3. LLUVIA DE ESTRELLAS
Intenté recoger cada uno de los dijes, esa pulsera era lo único que me quedaba de mi padre, la tenía desde niña, nunca me la había quitado y el imbécil de ojos bonitos y seductores la había roto sin prestarle importancia. Las lágrimas comenzaron a salir a medida que recogía los vidrios rotos.
Me dirigí hacia la cocina y lo primero que me advirtieron es que me descontarían de mi sueldo las cosas rotas. El día no podía ir a peor.
-Dime quien es el tío y le parto la cara- gritaba enfurecida Luna después que le contara lo sucedido.
-No lo sé- como podría olvidar a aquel hombre de traje y ojos marrones que me miraron tan intensamente, se le formaban arruguitas alrededor de ellos que lo hacían verse más sexy y sus brazos bien tonificados, juraba que en cualquier momento se iba a romper su esmoquin de lo ajustado que le quedaba, a pesar de tener casi la misma estatura me sentía diminuta ante él, parecía un modelo sacado de una revista masculina. - Al menos recuperé los dijes, ya tejeré después otra pulsera.
Quién me iba a decir que tres copas me costarían casi la mitad del sueldo, definitivamente eran personas de dinero. Necesitaba ahorrar para poder ir a Madrid y al paso que iba dormiría en la estación del tren hasta que pagaran mi primer sueldo como pasante.
Así que a la mañana siguiente me levanté temprano fui al café internet para enviar el trabajo y de paso saludar Igor, pero me dijeron que demoraría unos días en volver, de ahí partí al Chiringuito para pedirle a Pepe y a Rut que me emplearan más tiempo ya que necesito el dinero. Trabajé ese día hasta tarde en la noche, para no ser temporada alta el restaurante estaba a rebosar, las propinas fueron buenas. A las nueve me encontraba sola en la parada de autobús, un escalofrió recorrió mi cuerpo.
- ¿Por qué tan sola pequeña? - esa voz me provocaba náuseas de solo oírla.
-No estoy sola-
-A no, pues yo no veo a nadie- dijo Héctor acercándose a mí, su aliento olía a wisky barato, hacía que asqueara más.
- Estoy esperando a alguien- cerré los ojos por la cercanía, rezaba internamente con todas mis fuerzas para que apareciera una persona-
-Princesa- Héctor volteo y yo solo puedo ver al trigueño rompe pulseras frente a mí- ¿amor sucede algo?-
-No cariño - corrí a refugiarme en sus brazos.
-Lamento llegar tarde se me había ponchado una llanta-
-Tranquilo cielo, acabo de salir, lo importante es que estás aquí- Héctor nos observaba con determinación.
- ¿Y tú quién eres? - le pregunta al desconocido.
-Su novio- Muero por su respuesta- ¿Y tú? -
-Se ex- responde el muy asqueroso- Me suenas de alguna parte.
-Pues lo dudo, yo no recuerdo haberte visto nunca- responde mi caballero de brillante armadura aún anónimo. -Princesa nos vamos, te llevo a casa- dice pasando su brazo por mi cintura y atrayéndome a él, para después besar mi frente. - tengo el auto estacionado frente al Chiringuito-
-Si cariño vámonos estoy agotada- toma mi mano y nos alejamos de Héctor dejándolo con la mirada perdida y el rostro enfurecido.
Caminamos en silencio tomados de la mano, no uno incomodo, sino más bien me sentía tranquila y protegida ante su presencia. Llegamos frente al chiringuito y frente a el había un Jeep estacionado.
-Princesa su carroza la espera- dice abriéndome la puerta
-No subo a autos de desconocidos- la verdad es que moría por saber su nombre, hizo un gesto con su cara como el que no entiende- No me piensas decir tu nombre, o te comió la lengua el gato-
-Primero dime el tuyo-
-Eva-
-Eva, muy lindo nombre, el de la primera mujer, la madre de todos-
-Marc, mi nombre es Marc- lo vi dudar en un momento, pero al final sonó seguro.- Ahora si, a donde te llevo-
-No es necesario, puedo tomar el- mierda el autobús nos había pasado por el lado hace 10 minutos- Pues si creo que me lo debes.
-Yo pensé que estábamos a mano tu arruinaste mi traje o se te olvido-
-O perdón el niño rico tiene un solo traje- digo con ironía.
-Quien te dice que soy rico- me reprocha.
-Tal vez porque las personas con dinero son superficiales y no le importan los sentimientos de los demás, tú te puedes comprar un traje caro, pero la pulsera que arruinaste era todo lo que me quedaba de mi padre-
-Lo ciento Eva de verdad yo no quise, yo sé lo que es perder a un ser querido, hace algunos años yo también perdí a mi madre- sus dedos borraban una lágrima que corría por mi mejilla.
-Ya no importa Marc el daño está hecho, pero para que veas, gracias, por lo que hiciste hace rato por mí-
-No tienes que agradecer nada, no sabía que eras tú cuando me acerqué, se le veía muy mala pinta, en serio era tu ex
-Sí, así es, es una larga historia-
-Tengo todo el tiempo del mundo para oírla, que tal si caminamos por la playa-
-No lo sé Marc, mañana tengo que levantarme temprano-
-Prometo que será solo un rato, después te llevo a tu casa-
-Está bien, acepto-
-Toma- se quitó su suéter y me lo colocó sobre los hombros- está comenzando a hacer frío-
Las luces del muelle se reflejaban en el agua, a lo lejos se veía algún que otro barco pasar y la noche ofrecía un espectáculo increíble, volvimos a caminar en silencio con el vaivén de las olas como música de fondo, éramos dos perfectos desconocidos que disfrutábamos de la compañía del otro en la quietud de la noche.
-Por curiosidad que hacías en el restaurante- le pregunte rompiendo el silencio.
-Pensé cenar en el, pero ya estaba cerrado-
-O sea que no has cenado- el solo asintió, recordé las empanadas que llevaba y una coca de frambuesas- Ven vamos a sentarnos-
No me había dado cuenta de que llevaba una mochila de la que sacó una manta y la estiró en la arena.
-venias preparado-
-algo así, es que la noche es muy especial y pensaba pasar un rato en la playa-
-Toma, come- le di una empanada que había sacado de el cartucho, dudó en si tomarla o no.
- ¿Y tú? -
-Aquí tengo otra, así que come- lo vi saborear y yo hice lo mismo, un gemido se escapó de mi garganta por lo delicioso que estaba, vi como las pupilas de Marc se dilataron por el sonido que acababa de emitir. - ¿Marc, eres de aquí? -
-Algo así, hace muchos años viví aquí. Ahora no-
-Entonces para qué era la manta-
-Vaya que eres curiosa, pero me gusta- que dijo, me he quedado de piedra.
-Las playas de Mallorca son las más bonitas del mundo, pero hoy se llenará de una bella lluvia dorada-
- ¿Lluvia? - no entendía nada y eso que generalmente me llevaba las cosas al vuelo.
-Hoy tendrá lugar el fenómeno conocido como Persedias-
-Que es las Persedias-
-Lluvias de estrellas- contestó a mi pregunta como si fuera lo más obvio del mundo-
-Y porque no lo llaman Lluvia de estrellas y ya, porque Persedias-
-Tienen muchos nombres, cada cultura cuenta una diferente- miré a Marc incitándolo a continuar como si fuera una niña pequeña a la que contarían un cuento antes de dormir me tumbé a su lado para escucharlo mientras disfrutaba el espectáculo que comenzaba en el cielo oscuro y estrellado.
-Las lluvias de estrellas reciben el nombre de la constelación de donde provienen, la noche las Persedias, provienen de la constelación de Perseo- dice señalando el cielo- Él es hijo de Zeus, quien se enamoró de la ninfa Dánae, una noche cambio su forma para colarse en la habitación de su amada y engendraron a Perseo. La forma que eligió el dios fue, la de una lluvia dorada. Perseo ya mayor se enamoró de la princesa Andrómeda, que es la constelación que se encuentra a su lado. Incluso la salvó de un monstruo marino que casi la devora, pero esa es otra historia-
-Es hermosa la lluvia de estrellas, me hace sentir tan bien, en paz, como si nada importara, como si solo existiéramos nosotros y la inmensidad de la noche-
- Entonces disfrutemos el momento- Marc se tumbó a mi lado.
-Pedimos un deseo Marc- cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas que Marc fuera el príncipe de mis cuentos de hadas, el que me montara en su caballo blanco y me llevara al castillo en las nubes como en Blanca Nieves y viviéramos felices por siempre.- Ahora tú, pide un deseo-
-Eva- siento que acaricien mi rostro- Eva que nos hemos quedado dormidos-
-Oh mierda, mierda, mi madre me va a matar- busco rápidamente mi teléfono y tengo más de 20 llamadas perdidas, marco rápidamente, mientras Marc recoge la manta y el resto de las cosas y nos ponemos rumbo al auto.
-Eva, gracia a Dios que llamas, se puede saber en dónde andas metida- dice mi m adre al borde de la histeria.
-Lo siento mamá me encontré con unos amigos y se me pasó la hora y el teléfono estaba en silencio, lo siento-
-Cariño no me molesta que pases el rato con tus amigos, pero por favor avisa-
-Lo se mamá y de verdad lo siento, en unos minutos estoy en casa, un amigo me va a llevar-
-Está bien, me quedo más tranquila, pasas por mi habitación cuando llegues-
-Si mamá, y lo siento otra vez- colgamos y miro apenada a Marc.
Nos montamos en el auto y le indico a Marc donde vivo, a los 15 minutos estábamos en la puerta de mi casa.
-Así que soy un amigo- me pregunta antes de bajar del Jeep.
-Se puede decir que si- me inclino y le doy un beso en la mejilla dejándolo totalmente sorprendido. -Buenas noches Marc-
-Buenas noches Eva-
⚽️🤰💜
Hola👋
No me podía resistir a que tuvieran un momento de romance.
Capítulo dedicado a alisson66771
Besos ❤Betty
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