Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12 ៹ ،، HUNTER

La luna se alzaba en el cielo nocturno, bañando el bosque en un resplandor plateado que apenas lograba disipar las sombras profundas entre los árboles. Avy sentía cómo su corazón palpitaba con una intensidad que le nublaba la vista, mientras corría por el sendero cubierto de hojas secas y ramas rotas corriendo a su cabaña mas cercana. Cada paso resonaba en la quietud de la noche, y su respiración se entrecortaba con cada inhalación temblorosa.

La presión era abrumadora. Sabía que su misión era crucial. Capturar a su tía, una cazadora neófita, no era solo una cuestión de deber familiar, sino una tarea que, si fallaba, podría significar una catástrofe para su abuelo y para todos los que amaba. Avy y su hermano, habían tomado la difícil decisión de enfrentar el peligro que representaba Laurent, Victoria y James por su cuenta. No podían arriesgarse a que los Cullen se tomaran esa amenaza que representaba su tía encima también. La idea de que alguno dle clan acabara con la vida de su tía o, peor aún, hacer el trabajo sucio ellos mismos, era un peso que ambos preferían evitar.

La adrenalina se apoderaba de cada músculo de su cuerpo, forzándola a mantener una velocidad casi sobrehumana mientras la habitación llena de armas parecía girar a su alrededor. La luz de la luna revelaba fugazmente la silueta de los árboles y las rocas, pero no le daba tranquilidad. En su mente, la imagen de James se proyectaba como una sombra persistente, un depredador implacable que se alimentaba de su temor, y ahora mismo, estaba tras Bella Swan.

Avy recordó el momento en que Edward y Bella habían huido después del partido de béisbol. Edward había sido claro: James estaba decidido a capturar a Bella, y eso era algo que ellos no podían permitir. La urgencia en los ojos de Edward, su desesperación, aún resonaba en su mente. James no era un cazador común. Su fijación era una amenaza mortal, una realidad que Avy conocía demasiado bien y al su tía estar ligada a él, hacia todo ello problema de los Caufield también.

El sonido de las pisadas de su hermano detrás de ella le dio un breve respiro de alivio. Liam estaba a su lado, compartiendo el mismo miedo y determinación.

Minutos después de cargar sus autos y hablar con sus padres y abuelo, Avy y Liam habían llegado a la casa Cullen, solo para llevarse la sorpresa con la noticia de que Laurent había estado ahí mismo dando su ofrenda personal de paz. Hasta el propio Laurent aceptaba que en sus 300 años, nunca había conocido a alguien como James y Victoria, no era una batalla que estuviera ligada a él, así que solo prefirió alertarlos y dejar las cosas claras. Laurent también habló sobre la neófita familiar de los Caufield, sin embargo, Carlisle y Edward decidieron guardar la información para decírsela a Avy en privado, después de comentar el plan.

Mientras estaban en el garaje, Avy estaba cerca de Rosalie, cargando su pequeñita arma con detalles en plata.

El plan era arriesgado pero necesario. Tuvieron que engañar a Charlie y los padres Caufield, haciéndoles creer que Bella se dirigía hacia una ubicación falsa y que Avy y Liam iban de paseo con los Cullen a donde sus familiares, la parte para engañar a James y su pareja, era utilizando pistas y olores manipulados para desviar la atención y dirección, donde Edward tenía toda la intención de matarlo. James y Victoria eran una pareja letal, y si su tía se encontraba con ellos, la posibilidad de que escapara era una amenaza constante. Avy y Liam tenían que hacer todo lo posible para que los Cullen no tuvieran que terminar con la opción de matar a su tía también, era su misión en ese momento, como simples mortales con armas hechos para ellos y por su familia, sin embargo esto lo les quitaba lo mortal y frágiles.

—Avy, tú y Liam irán esperarán a que Emmett, Edward y Rosalie desvíen a James con el olor de Bella, mientras que Bella irá con Alice y Jasper al sur.

—No, no me separaré de ella. — Habla Edward inmediatamente.

—Ed, James sabe que no te separarías de ella, sería para él muy fácil hallarla si las cosas salen mal. — Carlisle miró a los ojos a Avy y asintió a sus palabras, mientras se acercaba para decirle lo que tenía entre pecho y espalda, no obstante, Avy fue la que siguió hablando —Quiero pedir el favor de que..., mi tía no sea asesinada, a no ser que su muerte sea total y absolutamente inevitable.

Carlisle asintió y tomó su mano para apretarla y decir: —Vamos, entre más rápidos seamos mejor.

El momento de partir se acercaba rápidamente. Avy y Liam se miraron con un asentimiento firme, conscientes de que cualquier error podría ser fatal. El plan estaba en marcha, y el tiempo para dudar o retroceder había pasado. Mientras se dirigían a sus respectivos destinos, Avy sintió cómo el bloqueo emocional comenzaba a desvanecerse, reemplazado por una fría determinación. Sabía que cada decisión que tomaran a partir de ahora podría determinar el destino de todos los involucrados.

La noche continuaba su curso, cargada de peligros, habían visto el amanecer, pero sus cuerpos no se permitían entrar en cansancio o sentir sueño. Avy y Liam estaban a punto de entrar en la siguiente fase de su misión, un enfrentamiento en el que sus habilidades y coraje serían puestos a prueba como nunca antes. El desafío era grande, y el miedo era un compañero constante, pero estaban preparados para enfrentarlo. El destino de su familia y de Bella dependía de su éxito, y la presión nunca había sido tan alta.

—Si algo sale mal. —Empieza Avy, una vez que están parqueados en medio de una calle, esperando a que lleguen sus compañeros de desviar a James —Quiero que dejes esto, Liam.

— ¿Por qué siempre asumes que va a pasar algo malo contigo?

—Soy la más débil. — Toma aire y trata de seguir —Hasta tú mismo lo aceptaste cuando intentaste sacarme del trabajo con la hermana Hale.

—No lo hice porque pensara que eras débil, Avy. Lo hice para protegerte.

—Solo..., vete, si algo sale mal olvídate del legado, de las promesas, solo sigue tu vida.

—Es imposible, Alabane. Nuestros amigos son hombres lobo y vampiros vegetarianos, además de que nuestra cuñada es literalmente una aliada de los vulturis. No nacimos para tener una vida ordinaria, hermana.

Viéndose fijamente, antes de que pudieran seguir alguno de los dos hablando y expresarse sus sentimientos, una presencia distrajo a Avy un momento dentro del coche, no apartaba la mirada de su hermano pero se sentía observada, lentamente metió la mano por su abrigo para sacar el arma y cargarla, Liam solo arrugó el entrecejo y volteó a ver al frente, ahí estaba su tía, con su cabello tan largo cayendo por sus hombros, con un rostro ilegible y tenso, el chico empezó a respirar rápidamente mientras Avy solo pudo aceptar lo que tuviera que pasar. Abrió la puerta del auto y salió para ver a su pálida familiar.

La tensión en el aire era palpable. Avy sabía que cualquier movimiento en falso podría desatar la furia de la cazadora o, peor aún, la de sus compañeros. Cada respiración era un cálculo cuidadoso, cada latido del corazón una cuenta regresiva.

—Tía —dijo Avy, tratando de mantener la calma en su voz mientras se acercaba—, no queremos hacerte daño. Solo... necesitamos que te detengas, que detengas a James.

Su tía se rió, un sonido siniestro que resonó en el claro. Su risa estaba llena de desdén y diversión cruel, como si disfrutara de la desesperación de su sobrina.

—¿Crees que podrías detenerme? —dijo la cazadora con una sonrisa helada—. Victoria y James están en esta caza hasta el final. Y tú, pequeña Avy, eres solo un obstáculo.

Avy sintió cómo el miedo se convertía en una determinación acerada. Sabía que no podía permitir que su tía se saliera con la suya. La presión era inmensa, la adrenalina era su único aliado en este enfrentamiento desesperado. Se preparó para lo que sabía sería una lucha intensa, una lucha en la que cada decisión podría significar la vida o la muerte.

Liam tomó su lugar a su lado, y juntos, enfrentaron a la cazadora. El silencio volvió a rodearlos, pero esta vez era un silencio cargado de promesas de conflicto. La batalla entre la caza y la supervivencia estaba a punto de comenzar, y Avy sabía que no podía fallar. La vida de su abuelo, la seguridad de todos los que amaba, dependía de lo que sucediera en los momentos siguientes.

—No tienes porque hacer esto.

—Es la única manera de que..., de ser libre.

—Ya eres libre.

—No, no aún no, no se es libre cuando los villanos de tu historia toman el sol y siguen respirando tan seguido y en paz.

—Vuelve. — Habla ahora Liam, tratando de apaciguarla —El abuelo te extraña.

Por un momento, Albane pudo casi reconocer un brillo de tristeza en esos ojos muertos y rojos, un gesto de rendición o algo, Avy solo buscaba chispas de alguna emoción en ella.

—Él hombre que me abandonó a mi suerte, con ese horrible esposo que él mismo me escogió. — Algo se removió dentro de Avy, en ese mismo instante, se dio cuenta que su abuelo estaba en peligro por lo cegada y sedienta de venganza que estaba su tía.

—Él no lo sabía..., no sabía lo horrible que pudo ser ese hombre.

—Tendré que visitarlo para que me explique él mismo. — Cuando una sonrisa torcida se asomó en el rostro de la cazadora, Avy entró en su momento más frío, no pensó en nada más que en su abuelo y la seguridad que le tenía que conseguir en ese instante, sacó la mano de su abrigo y con su pequeña arma disparó las veces que pudo a la mujer parada en frente de ellos, aquellas balas especiales no la iban a matar, pero sí la iban a atrasar y lastimar, mientras ellos con ese tiempo encontraban la manera de esconder a su abuelo.

Su tía se fue sin que pudieran terminar de notarla.

—Llama a Ash, el abuelo corre peligro.

Los minutos pasaban, ahora la presión en el pecho de Avy era cada vez más fuerte, y el miedo se seguía disparando aún más cuando Edward y sus hermanos se dieron cuenta de que James había descubierto la trampa, no había nada más por hacer más que ir todos al mismo punto y cumplir el objetivo. El abuelo Caufield ya estaba bajo cuidado de sus nietos, hijos, Rosalie y la hermana de Jasper, quienes también cuidaban de Charlie Swan.

Cuando estuvieron reunidos con Carlisle para avanzar todos juntos, este se acercó a Avy y le tomó de los hombros, reconfortandola.

—No me gusta la idea de tener que acabar con algunos de nuestra especie, menos si se trata de tu familia. — La pelinegra solo pudo tratar de hacer una sonrisa, pero en realidad solo pudo lograr acabar haciendo una mueca triste.

—Ustedes y mi hermano son mi familia hoy, y no pienso permitir que algo se los salga de las manos. — Contestó solamente, mientras Carlisle asentía.

Sin dejar de mirar el camino delante de ella. El silencio del coche se rompía ocasionalmente por el crujido de las llantas pasar agujeros o de la voz preocupada de Edward al teléfono con Bella, un recordatorio constante de la peligrosidad de su misión. Cada pequeño recordatorio le hacía saltar, su instinto le gritaba que estaban siendo observados, que la caza había comenzado de una manera más salvaje, no dejaba de crearse escenarios en su mente que no terminaban en nada bueno, cerraba los ojos con fuerza sin embargo, no era suficiente. Terminó cayendo en un pequeño sueño que fue interrumpido por un sonido repentino y agudo hizo que se levantara alterada. Miró a su alrededor con los ojos muy abiertos, buscando la fuente del ruido, miraba a su hermano y Carlisle por el retrovisor, todos parecían aterrados.

James tenía a Bella.

Un susurro frío atravesó el aire, y Avy sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral. El auto aceleró mientras Alice en la línea intentaba decirles dónde estaba Bella, Avy miró a Liam y ambos empezaron a equiparse con sus cosas para bajarse del auto ya preparados.

Carlisle no había terminado de estacionarse cuando Edward había salido casi volando, al cerrar la puertas Avy vio dónde estaban, en una academia de ballet, tal como lo había predicho Alice.

La oscuridad parecía cerrarse sobre ellos mientras avanzaban con cautela, sabiendo que cualquier error podría ser fatal. Cada sonido, cada sombra, podía esconder una amenaza. La angustia de la situación le hacía la piel de gallina. Era como si el lugar en sí mismo estuviera respirando con ellos, sincronizado con su ansiedad. Finalmente, llegaron al centro del cuarto de espejos, donde la luz de la luna brillaba más intensamente por rincones. Allí, en medio de la noche, la figura de su tía apareció frente a ellos mientras Edward parecía haber empezar a encargarse de James. Su presencia era imponente, su rostro cubierto de una frialdad que solo se podía describir como cruel. Los ojos de Avy y Liam se encontraron con los de la cazadora, y el silencio se hizo aún más profundo e su mente. No supo el momento exacto cuando sus pies decidieron empezar a avanzar cada vez más.

—Se los advertí. — Dijo antes de avanzar contra Avy.

El estudio de ballet antiguo se había convertido en un laberinto mortal de espejos rotos y sombras inquietantes. Cada rincón, cada superficie, reflejaba una imagen distorsionada de la batalla que se desataba. James, aguardaba con una sonrisa cruel mientras la joven Bella se encontraba seriamente herida en un rincón. La tensión en el aire era palpable, y el sonido del crujido de los espejos bajo los movimientos de los combatientes se mezclaba con los gruñidos y los golpes de la lucha.

Avy y Liam, eran la última esperanza tratar de redimir a su tía. Avy, con su presencia imponente, se movía con una gracia y una letalidad que desmentían su juventud. Sus ojos reflejaban una furia fría, cada movimiento calculado para maximizar el daño. Vestía un traje de cuero negro ajustado, con varias correas que sujetaban una serie de dagas afiladas, de las cuales nadie vio que haya cargado o ajustado a su atuendo antes de salir. La forma en que manejaba estas armas era un arte en sí mismo. Cada movimiento de su muñeca se transformaba en un latido de muerte para sus oponentes, o eso hubiera sido, si no se enfrentara contra inmortales, y su única arma eran las que llevaba en sus manos y su única fuerza, el que no atacaran a su hermano y la adrenalina que corría por sus venas sin abandonarla.

Liam, estaba igualmente armado pero con un enfoque diferente. Su arma era una especie de bastón telescópico que se extendía en un instante para revelar una hoja afilada en ambos extremos. El bastón, adornado con símbolos antiguos, tenía un diseño de belleza engañosa que ocultaba su capacidad letal. Liam lo usaba con una maestría que demostraba años de entrenamiento; cada golpe era una mezcla de fuerza y técnica, un balance perfecto entre velocidad y potencia. Estaba enfocado en ayudar a Edward con James.

Avy sentía el ardor en sus músculos mientras lanzaba sus dagas con una velocidad que desafiaba la vista. Cada vez que una de sus armas se hundía en la carne congelada de su tía, el impulso la empujaba a lanzar otra sin vacilar. Cada respiración era un recordatorio del peligro constante que enfrentaba. El peligro era real, tangible, y su único objetivo era asegurar la liberación de Bella y que la venda cayera de los ojos de su tía.

—Tu padre no te abandonó. — Grita Albane, en su último intento de sostener un diálogo con su tía, pero esta parece no tomarla en serio cuando se esconde entre reflejos y hace que su sobrina se ponga más nerviosa que peligrosa.

—No trates de convencerme de algo que no es real, querida sobrina.

—Él creyó que estabas teniendo una buena vida. Te ocultaron de tu padre.

La batalla continuaba en el laberinto de espejos, un escenario en el que los reflejos de los combatientes se mezclaban y se confundían con las imágenes rotas de los espejos. James, consciente de la amenaza que representaban Avy y Liam, se lanzó a la ofensiva contra Liam mientras había dejado tirado a Edward, sus movimientos eran un contraste inquietante con la elegancia de sus oponentes. La lucha era una danza mortal en la que cada paso y cada ataque se entrelazaban en una sinfonía de peligro y desesperación. Sin embargo, ni Edward ni Liam habían podido con James, el rubio había lanzado al pelinegro contra uno de los muros, provocando un suspiro ahogado por parte de Avy, cuando el salvaje James se iba acercando a Bella para morderla, Edward había llegado a tiempo.

Albane había intentado correr a ayudar a su hermano pero fue detenida por la mano de su tía sosteniéndole el cuello hasta pegarla en un espejo y quebrar este con el golpe de su cabeza, cada vez más la neófita empezaba a subirla hasta que Avy no tocaba el piso.

—Todos serán testigos de mi venganza, mi padre no volverá a ver tus ojos.

Algo en su mente hizo un clic, y mientras sus ojos se empezaban a cerrar y su respiración se cortaba cada vez más, pudo ver a su hermano inconsciente en el suelo, a Bella mordida revolcándose del dolor, y un Edward siendo casi aplastado, cuando todo parecía ser el final, aún así intentó patear a la cazadora con sus botas y tomar las cuchillas que estaban en el cuello de su chaqueta, y antes de que diera el que pensaba que era su último movimiento, cayó al suelo de repente, subió sus manos a tomarse la garganta y toser hasta que sintió que estaba escupiendo sangre, pudo llegar hasta donde estaba su hermano para verificar que no había pasado a mayores, estaba bien, solo dormido, cuando vio para atrás, Carlisle era el que la había liberado de las garras de su tía, y quien ayudaba a Edward ahora a terminar con James. Pudo notar como Alice asistía a Bella de su dolor y su tía..., había logrado escapar a tiempo.

Finalmente, cuando el último grito de James se desvaneció en el eco del estudio, la escena quedó en el ruido del sufrimiento de Bella por el veneno de James. Avy y Liam se encontraron en medio del "campo de batalla", un inconsciente Liam y una Avy que no podía emitir un solo sonido por el dolor en su garganta y sus cuerdas muy posiblemente hinchadas. La tensión en el aire persistía, pero la determinación en sus miradas era inquebrantable. Bella estaba libre, y el enfrentamiento con James estaba lejos de terminar, pero al menos, en ese momento, la luz de la esperanza brillaba un poco, mientras Edward intentaba detenerse de absorber la sangre envenenada de Bella y Avy sostenía la cabeza de su hermano en el regazo. Veía fijamente a Carlisle ayudar a su hijo, no le apartaba la mirada, incluso en medio de todo, Avy había descubierto en ese mismo instante, a quien había elegido descifrar para ella misma, un doctor enigmático que le había salvado la vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro