesta Eva- No todas somos tú.

-Cariño ya yo utilicé ese truco y no funcionó, porque crees que a ti sí. -veo a Eva poner los ojos en blanco.

-Porque a diferencia de ti, yo no necesito de los millones de un hombre para poder vivir- veo la mano de Eva estamparse contra el rostro de Patricia.

- Marco vas a dejar que esta cualquiera me trate así- me mira pidiendo ayuda.

- Patricia, FUERA- le grito- Te quiero lejos, ya no voy a caer más en tu juego, pasa la página porque yo hace mucho que lo hice, deje que mujeres como tú me cambiaran, pero ya no más, me enamoré y dudo que en algún momento tú puedas entender lo que significa el amor.

-Te estás oyendo Marquito, tú eres un alma libre que no te atas a nadie.

-De verdad que eres capaz de caer tan bajo, tú no sabes nada de mi- le digo con frialdad.

-Sabes que Asensio tú te lo pierdes, cuando te aburras de la insípida sabes dónde encontrarme- al fin logro deshacerme de ella.

Cuando volteo para volver a hablar con Eva no la veo, el taxi aún está en la entrada por lo que no se ha ido, voy y doy unos pocos euros al taxista y regreso al interior. Me dirijo a su dormitorio y está reacomodando su ropa.

-Ya despachaste a esa- me dice gélidamente.

- Ella no significa nada para mí.

-Eso no me importa, déjame sola.

- Me alegro que entraras en razón- no me dirige la palabra así que entablo un monólogo- Te amo y no voy a permitir que un San Juan de los palotes se meta en medio de nosotros, pero tranquila las cosas siempre caen por su propio peso y el tiempo me va a ayudar a demostrarte que tengo razón y Gonzalo está enamorado de ti. Ahora descansa todo este ajetreo no te hace bien.

Esa fue la última vez que hablamos, llevamos más de tres días sin dirigirnos la palabra, más bien es ella la que me declaró la ley del hielo. Voy llegando a casa casi es de noche, y estoy realmente agotado vengo de jugar un partido contra el Levante. Muero ver a Eva, trataré de arreglarlo todo entre nosotros esto no puede seguir así. Ayer cuando me fui a Valencia, ni siquiera me permitió despedirme, simplemente se encerró en su dormitorio y a través de Safiye me dejó saber que tendrá visitas. Seguro que es María o alguna de las chicas, aunque me extraña tanta formalidad, porque desde que Eva vive en casa ellas vienen a su antojo, más Maca que la entiende y se conduele de su reposo.

Subo las escaleras que conducen del sótano a la plata principal cuando siento voces, pero no son las que pensaba escuchar. El imbécil de Gonzalo está en mi sala de estar con mi mujer, es una visita no deseada. Sé que no debo escuchar conversaciones ajenas pero los celos y la rabia me pueden así que aprovechando que no han notado mi presencia, observo todo desde un rincón junto a la escalera.

- Realmente me hace bien tenerte en mi vida, eres un soplo de aire fresco, me traes recuerdos de épocas felices- eso me duele, ella es feliz cuando está con el abogado y yo solo le traigo pesar.

-Aun no entiendo que haces aquí cuando tú tienes casa y tampoco me has dicho porque fuiste al hospital, o es que el hijo de puta de Asencio- ella lo interrumpe antes de que siga lanzando improperios en mi contra.

-Marco no me ha hecho nada, pero por el momento lo mejor es que permanezca en su casa- le explica ella.

- Entonces si están juntos como él dijo- lo veo acercarse peligrosamente a ella y tomar sus manos entre las suyas- ¿por qué él Eva?

- Mira Gonzo la historia entre Marco y yo es muy complicada y de verdad no tengo ganas ahora mismo de hablar de eso, sigo muy dolida con el- a mí también me duele su aptitud.

-No necesito saber mucho más solo quiero saber si estas o no con el futbolista- la veo pensarlo antes de responder.

- No, no estoy con Marco- puñalada directo al pecho, así siento sus palabras.

De repente Gonzalo la toma por la nuca y presiona sus labios en los de Eva, celos, siento muchos celos y más al ver como ella le corresponde, esto es demasiado para mí, pero he quedado petrificado ante la escena y soy incapaz de apartarme de algo que me causa tanto dolor.

Pero el sonido mordaz de una bofetada me saca de mi estado, Gonzalo tiene la mejilla enrojecida y mira perplejo a Eva que se aparta de su cercanía.

- ¿Qué haces? - le reclama Eva.

-El que besarte, vamos Eva no me digas que no te has dado cuenta de que me gustas, Dios siempre me has gustado- su rostro muestra desconcierto total ante la confesión de su supuesto amigo- No hay nada que impida que tú y yo estemos juntos.

-Gonzalo el hecho de que yo no este con Marco no significa que pueda sentir algo por ti, cuando yo lo amo a él- victoria grito en mi interior, Marco 1- Gonzalo 0  Eres mi amigo y pensaba que estabas aquí por eso, pero voy a terminar dándole la razón a Marco, por Dios llevo días sin hablarle, me mentiste me dijiste que él no dejaba que te acercaras a mi cuando todo este tiempo esta ha sido tu verdadera intención.

- Como puedes decirme eso, si sabes de sobra lo que siento por ti, sería capaz de todo por ti Eva- en cierto modo lo entiendo porque yo también lo haría todo por ella.

-Pero es que yo nunca he pensado en ti de otro modo que no fuera ese, no quiero lastimarte Gonzalo, pero es mejor que te vayas.

-Cómo es que puedes estar con un tipo como él Eva, que tiene él que yo no- se lleva el dedo índice al puente de la nariz como analizando cual será sus siguiente jugada- No me digas, es más que evidente, solo mira la casa donde vives ahora- se pasó de la raya.

Todo este tiempo estuve intentando ser paciente, pero sus palabras son demasiado duras y me recuerdan un poco a mí, hay palabras que hieren más que mil puñales. Ahora entiendo cómo se sentía Eva cada vez que yo le decía algo así. Siento la necesidad de protegerla, de demostrarle que no está sola y nunca más lo estará, que esta vez no necesita ser valiente porque yo la sostendré.

-Freire, ya Eva te lo dijo, vete- intervengo ganándome la mirada de los dos algo sorprendidos por mi repentina aparición.

- No te reconozco Gonzalo, pensé que te conocía y tú a mí, pero ya veo que no, los años sin vernos han dejado un vacío difícil de llenar- Eva está triste, dolida, hasta puedo decir que decepcionada.

-Siempre he luchado por ti, me hice abogado para ti, tenía la esperanza de encontrarte y darte todo lo que te merecías, pero ya veo que otro con una cuenta bancaria con más ceros me ganó-  dice con frialdad, un escalofrió recorre mi cuerpo ante tanto cinismo de su parte.

Mi puño se estampa contra su rostro. La sonrisa burlona que tiene en la cara me provoca a seguir golpeándolo, pero no le daré la satisfacción. Gonzalo escupe la sangre que sale de su boca y me mira con odio, pero es que se lo merece, no soy violento, pero joder me ha dado gusto hacerlo. Volteo a ver a Eva y está demasiado pálida, las lágrimas corren por su rostro que mira pasmado la escena.

- No puedo permitir que sigas ofendiendo a mi mujer en mi casa y mucho menos en mi presencia. - contengo el aliento y me obligo a serenarme.

-Siento que pienses así de mi- dice mi chica en un susurro- tu siempre estuviste ahí para mí y te aprecio muchísimo, pero pensaba que tenías claro que entre tú y yo solo había sitio para una amistad.

-Tan ciega te tiene el dinero y tu- me señala- sabes que va a ser una más de las que cuando encuentre un mejor postor te va a dejar.

-Freire por última vez largo de mi casa y deja de decir cosas, porque hieren y no sabes cuánto, de verdad no conoces a la mujer que decías amar, porque yo sí y para desgracia tuya su corazón me pertenece y siempre pero siempre va a estar unida a mi porque va a ser la madre de mis hijos.

-Que mierda dices Asensio- grita encolerizado.

-Eva está embarazada de mi- en cuanto las palabras salen de mi boca lamento haberlas dicho.

Su puño impacta contra mi mandíbula, la expresión en los ojos de Eva es de horror. El sabor a metal de la sangre llena mi boca y me limpio con el dorso de la mano. Eva se dirige hacia la puerteara para indicarle la salida.

-Gonzalo, sal de aquí ahora mismo- esa es la Eva que conozco la que no se deja amedrentar por nadie y eso me llana de orgullo.

Gonzalo sale con aire de derrota, pero algo en su mirada hacia mí me dice que esta solo es una batalla que aún no se ha terminado la guerra. Si sabe lo que quiere sé que va a luchar, pero por más que lo intente el único campeón de este juego voy a ser yo y tengo muchos motivos para luchar por la mujer que amo, el principal son mis hijos. Soy muy egoísta cuando se trata de Eva, pero que carajos ella es mía y siempre lo va ser.

Eva está en el sofá con el rostro entre las manos llorando desconsoladamente. La estrecho entre mis brazos para tratar de calmar la rabia que siento y el dolor de ella de perder a un amigo. Consciente de que no merezco tenerla así disfruto por un momento de la cercanía de su aroma a violetas que tanto me gusta y que me recuerda a mi madre, esas eran sus flores favoritas.

-Siento que todo saliera mal con tu amigo.

-En serio lo sientes- dice clavando sus ojos verdes llanos de lágrimas en mí.

-No, y aunque va a sonar mal pero, te lo dije.

La siento gimotear nuevamente contra mi pecho, intento consolarla, pero mi esfuerzo esta vez es en vano.

-Siempre va a ser así- dice con la coz entrecortada.

- A que te refieres cariño- la incito a que continúe.

-Todos van a pesar que soy una casa fortuna- mierda y más mierda, esto es mi culpa yo fui el que empezó todo esto.

- No cariño no va a ser así porque le vamos a demostrar al mundo que nos amamos- sostengo su rostro entre mis manos- Con que tú y yo sepamos la verdad va a ser más que suficiente.

- No lo sé Marco, soy una persona que salió de la nada y que de un momento a otro está embarazada de un futbolista famoso, nadie sabe la historia real, la gente suele juzgar todo mal.

- Eva, cuando te ha importado tanto lo que opinen los demás, porque sin mal no recuero, eres la mujer más desconectada del mundo, sabes que se me arrugo el corazón el día que preguntaste mi nombre y ni por la cabeza te paso que te decía mentiras. Cariño sigo siendo yo y tú sigues siendo tu solo que con toda la mierda que eso ahora acarrea y que en Mallorca no nos hizo falta, porque nos permitimos disfrutar de las cosas simples de la vida y eso fue una de las cosas que me hizo enamorarme de ti.

- Yo también me enamore, pero- no la dejo continuar.

- Fui un gran tonto y te aleje de mí, pero prometo que te lo voy a compensar, y cuando estés lista para perdonarme aquí voy a estar porque te amo. 

Esa noche después de insistir en curar mis heridas le propuse cocinar para ella. Cenamos en silencio, ninguno de los dos se atrevió a seguir hablando de lo sucedido. Después optamos por ver algo en la tele, me reconfortó que ella aceptara mi compañía y no me alejara como días atrás, creo que la muralla iba cediendo. Me permitió tenerle entre mis brazos mientras le dejaba caricias sobre su vientre y jugaba con su cabello. Cuando vi que sus ojos se habían cerrado, me levanté de la cama para ir a mi cuarto. Estaba por salir cuando sentí su voz.

-Marco.

-Si hermosa- dije en un susurro.

-No te vayas, no quiero dormir sola.

- Estás segura, no quiero que mañana- por primera vez dudo, o bueno no, que más quiero yo que dormir con ella, pero temo que se arrepienta, hoy está demasiado sensible y afectada por lo acontecido.

- Te juro que no me arrepentiré-dice leyendo mis pensamientos.

Hace a un lado el cobertor para brindarme un lado de la cama, no lo dudo ni un segundo más y me tumbo junto a ella. Me debato en si debo abrazarla o no, pero al momento sus brazos rodean mi cuerpo y yo la atraigo más hacia mí. No sé cómo me fue tan difícil admitir desde un principio que me muero de amor por esta mujer, necesito que recupere su confianza y la fe en nosotros antes de tomar cualquier otra decisión. Hoy no fue un buen día, pero me alegro que me haya perdonado y que me permitiera estar así con ella. Me es imposible describir la dicha que siento en este momento. Pero solo espero que de ahora en adelante todo comience a ir bien entre nosotros.

⚽️🤰💜

Hola a Tod@s

Este capítulo va dedicado a itssdes, gracias por tu apoyo y por tus votos espero que sigas disfrutando de la historia.

Capítulo sumamente largo, espero que no se las haya hecho tedioso.
Me costó un poco por no decir que bastante escribirlo.

Ahora sí me tomaré unos días en volver a actualizar, pero no van a ser muchos lo prometo, pero tengo unas tareas que cumplir y me van a llevar tiempo.

Besos😘, Betty