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— Mi comida favorita últimamente son los panqueques.— le digo a Elijah mientras almorzamos en una cafetería a las afueras de la universidad

— Ya veo, llevas dos platos.— alzo mis cejas y bebo de mi malteada — Puedo comprarte los que quieras, pero, ¿que no tanta azúcar puede dañar al bebé? Lo harás diabético.— sonrío y me apoyo en el asiento

— Todo el tiempo me dicen eso, pero yo comía más azúcar que todo esto de niña. Parece que Isobel quería compensarlo por ser una terrible madre.— expongo y agarro crema batida

— Hablemos sobre Silas y su amenaza de muerte. Sabes que puedo protegerte de cualquiera.— sonrío calida y como un pedazo

— Lo sé, pero yo me encargo. No tienes que involucrarte.— dejo en claro y suelto el tenedor

— No dejaré que nadie te haga daño.— trata de tomar mi mano y retrocedo tímida

— No me malinterpretes, Elijah. Somos buenos amigos, y tenemos una linda conexión. Pero no pasará de una amistad, no puedo hacerle eso a Klaus.— dejo en claro y levanta su taza de café

— Desde el momento en que mi hermano me habló de ti, supe que no había nada en la tierra que le importara más. El se esforzaba para que contigo todo fuera totalmente diferente.— frunzo el ceño

— ¿Cómo?

— Eres la única con la que jamás ha podido ser egoísta. El renuncia a cosas por ti, en serio lo cambiaste.— sonrío ligeramente — Se que nunca me verás con otros ojos, y lo que trato de hacer al decirte esto, es que se cuánto le importas a mi hermano.— expone sincero — Y nunca le arrebataría lo único que ama en el mundo.

— Ya no estoy segura de ello.— juego con la crema batida — En serio le rompí el corazón y jugué con sus sentimientos. Sabía que le dolería que volviera con Stefan.

— Izzy, un año con el y no te has dado cuenta que jamás podría dejar de amarte. No entiendes el efecto que tienes en las personas.— expone y arrugo mis cejas

— ¿Qué efecto? ¿De que hablas? — sus ojos castaños ven directamente a los míos

— Haces que todo sea posible. No sé cómo, pero todo a tu alrededor se siente como un salvavidas.— lo veo impresionada

— Yo...— bajo la cabeza apenada —...No se que decir. No sabía que...

— Tu lo salvaste de su propia oscuridad, lo hiciste humano.— informa y lo veo fijamente — Siempre ves lo mejor de las personas, no importa si el diablo disfrazado. Tu creíste en Niklaus, y gracias a eso, el se sintió amado después de mil años de perder la esperanza.— siento el nudo en la garganta

— Y cuando no me tiene, es el villano de las historias de terror, claro.— aclaro mi garganta — Lo amo, Elijah. Claro que lo hago y jamás dejé de hacerlo. Pero no tardó ni una semana en meterse en la cama de no se cuentas y reemplazarme. Yo he estado los últimos meses arreglando el desastre que hice con mi vida, lidiando con un embarazo y cuidándome las espaldas de un inmortal chiflado. El no tiene la madurez suficiente para ser un padre. El no quiere esto en su vida, y tú lo sabes.— le apunto y resopla

— Niklaus quiere una vida contigo.— aparto la mirada — No puedes alejar a su hijo, tampoco es justo.— volteo a verlo

— ¿Sabes que no es justo? Que Valeria haya matado a mi hijo por vengarse de Klaus. ¿Sabes que tampoco es justo? Que tenga que pagar los platos rotos de mis doppelgänger y que todo caiga sobre mi, cuando lo único que he hecho es nacer y tal vez haberme enamorado del hombre incorrecto.— me llevo la mano a la boca perpleja — No quise decir eso.— lo veo apenada

— Yo veo a una mujer que ha sufrido mucho y tiene miedo de sentir eso de nuevo.— opino y mis ojos se cristalizan

— Tengo miedo de perder a mi bebé, Elijah. No podría soportarlo.— menciono sincera y toma mi mano — No puedo volver con Klaus, y temo que jamás lo haga.— arruga sus cejas y me suelto — No quiero que tenga la vida que yo tuve.— me levanto

— ¿A qué te refieres? — me ve preocupado e inhalo hondo

— Los Mikaelson están rodeados de sangre como los Petrova, y quiero que mi hijo tenga una vida fuera de eso. Así no cargue su apellido ni lo conozcan.— expongo y levanto mi bolso

— No puedes hacer eso. Es parte de nuestra familia, yo...

— Dime qué no va a cargar con los enemigos de tu familia.— le reclamo — Dime qué no va a cargar con los míos.— me señalo — Deja de pensar un minuto en tu estúpida redención y piensa en el futuro de mi bebé en su vida.— me ve fijamente — Estamos malditos. Necesito desaparecer, y tú lo sabes.— lo rodeo y me frena tomándome del brazo

— No hagas esto — volteo a verlo y mis ojos están húmedos — No le arrebates está oportunidad a mi hermano.— siento el vacío en el estómago

— Ya no se trata de mi o de el. Se trata de la seguridad y sanidad de mi hijo. Y créeme, Elijah, ni siquiera Klaus está sobre el.— me suelto de su agarre y voy a la puerta

Estoy dispuesta a dejar mi pasado oscuro, así involucre a los Mikaelson. Aunque me duela infinitamente.

─────── ⋆⋅☆⋅⋆ ───────

Regreso a la universidad para pretender que mi charla intensa con Elijah no fue real. Así evitaría sobre pensar en todo lo que salió de mi boca.

Aveces soy muy impulsiva y digo todo lo que pienso, y es un gran defecto. Pero no puedo evitarlo.

Tuve clase de literatura, y salí tan pronto pude porque no dejaba de pensar en lo de Megan y como el campus encubrió todo.

Los pasillos estaban repletos de alumnos por una ceremonia que hizo la universidad. Parece que todos se unieron con la desgracia.

— No te vi está mañana, ¿a dónde fuiste? — Elena se une a mi camino

— A desayunar waffles.— pego mis cuadernos a mi pecho

— ¿De nuevo? Izzy, tus pies van a explotar si sigues consumiendo demasiada azúcar.— se queja y entramos a la habitación

— Déjame, estoy embarazada.— veo a Caroline buscar cosas en una caja

Debía ser algo de Megan, es paranoica.

— Siempre usas eso de pretexto.— añade Care y dejo mis cuadernos en la cama

— Funciona.— sonríe

— El memorial de Megan crece cada minuto.— menciona Lena

— Los universitarios son tan dramáticos, estuvo en el campus por un día.— se queja Caroline y arrugo mis cejas — No pudo hacer tantos amigos.

— Eso fue un poco insensible.— opino y me siento

Si, los pies se me hinchan como si fueran a explotar. Y eso que tengo solo cuatro meses.

— Caroline, está muerta. Ya no compitas con ella.— refiere mi hermana

— Perdón, estoy de malas.— lanza cosas a la caja

Ella y Tyler no están en los mejores términos. El no vino a la universidad, y esa era la esperanza de ella. Nuestra vida romántica es trágica.

— ¿Hablaste con Tyler? — pregunto

— Se abstiene de inscribirse y se abstiene de devolver llamadas.— aclara — Yo me abstendré de volver a tener sexo con el.— nos reímos

— ¿Cómo va a el espionaje?— le pregunta Elena —¿Ya hay explicación de porque la bebe-verbena víctima de vampiro tenía una foto de mi papá en su teléfono? — mi teléfono vibra

— No.— lo saco de mi bolsillo

— Fui al hospital en la mañana.— volteo a ver a Elena — Su certificado de defunción. Dice que fue un suicidio.— me levanto y dejo mi celular

— ¿Ahora robamos expedientes? ¿Somos como pretty little liars? — me pongo junto a Care — ¿Cuando nos volvimos detectives?

Pongo atención al libreto, era raro.

— No mencionan la enorme mordida de vampiro en su cuello.— alzo mis cejas — Así que quien aprobó la causa de muerte, trabaja encubriendo todo.— suspiro

— Justo como el consejo de fundadores en casa.—  expreso asombrada — No estamos tan lejos de casa.

— El doctor Wesley Maxfield.— lee Caroline

— Alias, nuestro profesor de Microbiología Aplicada.— alardea Elena y frunzo el ceño — Cambié nuestras clases para...— la interrumpe Caroline

— ¿Micro que? — pregunta con confusión — Elena, se supone que tomaríamos introducción a la comunicación.— las veo a ambas — ¿Que pasó con embriagarnos y tomar malas decisiones sobre hombres? Sin ofender, Izzy.— me enojo de hombros —  ¿Que pasó con nuestro divertido primer año? — nos ve — Se supone que yo estudiaría drama.

— Mira el lado bueno, ya no tienes que estudiarlo, eres perfecta en eso.— me burlo y se cruza de brazos

— No vamos a estudiar nada si descubren que somos vampiros.—  le reclama Elena — Aun con esto será un excelente año, Caroline. Pero debemos protegernos.— me acerco a Care y la rodeo con mis brazos

— Si Damon mantuvo su secreto en Mystic Falls, fue por que se infiltró en el consejo fundador.— sugiero — Así que prepara ese talento de actriz, y vamos a investigar. ¿Quieren?— asienten

Ahora esto es lo nuestro. Hacer el trabajo de Damon en la universidad. Jamás pensé que me metería en algo así. Y menos que ahora no soy vampiro, pero es entretenido.

Al salir de la habitación fuimos directo al salon. El lugar estaba repleto de personas más grandes que nosotros, o bueno, que Caroline y Elena, que les llegó un año de ventaja.

Quería huir del drama sobrenatural, pero resulta que nunca puedes escapar de el.

— Hola, muchachita.— me saluda Jesse apenas puse en un pie en el aula — ¿No eras de primer año? ¿Qué haces en esta clase? — bufeo

— ¿Qué? Amo la Microbiología Aplicada.— lo recito con dificultad

Tenía muchas palabras.

— Es mi biología favorita, las cosas pequeñas son tan lindas.— ladea una sonrisa 

Había una extraña tensión entre nosotros. Eso o me estoy volviendo loca porque no he salido con un hombre en cuatro meses.

Ya no se que significa el lenguaje corporal.

— ¿Van a la fogata esta noche? — nos pregunta y nos miramos entre las tres — ¿O solo se van a acercar para luego alejarse de nuevo? — reímos nerviosas

— Ella va a ir — afirma Elena y volteo a verla sorprendida 

— Bien. Te veo.— me ve fijamente y sonrío

Definitivamente estaba coqueteando.

— Si.— empujo a Caroline y nos vamos a nuestros asientos — Ni lo digan.— les advierto y ríen — Estoy muy embarazada y fuera del mercado.— nos sentamos

— Podría tener un nuevo papá.— añade Caroline burlona y ruedo los ojos — Uno decente y atractivo.

— Cierra la boca.— se rien y entra el profesor

—Buenos días, muchachos.— nos saluda y veo al frente — Soy el doctor Maxfield. Me llamo Wes, pero díganme doctor Maxfield.— se miraba apuesto y joven

Tengo un problema con los profesores. Son mi mayor fetiche, y me hace enferma y urgida. Mucho.

— El día que se gradúen de médicos lo entenderán. Ahora, ¿van a ir a la fogata de hoy? —volteo a ver a Elena — Les daré una lección de historia. Whitmore se fundó como hospital en la guerra civil. La guerra más mortal de los Estados Unidos, más de 600 000 caídos. Había tantas enfermedades que un vez a la semana reunían a los muertos que se pondrían, los apilaban y les encendían fuego. Así que hoy, mientras se embriagan y festejan, tómense un momento, cierren los ojos e imaginen el rancio olor de cientos de cadáveres.— hago gesto de disgusto

Trata de decírmelo en una etapa del embarazo donde las náuseas son mi peor enemigo.

— Que miedo, ¿no? — me pregunta Caroline

— Lo que nos lleva a la microbiología.— habla el profesor y suspiro

— Pero es sexy.— opino y Elena sonríe

— Porque ese rancio olor viene de una bacteria en específico.—  volteo a ver a Caroline y hace gesto de disgusto

— Si.— insisto y niega riendo en silencio 

— ¿No es cierto, chicas de la última fila? — nos habla y volteamos a ver con una sonrisa.

Siento todas las miradas puestas en nosotras, me incomodaba y quería que la tierra me tragara.

— ¿Cuál es esa bacteria? — lo veo fijamente y luego a Caroline

Estábamos muy nerviosas, me sentía pequeña en está habitación.

— Es la...— la rubia divaga buscando en sus hojas

Yo me armó de valor para tomar las tiendas de toda la situación y no terminar humilladas.

— Es la cadaverina y la putrescina.—  respondo y alza sus cejas sorprendido, Elena y Caroline estaban igual

Resulta, que tengo memoria fotográfica y he leído más libros que cualquiera en esta habitación. Soy inteligente.

— ¿Como sabes? — me pregunta con interés — Eres de primer año. Soy observador.— suspiro

— Tengo memoria fotográfica, lo leí en un libro de biología a los diez. Jamás olvido algo.— alardeo y asiente sin quitarme la mirada de encima

— Ustedes no deberían estar aquí. Deben de retirarse de la clase.— suspiramos y nos levantamos

— Eso fue vergonzoso.— se queja Caroline mientras vamos por el pasillo — Tú te luciste, claro porque eres una clase de cerebrito.— frunzo el ceño

— No soy una cerebrito.— me defiendo — Solo no olvido cosas, es todo.— bufea

— Cerebrito.— insiste y le doy un empujón

— Debemos de encontrar una solución para acercarnos al doctor Wes y no terminar humilladas en el proceso.— sugiere Elena

— ¿Secuestrarlo? ¿Torturarlo? — voltean a verme sorprendida — Trato de usar el manual de Damon Salvatore.

— No es un libro que debas leer, cerebrito.— impone Caroline y ruedo los ojos

— No podemos hipnotizarlo, porque si sabe de los vampiros, claro debe saber de la verbena. Nos expondriamos.— añade Elena y suspiro 

— Entonces, debe ir la que aún conserva humanidad.— sugiero y se frenan — Yo me encargo del profesor y...— suena mi celular y lo saco de mi bolsillo

El nombre de Damon estaba en la pantalla

— Necesito contestar.Ya vuelvo.—  me alejo y atiendo — Ya te habías tardado, ¿que sucede con Jeremy. 

— Tranquila, sunshine. Tu hermanito está vivito y coleando.— frunzo el ceño y voy por al patio

— ¿Entonces porque llamas?

— Tenemos una situación, y pensé muchas veces en decírtelo.— siento una punzada en el pecho

— Damon, no asustes a una mujer embarazada.— veo alrededor

— Mira, somos mejores amigos y quiero ser honesto contigo. Algo sucede con...— me freno al ver a alguien conocido

— ¿Stefan?—  sonrío al verlo.

Lo extrañaba tanto. Me hacía mucha falta verlo. Éramos buenos amigos.

Sus ojos verdes brillaban y tenía una sonrisa puesta en el rostro.

— Si, de el quería habla...— lo interrumpo y me pierdo en los ojos de Stefan

— Stefan está aquí, ahora.— expreso con alivio

— ¿Qué? — expresa Damon y me acerco a el, permanece el contacto visual

— Apaga tu teléfono.— pide y sonrío

— ¿Izzy? No. Ese no es...— lo cuelgo y no puedo evitar estar feliz

— Se que te molestaste porque no llamé, así que quise venir en persona.— suspiro y me acerco a abrazarlo, me aferro — Perdón por no venir a tu cumpleaños. En serio quería, tenía la mente hecha un lío.— siento que me sujeta

— Jamás vuelvas a hacer eso. ¿Si? — pido apoyada en su hombro — Creí que te había pasado algo terrible.— nos separamos

— Pues algo terrible me pasó. Te enamoraste de Klaus.— me tenso incómoda

— Auch.— bajo la cabeza apenada — No esperaba esa cuchillada tan rápido.

— Era obvio que yo necesitaba espacio.— inhalo hondo y asiento

— Lo sé. ¿A dónde fuiste? — lo veo con interés

— Eso no importa. Seguro Damon te va a poner al tanto.— expone y frunzo el ceño

— ¿Hablaste con Damon? Porque hablé con el y no me comentó nada.— expreso confundida

— Qué raro. Tal vez está muy ocupado con la situación de Jeremy.— explica y mis ojos se abren como platos

— ¿Que pasó con Jeremy? El me dijo que estaba bien.— refiero con preocupación

— Ah, no pasó nada. Es que lo expulsaron.— lo veo perpleja

— ¿Lo expulsaron? — solté molesta

— Si, luego se peleó con Damon y Jeremy escapó.— explica a la ligera y lo veo con sospecha

— ¿Por qué lo dices así de tranquilo? — refiero incrédula

— Porque no quería alterarte.— frunzo el ceño — Se que no te gusta el drama.

— ¿Cómo no se nada de esto? ¿En dónde está Jeremy? — lo bombardeo

— Por eso vine, esperaba que tu supieras.— pide sereno y me llevo las manos a la cabeza

— Damon y sus mentiras.— saco mi celular buscando el nombre de Jeremy — El va a escucharme. Realmente lo hará.

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Narrador omnisciente
— Damon. Toalla, toca.— se queja Caroline al verlo entrar a la habitación

— Caroline, a nadie le importa, no.— aclara buscando por la habitación y Elena sale del baño

— Damon, ¿que haces aquí? — pregunta sorprendida

— Hola, linda, ¿donde está tu hermana?— la castaña frunce el ceño 

— No lo sé. Dijo que contestaría una llamada y de ahí no se. Probablemente fue a la fogata a obtener más información de nuestro profesor.— aclara y Caroline se aleja acomodándose la toalla

— Silas está aquí. Está con Izzy, finge ser Stefan. Vístete.— expone y ambas se quedan procesando

— Pensé que Stefan había lanzado su cuerpo a la fosa.— expresa Caroline confundida

— Únete al club. Vístete. Elena, vamos.— le toma ropa de la cama y se la lanza, ella la atrapa

— No puede ser. Izzy tenía razón. Todo el verano ha tenido el presentimiento sobre Stefan.— expone Elena y Damon frunce el ceño

— ¿Qué? — pregunta confundido

— No lo se. Decía tener una sensación de que algo le había pasado.— explica

— Elena, vamonos. Caroline, ponte ropa y te vemos afuera. Vamos a buscarla.— le lanza más ropa y se dirige a la puerta con una castaña de compañía

— Me debes muchas explicaciones, Damon.— Elena lo regaña

— Ya se.

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Isobel
— Jeremy aún no responde. Me quedaré por si llama.— me dice Stefan mientras vamos por la escuela

El tenía mi celular y me hacía dudar de toda la situación. Algo me daba mala espina, algo no estaba bien.

— ¿Por que te preocupa tanto? — cuestiono dudosa

— Damon creó un problema y quiero repararlo.— suspiro

— ¿De verdad creyó que Elena o yo no nos enteraríamos? Ya quiero ver cómo su novia le salta encima.— refiero molesta

— Es Damon. ¿Te sorprende? — se burla y hago una mueca

— Tienes razón. Pero odio las mentiras, y parece que esconde cosas.— opino — De que me quejo, si hago lo mismo.

— ¿Tu que escondes? — nos detenemos y sus ojos ven fijamente a los míos

— Hay algo que necesitas saber.— menciono nerviosa

— Está bien. Yo sé exactamente lo que piensas.— frunzo el ceño

— ¿Por qué actúas tan extraño? Que te sucedió en el...— me pausa ante una idea que cruza por mi mente — Ya se que género es mi bebé.— vibra el celular en su bolsillo

— ¿Ah si? ¿Cuál? — divaga sin prestarme atención y alzo mis cejas sorprendida

El era Silas. Sabía que tenía un mal presentimiento sobre todo esto.

— Tengo que...— trato de moverme y me frena tomándome bruscamente del brazo

— Podrás ser poderosa, pero aún puedo entrar en tu mente con facilidad.— me amenaza mientras me lastima — Un hechizo, y mato a tu bebé.— lo veo asustada

— ¿Qué quieres? — me suelta y me sobo — Ya tuve suficiente de ti.

— Encontrar lo que me quitaste.— arrugo mis cejas — Jeremy y Matt ayudaron a Valeria a escapar. Quiero la cura.— ordena

— Y viniste para encontrarlo. No te diré nada.— dejo en claro y sonríe

— No necesito que me des nada, ya lo tengo.— me toma del rostro sobresaltándome — Vas a olvidar esta conversación. No vas a recordar haberme reconocido.— me pierdo en sus ojos

— Stefan — me suelta y sonríe — Tienes que conocer la universidad. Es inmensa y tiene una biblioteca repleta.— me muestro entusiasta

— Perdón, quisiera quedarme, pero parece que alguien vio a Jeremy en la ruta nueve ¿Sabes a donde podría ir? — meneo mi cabeza

— No tengo idea. Elena sabría, lo conoce mejor que yo.— sugiero y asiente

— Tu eres mi doppelgänger favorita.— frunzo el ceño — Hay algo en ti que me atrae por completo.

— Stefan, ¿que te sucede? — expreso confundida

Su actitud era muy extraña y me sacaba totalmente de onda. Jamás había dicho algo así, pensé que lo había superado por su tour de vacaciones.

— Si Atenea no me hubiera traicionado, no te odiaría tanto.—  impone y mis ojos se abren como platos — Pero así fue. Y tú eres lo más cercano a mi venganza.—  me toma del rostro — Harás exactamente lo que te diré. Sin dudas.— asiento

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Narrador omnisciente
Damon iba buscando a la castaña por el patio principal. Le angustiaba saber que era más vulnerable al estar embarazada y en su condición donde no había activado su lado vampiro ni licántropo. El sabía que tenía que protegerla

— Hola, hermano.— lo nombra Silas y Damon voltea a verlo — Aunque supongo que sobrino lejano es más acertado.— se acerco furioso y lo aborda tomándolo por el cuello

— ¿Donde está Izzy? — le pregunta exaltado y Silas indaga en la mente de Damon poniéndolo vulnerable

— No hace falta la violencia, Damon.— Silas le baja la mano — Pronto vas a encontrarla.— el vampiro se suelta — Entiendo porque les gusta. A mi también me atraen las morenas. Y se que sales con Elena, lo que no se es por qué le gustas tú.

— Porque no has tenido sexo conmigo.— alardea y Silas sonríe

— Valentía tapado el miedo. Que transparente.— impone 

— ¿Esperas que crea que viniste hasta aquí solo para hablar con ella?— pregunta Damon incrédulo

— No. Eso no podría tener sentido, ¿o si? Pero si te digo que hice, arruinaría la diversión.— el vampiro lo ve preocupado — Disfruta la fogata, Damon.— Silas se aleja dejandolo asustado

— ¿Sabes algo de ella? — se acerca Caroline corriendo — Elena fue a buscarla al bosque.— el vampiro suspira

— No, Silas no me compartió esa información.— aclara frustrado — El entró en su mente, eso quiere decir que no sabemos en qué clase de peligro está.

— ¿Por que Silas querría lastimarla?—  pregunta confundida mientras van a la fogata

— Para lastimarme a mi. Sabe lo que ella significa en mi vida.— expresa sincero

A pesar de que Izzy y Damon fueron pareja y no funcionó, ella fue la primera mujer en siglos que vió a través de el. Lo hizo sentir especial y querido. Se volvió en una de las personas más importantes en su vida.

Siempre habría algo que los une, no importa que, pero se cuidarían siempre.

— De haber dicho la verdad, esto podría haberse evitado.— lo regaña

— Cielos, gracias, Caroline. Tu crítica es invaluable en esta situación.— ironiza y choca con un universitario

Cosa que le molestó al instante, si ya estaba de pésimo humor.

— Fíjate por dónde caminas, idiota.— se queja y el vampiro sonríe

— ¿Has visto a Izzy Sommers? — cuestiona más tranquilo

— No tengo idea de quién sea. Y si fuera ella, también me escaparía de ti.— Damon asiente molesto

— Mala respuesta.— va sobre el y lo toma del cuello, Elena interviene

— Olvida esto y lárgate de aquí.— lo hipnotiza y el se va — Tienes que calmarte. También me preocupa, pero así no solucionaremos las cosas.— se ven fijamente

— Puso a todo el pueblo a buscar a tu hermana y Valeria. ¿Cómo se supone que me calme cuando cada persona aquí puede trabajar para Silas? Está embarazada.— expresa exaltado

— La encontraremos, sigueme.

Mientras tanto, en la ruta nueve se encontraban dos humanos con una bruja licántropo como presa.

Silas ya había dado con Valeria, y planeaba encontrarla para asesinarla de una vez por todas, aunque el duo de Jeremy y Matt no está dando los mejores frutos. Aún la mantenían con vida.

— Sobreviví a dos partos, a la muerte de mi familia, a la posesión de mi cuerpo por la lunática de Anastasia Pierce y la vengativa de Izzy Sommers. Puedes entender porqué me frustra estar a punto de morir por una infección de garganta.— informa temblando frente una fogata

Algo conmovió al pequeño Gilbert, al final, seguía siendo una persona.

El se acerca y la rodea con una manta, cosa que sorprendió a la pelirroja.

— Nunca conocí realmente a Izzy.— expone para hacer conversación — Desperté después de 145 años y vi a una chica de 19 años que lucía como mi mamá. Apenas la recordaba, yo era muy pequeña.

— ¿Y porque le haz hecho tanto daño.— Valeria inhala hondo

— Ella es el recordatorio de todo lo que mi madre era. Izzy es lo mejor de ella, y yo jamás lo seré. Tiene aquella luz y lealtad. Tiene todo lo que Klaus me quitó. Ana usó mi cuerpo para crear un arma, ¿y se supone que debía quererla? Jamás podré verla como mi hija.— informa sincera

— ¿Tú en serio viste a Klaus como un padre? — Jeremy se pone junta a ella — Escuché rumores de que eras parte de ellos, como una familia.— sonríe ligeramente

— Llegué a querer a Klaus, pero jamás como un padre. El no conoce ese término.—
Jeremy baja la cabeza pensativo — Es mejor que Izzy aleje a ese bebé de la familia Mikaelson. Ellos solo tienen sangre derramada, siempre hay oscuridad.— sugiere sincera

— Es un Mikaelson. No creo que el pueda huir de eso.

— Y esa no es su condena, si no, la de su madre.— el frunce el ceño — Al final, todas las doppelgänger mueren por amor. Atenea, por sus hijas, Genevieve y Ana por enamorarse de Klaus, e Izzy, por sus sacrificios por el.— Jeremy la ve preocupado

El quería que su hermana y sobrino fueran feliz, no podría vivir sin ellos. Es la primera vez, en la que se meterá en su relación. No va a permitir que le arrebaten a su familia, no de nuevo.

Matt se fue a buscar más leña, pero, se encontró con algo más letal.

— Ni una palabra. No puedes hablar, no puedes gritar.— le ordena Silas y el rubio lo ve confusión

— Si, de hecho, si puedo.— informa y Silas arruga sus cejas — ¡Jeremy, corre! — se levantan y huyen por el bosque

— ¿Por qué no puedo entrar a tu mente? — coloca ambas manos en su cabeza — Ahora se porque. Ya hay alguien adentro. ¿Por qué me observas, viajero? — el rubio se queda paralizado y Silas le rompe el cuello

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Isobel
Estaba en la fogata tratando de tener algo de diversión. No encontraba ni a Caroline ni a Elena. Lo cuál era extraño, porque ellas querían venir aquí en primer lugar.

Me veía ridícula intentando tener algo de diversión universitaria. Vivir la experiencia, pero no podía ni servirme de una botella porque bebé Sommers no acepta el licor.

— Te ves solitaria.— se me acerca Jesse y alzo la vista — ¿Quieres algo?— me ofrece el vaso y meneo mi cabeza

— No bebo alcohol, no me gusta.— alza sus cejas — ¿Qué? ¿Crees que es raro?

— Creo que cada quien sus gustos.— sonríe y bebe

Busco con la vista a mis amigas, yo estaba por huir de aquí. Necesitaba hacer algo.

— ¿Por qué tan callada? Te veo muy distante.— inhalo hondo

— Problemas de vida.— respondo y alza sus cejas 

— Problemas de vida y te corren de clase, no ha sido tu día.— sonrío — Te viste genial contestando la respuesta del doctor Maxfield. Eres una pequeño genio.

— ¿Qué ocurre con ese maestro? — pregunto intrigada

— ¿Con el doctor cretino? — asiento

— Si, el.

— Escucha esto, acompáñame por mas leña y te contaré todo lo que debes sabe.—  embozo una sonrisa y asiento

— Bueno.— lo acompaño

— Tuve al doctor Maxfield del maestro el año pasado.— entramos a una cabaña;

Se miraba vieja y desacomodada

— Es un cretino, pero es brillante, así que lo tolero.— nos acercamos a la mesa de leña

— Brillante y tenebroso.— sonríe y toma un pedazo de leña — Mi tipo.

— Hay un rumor de que es parte de una sociedad secreta en el campus.— alzo mis cejas con interés y sonrío;

El podría darme las respuestas sin tener que buscar al profesor raro. Es genial

— ¿Qué? ¿Como hombres maduros en una logia? — pregunto con sarcasmo

— No tengo idea.— expresa sincero — Solo se que unos días a la semana se supone que van a la casa Whitmore.— nos vemos fijamente — Pero yo no te lo dije.— sonríe y hace que yo también;

De la nada lo golpean y cae al suelo

— ¿Damon? ¿Qué te pasa? — le reclamo irritada y entra junto con Elena y Caroline

— ¿En serio? Es Jesse.— le reprocha Caroline — El me agrada.— frunzo el ceño

— ¿Qué está pasando? — pregunto confundida

— Bien, la tenemos. Ahora vamonos de aquí.— impone mi hermana y un extraño pensamiento viene a mi cabeza

— Si veo a Elena, yo...— tomo un pedazo de madera — Tengo que lastimarme.— todos voltean a verme

— ¿Qué?— expresa Damon y me paso el pedazo afilado por la muñeca haciendo que suelte un grito de dolor

— ¡Oh por Dios, Izzy!— expresa Caroline perpleja y tratan de acercarse pero retrocedo apuntándoles con mi mano

— Alejénse de mi.—  les causo un aneurisma a todos haciendo que la habitación retumbe;

Sus gemidos de agonía eran eco en la habitación

— ¡Silas, se metió a tu cabeza! — grita Damon y me siento mareada;

La sangre chorreaba en el suelo, aunque me curaba, iba lento.

— No puedo parar.— se me resbalan lágrimas y me tambaleo

— ¡Izzy, por favor! Estás embarazada.— expresa Elena aterrada y giro mi mano rompiendo sus cuellos; caigo al suelo

— Isobel, escúchame.— me corto la otra muñeca y vuelvo a sentir el dolor — Eres más fuerte que el.—  solo veo mis manos desangrarse; la cabeza me estallaba

— Saca a Elena de aquí. Si la veo solo quiero...— me vuelvo a cortar — ...lastimarme. ¡Hazlo! — le grito y se levanta

Lleva el cuerpo de Elena y mi corazón está estallando. No podía evitar no pensar en mi hijo, y la cantidad de sangre que salía, era extraño que me curaba tan rápido como antes.

Veo el cuerpo de Jesse y una extraña tentación me llama. Cómo si quisiera, quisiera matarlo.

Me arrastro lentamente hasta el y levanto el pedazo de madera que tenía a un lado.

Observo todo con cautela y me pongo de rodillas a su costado. Levanto ambas manos posicionando para apuñarlo junto el pecho.

Sim dudar, me dirijo a a mi cometido y unas manos me frenan, volteo a ver

— ¿Qué estás loca? —  veo a Damon y lo lanzo del otro lado con magia

— Tengo que matarlo.— pongo mis manos en el cuello de Jesse y comienzo a ahorcarlo

— El quiere que actives tu lado licántropo , quiere que te vuelvas en tu peor instinto — me grita Damon y continúo ahorcándolo

— Es mi vida o la de alguien, así dijo.— Damon me quita de ahí y me agarra entre sus brazos — El sabía que yo descubriría como pararlo. Se aseguró de esto.— forcejeo — Quiere que cobre.

— Concéntrate en mi voz, manda tu mente a otro lado.— cierro mis ojos tratando de enfocarme para romper la hipnosis

— ¡No puedo! — grito desesperada y me suelto de su agarre — Solo tengo que matar a alguien.— le apunto a Damon — Solo a alguien.— murmuro y empieza a tocar su pecho con dolor

— Izzy, por favor.— súplica en agonía y se tira de rodillas — Lucha con esto.— mis ojos se cristalizan

— Lo intento. Lo intento.— se me quiebra la voz — Lo intento.—  le sigo provocando dolor 

— Piensa en algo que aferrarte. Algo que te haga olvidar todo.— inhalo hondo e imágenes viene a mi mente

Una persona venía a memoria. Alguien que en algún punto de mi vida me hizo feliz. Que estuvo para mí en mis peores momentos, en los que me apoyó y me hizo sentir como la mujer más importante en el mundo. Klaus cambió mi vida, y solo intento descifrar si quiero que siga haciéndolo.

Abro mis ojos de impulso y mi ansia se termina. Un momento de calidez me invadió por todo el cuerpo. Estaba tranquila. Todo terminó.

— Hey, Izzy.— escucho a Damon y se me acerca — ¿Cómo te sientes?

— Abrumada.— me llevo la mano a la cabeza — ¿Que sucedió? — veo alrededor sorprendida — ¿Que hice?

— Silas pasó.— volteo a verlo — El entró a tu mente y te hizo hacer locuras.— levanto mis manos y veo que estoy cubierta de sangre

— Oh por Dios.— veo a Jesse en el suelo — ¿Jesse? ¿Está vivo? — me tiro de rodillas y checo si pulso

— Si, lo está.— lo suelto y respiro aliviada

— No entiendo nada.— expreso saturada y me levanto

— Hablaste con el está tarde. Se hizo pasar por Stefan para encontrar a Valeria.— explica y lo veo sorprendida

— Espera, si Silas se hizo pasar por Stefan, ¿el dónde está? — pregunto preocupada y se queda callado — Damon, ¿dónde está, Stefan? — lo veo molesta

— No te va a gustar.— frunzo el ceño

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Al día siguiente, iba con Damon y Elena a la posible ubicación de Stefan. No dejaba de pensar en el horrible infierno que pudo estar pasando, y esas extrañas sensaciones que recorrían todo mi cuerpo.

Damon me confesó que intuía que Stefan estaba en la caja fuerte donde se supone Silas debía estar, y eso significaba que el se había estado ahogando por meses.

No pudo ni imaginar que es lo que estaba sufriendo. Solo quiero ayudarlo y sacarlo de ahí, por suerte, la sheriff Forbes encontró la caja y el sería libre.

— ¿Crees que esté ahí? — me pregunta Elena al bajarnos — Sería horrible si lo estuviera.— suspiro y cierro la puerta

— Lo que Damon dice tiene sentido, Pero ojalá no fuera cierto.— opino y suspira dando paso

— Tenemos que volver a Mystic Falls, ¿lo sabes? — volteo a verla mientras vamos por el lugar

— No tenemos opción. Pero debo encontrar a Valeria primero. Tiene que aclararme unas cosas.— informo

— Por aquí.— nos señala Damon y lo seguimos;

Nos encontramos con la sheriff, ella tenía la enorme caja que me revolvía el estómago.

— No hallamos nada en la fosa, pero un alguacil encontró esto a unos kilómetros. No lo abrió.— inhalo hondo. No se si estaba preparada para verlo — Stefan lleva ahí tres meses. Supongo que tendrá hambre.— la sheriff le da vuelta al seguro y mis nervios aumentan

— Solo háganlo.— expreso ansiosa y Damon levanta la puerta de la caja. Me preparo mentalmente —  No es Stefan.— aparto la mirada al ver un cuerpo sin cabeza — Alerta embarazada.

Me doy la vuelta y vómito, ya no me podía retener más, fue muy asqueroso.

— No se que es peor.— se queja Elena y limpio mi boca

— El cuerpo sin cabeza.— añade la sheriff

— Pero tenías razón, estaba hambriento.— miro alrededor — Apuesto que aun lo está.

Si no está aquí, ¿dónde rayos está Stefan?

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Narrador omnisciente
Nueva Orleans.

— No se que más quieres que te diga. Su nombre es como una leyenda para Klaus.— le informa Gerry a Marcel

— Escuché que tenía una debilidad, alguien que el había amado. Y créeme, ese hombre no ama a nada que no sea el poder.— alardea bebiendo un trago

— El se encargó de protegerla, sepultó cualquier registro de ella. Nadie sabe quién es, hablé con gente cercana de cuando estuvo en Mystic Falls, y fue en vano. Es como un fantasma.— Marcel se tensa

— Tenemos que tener algo para derrotarlo, darle dónde realmente le duela. El no viene a mi ciudad a quitármela.— manifiesta y se escucha la puerta

— Isobel Sommers, es su ex novia.— entra alguien inesperado — Su amor épico, la única persona en el mundo que le importa.

— ¿Quien eres? — se levanta Marcel a la defensiva, su escuadrón lo respaldaba

— El hombre de las respuestas. Aquel que te puede dar a Izzy es charola de plata.— alardea — Soy Erik. Un placer.