20.DESOLACIÓN
Maratón 1/3
Si me preguntan cuáles son los mejores amaneceres de mi vida diría que estos, en los que siento el murmullo de las olas del mar, pero sobre todo porque despierto junto a Marc. Quisiera que el tiempo desacelerara o simplemente se pusiera en pausa, porque no quiero que esta semana acabe jamás. En secreto he sido feliz y sobre todo me he enamorado, si nuestros sentimientos fuesen recíprocos lo seguiría hasta el fin del mundo, creo que por primera vez viviría tan intensamente como lo hago ahora.
Abro lentamente mis ojos pues la claridad me molesta, no sé cuánto he dormido, estiro mi mano buscando el calor de su cuerpo, pero no está. Voy al baño a cepillarme los dientes y a ducharme, busco algo de ropa cuando salgo, pero observo que sobre la cama ha dejado un suéter de cachemira celeste que me tapa un poco más debajo de las nalgas, tomo una braga de algodón satinado, sé que cuando me vea en esta facha vamos a venir corriendo a el camarote por sexo matutino.
Generalmente en estos días si no está en la cama conmigo está en la cocina buscando comida así que allá me dirijo, pero al algo muy dentro de mí que me grita que nada está como debe ser. La realidad me golpea cuando al salir por la puerta de estribor veo el puerto deportivo de Mallorca, hemos vuelto, pero, ¿por qué?, pronto obtendré mis respuestas pues aparece Arturo.
-Buenos días, no que hoy iríamos a Menorca-
-No señorita, el señor anoche me pidió que regresáramos- esté hombre como siempre tan formal en el trato, mira que le he pedido que me llame por mi nombre, pero ni al caso.
-Y donde está el señor- le tengo miedo a su respuesta.
-Se marchó hace más de tres horas-
-Se marchó a donde-
-No lo sé, si me disculpa debo hacer algunas cosas-
Resulta curioso como hace unas horas todo marchaba bien o eso creía, como pasé de ser feliz al lado de una persona, a este funesto sentimiento que se me amontona en el medio del pecho, la sensación de vacío y desolación que me está tragando viva, duele, duele mucho.
Como zombi sin vida y sin rumbo, hago la maleta y me cambio de ropa, mientras en mi mente se acumulan miles de momentos vividos.
-Ni pensar que estuve dispuesta a tirar todo a la basura por ti- digo mientras abrazo la sudadera que dejó sobre la cama, aun huele a él y la guardo junto a mis cosas.
Yo lo sabía, sabía que llegaría el fin y hasta hace unos momentos fantaseaba con que eso no sucediera, tengo que aceptar que a veces las historias terminan y los finales no son ''felices para siempre''.
No es la primera vez que termino una relación, pero si es la primera vez que realmente me dolía y no saben hasta qué punto, Marc había roto mi corazón en cientos de pedacitos y dudo que alguien sea capaz de juntarlos todos. Solo se de alguien que me ayudará a liberarme de esto que me está matando, tomo mi teléfono y marco.
-Luna puedes venir por mí- dije nada más mi amiga contestó el teléfono sin dejarla hablar.
-Que pasa Eva- dijo alarmada.
-Me dejó, está mañana recogió todas sus cosas mientras dormía y se fue sin decir adiós- contengo las lágrimas.
-Donde estás- trata de parecer serna, pero la conozco, Luna es de las que tiene muy malas pulgas y más cuando lastiman a los suyos.
-En el puerto-
- En quince minutos estoy contigo, respira profundo, eres fuerte-
-No sé si ahora lo sea Luna-
-Hijo de puta mal nacido, cuando lo encuentre le voy a patear las pelotas, con mi mejor amiga nadie se mete-
- Tal vez nunca lo vuelva a ver- digo rompiendo en llanto.
-Mierda Eva no llores, ya voy en camino-
Le di un último vistazo a el camarote que había sido testigo de todas las veces que me había entregado a él, tomé mi equipaje y recorrí la embarcación, con paso lento, me detuve frente a la sala de cine. Me hubiera encantado ver una película acurrucados y quien sabe después tener sexo.
Sabía que lo de nosotros era eso, dos personas adultas teniendo sexo sin sostener una relación sentimental, tal vez me aferré a la idea de que no lo perdería, pero Marc tenía otros planes. Seguí recorriendo cada rincón, me aterraba la idea de salir de allí, sabía que cuando pusiera un pie en el muelle tendría que dejarlo ir.
-Gracias por venir- digo mientras abrazo a mi mejor amiga como alma en pena.
-Para que somos las amigas-
-Gracias Luna, gracias por estar siempre para mí-
-Ven vámonos de aquí- tomó mi maleta y abandonamos el barco donde había sido tan feliz, hasta hoy en la mañana. - Vamos a comer que las penas con la barriga llena son más ligeras-
Quiero alejarme lo más que pueda del puerto, no quiero estar más ahí, vamos hasta la avenida y buscamos un local de comida. No hay nadie cuando entramos a un café, voy a la mesa y Luna regresa con dos tazas creo que de té y unos cupcake, nada más verlos rompo en llanto, me recuerdan a los que compré para el cumpleaños de Marc.
-Hay Eva no llores más que te vas a secar- me da una servilleta para que seque mi rostro, pero no puedo evitarlo, mis ojos son como un dique que una vez abierto no hay forma de volver a cerrarlo.
-Que estúpida he sido, el solo jugó conmigo, me siento rota Luna, sé que no nos juramos amor y te juro que no sé cuándo pasó, pero me enamoré-
- Tomate la tila y trata de tranquilizarte, por mucho que te duela tienes que sobreponerte-
-Todo estaba marchando bien, no sé, no entiendo que pasó, algo me decía que tal vez había una esperanza para nosotros, pero ya vez, me dejó-
-Amiga cuanto lo siento, tienes que intentar calmarte, pensé que este Mikel-
-Marc- le corregí.
-Marc, Marco o como se llame, pensé que era diferente, mira que siempre estaba de detallazo en detallazo para terminar haciéndote esto-
-Al final ni yo misma que pasé todos estos días con él lo conocía, siento que mi vida se ha derrumbado-
-Eva te comprendo mejor que nadie y sabes porque te lo digo, pero tú siempre me has dicho que se puede salir adelante, las heridas de tu corazón sanarán y lo vas a olvidar, ya aparecerá otro hombre que te ponga tu mundo patas arriba y haga que tu corazoncito se desboque- a Luna su prometido la había dejado una semana antes de la boda por su secretaria.
-Es que así precisamente me hace sentir él y por eso es que más me duele-
-Ya una vez superaste al innombrable, ahora no va a ser diferente-
-No sé si voy a poder-
-Claro que vas a poder, porque yo estoy aquí para apoyarte como hermanas del alma que somos, y sabes que siempre, siempre vas a contar conmigo, sé que un inicio es complicado no dejarse llevar por los recuerdos, la melancolía y la tristeza, sobre todo cuando involucraste demasiado, pero con lo determinada que eres vas a lograr ser nuevamente feliz.-
Las palabras de Luna me pusieron a pensar, necesitaba recuperar mi centro, yo misma levantaría mi corazón desecho y lo reconstruiría como ya hice una vez, necesitaría tiempo para sanar, pero lo iba a lograr.
-Necesito un favor de tu parte- dije cuando me recompuse después de varios minutos en los que no paré de llorar.
-Lo que sea-
-Mi mamá no puede enterarse de esto- ya bastante tenía mi madre con mi abuela y la casa para sumarle mis problemas de desamor.
-Pero Eva- protestó.
-Luna júrame que no le vas a contar a nadie-
-vale, te lo juro, pero que vas a hacer hasta mañana-
- Me voy a quedar en la cabaña de caza de mi abuelo-
-No te voy a dejar ir ahí y mucho menos así-
-Entonces ven conmigo-
-Estás loca, ese lugar está lleno de bichos y yo soy un ratón de ciudad-
-No estoy loca o bueno casi, pero necesito por una noche para ordenar mis ideas y lograr tranquilizarme antes de estar otra vez frente a mi madre-
-Lo voy a hacer porque dicen que interactuar con la naturaleza es una buena terapia de desconexión y porque cuando yo quise emborracharme para olvidar al degenerado de Leandro tu estuviste allí-
Luna había traído su auto un Volkswagen Golf Mk1, así que no tendríamos que pedir un taxi, aunque yo suelo hacer el recorrido en bicicleta, pero generalmente en esta época del año la sierra Tramuntana está nevada, de camino paramos por algunos víveres y combustible para el generador de corriente.
El paisaje rural está dominado por hileras de casas, muros de piedra seca, robustos olivos con siglos de antigüedad, pero también por sus pueblos y aldeas. En otras circunstancias le hubiera sugerido a Luna perdernos por las calles adoquinadas de Valldemossa o Fornalux, pero hoy más que nunca necesitaba de mi refugio, el lugar en que una vez fui feliz.
Recuerdo a mi abuelo la primera vez que me trajo, yo era apenas una niña de 6 años que había perdido a su papá. La inmensidad del bosque me daba miedo, pero él me enseñó a orientarme, y lo que en un principio me causaba temor se convirtió en el mejor patio de juegos, en mi sitio de aventuras, no había bicho, roca o árbol que me intimidara.
La cabaña construida con madera y rocas proveniente del bosque, está en un hermoso claro rodeado de árboles frutales, encinas, algarrobos, con vista al Valle y al lago, aquí se respira tranquilidad.
-Uf, que frío- Luna tirita.
-Adentro del armario hay ropa y cobertores-
Ambas entramos en el espacio de una sola estancia, donde hay una pequeña cocina, una mesa con sillas, un sofá frente a una chimenea de madera, dos camas y en un pequeño rincón un baño con el mínimo de comodidades.
-Voy a encender el generador y a por algo de leña, oí que se espera que en la madrugada nieve- le digo mientras me cambio mis zapatillas deportivas por unas botas de senderismo.
-Genial, eso me pasa por seguir a una loca- dice Luna mientras se enfunda una camisa de franela a cuadros escarlata y negro, debe de ser de Oscar pues le queda como vestido.
-Podrías preparar algo de cena Lunis- le tiro un beso y salgo por la puerta ajustándome mi abrigo grueso con capucha impermeable.
-Qué remedio- la escucho gritar.
Abro la cajuela del auto y saco el bidón de combustible, lleno el tanque del generador, intento varias veces para que el trasto viejo arranque. Hoy mi día va de mal en peor, abandonada por el hombre que quiero, sin las fuerzas para enfrentar la realidad y para colmo si no enciendo esto, las hornillas no servirán porque son eléctricas y estaré sin cena.
-Te odio Marc Willensen- grito y le pego una patada al trasto viejo que arranca, definitivamente es hijo del maltrato.
Conozco esta parte del bosque como la palma de mi mano, se respira paz, es como si recargara mis energías. Tomé el sendero que me lleva a mi lugar, ese lugar en medio de la montaña donde siempre he disfrutado de mi propia compañía. El hermoso acantilado que se alza majestuosa a unos 10 metros por encima del lago, me acoge, respiro el aire puro, escucho los sonidos de las hojas de los arboles caer sobre la tierra húmeda y contemplo los colores de la naturaleza, observar como el sol se pierde entre las montañas en un interminable atardecer.
Marc me había lastimado mucho y yo había sido una estúpida, por creer que era el indicado, pero él no apreció todo lo que le di. Justo en ese momento me doy cuenta que merezco ser feliz no por alguien si no por mí, sé que me costará al inicio, pero soy fuerte, siempre lo he sido.
⚽️🤰💜
Hola a tod@s
Maratón de tres capítulos, espero les gusten, hubo alguna respuesta a lo que pasaría de ahora en adelante y estuvieron acertadas pero a qué no se esperaban que Marco desapareciera.
Nos leemos ahora.
Besos😘 Betty
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro