064 Bring Her Back
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Abrí mis ojos con molestia, sentía el cuerpo muy pesado y todo me daba vueltas.
— Buenos días, sunshine.— me habla Damon y trato de enfocar — ¿Como dormiste? — veo alrededor
Estaba en la celda de los Salvatore. Por supuesto que me iba a tener aquí metida.
— Te arrancaré la lengua.— murmuro con una horrible jaqueca
Seguro me habían desangrado, era una razón por la que los brazos me dolían y apenas podía mantenerme despierta.
— Que humor, y yo pensé que estarías feliz de verme.— alardea y se apoya en la puerta — Espero no te moleste que haya adquirido un poco de tu sangre. Ya sabes, me mordiste.— sonrío y bajo la mirada
Estaba atada a una silla, sería fácil zafarme, sólo contaba los minutos para huir de aquí.
— Hola, Izzy.— veo a Stefan — No queríamos que fuera de esta manera.— suspiro y trato de quitarme las cuerdas
— ¿Qué? — no las podía quitar, es como si fuera la cosa más difícil
— Bonnie las hechizó. No podrás librarte de ellas ni hacer magia.— explica Stefan y suspiro con molestia
— Y ves eso de allá.— me señala Damon — Un hechizo vinculante. Muy vulnerable, debe ser un verdadero fastidio para ti.— me quedo en silencio sólo observándolos
— Sólo queremos ayudar.— opina Stefan — Esta no eres tú. Te conocemos.— aparto la mirada en seco
— ¿Por que tan callada, risitos? Esperaba más amenazas de muerte.— cuestiona Damon y suspiro
— Por nada, sólo estoy pensando a cuál de los dos voy a destripar primero. Si al hermano que me quiere de más o el otro que nunca pudo tenerme. No me decido.— alardeo y se ven entre ellos
— Sugiero el que te quiere de más.— llega Klaus y mi pulso se eleva — Soy un novio celoso.— suelto una risa — ¿Qué? ¿Dije algo gracioso?
— Ex novio querrás decir. Tú y yo no compartimos ni la hora, guapo.— me sonríe — Entonces, así va a hacer. ¿Esta es una clase de película sexual donde los tres van a hacerme cosas malas o como está la jugada? — Damon hace gesto de disgusto
— Me has traumado de por vida.— se queja y sonrío
— Klaus intentará entrar a tu mente. Te mostrará lo que en realidad te hace quien eres.— explica Stefan
— ¿El gran híbrido malvado me va a enseñar cómo mantener mi humanidad? Esto suena tan irónico. ¿El diablo también irá al cielo cuando muera? — me burlo y Damon sonríe
— La razón por la que yo lucho por tu humanidad no es por que no te ame con tu oscuridad, si no, por que un te amo significaba algo para ti.— lo veo fijamente — Lo que compartimos te hacía feliz, y yo sólo quiero que vuelvas a sonreír.
— Pues tú mataste a esa Izzy, Klaus. Tú me hiciste así.— frunce el ceño — Tus demonios me alcanzaron, justo como Stefan me dijo. La chica que buscas no está aquí, lo lamento.— me apoyo en la silla
— Soy incapaz de creerlo.— añade Stefan
— Empiecen con sus juegos. Veamos quien se rompe primero. Si yo, o ustedes.— alardeo y Klaus sonríe acercándose
— No soy de los que se rompe fácil, amor.— se pone frente a mi — Ya veremos.
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Flashback. 2006. Boston
Era el primer día de clases en la preparatoria. Odiaba los inicios de curso en escuela nueva. Me gustaba la anterior, pero me dieron una beca para un colegio privado. Uno donde el dinero vale más que tu inteligencia.
Mis abuelos dijeron que era una gran oportunidad para mi, que debía aprovechar lo único bueno que me dejo Isobel, que fue mi gran cerebro. Así después iría a una buena universidad y podría tener una mejor vida;
Cosa que no creo posible por que mi vida ha sido un caos traumático desde que tengo uso de la razón, pero les daré la satisfacción a mis abuelos.
Detestaba no tener a mi mejor amiga, Hayley. Es como una hermana para mi, mis abuelos la acogieron cuando los adoptivos de ella la abandonaron, así que es lo poco que puedo considerar familia. Ambas vivimos una vida horrible a personas que no le habían hecho daño a nadie. Pero así es el mundo, ¿no? Cruel.
Estaba en la recepción pidiendo mi horario para poder entrar y hacer que el día sea más corto. No me agrada el tener que estar con adolescentes estirados e hijos de papi. Esa gente es de la que Hales y yo nos burlamos.
— Tú debes ser Isobel.— me nombró la recepcionista y suspiré incómoda
— Sólo Izzy.— corregí y me vio a mi y luego al expediente
— Eres la que tuvo la suerte de ser la becada de este año. Felicidades.— sella mi ficha sin ganas de hacerlo — Estás son tus clases. No debo recordarte que si repruebas una materia, tu...
— Seré regresada a mi antiguo instituto, lo sé.— agarro mi ficha — No se necesita ser Einstein para entenderlo.— deslizo mi vida por la hoja
— Cierto, ustedes los nerds.— aparté mi mirada en seco
— Que tenga buen día.— mencione forzada y me aleje del sitio
Fui leyendo mis clases y noté que había toda clase de materia que llevaba por un lado "avanzado." Desde calculo hasta arte. Quieren explotarme académicamente para no durar ni un parcial. Pero no soy de las que se rinde.
Sin darme cuenta choqué con alguien, me hizo regresar a la órbita. Aunque si fue un golpe algo duro.
— Lo siento, venía distraída.— mencione apenada y alce mi vista para verlo
— Esta bien, yo también.— mis ojos se impactaron con los azules de el
Tenía esté cabello dorado brillante. La altura para tener que inclinar la cabeza para verlo. La piel pálida como un vampiro y esos rasgos faciales bien definidos, era la imagen de la perfección.
Aunque seguro era el típico chico guapo popular estereotipo capitán de americano y su novia es porrista.
— Bueno, adiós.— le paso por un lado y su grave voz me frena
— Eres la nueva chica.— volteo a verlo — La inteligente que viene de Hyde Park.— suspiro y me acerco
— Esa misma, ¿por que? ¿Me vas a hacer un estudio socioeconómico? ¿Si mis zapatos son Prada y mi suéter Valentino? — indiqué a la defensiva y se ríe
— Sólo iba a decir bienvenida.— expone sincero y lo examino con la mirada — Ya hace falta gente inteligente por aquí.— logra que sonría
— En está parte estoy de acuerdo.— divago y me sonríe
— Soy Ryan Coleman.— me ofrece su mano y la estréchalo dudosa
— Izzy Flemming.— colaboro y alza sus cejas
— Izzy, ¿diminutivo de que? — cuestiona con interés y resoplo — ¿Isabella o Isabelle?
— De ninguno, tengo....— bajo la vista a mi horario para checar lo que me tocaba — Química avanzaba, así que...Adiós.— me voy alejando
— Gusto en conocerte, Flemming.— sólo lo mire de espaldas y me fui en búsqueda de mi salón
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Narrador omnisciente
Presente
— Llevan mucho tiempo ahí.— se queja Elena cambiando de un lado a otro — ¿Seguirán vivos?
— Izzy ya hubiera salido a presumir.— aclara Ana — No creo que estén logrando algo. La mente de Izzy no es algo fácil para ingresar. Pierden el tiempo.
— No tenemos otra opción, no hay algo que en verdad la haga volver. La perderé para siempre, me quedare sin nadie.— menciona Elena con tristeza — Ni siquiera he superado la muerte de mi hermano, y todo mi enfoque ha sido traer a Izzy de vuelta por que me mantiene distraída de la realidad. No tengo una casa a la cuál volver. No tengo nada. Así que, decido poner mi fe en esto.— Ana la ve con empatía
Ella entendía perfectamente lo que significaba perder a todos los que amas a una edad corta. El dolor de la familia es uno que siempre permanece, y que se entierra en tu corazón.
Se escucha la puerta y ambas voltean a ver, se sorprenden ante la llegada de alguien inesperado.
— Llegué algo tarde, ¿no? — menciona Hayley y Elena frunce el ceño
— ¿Qué haces aquí? — refiere a secas
— Vine a ayudar a traer a Izzy de vuelta. Si alguien la conoce mejor en este mundo, soy yo.— aclara y Elena niega
— Ya has hecho suficiente.— menciona a la defensiva
— Elena, tu la llevas conociendo por dos años, yo desde que somos niñas. Si alguien puede ayudar a regresarle la humanidad, soy yo.— dispone
— Por eso la llamé.— interviene Ana — Se que Izzy tiene un lazo con Hayley. Puede que sea el único que aún la haga sentir que no ha perdido todo.
— Nos separamos, pero fuimos familia. Ella es de las pocas personas que considera de esa forma, y cuando lo hace, son para siempre.
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Flashback. 2006. Boston
Después del tortuoso primer día de clases, regresé a casa con más apuntes de lo que pensaba. Estaba terminando de hacer la comida.
— Abuelos, el spaghetti está listo.— llevé el sartén a la mesa — Es hora de comer.— acomodo la mesa y se unen a la comida
— ¿Y Hayley? — me pregunta mi abuela y se sienta en su silla
— Me dijo que vendría a cenar, iba a trabajar hasta tarde.— aclaro y tomó asiento
— Esa niña siempre extralimitándose.— suspiro asintiendo
— Si, verdad.— divago y comienzo a comer
Mi vida no era como la de las demás chicas, y eso lo supe desde que tenía ocho. Fui producto de un embarazo adolescente y mi mamá no era experta en el área. Era como esa frase cliché que usan.
"Una niña criando a otra niña."
Así fue toda mi vida hasta que cumplí diez y me abandonó en mi cumpleaños, desde ese día ya no lo celebro. Y estoy bien así. Mi vida no es algo que me guste celebrar.
Estaba en mi cuarto escuchando música y poniéndome al día con mis apuntes, cuando escuché la puerta abrirse.
— Traje tus favoritas.— entra Hayley con donas de vainilla, provoca que sonría
— No gastes tu dinero en mi.— me da la caja y se sienta junto a mi
— Lo hago con gusto.— sonrío y abro la caja para sacar una dona — Y por que también puedo agarrar.
— ¿Como fue tu día? — suspira y le da una mordida al pan — ¿Así de mal?
— Demasiados clientes. Sentí que no terminaba de atender mesas.— expresa con cansancio
Nunca nos ha faltado dinero, eso es algo que extrañamente siempre se mantiene. Pero Hayley no quiere tomarlo, tiene la idea de ganarse todo lo que cae en sus manos. Así sea doblar turno, ella lo ahorra para poder buscar un futuro.
— ¿Y que tal tu escuela de niños ricos? ¿Ya ligaste con alguno que te mantenga? — me rio y agarro una dona
— Nunca saldría con un estirado de ahí. Seguro van a querer usarme o algo. Gente como ellos no se fijan en alguien como yo.— le doy un mordisco al pan
— Tienes el don de la belleza. Tu rostro es perfecto y eres súper inteligente. Esa escuela no podrá contigo, lo sé.— sonrío
— Siempre has tenido fe en mi. Como nadie alguna vez lo haya hecho y te lo agradezco. No se que hubiera sido de mi sin ti.— pone su mano sobre la mía
— Eres mi familia, Izzy. Eres todo lo que tengo en este mundo cruel. Tal vez el destino no nos dio la misma sangre, pero si nos unió de corazón.— sonrío enternecida — Y eso significa algo.
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Isobel
Presente
— Me aburrí. Llevan, ¿que? ¿Algunas horas tratando de entrar a mi mente sin éxito? Ya ríndanse, muchachos. No va a funcionar. — alardeo mientras se ven con frustración
— No queríamos usar el plan B. Por eso Klaus había venido, pero lo usaremos.— expone Stefan y frunzo el ceño
— ¿Plan B? — me río — ¿Preguntas incómodas?
— Bonnie.— se baja mi sonrisa — Ahora tiene el poder para entrar a tu mente o al menos ponerte vulnerable para intentarlo.
— No creo que ahora ella sea la persona más estable por aquí. Parece que los tornillos se le zafan constantemente.— me burlo
— ¿Crees que no me di cuenta como tu expresión cambió cuando mencionaron su nombre? — cuestiona Klaus — Le temes.— solté una risa
— ¿A la bruja inestable? Si, seguro.— ironizo — Ya me aburrí de esto, Klaus. ¿Cuanto más? — los veo a todos — Posponen lo inevitable.
— Y podemos seguir todo el día, sunshine. No nos vamos a rendir.— menciona Damon y suelto un gran suspiro
— Vamos, se que bajo todo esa piel escamada, aún está Izzy Sommers.— ruedo los ojos y Klaus se agacha a mi altura — La chica que tiene la risa más contagiosa. Que le gusta leer y sobre todo, pintar. Tiene los consejos correctos y le encanta hacerme enojar y decirme que hacer.
— Vomitaría si tuviera algo en el estómago, pero como me desangraron, queda poco.— me burlo y Klaus me ve fijamente
— No quiero herirte.— lo veo sin parpadear
— ¿Quieres un premio? — murmuro y suspira con fastidio
Ya se estaba cansando de mi, era algo evidente.
— ¿Quieres saber por que estoy tan enamorado de ti? Por que puedo decírtelo.— pone su mirada en mi y siento un nudo en el estómago
— Sólo lárgate, si me van a tener aquí encerrada, preferiría el silencio.— pido y se inclina a mi altura
— Por que me inspiras.— alzo mis cejas — Tú eres el perfecto ejemplo entre el bien y el mal. Eres perfecta tal y como eres.— aparto la mirada
— Y aún así nunca serás suficiente. Por que la Izzy que tu amas, debe estar con un buen hombre, podría ser Stefan.— volteo a verlo — Sabes que tu oscuridad siempre alcanza a los demás y siempre voy a caer. No importa si me salvas de mi misma, tu eres el que me arrastra.— noto que le duele
— Se que no lo dices en serio.— me inclino para pegarme a su rostro
— Todo lo que digo es verdad. Es el efecto de no tener humanidad, dices lo que piensas sin el filtro, ¿no es por eso que es divertido? — sonrío ampliamente
— Toda tuya, Stefan.— Klaus retrocede y suspiro
— ¿Seguiremos? Falta que me tiren el agua bendita para que salgan mis demonios.— me burlo y comienzo a reír — Spoiler: no hay
— Tienes razón, hace falta.— llega Damon y me lanza una cubeta con agua
— ¡Hijo de perra! — grito ante el maldito ardor
La piel se me podía desprender del cuerpo, pero a este imbécil no le interesa.
— Yo hubiera sido más sutil.— opina Stefan mientras jadeo de dolor
— Si, Damon, no conoce la palabra.— agrega Klaus y lo fulmino con la mirada
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Flashback. 2006. Boston
— Izzy, hey.— escucho que me nombran y me freno a medio pasillo — ¿Te acuerdas de mi? Soy Ryan.
— Si, tengo memoria fotográfica. Lo que quiere decir que puedo recordar todas las caras, palabras o situaciones que pasen mi vida.— explico y se me ve sorprendido — Pero a ti que, verdad, lo siento.
— Tendremos una fiesta por la última semana para vacaciones de semana santa. Quería saber si querías venir.— frunzo el ceño
— Casi no nos hablamos. ¿Por que me querrías ahí? Es raro.— expongo y sonríe
— Eres linda, y te he visto juntarte con Sam y Luke, son buenos muchachos.— me acomodo la mochila incómoda — Seguro son buena compañía.
— Aún no encuadro tu respuesta a mi pregunta. Tú quieres algo de mi.— expongo y niega
— No quiero nada de ti, no es por eso.— aclara y bufeo
— Todos siempre quieren o necesitan algo de mi. No me engañes.— suelto en queja
— ¿Tan difícil se te hace creer lo contrario? Siempre estás a la defensiva.— refiere y suspiro
— Por que prefiero ser realista a ser lastimada. Yo no me siento a imaginar mi vida, yo sólo, yo sólo la vivo. Estar a la defensiva es como mi súper poder y me ha funcionado bastante.— le paso por un lado
— Me gustas.— me freno — Eres linda, inteligente y sincera. Nadie viene a mi mente cuando pienso en esas tres palabras.— volteo a verlo — No tomos somos hombres malos, Izzy. No todos quieren sacar provecho de ti. Aún hay un mundo lleno de personas que pueden hacer la diferencia en tu vida. Se que no me conoces ni yo a ti, pero quiero ser honesto, es algo que hago.— sonrío enternecida
— Y yo aprecio la honestidad. No soy de ir a fiestas, no se si ya lo habías notado.— opino y se me acerca
— Diviértete cuando aún tengas oportunidad. Estaré esperando tu respuesta, Flemming.— da un paso hacia atrás — Y tienes que saber que soy bastante necio.— sonrío
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Isobel
Escucho un fuerte golpe y me levanto, siento la cabeza a punto de explotar, como si tuviera una resaca masiva.
Me iba a vengar en el segundo que me liberen, no saben el infierno que les haré pasar.
— Bien, estás despierta.— escucho a Damon y veo alrededor confundida — Te hace falta algo de sol. Estas muy pálida.— abre las cortinas y entrecierro mis ojos
— Me dejarás ciega, imbécil.— hago una mueca y sonríe — ¿puedo volver al aislamiento?
— No, te prefiero aquí afuera.— me muestra una planta — Allá abajo ya olía a muerto.— noto que Klaus no está
— ¿Santa se asustó? — me burlo y Damon se agacha a mi altura
— No quería formar parte de esto.— frunzo el ceño y apoya el wolfsbane en mi cara haciéndome gritar de dolor — Lo que es gracioso, ya que el tipo casi hace que me corte la mano.— sigo gritando mientras la va moviendo — ¿Te duele? Lo siento, esto me da un pequeño deja vu.— se detiene y lo veo furiosa
— Ya déjala, Damon.— pide Stefan — Te traje algo de agua y habrá sangre si te comportas.— el abre la botella y la lleva a mi boca
Al beberla, la escupo en el rostro de Stefan, tenía más wolfsbane disuelto, me quemaba la lengua y me debilitaba al instante. Murmuro furiosa.
Tenía una ira enorme en que no me cabía en el pecho. No esperaba tanto para largarme de aquí.
— ¿No se siente mejor? ¿Donde está tu gratitud? O cualquier emoción humana y esto se para.— se regodea Damon y trato de tomar aire — ¿Qué dijiste? — volteo a verlo
— Dije, que te voy a desmembrar vivo.— amenazo y sonríe
— Bingo, ¿ves? Ahí está su ira. Debí saber que sería lo primero en volver. Siempre provoco esa reacción.— se regodea Damon y Stefan se agacha a mi altura
— Iz, mírame.— lo hago — No queremos hacer esto. Puedes pararlo ahora, tú decides.— sonrío
— La verdad, es gracioso que tu seas quien lo ayuda a torturarme. Parte de ti lo disfrutó. Ya que terminé contigo.— solté hostil y noté que le afectó
— Si que es una maldita.— se agacha Damon — Creo que rompimos la cubierta y ya llegamos al chiclocentro de tu humanidad. Que bien. Hay que echar sal en la herida.— resoplo y se levantan
— Adivino, esto te dolerá más a ti que a mi.— le digo a Stefan mientras saca wolfsbane
— Se lo que estás pasando.— ruedo los ojos — Después de lo que has hecho, temes que la culpa vuelva con tu humanidad. Para ayudarte tenemos que hacer que la alternativa sea peor.— expone y suspiro asintiendo
— ¿No te cansas de siempre querer ser el centro de atención? Bueno, ya todos aquí sabemos que también apagaste tu humanidad y que también has tenido sed de sangre. En vez de repetirlo como videograbadora dañada, haz un libro o abre un psiquiátrico.— me burlo y suspira
— Me lo vas a agradecer. Cuando vuelvan, verás que la vida sin emociones apesta.— alardea Damon
— ¿Sabes que mas apesta? Que nadie realmente te ame, Damon. Que siempre seas la segunda opción de todos, hasta la de Ana y sobre todo, la mía.— noto que se molesta — No eres tan relevante.
— Izzy, basta.— me regaña Stefan y doy un suspiro
— Soy la chica que aman, no harían nada para lastimarme.— expongo — Ya lo probaron. Así que no tengo que temer.
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Narrador omnisciente
— Sigamos hablando. Si no seguimos no puedo evitar escucharla y no soporto oír a mi hermana sufrir.— argumenta Elena con Caroline
— ¿De que quieres hablar? — menciona la rubia serena
— No se, de lo que sea.— Caroline se sienta junto a ella en el porche
— Ya tengo tu toga.— la castaña alza sus cejas
— ¿La tienes? — pregunta sorprendida
— Supuse que lo olvidarías y ordené la tuya junto con la mía. Y también tengo la de Izzy.— se quedan en un silencio incómodo
Caroline sabía que estaba siendo muy difícil para los muchachos hacerla sentir algo, pero veía como Elena se aferraba a esa esperanza.
— Va a funcionar. Hayley y Klaus hacen un plan del que no me hacen parte, así que creo que algo bueno deben hacer.— expone Elena — Izzy va a volver. Ella es fuerte.
— Ella es fuerte, pero esta triste. En vez de estar lastimándola, deberían buscar la forma de llegar a su corazón.— opina
— Eso tratan con Bonnie, pero no atiende el teléfono. No sabemos dónde se metió.— menciona afligida
— Me dijo que estudiaría, todo esto la tiene muy abrumada. Izzy casi la mata.— Elena asiente
— Izzy está en un canal muy oscuro ahora. Tengo miedo de que en verdad, no pueda salir.
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Flashback. 2006. Boston
— ¿En serio irás a la fiesta de los estirados? — cuestiona Hayley mientras me pongo una chaqueta
— Ryan tiene razón. Tengo que divertirme mientras pueda. Siempre ha sido ser responsable, por un día, quiero ser sólo una adolescente de 15 años.— expongo y me siento a ponerme las botas
— Pero no los conoces.
— Llevo casi un mes ahí, Hayley. Se quienes son.
— No te agradan.— volteo a verla — Lo siento, no confío en ellos. No hacemos nada si no estamos juntas. Nos cuidamos.— suspiro
— ¿Quieres venir? — alza sus cejas — Se que quieres, puedes acompañarme.— niega
— Son tus amigos. Ve tú y yo me quedo aquí como cualquier otra hermana preocupada.— hago una mueca y me acerco
— Siempre trabajas, deberías venir. No perdemos nada.— se queda pensativa — Hales, no te hagas del rogar y vamos. Será divertido.— sonríe
— Bien, pequeña sanguijuela. Iré.— aplaudo — Pero nada de embriagarse.— asiento
— La cerveza es asquerosa. Nos la pasaremos genial.— nos damos un abrazo
Después de unos minutos, llegamos. El lugar estaba repleto de adolescentes con ropa cara y para nada a una fiesta. Esto se veía como un antro o como si tuvieran la edad para beber.
Sabía que no sería una fiesta boba, pero juraba que esto era demasiado para personas de 15 años. Aunque no estoy segura de que todos tengan esa edad. Comenzaba a querer huir.
— Amm, ¿por que siento que estoy secuela de proyecto x? — se queja Hayley y sólo observo impresionada
— Somos dos. Mejor vámonos.— sugiero y damos la puerta
— Flemming, viniste.— Ryan me saluda — Y con linda compañía. Soy Ryan Coleman.— Hayley voltea a verme
— Hayley Marshall.— se presenta y veo alrededor
— ¿Quieren cerveza? Hay un poco por allá.— asiento
— Claro, por que no.— noto que Hayley se sorprende
— Te traeré una, ¿y tú? — le pregunta a Hayley y ella suspira
— También.— el se va y ella viene sobre mi
— Tu odias la cerveza, tal vez por que somos menores de edad y en algún punto eso tendrá un sabor que te agrade, pero hasta donde se, lo odias, ¿que haces? — me bombardea y suspiro
— Se burlarán de mi si digo que prefiero el jugo de frutas. No la beberé, sólo pretenderé que lo hago. Es lo que muchos hacen.— veo alrededor
— Está es la chica que conozco. Eres demasiado inteligente para tu propio bien.— sonrío orgulloso
— Isobel sólo hizo una cosa bien en su maldita vida, y esa, fui yo.— sonríe y me rodea con su brazo
— Claro que si.
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Isobel
— Despertaste.— me sorprendo al ver a Hayley — Te pusieron demasiada verbena, no se si me distingues.— relamo mis labios
— Trajeron a la perra barata, claro.— veo alrededor con fastidio — Quiero que me dejen en paz.— trato de zafarme
— Recuerdo la primera vez que me consolaste. Estaba en tu cama llorando por que me sentía sola, y tenía miedo. Tú te me acercaste y me diste uno de tus peluches.— jala una silla — Hay algo que dijiste que jamás olvidaré.— se sienta — ¿Recuerdas cuál era? — suspiro
— No, por que no me interesa.— refiero hostil
— "El mundo no siempre es tan cruel. Aveces encontramos a las personas correctas en el momento que lo necesitamos." Te encontré y me hiciste sentir parte de algo.— siento un nudo en el estómago — Me diste tu hombro para llorar y tu apoyo incondicional. Me llamaste hermana.— aparto la mirada — Se que esa chica que conocí, sigue ahí dentro. Tienes un corazón puro, Izzy. Nadie, nadie en este mundo hace algo sin nada a cambio. Tú lo has hecho por todos.— volteo a verla — Tú estás dispuesta a recibir balas por todos, estás dispuesta a sacrificarte por...— me inclino haciendo que retroceda
— Y es la cosa más estúpida que haya hecho. Me di cuenta que es mejor ser el depredador que la presa, y estoy bien con eso.— retrocedo haciendo sonar mis cadenas
— Te conozco mejor que tu misma.— sonrío petulante — No eres cruel, fría ni malvada. Esta no eres tú y por eso queremos recuperarte.
— Únete a la fila, corazón.— suspira con desánimo
— ¿Cuando te convertiste en esto? — finjo pensar la respuesta — Klaus en serio te hizo tanto daño.
— Klaus sólo es la gota que derrama el vaso. Ambas sabemos lo que hicimos. La oscuridad que siempre hubo en mi, también la conocemos. No por nada casi te mato. Debo hacerlo.— alardeo
— La ultima vez que yo te vi, eras mas centrada. Tenías en mente salir de tu casa para ir a la universidad y así poder tener la vida de tus sueños, no esto.— la veo con molestia
— Me abandonaste, así que no me vengas con esa basura. Me dejaste estancada en esa casa. Justo cuando creí que tenía un apoyo incondicional, tú me rompiste. Todos me rompen y siempre esperan que vuelva a ser la misma niñita débil que siempre agacha la cabeza y dice "está bien." La que siempre dice que todo está jodidamente bien. Pero en realidad, todos son seres egoístas y despreciables que me usan para su conveniencia y me cansé de eso.— expongo exaltada y sonríe
— Así se ve que tu humanidad quiere volver.— me inclino de golpe y se sobresalta
— Yo estaría feliz de enseñarte mi agradecimiento. Juro por Dios que tan pronto me libere, van a suplicar por clemencia y lo peor, es que no se las voy a dar.— advierto y suspira — Y empezaré contigo. Pero no te preocupes, se donde enterrarte.
— ¿Qué diría tu abuela? — se baja mi sonrisa — Solía llamarte sol. Todos decían que tenías un brillo tan resplandeciente en tu mirada. En esos ojos verde olivo. Son oscuros a lo lejos, pero de cerca puedes apreciar el color.— mi estómago se revuelve de la nada — Tenía fe en ti, Izzy. Ella siempre supo que serías alguien importante, y me contó que le dolía ser una carga.— meneo mi cabeza
— Cállate.— empiezo moverme en la silla ansiosa
— Que sabía que cuidarlos era mucho para ti, pero que gracias a ese buen corazón nunca los dejaste en la calle ni les negaste un plato de comida.— cierro mis ojos por unos segundos — Lo último que ella me dijo fue; "la vida es joven para tenerle miedo, ve por lo que quieres antes de que sea tarde." — abro mis ojos — Ella te amaba, Izzy. Tú abuelo te adoraba.
— Y murieron. Así es la vida, Hayley. Gente está, gente se va. Nada dura para siempre.— informo y asiente
— Pero recordarlos es lo que los mantiene vivos.— suelto una risa
— ¿Sabes lo patética que te escuchas? — refiero y se tensa — ¿Sabes que? Comienzo a sentir algo.— finjo estar abrumada
— ¿Si? Izzy, sabía que era un avance.— menciona Hayley con entusiasmo
— Si, si, yo siento...Yo siento aburrimiento.— me burlo y su sonrisa se baja — Muchachos, sáquenla de aquí antes de que me ponga creativa y me la cene. Me pregunto a qué saben las vagabundas.
— Vas a recuperar tus emociones, Izzy. Y no importa si crees que el mundo se va a hundir contigo, yo siempre estaré aquí para recordarte como flotar.— aconseja y sonrío
— Tyler y tú mataron a mi bebé. Así que, discúlpame si no quiero consejos ni apoyo de una psicópata.— me regodeo y camina a la puerta
— Sabes que le di a un nervio.— abre — Soy la única que puede darte donde te duele. Y por eso te asusté desde el momento en que entré.— suspiro
— Voy a matarte, Hayley, te lo juro.— sonríe asintiendo
— Veremos.— cierra y suelto un resoplo de fastidio
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Narrador omnisciente
— ¿Sigue mal? — le pregunta Klaus mientras van por el pasillo
— Mostró un reflejo de humanidad, pero ella misma vuelve a apagarla.— explica — Nunca la había visto así, ella en realidad no quiere volver, no por su cuenta. Tenemos que hacer algo más.
— Todo es tu culpa.— le refiere Ana a Klaus — Izzy está allá abajo siendo un monstruo por que tú creíste que sería una buena idea.
— Tenía mucho dolor, Ana, no me vengas con que no era lo que necesitaba.— la vampiro se le acerca
— Lo que se, es que un novio normal hubiera buscado la forma de ayudarla a superar la muerte, no a evadirla. Izzy no tiene una razón para volver, no tiene a que aferrarse. Se que ama a Elena, pero sabe que es vampiro, sabe que no podemos matarla para que sienta algo.— expone — La única que puede hacer algo es Hayley.— voltean a verla
— Se que hacer, Ana. Sólo quería garantizar que aún Izzy siente algo por mi. Ahora que se que si, Klaus y yo formamos un plan.— frunce el ceño
— ¿Ese cuál es? — pregunta con interés
— Lo verás cuando suceda. Necesito aire.— va a la salida y Ana se queda confundida
— ¿Qué harás, Klaus? — insiste y el híbrido se le acerca
— Conseguir la única cosa que Izzy necesita. No se de que otra manera esto puede solucionarse.— expone — Es doloroso verla, por eso evito bajar. Veo sus ojos y son tan fríos. Es igual a...— lo interrumpe
— Katherine.— el asiente — Yo también lo noté. Parece que sacó lo Petrova después de todo.
— ¿Qué harás, Klaus? — llega Stefan — Dímelo.— se queda en silencio
— ¿Has pensando que Izzy estaría mejor sin conocerte? — cuestiona Ana a Klaus
— ¿Estás tratando de molestarme? Mis sentimientos están bien.— se queja el híbrido — Yo amo a Izzy. Te aborrezco.— ella sonríe
— Que romántico. Y vas a fallar.— el frunce el ceño — Sabes que en cuanto se recupere, va a irse con Stefan. Esa es tu tragedia. La chica nunca es tuya.
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Flashback. 2006. Boston.
Sentía que iban arrastrando mi cuerpo por los pasillos, me llevaban como si fuera una mercancía que trasladar.
No podía moverme, no podía hacer nada. Sólo estaba ahí aterrada sin idea de lo que estaba sucediendo, en cómo todo cambió en un segundo.
Yo había bebido un sorbo del vaso, y subí con Ryan para charlar, pero todo se puso borroso, me sentía mal, y, lo último que supe es que estaba en este punto de mi vida.
— Para ser la niña más inteligente, fuiste tan ingenua, Izzy.— habla Ryan mientras me lleva — Voy a disfrutar lo que haré.— suspiro
Cierro mis ojos lentamente para pensar en la solución al problema, en cómo caí como estúpida y que esto me arruinará por completo.
— Luego vengo por ti.— me deja en una habitación sobre la cama — Aún no tengo mi diversión, debo atender unas cosas antes.— me quedo estática viendo el techo
— ¿Qué me hiciste? — murmuro y sólo escucho la puerta golpearse
Me levanto como puedo, todo zumbaba y sentía la vista cansada. Mientras camino a donde puedo, siento que mis pies falsean y caigo al suelo.
Estaba en el baño lamentándome por haber venido, por ser tan estúpida. Me veía al espejo y me daba asco, yo suelo pensar en todo, y esta vez, esta vez me equivoqué.
— Izzy, ¿donde estas? — escucho a Hayley y me quedo inmóvil — ¿Izzy? — noto que estoy empapada
— Por aquí.— respondo y ella aparece en la puerta, viene corriendo hacia mi
— Dios.¿Qué pasó? — comienza a revisarme mientras estoy en blanco
— El trató de acostarse conmigo.— me tiemblan las manos — No sabía que hacer. Yo, yo no...— me agarran el rostro
— ¿Donde está Ryan? — siento que el aire se escapa por mi pulmones
Hayley me veía con coraje, estaba molesta de que yo me hubiera puesto en esta situación, quería vengarme y eso era evidente.
— No lo se, sólo me encerré aquí y resbalé.— me ayuda a levantarme pero me tambaleo — ¿Por que todo da tantas vueltas? — me apoyo en Hayley
— Te drogaron, Izzy. Vamos...— al abrir la puerta, había varios chicos tras ella
— ¿Se van tan pronto? — los veo preocupada, el tono de voz de Ryan era escalofriante
— Ya déjanos. Tuviste lo que querías, ahora Izzy y yo nos largaremos de aquí.— el niega y da un paso adelante, Hayley retrocede
— Nadie se va de aquí hasta que yo diga que pueden irse.— mi corazón empieza a latir como loco
— Bien, quieres una pelea.— Hayley me sienta en el retrete — Voy a darte una.— niego
— No, Hayley, no hagas algo estúpido.— le suplico tomándola del brazo
— Escucha a tu hermana, Hayley. No hagas algo de que te vas a arrepentir.— ella y yo nos vemos
— Tenemos que irnos.— me suelta y va sobre el, comienzan a forcejear
— ¡Hayley! — grito asustada al ver como la somete en el suelo
— Eres fuerte, pero no tanto.— el presiona su cuello mientras ella patalea por aire — Eres muy bonita, pésimo para morir aquí. Mi papá tiene el dinero y el poder, nada saldrá de aquí.— lo veo con furia y Hayley sigue luchando por su vida
— Déjala.— pido y los focos comienzan a parpadear con fuerza — Si lo repito, te mato.— sonríe y me levanto
— Eres débil e ingenua, ¿por que crees que estás aquí en primer lugar? — bajo la mirada a Hayley y veo que se está muriendo
— Débil si, ingenua no.— voy sobre el y se lo quito de encima a Hayley — Tan patético eres que debes drogar a una chica para que pueda acostarse contigo. Me das lastima.— el estaba sobre mi tratando de ahorcarme
— Cállate, estúpida.— comienzo a reír y el busca la manera de lastimarme, pero se lo impedía
— Piensas demasiado lento, Ryan. Somos mucho para ti. Mucho.— en un espacio libre, con toda mi fuerza lo empujo hacia atrás y cae sobre la tina
Se escucha un fuerte golpe y doy un sobresalto, su cabeza había pegado con la orilla.
Me quedo atónita al ver el cuerpo, había sangre en el suelo y sentía que no podía moverme
— Auch, perra.— se queja Ryan apoyado en la tina, sangre aún escurría y el se veía muy débil
— Izzy, tranquila.— Hayley se me acerca — Yo arreglo esto, tú vete.— niego
— Yo hice esto. Yo lo maté...— menea su cabeza y toma mis manos
— Vete de aquí, ahora.
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Isobel
Estaba sobre esa silla sólo pensando. Creo que nunca había estado en tanto silencio en mi vida, no había voces. Sólo podía escuchar vagamente como todos buscaban soluciones para "arreglarme."
Es curioso como los seres humanos por instinto siempre quieren arreglar algo cuando piensan que esta roto. Cuando para su perspectiva tú estás mal y tienes que mejorar. Es ahí cuando se generan los traumas, por cumplir con expectativas que ni siquiera son las tuyas.
La puerta se abre y veo a Klaus, el tenía esa expresión en su rostro de desilusión y cansancio. El estaba esperanzado en recuperarme, y yo en realidad ya había dejado de lamentarme.
— Quería hablar.— ruedo los ojos
— Y aquí vamos...— divago con fastidio, la cabeza me estallaba — ¿Puedes apurarte con el sermón?
— Tienes razón, debería sólo...— veo que va a la orilla y rompe el hechizo vinculante — Dejarte ir y no seguir gastando saliva.— siento como mi fuerza se recupera — No hay nada en el mundo que te haga cambiar de opinión, ya me di cuenta.— sonrío y rompo las cadenas
— Hasta que alguien piensa con la cabeza.— me agacho a romper las que llevo en los pies
— No me había dado cuenta que estás hecha de hielo, Izzy. Eres cálida, pero también eres fría.— me levanto y tenemos contacto visual
— Es que no me conoces, cielo. Era una chica diferente en Boston. Hay circunstancias que te hacen convertirte en quien eres.— alardeo y me ve fijamente
— ¿Qué te sucedió a ti para que esta sea la versión más oscura de ti? — finjo pensar
— Conocí a un hombre que me engañó. Desde ahí, no confío en ellos. Lo mismo contigo.— lo rodeo y sobo mis muñecas — Los muchachos no estarán felices.— voy a la puerta
— Nunca me ha importado lo que digan.— sonrío asintiendo
— Cierto.— voy sobre el y lo azoto contra al concreto — ¿Que planeas? No soy estúpida.— lo ahorco y sonríe ampliamente
— Esto es excitante.— hago más presión — Ya entendí que es mejor unirse con el diablo que pelear contra el.— lo veo fijamente
— Te conozco, Nik. Estás obsesionado conmigo, no te rendirías. Es una trampa.— lo suelto — No me importa, ninguno puede contra mi.— me voy a velocidad vampírica y me obstruyen el paso en la puerta
— ¿En serio? Te dejó salir.— se queja Damon y sonrío viéndolos a ambos
— No me decidí a quien iba a matar primero. Supongo que tendrán que averiguarlo.— cuando intento ir sobre ellos Klaus me detiene
— No así, amor.— me agarra entre sus brazos con fuerza
— Déjame en paz.— ordeno mientras forcejeo
— ¿Qué está pasando? — llega Hayley confundida
— Actúas como una niña malcriada, ¿sabías? — me regaña y me suelta — Crees que no puedo herirte. Puede ser...pero la heriré a ella.— frunzo el ceño y toma a Hayley
— Izzy...— me nombra asustada y suspiro sin importancia
— ¿En serio crees que esto...?— me interrumpe Klaus
— Cállate.— alzo mis cejas — Me harte de ser lindo. Enciende tus emociones, Izzy o te juro que te daré algo demasiado triste. La voy a matar frente a ti.— bufeo
— Klaus...— Stefan interviene y Klaus rodea a Hayley con su brazo
— No me vengas con eso. ¿No ama a nadie? Bien, pruébalo. Si me equivoco, ¿que importancia tiene? Un licántropo menos.— alardea y sólo observo
— Izzy.— me habla Hayley y luego veo a Klaus
— Es mentira.— solté sin credibilidad y sólo vi como en un parpadear el rompe su cuello, se me va el aliento
El deja caer su cuerpo y un nudo en el estómago se forma dentro de mi. Me quedo en shock viendo la escena, sentía que los pulmones me iban a explotar. No tenía palabras.
Ver su cuerpo sin vida en el suelo, ver que su vida terminó como si nada, fue, fue como si algo dentro de mi quisiera volver.
La niña con la que crecí, con la que me hice mejor persona, la que me hizo feliz, había muerto justo frente a mi. Yo no podía hacer nada, estaba paralizada, no me lo creía.
— ¿Que me dices? ¿Sientes algo ahora? — me habla Klaus cuando mis ojos están húmedos
— ¿Irá por que tu amiga está muerta? ¿O tristeza por que todos los que amas con cadáveres? — me llevo la mano a la boca atónita
Tenía el corazón en la garganta, sentía que no podía respirar, que el pecho me iba a estallar. Mi cerebro no procesaba nada, es como si estuviera fallando lentamente hasta apagarme.
— ¿Recuerdas cuando era niña? Buena y protectora. Con toda su vida por delante después del infierno que han vivido.— cae una lagrima por mi mejilla — Creo que fue buena idea darle tu sangre.— siento que el alma me viene al cuerpo
Me tiro de rodillas con lastima, voy a su cuerpo tratando de abrazarla.
—Hayley.— la nombro desesperada — Lo siento, lo siento tanto.— se me rompe la voz
— Ese peso que se te levanta es alegría por que tu amiga no murió. Son sentimientos, Izzy.— veo a Klaus y niego con lágrimas — Es tu humanidad.— lo veo devastada — Vas a estar bien.— se me acerca
— No.— solté molesta — Nada de esto está bien.
— Mírame...— retrocedo y me levanto aturdida
— No, no, no.— me llevo las manos a la cabeza — No está bien, ¿que hice? — camino de un lado a otro saturada
— Izzy.— me habla Stefan — Oye.— se me acerca y siento una presión en el pecho
— No, no. ¿Qué hice? Casi mato a Damon.— veo alrededor aturdida — Caroline...Yo casi...Y lo de Bonnie.— se me rompe la voz — Y Ana. Yo...— Klaus trata de tocarme y lo empujo — ¡No, no!
— Damon, ve por Elena.— le pide Stefan y siento que voy a explotar
— Por que la mujer, la recepcionista, yo la maté. También al tipo en el bar.— grito desesperada y los focos comienzan a parpadear — Maté a Ana.— azoto cosas en el suelo — Dios, te saqué el corazón, Klaus.— todos los focos explotan y Klaus me toma entre sus brazos
— Tranquila.— forcejeo mientras me toma con fuerza
—Oye, oye, mírame, mírame.— Stefan toma mi rostro — Conozco esto. Tus emociones te abruman. Sólo concéntrate en una cosa.— niego
— No, no puedo. No.— se me quiebra la voz sintiendo que el infierno está sobre mi cabeza
— Busca eso adentro de ti que te hace fuerte. Está adentro, concéntrate en eso. Canaliza tus sentimientos en una emoción.— veo alrededor confundida — Busca eso adentro de ti por lo que quieres vivir.— lo veo fijamente — Izzy, acéptalo. Acéptalo.— asiento — Así, así.
Me aferro a un recuerdo. Al momento en que sentí que podía ser amaba de nuevo. Que podía ser feliz y que no siempre iba a estar triste.
— Sólo acéptalo. Respira profundamente. Deja lo demás afuera.— asiento y ahogo un grito llevándome las manos a la cabeza
Sentía que todo iba a explotar, que mis emociones y recuerdos me estaban ahogando. Que el dolor era algo que jamás se iba a ir, sentía que me estaban torturando en vida.
Tenía presente todo lo que hice, el daño que causé y lo despiadada y cruel que fui. Sin olvidar que Hayley está en transición por mi culpa.
Todo se destruyó dentro de mi. Jamás sería la misma y podía sentirlo, podía pensarlo. Esta vez estaba más que rota. Soy capaz de ser peor que en monstruo, y ahora me doy asco.
Soy lo que todos temen. Y tienen razones para estarlo. Soy lo peor que les pudo haber pasado.
— ¿Estás bien? — me pregunta Elena y alzo la vista llena de lágrimas
— No. No estoy bien. Pero mejoraré.— voy con Hayley y me tambaleo
— Hey, tranquila.— siento el tacto frío de Klaus — Yo me encargo. Tú necesitas descansar.— suspiro
— Es mi mejor amiga desde que tengo ocho años y tú le rompiste el cuello.— frunce el ceño — No creo que te puedas encargar de algo.— suspira
— Ella estuvo de acuerdo. Fue su idea.— se defiende y me limpio las lágrimas
— Stefan, ¿puedes ponerla en el sofá por favor? — el asiente y va por ella
— Isobel.— Klaus trata de hablar y niego
— No quiero escucharte, ahora mismo siento que voy a explotar, ¿entiendes? — refiero abrumada y doy una vuelta — Y no vuelvas a llamarme Isobel.
Entro a mi vieja habitación y voy a ducha, sólo abro el agua y comienzo a llorar. Algo tan simple como eso. Gritaba, se me iba el aire al tener todos mis recuerdos de vuelta.
Trataba de lavarme la cara para despertar y creer que esto era una pesadilla. No podía más con todo el dolor y la pena que estaba sintiendo. Me estaba consumiendo, no tenía algo a que aferrarme ahora mismo. Estaba decayendo.
Me sentía la peor persona en el mundo. Ya no quería seguir existiendo.
— Iz.— escucho a Klaus — ¿Puedo? — voy a la cama y me recuesto
— No quiero pelear, te juro que no puedo mas.— me acomodo y el se sienta a mi lado
— Estoy aquí.— volteo a verlo — Te amo con mi vida, y estoy aquí.— una lagrima cae por mi mejilla
— Soy un monstruo.— niega y acaricia mi rostro
— No, no lo eres.— asiento — Yo si lo soy. Yo hago todo siendo yo mismo, teniendo conciencia. Tú no eras tú, no sentías nada, es normal que no importe.
— Prométeme que no me vas dejar.— pone mi mano junto a la suya
— Somos tú y yo hasta la muerte. Nadie va a cambiar eso.
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