3 de enero del 2021

Como cada tarde desde hace 15 días me dispongo a terminar un trabajo de la universidad, pongo mi taza de chocolate caliente y mis galletas de dulce de leche sobre el escritorio, voy con mi cómodo pijama de felpa con estampado de piel de vaca.

-Joder la computadora se volvió a romper- digo después de varios intentos por prenderla, entre los gastos de la casa y pagar las facturas de la Universidad, no me alcanza para comprar una nueva. Mañana debo entregar un trabajo de curso y mi tutora me acaba de informar que devo anexar unas tablas de contenido que envío a mi correo.

- Que sucede Eva- es mi mamá acaba de entrar a mi dormitorio y ve mi cara de preocupación.

- La compu se acaba de arruinar, ahora si ni el geniecillo de mi hermano la podrá reparar- río porque mi pequeño hermano Oscar siempre intenta arreglar las cosas y no sé cómo lo hace, pero se sale con la suya.

- Estás segura de que está vez no la podrás reparar- me mira con preocupación sabe lo importante que es para mí la computadora y más en este momento que estoy a solo un semestre de graduarme, seré la primera universitaria de mi familia.

-La última vez que ocurrió el técnico me dijo que si le volvía a suceder lo mismo está vez no iba a poder hacer nada por mí. - suspiro resignada, en ese momento recuerdo que mi hermano va mucho a un café Internet a jugar en red ya que no nos lo podemos permitir en casa.

Vivo en un pequeño barrio de Palma de Mallorca, mi madre nos crió sola, después de divorciarse de mi padre volvió a casarse y de esas relaciones nació mi hermano, pero ese matrimonio tampoco duró. Para recortar gastos vivimos con mi abuela. Mi madre se ha dedicado a trabajar desde casa ya que la salud de mi Aya, como le digo de cariño a mi abuela, no es la mejor. Así que mi madre se dedica a coser, lo mismo hace ropa nueva que las remienda, que unas cortinas, que borda un bello ajuar de bebé. Yo además de estudiar trabajo de camarera para un catering y una especie de cafetería restaurante, con eso la ayudó con los gastos de la casa ya que mi hermano solo tiene 16 años.

Acordándome de Oscar salgo desprendida por la puerta, le pregunto a mamá si quieres algo para la cena. Salgo afuera me acomodo la cartera y mi abrigo hace frío ya que es 3 de enero, me toca caminar pues no me puedo permitir el taxi.

Es temprano aún, siento que me siguen, no puede ser otra vez, apresuro el paso lo menos que quiero es ver a Héctor, cuando va a comprender que hemos terminado, estuve tranquila mientras estuvo en prisión, quien lo ve y no lo conoce es el hombre más bueno del mundo, pero resultó ser un mentiroso y un estafador profesional, me desilusioné mucho el día que la policía se aparcó frente a nuestra casa, en ese mismo instante corté con él.

Veo a mi salvación Luna mi mejor amiga de toda una vida se acerca y me señala con disimulo que me siguen.

- Hay pájaros en la tendedera tan temprano- río, le pregunto por Tara una amiga de la infancia que acaba de tener un bebé.

Me comenta la bello que está el pequeño Alan y que a nuestra amiga no le va muy bien su matrimonio.
Me lamento, aunque Luna y yo siempre supimos que ese era un matrimonio condenado al fracaso. Entre algún cotilleo más vemos como Héctor se aleja así que decidió continuar mi camino hacia el Café Internet.

Entró y la campanita de la puerta suena. Busco con la vista a mi hermano y el lugar está tan lleno, que no lo logro divisar.

Frente a mí se encuentra un guapo chico, debe ser unos años mayor que yo, aunque no muchos, es casi de mi estatura, su pelo es castaño y tiene unos hermosos ojos café, y tiene un cuerpo atlético, me resulta conocido, pero no sé de dónde.

- Hola deseas algo- me doy cuenta de que lleva un uniforme, así que supongo que trabaja en el local.

- Sí, busco a una persona conoces a Oscar Ríos- vuelve a dedicarme una sonrisa y me señala que se encuentra en el otro salón.

En ese justo momento mi hermano sale y se dirige a mí.

- Sucede algo hermanita- niego con la cabeza- sé que he demorado en ir a casa- intenta justificarse.

- No he venido por ti, pero si por tu ayuda, necesito usar una computadora, la de la casa ahora si está arruinada por completo y necesito terminar un trabajo para entregar en cuanto regresemos de las vacaciones de invierno. - la verdad es que no soy muy fan de estos lugares y prefiero la tranquilidad de mi dormitorio.

- Igor- mi hermano llama al joven guapo de horita, resultó ser el operador de redes del lugar y amigo suyo, así que le explica mi situación.

- Hola soy Eva- decido presentarme .

- Igor-  se presenta, aunque ya me sabía su nombre- el lugar está abarrotado, pero si tanto te unge una computadora puedes hacerlo desde la mía.

-No quiero dar molestias puedo esperar a que alguna se desocupe. -

- Eva creo que eso va a estar difícil, muchos chicos han pagado casi todo el día- me comenta mi hermano que al ser cliente frecuente del lugar ya conoce a casi todos los que allí se encuentran.

- hay una computadora libre pero que no está conectada al servidor por problemas en no sé qué, pero que eso no impide que pueda trabajar en ella a menos que necesite ese servicio. - me comenta Igor y yo acepto sin dudar.

Me concentro en agregar a mi Word todo lo necesario, agrego números, comentarios a mis tablas estadística, ya casi cuando terminó siento que alguien me mira.

- Disculpa que te moleste, pero necesito cobrarte el servicio y darte el recibo- comenta algo apenado.

Hago mi pago, y se retira. El ruido a mi alrededor no me deja concentrarme, gritan eufóricos pues alguien ha ganado un juego de la red. Miro por encima del ordenador y Igor me devuelve la mirada algo apenado.

Al cabo de treinta minutos he terminado y la verdad muero por salir de aquel lugar lleno de pubertos. En el ambiente se sienten las hormonas juveniles por todos lados.
Me acerco a donde se encuentra Igor y agradezco sus servicios.

-Espero verte otro día- dice a modo de despedida.

-Lo mismo-

- Adiós Igor, dale saludos a tu hermana, mañana me desquito la paliza de hoy- se despide mi hermano.

-Trato hecho-

Salimos juntos del café internet y vamos a por comida para llevar, aunque a mí Aya no le gusta hoy toca comida china, aunque pensándolo mejor podría ir al chiringuito de Don Pepe, donde trabajo como camarera algunas veces en semana, por Coca de Trampó.

-Eva ahí están mis amigos, los voy a saludar en lo que tu ordenas-

-Ok-

-Y, Eva, ¿puedes pedir unas empanadas de cordero y Ensaimadas? -

-Claro, ya veré que hago-

Entro al local y está tranquilo como casi siempre en esta época del año donde hay pocos turistas en la isla. Me acerco a la barra y hago mi pedido, Rut la esposa de Pepe es muy amable y me hace el descuento de empleados, ella y mamá estudiaron juntas.

-Eva dile a Sara que en estos días le voy a llevar la tela para las nuevas cortinas y que voy necesitar que me haga unos juegos de cuna para mi nieto-

-No sabía que fueras a ser abuela- digo emocionada.

-Mi hijo y su mujer nos dieron la noticia hace unos días y aunque son muy jóvenes cuentan con nuestro apoyo, tu deberías ir pensándotelo ya vas entrando en edad de casarte y formar tu propia familia-

-Creo que eso no es para mí- digo algo resignada y avergonzada por lo que me acaba de decir.

-Hay cariño, lo del pasado en el pasado está- me habla en su tono dulce y maternal.

-Eso lo sé, pero nunca encuentro al indicado-

-Tal vez porque fantaseas mucho con el chico perfecto-

-Rut, yo sé que existe el hombre de mis sueños anda por ahí en algún lugar solo que aún no lo conozco-

Dicho esto, Rut entra en la cocina para ayudar a Pepe con las elaboraciones. Mis ojos examinan nuevamente el lugar, en una esquina hay una familia, los niños están embarrados con algún tipo de salsa, mientras sus padres tratan de limpiarlos, una pareja de adolescentes que se intercambian miradas, dos hombres trajeados con sus laptops sobre las mesas trabajando al mismo tiempo que comen, un chico con gorra y lentes oscuros está en un rincón prácticamente esconde su rostro tras el menú, ese hombre causa curiosidad en mí, se retira lentamente los lentes dejando ver unos ojos café expresivos, no sé lo que pasa con mi cuerpo pero siento que soy arrastrada a él, que me pierdo en una realidad donde sus labios carnosos devoran mi boca.

-Aquí tienes cariño, espero verte pronto- mi fantasía fue interrumpida por Pepe.

-Gracias por todo y felicidades por el nuevo integrante de la familia-

Tomo las bolsas como puedo, rápidamente soy alcanzada por mi hermano que me ayuda, dejando una de mis manos libres, que enseguida fue ocupada por mi teléfono que comenzó a sonar, por el tono sé que es Luna, Looking For Paradise de Alejandro Sanz y Alicia Keys, no sé cómo hace para que yo no me cuenta y cambiarme el timbre.

-Eva me han llamado de una empresa de eventos, porque necesitan camareros para mañana en la tarde noche para una boda-

-Que bien, necesitan personal, me apunto-

- Sabía que dirías que sí- dice casi gritando.- Es una fiesta de gente rica, así que vamos a ganar una buena pasta, y de paso socializamos-

- Lo hago por el dinero, lo necesito, mi compu murió hoy-

-La pobre que en paz descanse-

-Lunaaaaa- la regaño por lo que me ha dicho, la compu es verdad que es vieja, pero ha sido mi fiel compañera por casi 8 años, lo sé es anticuada y todo lo que quieran decir, pero ya lo expliqué no me puedo permitir otra.

-Queeeee???, bastantes años duró- se justifica.

- Por la parte de Socializar ya eso te lo dejo a ti, yo cuando termine me voy-

-Como quieras, pero si puedo infíltrame lo haré-

-Hay Luna, deja de soñar, los ricos no se fijan es gente pobre como nosotras-

-Eva soñar no cuesta, ahora dejémonos de cháchara y ven que muero de hambre-

-Ya casi llegamos, chauuuu-

El autobús llega justo a tiempo, en 20 minutos estaremos en casa, Oscar juega en su teléfono y yo solo me pongo un poco de música, así se me pasa el tiempo más rápido.

Cuando entramos a casa todo se encuentra en total silencio, algo muy poco usual y más cuando Luna anda por ahí.

-SORPRESA- gritan todas a la vez y Oscar y yo nos miramos confundidos.

-Llegó- grita mi madre.

- ¿Qué o quién llegó? - pregunto confusa.

-La carta- dice mi Aya

- ¿Qué carta? - vuelvo a repetir aún más confusa.

-LA CARTA- enfatiza Luna

- ¿LA CARTA? - grito emocionada.

-La respuesta para tu practica en el Real Madrid- aclara mi madre.

-OH POR DIOS- grito emocionada- llegó, joder nunca pensé que me contestarían- salto de felicidad y aprieto el sobre contra mi pecho, MI corazón amenaza con salirse de el de lo nerviosa que estoy. Este es el trabajo de mis sueños, no porque sea muy dada al futbol, porque ni siquiera tengo tiempo para ver un partido, sino porque sería un gran agrego a mi currículo y una gran oportunidad de trabajo y ni qué decir del salario, aunque sea de practicante voy a ganar más en una semana de trabajo que en un mes de mesera.

Leo lentamente la carta una y otra vez para asimilar su contenido, memorizando cada palabra que está escrita en el papel, a medida que leo las lágrimas corren por mis ojos.

-Oh cariño, lo siento tanto-dice mi madre acariciando mi rubia cabellera.

-Que no mamá- dijo negando con la cabeza para que deje de hacer lo que hace.

-Ya habrá otras oportunidades, no llores mi niña de ojos verdes-

-Que no, que me han cogido, lloro de felicidad y de tristeza pues las tengo que dejar para irme a MADRID- está última palabra la grito al tiempo que comienzo a brincar como loca de la felicidad.

-Que te han cogido tía, que mi amiga se va a la capital, eso es la ostia, joder con la de tíos buenos que hay en el equipo-

-Jope y yo quiero entradas para mí y mis amigos a algún partido importante- me pide mi hermano.

-Que me voy en febrero a Madrid, Aya- digo volteando para mi abuela.

-Pues a celebrar se ha dicho- dice mi esta.

⚽️🤰💜

Dirán que tengo un crush con Marco y no lo voy a negar, cuando se me ocurrió está idea hace ya algún tiempo ya le había puesto el nombre de Marco así que porque no el de protagonista otra vez.
Por la portada ya saben de qué va espero q les guste.

Besos Betty 😘