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063 Bonnie & Clyde

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— El convertirme en humana sería un nuevo inicio. Envejecer, tener familia, y vivir mis días sabiendo que todos importan...— expone Rebekah ante sus hermanos sobre la cura

Insistió en que viniera. Digamos que yo sólo quería ir a beber sangre y debía fingir que en realidad me importan sus motivos. Hace días que mantengo mi mente ocupada pensando donde tendré mi nuevo inicio. Por que hoy me iré de este pueblito.

Tan pronto consiga la cura, lo haré.

— Eso es poesía.— se burla Klaus y sonrío

— Pues si tienes una mejor razón para querer la cura, Klaus, por favor dila.— pide Elijah y me levanto

— Silas puede aparecer como cualquiera.— aclara y voltea a verme, frunzo el ceño — Se metió en mi mente. Me convenció de que moría. Me atormentará hasta que le de la cura.— lo interrumpe la rubia y me apoyo en la pared viendo a esos tres

— Y al hacerlo, se destruirá la barrera del otro lado...— lo interrumpe Klaus

— El quiere matar a Izzy.— me señala — Y lo convencí de no hacerlo. El solo no quiere quedar atrapado y morir. Quiere reunirse con su alma gemela perdida.— informa — Ustedes los románticos deberían aplaudirlo.— resoplo

— Le abrirá la puerta a todos los seres sobrenaturales que han muerto.— se queja Rebekah y cruzo mirada con Elijah

El beso que tuvimos, seguro lo dejo pensando muchas cosas. Se miraba algo nervioso ante mi presencia.

— Incluyendo a nuestros hermanos, Kol y Finn. Se reuniría la familia.— me río y voltean a verme

— ¿Soy la única que sabe que Klaus odiaba a Kol y atormentó a Finn hasta que murió? — hago ademán y el me ve molesto — Solo recordaba.

— Elijah, por favor.— pide la palabra Klaus y noté que el solo los observaba hablar

— Tú inmortalidad tal vez no sea suficiente para poner al mundo en peligro, Klaus.— expone y Rebekah sonríe — Nuestra hermana merece la oportunidad de ser feliz...— alzo mis cejas

— Dime que es broma.— se queja Klaus — Dime que no me condenas a una eternidad de tortura.

— Ya tomé mi decisión.— aclara y noto la tensión entre Elijah y Klaus

— Una buena.— voltean a verme — Así yo me dejo de problemas con los Salvatore. Tienen este complejo de obsesión ante mi. Ustedes los entenderían mejor.— Klaus frunce el ceño y Elijah se tensa

— ¿A que te refieres? — expresa confundido y Elijah me ve con seriedad

Una que te decía que mantuviera la boca cerrada para su supervivencia. Su cara decía más que mil palabras.

— Nada. Yo mejor me voy que este lugar comienza a sofocarme.— les paso por un lado para ir a la puerta

— Izzy.— me freno al escuchar a Klaus — ¿Qué estás haciendo? — suspiro y salgo de la casa

— Lo que mejor se hacer, amor. Manipular.— cierra la puerta y volteo a verlo

— ¿Poniéndote del lado de Elijah? — expresa incrédulo

— Rebekah cree que soy su aliada. Si no sospechan de mi, soy la mejor arma.— me ve fijamente — Siempre he pensado mejor que tú. Puede que no tenga humanidad, pero eso no me hace estúpida.— sonríe

— Nunca pensé que lo fueras.— se me acerca poniendo una pequeña distancia entre nosotros

— ¿Cuál es tu siguiente movida? — tenemos contacto visual

— Se lo que hago, Nik. No necesito un niñero.— me cruzo de brazos — Tu siempre arruinas todo, yo me encargo de esto.

— La esperanza de Rebekah está en el frasco que le va a dar Elijah.— ladeo una sonrisa

— Cuento con esto.— frunce el ceño y

— ¿Como vas a conseguirla? — insiste y solo nos miramos con tensión

— Durmiendo con tu hermano.— sus ojos se abren como dos platos — Bromeo. Ya no me quiero involucrar con nadie con el apellido Salvatore o Mikaelson.— su mandíbula se tensa

— Si te metes con Elijah, no te lo perdonaré.— expresa directo y me quedo sin decir palabra

— ¿Y si ya lo hice que? — me toma de los brazos con fuerza — ¿Me vas a dejar? Por que no me importa. No me interesa nada que tenga que ver contigo o con tu estúpido enamoramiento. Es aburrido.— me suelta molesto

— Mi Izzy no lo haría.— suspiro asintiendo — Me amas lo suficiente para no herirme así.

— Lo bueno que no está, ¿cierto? — alza sus cejas y se escucha la puerta

— Ahí estás.— habla Rebekah y no le quito la mirada a Klaus — Necesito que me ayudes a conseguir un vestido para el baile de esta noche.— se me acerca y agarra mi mano — Tenemos prisa.

La rubia me lleva hasta su auto como niña recién salida de una tienda en navidad. Parecía emocionada, pero a la vez algo la mantenía inquieta. Su ceño fruncido lo dejaba claro.

— ¿Qué pasa? — subimos al auto — Tienes la mirada en el rostro que dice "preocupación."— suspira y enciende el auto — ¿Que Elijah no te dio el suero para que seas una niña de verdad? — se queda en silencio — Dime que es broma.— pone en marcha

— Elijah quiere que pase un día siendo sólo humana. Nada de privilegios de vampiro. Quiere asegurarse que no es un capricho. Si lo logro, me la dará.— resoplo llevándome la mano a la frente

— Vas a fracasar.— solté hostil — Deberías encerrarte todo el día, no hacer compras para el baile. Es supervivencia o ser inteligente.

— Auch, deberías tener más fe en mi.— bufeo — Dime algo más humano que un baile.— me quedo pensativa

— La muerte.— mencione burlona y se molesta

— ¿Por que te escucharía? No tienes tu humanidad.— se queja y sonrío

— Ni siquiera podrás hipnotizar a una pareja.— me burlo y voltea a verme ofendida

— Si y tú vives en mi casa por que soy la única que puede tolerarte. No seas tan grosera.— pide y suspiro y una idea cruza por mi mente

Si Elijah le da la cura a Rebekah, es más sencillo que ir tras el original de mil años que hará hasta lo imposible pasa que no la consiga. Si se la robo a Bekah, bueno, otra cosa sería.

Puedo manipularla mejor. No me quiero meter con Elijah, es el rey del control. Es más fácil ir con la desesperada.

— Entonces quiero ir contigo. Si.— voltea a verme sorprendida — Te vigilaré para que pases la prueba de Elijah. Si tú tomas la cura, se habrá acabado. Nadie podrá usarla conmigo.— se queda en un silencio de suspenso — Soy tu mejor y única opción.


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Narrador omnisciente
— No quiere la cura.— menciona Damon ante Stefan y Ana mientras se lanzan el balón en la sala de estar — Comenzará a matar de nuevo si sabe que la estamos buscando.

— Muy bien, podemos hacer que la quiera.— sugiere Ana sentándose

— ¿Si? ¿Vas a hacer que un vampiro sin emociones quiera algo? — refiere Damon incrédulo

— Debe encender su humanidad.— opina Stefan

— ¿Qué harás? ¿Ser como Lexi y bombardearla con emociones hasta que surtan efecto? — informa lanzando el balón

— Si. Si eso no funciona, pasamos al plan B: Encerrarla y detenerla hasta idear un plan C.— Stefan atrapa el balón y Ana se ríe

— Si, quiero ver a dos vampiros lidiar con una trihibrida. Podría ser divertido.— ironiza — Debería hacerles espacio en su cripta. Por cualquier cosa.

— Ya entendimos, risitas.— se queja Damon y ella le sonríe —Si sobrevivimos, ¿que pasará cuando aparezcan todas las emociones que reprimió desde que Jenna y Jeremy murieron? — suspiran

— Entonces, debemos ir ante Klaus.— Ana se levanta y Stefan se tensa — El es su humanidad, se aferra a la única cosa inmortal en su vida. El debe apoyarla. Lo necesitan.— Damon desliza su mirada a su hermano

— Bien. Tienes razón. Yo me iré después de que ella encienda su humanidad. Es asunto de Klaus ahora.— expone el Salvatore menor 

— Muy bien. ¿Como lo haremos? — cuestiona Damon y se ven entre ellos sin respuestas



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Isobel
Rebekah se estacionó en una tienda de vestidos. Al parecer debía acompañarla a todos lados y no desear sacarme los ojos. Aveces olvido que aún tiene esta obsesión con ser adolescente a pesar de todo lo que su hermano le ha hecho. Tiene un don.

Todo esto es parte de mi plan. Sólo por eso estoy tolerando esta tortura que se llama "interés."

— Que sea rápido que...— me pauso al ver a la Barbie mal hecha, la bruja charlatana y mi media hermana — Hola, Bonnie, ¿te borraron la memoria? Que horror.— se ponen frente a mi — Elena, wow, sigues con vida.— alza sus cejas — Lindo vestido, Caroline. Te hace ver menos patética.— se molesta

— Elena y tú me ayudaron a escogerlo hace meses, cuando éramos amigas, antes de que intentaras matarme.— explica y me cruzo de brazos inspeccionándolo

— Me pareció familiar.— divago y siento la mirada juzgadora de Bonnie

— ¿Pueden planchármelo? Vendré por el más tarde.— ladeo una sonrisa con malicia

— ¿Como estas? — me pregunta Elena — Hace días que no te veo ni se nada de ti.— suspiro

La bruja sólo me veía sin decir palabra. Era como si no pudiera hacerlo o me temiera. Había un silencio de suspenso de su parte.

— Bonnie.— le habla Caroline y se va tras de ella sin hablarme

— ¿Como sigues viva? — le pregunto a Elena y frunce el ceño

— Deberías sentirte aliviada.— me río — Cierto, olvidaba que eras una perra sin emociones.— se me baja la sonrisa y Rebekah se ríe

— Me gusta que ya lo sepas. Así ya no estarás tras de mi como un perrito por si hueso.— suspira y me ve fijamente

— Se que la chica que conocí sigue ahí dentro. Y no me voy a cansar hasta recuperarla. Eres la única familia que me queda, Izzy.— mi mandíbula se tensa — Se que Jenna...— la interrumpo

— Está muerta, ¿si? Deja de querer sustituirla o de tratar de hablarlo para que eso me importe. Por que no lo hace.— dejo en claro — No voy a volver, Elena. No lo quiero, y no lo querré. Aprende a aceptar que tu hermana murió y que no tienes a nadie mas en este mundo.— noto que le duele y yo siento un nudo en el estómago

Era extraño.

— Sólo muerta dejarás de importarme. Sólo así dejaré de intentar salvarte. Por que no me rindo con las personas que amo, y yo te amo.— aparto la mirada — Tu una vez me dijiste que fui a la primera persona con la que usaste esa palabra y fue la cosa más linda que me hayan dicho.— volteo a verla y sus ojos estaban húmedos — No olvides que aún sigo aquí. Y no me iré.— sólo la observo y no emito emoción — Hasta luego, Iz.— se va y la sigo con la mirada

— ¿Sentiste algo? Fue profundo.— me preguntó Rebekah y permanecí inmóvil

— Ni una pizca. Ven, hay vestidos que buscar.— nos movemos y sólo tengo uno en la mira

Había mentido, no se por que razón, si se supone no siento nada algo dentro de mi se sintió algo caluroso. Como si una cubierta de hielo se hubiera tronado. No podía permitirlo. Así que debía de encargarme de Elena.

Estábamos en la casa de Rebekah arreglándonos. Yo le hacía el pelo con mis pocas habilidades en el área artística de la belleza. Parece que mis manos no son sólo buenas con el pincel.

— Casi se me olvida que no tienes humanidad.— le dejo la peineta mientras se ve en el espejo

— Pues no la tengo.— recalco y agarro el labial del tocador

— Eras dulce pero ruda. Eso es lo que me agradaba de ti. Eras buena, pero también manejabas la maldad. Tomabas las decisiones duras.— suspiro y me veo en el espejo

— Rebekah, menos charla y más acción. Tenemos un baile al que llegar y yo ya quiero que se acabe la noche para que tu historia sea la de cenicienta y yo me pueda largar de aquí.— se levanta de su asiento mientras pinto mis labios

— ¿Vas a dejar a Nik? — ruedo los ojos — Se que el no podría vivir sin ti.— suspiro y dejo el labial

— Voy a dejar a todos. Incluyendo a su Nik. Ya estoy harta de que todo se trata de él, ¿sabes?. Elijah me ve como la redención de Klaus y tú...contigo no lo sé. Sólo estoy fastidiada de tener que escuchar como les importa Klaus.— camino a la puerta — El no significa nada para mi. Ya no.

Salgo de su habitación ya alistada. Tenía que ir a ver a alguien antes de entrar a la bola de disco y los adolescentes bebiendo ponche. Tengo veinte años y debo lidiar con fiestas estudiantiles por que mi madre hizo un desastre desde que me parió.

— ¿Klaus? — lo nombré entrando a su casa, pero no se escuchaba nada — ¿Klaus? — vuelvo a preguntar y camino por el sitio — ¿Kla...? — lo veo de espaldas frente a la chimenea — Oye, ¿no me oíste? — me acerco irritada

— Claro que si, Isobel. Todo Mystic Falls te escuchó. No estoy de humor para tus visitas hostiles.— menciona afligido sin verme

— Lamento tus problemas personales, pero tengo asuntos importantes, los míos.— se voltea a verme y sus ojos parecen brillar

Tenía esa mirada en el rostro que mostraba que lo que veía lo tenía maravillado. No podía explicar la forma en la que me veía. Pero de alguna forma podía casi sentir lo que él al verme.

— Luces...— se pausa y desliza su mirada por todo mi cuerpo — Las palabras son pocas. Y la imaginación mucha.— ruedo los ojos

— Deja de coquetear. Necesito que te pongas un traje decente y te quites el atuendo de vagabundo. Tenemos una cita.— frunce el ceño y se queda en silencio — ¿Hola? Necesito darle celos a Stefan para mantenerlo distraído de Damon. Seguro ambos estarán ahí y yo soy la cereza del pastel.— explico y comienza a reírse — No es divertido.

— Ya se, ya se.— informa entre risa tratando de ponerse serio

— Pues deja de reírte si no quieres que te haga daño.— pido en queja y deja de hacerlo

— Déjame ver si entendí. ¿Quieres que yo te ayude a poner celoso a Stefan? — me ve incrédulo y asiento — Tienes que estar bromeando. Tienes que estar bromeando, Isobel Olivia Sommers.— se exalta y suspiro

— ¿Me ves riendo? — se cruza de brazos — Yo los mantengo distraídos y bajan la guardia.

— ¿No quieres que también los lleve a un hotel? ¿Qué les compre vino y chocolates? — expresa furioso y ruedo los ojos

— Siempre tan dramático.— murmuro con fastidio

— No se en que momento me volví tú mejor amigo para llevarte a ligar en mi cara, sabiendo que te amo y que si te veo con el lo voy a matar.— expone y tenemos contacto visual — Así que dime, ¿quieres que lo mate? Por que podría.— resoplo

— Si quisiera matarlo ya lo hubiera hecho.— se me acerca a velocidad vampírica sobresaltándome

— ¿Y por que no lo has hecho? — nos vemos fijamente — ¿Por que sigues dejándolos vivos?

— Que te importa.— baja la mirada a mis labios y pasó saliva

— ¿Por que a mi si me sacas el maldito corazón del pecho y no puedes hacerle lo mismo? — me quedo en silencio — Yo te diré el por que.— elevo mi mentón — Por que no puedes.— suspiro

— Por que no me sirve muerto.— le hablo tan cerca que mis labios casi tocan los suyos — Se que todos vendrían tras de mi. Soy inteligente. Deberías aprender un poco.— le paso por un lado y me frena tomándome del brazo

— Se que no sientes nada, pero yo siento todo.— me quede inmóvil — Tienes un poder que nadie sobre mi. Y no puedo manejarlo.— no nos veíamos el rostro — No puedo perderte. Eres todo lo que tengo. Lo único que me importa.— volteo a verlo y sus ojos azules se impactan con los míos

— Lamento tú pérdida. La mujer de la que te enamoraste, ya no...— me toma del rostro e impacta sus labios con los míos

Era un beso explosivo que no me hacía sentir nada, pero ciertamente a él si. Sentía lo físico, pero no lo emocional, que lo hacía divertido.

Despegué mis labios y el sostenía mi cuerpo entre sus brazos.

— Arruinas mi maquillaje.— paso mi dedo por sus labios y no me quita la mirada de encima — Nada de sexo, Klaussy. No quiero hijos tuyos.— me suelto de su agarre

— Ni yo ser padre.— relamo mis labios — Pero según se existen los métodos anticonceptivos.— me río y levanto mi bolso del suelo

— Seguro. Ve y compra unos condones y asegúrate de no embarazar a nadie.— voy a la puerta — No quieres arruinar la vida de alguien, o bueno, viniendo de ti, yo creo que...— me azota contra la pared a velocidad vampírica — Auch.

— ¿Qué es lo qué quieres de mi, Izzy? — lo veo confundida — ¿Quieres romperme? — me lo quito de encima

— Quiero que me dejes en paz. Pensé que podríamos unirnos para derrotar a Silas, pero tú sigues tratando de hacerme sentir algo que no va a suceder.— lo rodeo

— Me rindo.— me freno — Haré lo que quieres. Iré contigo al baile y luego consigues la cura para librarnos de Silas.— volteo a verlo — No pondré mis sentimientos ni voy a interferir. Volveremos al principio.— me le acerco

— Si el plan falla por tus sentimientos, te aseguro que Silas será el mínimo de tus problemas.— tenemos contacto visual — ¿Está claro? — asiente sin dar palabra — Ve a vestirte, yo me adelantaré al baile. Rebekah no debe verme contigo o dudará, haré ver que llegaste de sorpresa.— camino a la puerta

— Bien.— se va con una actitud seca y eso me da mi boleto de salida

Después de batallar al conducir con un enorme vestido que ni siquiera me quería poner, había llegado al salón de la fiesta de graduación.

Me pregunto como le hará Caroline para encontrar un vestido de último momento. Será muy gracioso ver cómo se enfurece por no tener lo que quiere.

— Pensé que no venías.— me sorprendo al ver a Stefan — Vas algo tarde.— sujeto mi vestido

— Nunca he sido puntual.— lo suelto — No necesito un niñero.— suspira y se me acerca con un ramo

— ¿En serio? Por que la última vez que te vi, le rompiste la espalda a una mesera.— sonrío con orgullo

— Pero dejaron de buscar la cura, ¿o no? — argumento y me doy la vuelta para ir por el otro lado

— Si.— me freno de golpe al ser intervenida por Damon — Vinimos a ver que cumplas el trato. No te comas a la reina del baile.— ruedo los ojos y me muestra un ramillete — ¿Puedo?

— No. ¿Quieres que vomite? — expreso en disgusto y agarra mi mano poniéndomelo

— Mira nada más.— suelta mi mano — Hermoso vestido.— sonrío

— Gracias. Me lo robé.— refiero a secas y les paso por un lado pero evitan mi camino — ¿Quieren que les patee el trasero? — me ofrecen su brazo

— Somos tus parejas.— aclara Stefan y alzo mis cejas

— ¿Me perdí la parte del poliamor? — me río y se ven entre ellos — No iré con ustedes. Busquen a Elena, los entretendrá.— suspiran

— Se una adulta. Vamos.— ruedo los ojos y entrelazo mi brazo con el de ambos cediendo

— Me cansé de discutir con ambos.— me quejo y quedo en medio de ellos

Vamos caminando por el pasillo al salón y veías las grandes pantallas que mostraban fotos de la generación. Yo estuve poco tiempo en la escuela, así que yo muy presente no estaré.

— ¿Donde está la bola de disco? — pregunta Damon

— Caroline ha estado trabajando en esto, es un álbum de fotos de la generación.— explica Stefan y veo las pantallas

— ¿No es la foto que te tomó Elena en tu primer día en la escuela? — pregunta Damon y nos frenamos en la pantalla

Me quedé inmóvil viendo aquella fotografía. Mi corazón latió con fuerza mostrando un nudo en el estómago. Una duda razonable que se me encajaba como hierro caliente. Me veía muy diferente, tenía una sonrisa en el rostro.

— Elena la tomó con orgullo. Dijo que este era mi hogar.— divago — Mi familia...— se va cambiando la foto y sale una donde estoy con Elena y Jenna

Todo lo que había sentido se removió por completo. Como si una ráfaga de viento se lo llevara.

— Va a darme un ataque con tantas pantallas.— me quejo y sigo con mi camino

Al entrar veo una multitud de adolescentes divirtiéndose. Escuchabas risas, gente bailando y una decoración excesiva. Todo estaba muy saturado y me daban muchas náuseas. Era muy aburrido estar aquí.

— Necesito un trago real.— me suelto de ellos

— ¿Que beberás? Espero que no a una persona.— me pregunta Stefan y me alejo

Voy entre la gente y saco mi botella de bolsillo, Damon me la arrebata.

— No tienes edad.— frunzo el ceño

— Tu demasiada. Y la verdad es raro.— me burlo y sonríe

— Por favor, ¿que baile está completo sin una cita que es demasiado grande para la escuela? — alardea y le quito la botella — Klaus no debe tardar, ¿no es así? — bufeo

— ¿Podrías no decir que Klaus es mi cita? — pido y asiente

— Si, lo siento. Tu novio.— casi escupo y arruga sus cejas — ¿Fue algo que dije? — sonrío incrédula

— No haré esto.— bajo la botella y le paso por un lado — Me aburres mas que el estúpido baile.

— No vas a negar que el es tu novio, ¿o si? — me freno y volteo a verlo

— ¿Qué estás haciendo? — me cruzo de brazos — ¿De pronto les agrada Klaus? ¿Quieres tocar mis sentimientos? — suspira — Que irónico, ya que el me hizo que las apagara. Si Klaus quiere hablar conmigo, pues aquí estoy. Mientras, deja de hablar y ve a rogarle a mi hermana por algo de atención que yo ya me cansé de fingir que eres alguien divertido o que amerita mi presencia.— doy la vuelta y continúo con mi camino

Al ir por el salón, me topo con Bonnie y Matt. Tenían una sonrisa pintada en el rostro.

— La patrulla de la amistad.— refiero con ironía

— Hola.— me saluda Bonnie — Se que no hablamos desde lo que pasó. Pero quería decirte que te extraño.— resoplo

— También yo. Y quiero ayudarte.— se ofrece Matt y lo veo sin importancia

— ¿Qué vas a hacer? ¿Conseguirme trabajo en el Grill? — me burlo y suspira

— No quiero que un día notes que te perdiste la mejor parte del último año.— argumenta y ruedo los ojos

— Ya basta, Matt. De haber podido habrías apagado tus emociones en cuanto tu hermana murió...— me interrumpe

— Oye, las apagaste por todas las cosas horribles que pasaron. Tus amigos aún te aman.— explica sutil y sonrío con burla

— Creí que revivirías a Jenna y Jeremy, pero sólo te lavaron el cerebro. Técnicamente, tú me recuerdas todo lo horrible que me ha pasado.— expreso sin tacto y la dejo con Matt

Me fui a la barra para beber a gusto. Todos me iban a abordar con empezar a sentir, cosa que me estaba colmando la paciencia y tal vez me ponga algo violenta al respecto.

Aún no veía a Rebekah, debe estar muy entretenida con su atuendo perfecto. Quería ya irme de aquí, me tenían fastidiada y sinceramente me estaban poniendo los pelos de punta.

— ¿Qué dicen de las chicas que beben en bailes como rebeldes? Que no tienen figura paternal, ¿no es así? — sonrío al ver a Klaus

— Pensé que llegarías mañana.— presume su traje y deslizo mi mirada — Te ves decente.

— Quieres bailar.— me ofrece su mano y dejo la botella en la barra — No vine a un baile sólo a ver a adolescentes.— suspiro

— No me gusta...— me jala del brazo y me lleva a los suyos — Lo odio.— sonríe

— Pensé que no tenías humanidad y no sentías nada.— nos vemos fijamente

— No siento.— nos movemos al ritmo de la música


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Narrador omnisciente
— La caballería llegó.— menciona Damon ante Stefan

Este los veía como si un hierro caliente se hubiera incrustado en su garganta. Tenía el nudo en el estómago y un dolor aún más fuerte, ya no físico, era el de un corazón roto.

— Ya veo. Izzy parece que quiere salir huyendo pero Klaus la disfruta.— opina y Damon sonríe

— Los celos no te sientan, hermano.— se burla y Stefan voltea a verlo — ¿En serio la dejarás?

— Tengo que. Ella lo ama a él, y aprendí que tengo que dejarla ir aunque sea lo más difícil que tenga que hacer.— expone

— Tienes razón.— se acerca Ana — Se lo que es amarlo, Stefan. Ya casi lo olvido por que fueron quinientos años atrás, pero se que no será feliz con el. Yo vivía en una fantasía por que no conocía quien era en realidad, pero cuando lo hice, sabía lo que significaba. Tal vez sea temporal su felicidad, pero tarde o temprano todos sus problemas recaerán en ella. Por que Izzy siempre ha buscado la forma de sanar a las personas, y no puedes hacerlo con Klaus Mikaelson y quedar en pie. Cuando ella se de cuenta que el no va a cambiar, lo dejará, pero no será la misma.— la ven sorprendidos — ¿Qué? Es la verdad.

— ¿Crees que nunca va a ser feliz con Klaus? — pregunta Stefan con interés

— Creo que ella quiere serlo, pero otra cosa es vivirlo.— expone — Izzy es la redención de Klaus; es quien lo hace ser más decente. Y es cargo es demasiado para una chica.— Damon asiente

— Bueno, esto se puso deprimente. Ana, ¿quieres bailar? — pide su mano y ella sonríe — Te ves increíble por cierto.— la toma

— Gracias, Damon, tu también.— le sonríe y van a la pista

— Como en los viejos tiempos.— murmura Stefan mientras los ve alejarse

Posa su vista de nuevo en la pareja del momento. Quería escuchar lo que tenían que decir, se miraban muy bien juntos, pero eso le dolía a Stefan.

— ¿Por que tú no apagas tu humanidad? — cuestionó Izzy ante el híbrido

El se quedó en silencio unos segundos pensando en su posible respuesta. Lo único que se podía ver, era como sus ojos azules veían con intensidad los oscuros de la Petrova.

Inhaló hondo confiado de lo que saldría de su boca, de la honestidad de su respuesta.

— Por que tengo una razón para quedarme.— la vió dándole a entender que era ella

La única persona que había hecho que Klaus Mikaelson amara a alguien más a pesar de su propio egocentrismo, que la deseara con tanta devoción que no buscaba a nadie más, esa era una mujer que tenía nombre y apellido; Isobel Sommers.

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Isobel
Estaba en shock ante su respuesta. El ponía mi cuerpo nervioso con su mano en mi cintura, me erizaba la piel. No sabía cómo era posible, pero parte de mi quería volver, aunque era como si un fuego ardiente me quemara desde adentro esperando a explotar.

Sus ojos veían los míos con deseo, el esperaba algo de mi y no le daría nada. El quería a la mujer de la que se enamoró y yo la enterré. Sabía que el era importante para mi, se lo que el significa, y por eso no puedo seguir con el.

— Tu sólo me amas por Genevieve, Klaus. Lo dijiste una vez y seguro fue sincero.— nos movemos al ritmo de la música

— No es lo mismo.— sonrío — Es enserio, Izzy. Te veo a los ojos y se que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Me imagino una vida contigo.— se inclina tomándome por sorpresa conmigo entre sus brazos — Ahora que te tengo no te puedo dejar ir, y ese es mi mayor miedo.— se me va el aliento y tenemos un intenso contacto visual

— Pues se hizo realidad.— me levanta — Me perdiste. Y fue tu decisión.— me suelto de su agarre y doy la vuelta para irme

Estaba enojada con el por intentar regresarme mi humanidad, ya me había hartado de este baile que me hacía sentir miserable y muy aburrida. Ya mejor busco la manera de que Elijah me de lo que quiere.

Al ir caminando siento que alguien me toma del brazo sobresaltándome

— Suéltame o te muerdo.— advierto molesta mientras coloca su mano en mi cintura

— Por favor, yo soy el que odia bailar, ¿lo olvidas? También tú, pero con ambos era diferente...— me toma de la mano a fuerzas

— Si, pero ya no me entretiene.— me quejo y nos balanceamos al ritmo de la música

También era tan deprimente escuchar "Stay" de Rihanna. Lo hacía más agotador.

—  Y sólo quieres ayudar a Rebekah con la cura, ¿no? — sugiere — En la noche más sentimental del año.— ruedo los ojos

— ¿Crees que estoy pidiendo ayuda? — lo veo incrédula — Me encantaría mostrarte a alguien pidiendo ayuda.— sonrío y me ve fijamente

— Entonces esto. Nosotros. ¿No sientes nada? — cuestiona moviéndome al ritmo de la canción

— No siento nada.— insisto y noto que no me lo cree en su mirada

— No te creo.— refiere y lo veo con burla

— No me importa.— dejé en claro y aparto la mirada asintiendo

— Entonces...¿no recuerdas lo que se sentía bailar juntos? — siento como va deslizando su mano por mi cintura provocando que mi piel se erice — Con mi mano en tu cintura.— suspiré

— No.

— ¿Qué tal esto? — va entre lanzando sus manos con las mías como si fueran imanes — Nuestros dedos tocándose.— me apoyo en su hombro mientras bailamos

— Nada.— insistí

— ¿Y esto? — me toma por sorpresa al bajarme lentamente para sostenerme

El sostenía su intensa mirada sobre mi cuando nuestros labios estaban apunto de tocarse. Nuestras respiraciones se agitaron y notaba el deseo en sus ojos verdes. Notaba que el quería tenerme de regreso, y luchaba por ello, pero no lo lograba y eso lo mataba.

La tensión podía sentirse en cada centímetro de nuestros cuerpos. Como una fuerza de gravedad que nos uniera por una extraña razón.

— ¿Tu corazón se niega a recordar? — murmura mientras no le saco la mirada de encima

El me va subiendo lentamente y baja su mirada a mis labios esperando algo más. Esperando que algo se haya removido en mi. Una luz en medio de la oscuridad, una que no va a regresar.


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Narrador omnisciente
El híbrido estaba ahí, sobre aquella barra fulminando con la mirada a la pareja que tenía enfrente.

¿Qué si quería matar a Stefan? Claro que si. Pero estaba pasando por más sufrimiento que coraje. El agonizaba al ver que otro la tocaba, que la deseaba y que en el fondo sabía que ella amaba.

Mas que enojo, era su dolor. Sentía que la estaba perdiendo y que era su culpa. Que la chica de la que se enamoró ahora era una villana. Se volvió su enemiga y arrasa con todo a su paso. Klaus amaba su luz como su oscuridad, pero el reconocía que ella no era esa persona. Sólo era su peor versión.

— Son perfectos el uno para el otro.— mencionó Rebekah ante su hermano — El tiene mejor historia con ella que contigo.— volteó a verla

— Tú sólo quieres que la pierda.— ella se puso frente a él

— Ustedes dos son iguales y ese el problema.— frunce el ceño — Stefan es lo bueno en Izzy. Izzy es lo bueno en ti. Tú no eres lo que ella necesita, Nik. Pero eso ya tú lo sabías.— lo dejó sin palabras — Ella lo necesita para ser feliz.— se va y Klaus queda totalmente herido

Ella tenía razón, pero le dolía tener que aceptarla. Por que eso significaba quitarse del medio y no volver nunca más. Hacerlo es doloroso, y entendió que amar no es para egoístas, y por eso, tendría que dejarla ir.

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Isobel
Me acerqué a la boca de Stefan para insinuar que cedería ante el, pero era todo lo contrario. Sólo jugaba. Y eso me gustaba.

— ¿Qué corazón? — solté sin tacto y todo se rompió de momento

Sus ojos se apagaron y su mirada se entristeció. Fue cuando lo solté y le saqué la vuelta para ver si veía con Rebekah antes de irme.

Al hacerlo, me frené al ver a Klaus apoyado en la barra con la mandíbula tensa y la expresión fría. Parece que nos había visto bailar, y eso le había molestado, casi le salía humo por los oídos.

Sólo me dedicó una mirada hostil y se fue sin decir absolutamente nada, o hacer algo. Me sorprendió, por que esperaba que enloqueciera, pero creo que estaba más herido para hacerlo.

Vi a Rebekah con la chica esta, April. Me acerqué y vi a Caroline llegar, una sonrisa se posó en mi rostro y fui a ella.

— ¿Como me veo? — presumo mi atuendo y me ve con mirada asesina

— ¿Es una broma? Como una maldita pe...— ella se frena de la nada y frunzo el ceño

Stefan había llegado, parece que la tenía controlado, era patético. Aunque sabía por que me tenían miedo.

— Se te ve hermoso.— sonrío con orgullo — Te resalta los ojos.— asiento

Sabía que prácticamente era tortura decirme esas palabras, pero me gustaba ver cómo lo hacía.

— Gracias, quería hacerte el favor...— cuando está por hablar Stefan la interrumpe

— Caroline, ¿no quieres bailar? — se ofrece y la veo petulante

Ella se va con Stefan y yo sigo mi camino para llegar con la rubia que se quiere hacer una Barbie de verdad.

Al ir, veo que Rebekah discute con April sobre que ella quiere ser reina pero la humana no se lo permite por que la trampa es el crimen más grande que haya visto, patético.

Decido intervenir

— No puedes ser hipnotizada, pero si asesinada.— advierto azotándola contra la pared — Rebekah es la reina. ¿Entendido? — comiendo a ahorcarla 

— ¿Que demonios crees qué haces? — me regaña la rubia y suelto a April, sale corriendo

— Lo que tú ibas a hacer.— aclaro y me ve molesta

— Yo no quería amenazarla.— reprocha y bufeo

— ¿Recuerdas cuando me torturaste para decirte lo de la cura? — se muestra apenada — Arruinaste mi relación con Stefan, casi muero...

— ¿Y eso que? — me ve confundida

— No eres una buena persona. Hasta Elijah lo sabe, por eso te puso la prueba.— se tensa — No vas a ganar la cura siendo tu misma. Solo quédate muy callada, ¿de acuerdo? — pido

— Eres cruel.— soltó con molestia y sonreí

— Lo dices como si me importara.— me mostré incrédula — Haz lo que digo, o habrá consecuencias, Rebekah.— amenazo y la dejo sola


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Narrador omnisciente
— ¿De dónde sacaste eso? — cuestiona Klaus a Elijah al ver que llevaba la estaca de roble blanco en sus manos

— De nuestra hermana. Si es humana, esto no hace ninguna diferencia.— explica y se la ofrece — Toma.

— ¿Por que lo haces? — pregunta confundido al haberla tomado

— Sólo puede matarnos la estaca, al igual que Izzy. Ella estará a salvo ahora que es tuya, no tienes que temer.— expone y Klaus alza sus cejas

— Silas seguirá atormentándome.— insiste

— ¿A que le temes tanto, Niklaus? Has sobrevivido tormentos en tantos siglos. Puedes con esto.— expone y el híbrido voltea a verlo — Pero es por ella, ¿cierto? — eleva su mentón — ¿Con que la amenazó?

— Entró a mi cabeza.— se señala — Me mostró algo que no me ha dejado dormir por días.

— ¿Y que es eso? — lo ve con interés y a Klaus se le forma un nudo en la garganta — Habla.

— Si Izzy tiene un hijo mío, morirá.— Elijah lo ve más allá de desconcertado — Le cede su inmortalidad al bebé y el parto la matará. Así es su linaje, lo vi con mis propios ojos.— el original se lleva la mano a la boca

— ¿Eres capaz de procrear? — soltó sin aliento — ¿Sabes lo que eso significa? — Klaus niega

— No tendré un hijo si eso significa perder a la mujer que amo. Y de hecho, jamás he querido tener hijos ni ser padre. No es un impedimento para mi.— expone yendo a servirse una copa

— ¿Como Izzy morirá al tener un hijo tuyo? Ella es inmortal, sólo juega con tu mente, Niklaus.— insiste y el híbrido se sirve whiskey

— Yo lo vi, yo vi el parto y como el bebé nace y ella muere. Fue muy real.— bebe abrumado y Elijah se le acerca

— Es un don. Es nuestra oportunidad.— Klaus deja el vaso

— ¿De que? — se muestra molesto

— De algo nuevo. De recuperar todo lo perdido, todo lo que nos arrebataron. Sin mencionar que es Izzy de quien hablamos. Podrías formar una familia con la mujer que amas.— Klaus aparta la mirada — Niklaus, fuimos odiados por nuestros padres. Nuestra familia se arruinó, y nosotros. Todo lo que has querido, lo que todos deseamos era una familia. Y se lo que esa chica significa para ti.— el voltea a verlo — Pero Silas sólo juega contigo, ambos sabemos que es imposible que un original muera si no es con la estaca.— se le acerca Klaus con los ojos húmedos

— No me vas a manipular.— se queja y da la vuelta, Elijah lo aborda

— Y si lo hago, ¿eso que? Con esto tienes la oportunidad de ser feliz. Has vivido mil años vacío, y por alguna razón te pusieron a Izzy en el camino y es capaz de darte un hijo.— se ven fijamente con tensión

— No la voy a perder, y es mi última palabra.— dejo en claro

— La familia es poder, Niklaus...amor, lealtad, poder. Es lo que nos juramos hace mil años antes de que la vida te arrebatara tu humanidad. Ahora el ego, la ira, la paranoia han creado a quien tengo enfrente y la única vez que te he visto feliz es cuando ella está contigo.— el híbrido alza sus cejas — Esto somos nosotros, la familia original. Estaremos juntos. Por siempre y para siempre.— Klaus asiente

— Ya dije mi última palabra. Me alejaré de ella. Fin de la historia.


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Isobel
Había escuchado a Bonnie decirle a Damon y Stefan que Silas trataba de localizarla luciendo como Jeremy. Si ella intenta aún hacer el hechizo, puede traer a Alaric, Jenna y Jeremy, eso molestaría bastante a mi humanidad. Ya es suficiente con los Salvatore y Klaus.

Así que decidí tomar el camino más fácil, y ese significa la muerte de la bruja del pueblo.

Entro al stage donde ella ese encontraba, la habían anunciado reina. Y era mi oportunidad.

— Felicidades, Bonnie.— finjo una sonrisa

— ¿Qué quieres? — pregunta hostil y suspiro

— Que tu ya no seas un problema.— trato de atacarla, y al tocar su hombro una clase de dolor brota en mi cabeza

Era como si millones de clavos se encajaran en mi cabeza, solté un quejido de agonía al sentir que se me saldrían los ojos en cualquier momento.

La detengo con magia y el dolor se para, toco mi cabeza con alivio pero mucho coraje.

— Bonnie.— la llama Matt

— Algo está pasándome.— se muestra desesperada y me voy recuperando

— Relájate.— me levanto

— Tengo que irme de aquí.— ella sale corriendo y volteo a ver a Matt

— ¿Qué ocurre? — entra April

— ¿Recuerdas que te pedi que Rebekah fuera la reina? — la tomo de la nuca y la azoto con fuerza contra la mesa

La levantó y voy sobre su carótida, bebo un poco y dejo caer el cuerpo.

— ¡No! — grita Matt perplejo y la atrapa

— Debiste hacerlo.— les paso por un lado para ir tras Bonnie

Me muevo entre la multitud para lograr salir de este maldito baile. Azoto las puertas y veo a la bruja moverse por el estacionamiento, voy a velocidad vampírica y alguien interviene.

— Tu debes ser Izzy.— me quedo helada al ver a Valeria — Supongo que sabes quien soy.

— Silas...— murmuro y sonríe asintiendo — ¿Qué quieres ? — veo alrededor

— Hice un trato con tu novio. El me daba la cura y en respuesta no te la daría de beber. Pero, no la he recibido. ¿Eso como ayuda? — relamo mis labios

— ¿Qué me garantiza que no la usaras en mi tan pronto te la de? — cuestiono y se me acerca

— Es impresionante como no puedo entrar a tu mente.— expresa asombrado — Tu en serio eres la criatura más poderosa en la tierra.— nos vemos fijamente

— La respuesta de mi pregunta.— insisto y supiera

— Tendrás que confiar en mi.— niego

— No confío en nadie.— dejo en claro

— Pues esta vez, lo tendrás que hacer. Por que soy igual de poderoso que tú, y puedo hacerte vivir un infierno. Puedo empezar liberando a Valeria. La madre que odias.— me tenso — Decide, soy inmortal, tu también.

Me quedo en silencio unos segundos pensando mi respuesta, no quería tenerlo todo el tiempo encima, así que debía confiar en el. O, tan pronto tenga la cura, huir de este maldito pueblo y esconder mi localización con magia.

— Elijah la tiene. Quiere dársela a Rebekah. Si, tú usas tu cosa extraña de hacerte pasar por personas, puedes ir con el y te la dará.— sugiero y sonríe con orgullo

— Tu en serio no quieres esa cura, ¿cierto? — asiento — Considéralo hecho. Con esto el trato que hice con Klaus, está resuelto.— suspiro — En ofrenda de paz, te daré esto.— me da la estaca de roble blanco — Adios, Isobel.— el desaparece

— Engañaste a tu amiga.— se acercan Stefan y Damon — Le diste la cura a Silas.— sonrío

— Hice lo que tenía que hacer. ¿No es lo que todos decimos para sobrevivir? — alardeo

— No dejaras la cura. Le avisaré a Rebekah.— advierte Stefan y alzo las cejas

— No, no lo harás.— ordené

— Si quieres la cura, tendrás que matarnos.— expone Damon e inhalo hondo

— Okay.— solté sin importancia y les apunté con mi mano

Empecé a darle un aneurisma a Stefan y Damon vino tras de mi a velocidad vampírica, lo detuve y lo enrollé entre mis brazos

Tomé su nuca exponiendo su carótida y poniéndolo vulnerable.

— Tu lo quisiste así.— encajé mis colmillos sobre su cuellos y soltó un quejido de dolor

Rompí su cuello y lo dejé en el suelo, Stefan se levantó asustado

— No, Damon.— el fue sobre su hermano y limpié mi boca — Cúralo.— pide y retrocedo

— No lo haré.— me ve decepcionado — Tengo que encargarme de otros asuntos.— se levanta

— El morirá, sabes que Klaus no me ayudará.— insiste y lo veo con la mirada fría

— No me importa.— dejé en claro — Ahora, si me permites.— con la mano libre rompo su cuello con magia y me voy a velocidad vampírica

Veo a Bonnie a mitad del estacionamiento sola, fue ahí cuando supe que tenía el pase libre, debía atacar.

Voy sobre ella y muerdo su cuello desgarrándolo, comenzó a gritar a de dolor mientras yo bebía sin control, fue cuando un agrio sabor me quemó la lengua.

Me aparté tocando mi garganta con desesperación y comencé a escupir la sangre, sabía a verbena y me intoxicaba desde adentro.

El aire me faltaba y ella se volteo lentamente, el sabia que estaba vulnerable, tenía el control.

Rompe mi pierna y suelto un grito de dolor, caigo al suelo en sufrimiento. Hace lo mismo con mi brazo y lo único que sonaba eran mis gritos.

— ¡Voy a matarte! — con mis pocas fuerzas levanto mi mano — Motus.— la lanzo del otro lado

Suspiro con alivio y me levanto del suelo reponiendo mis fuerza, teniendo el control de mi cuerpo.

Veo a Bonnie en el suelo inconsciente y siento una presencia, me giro al instante.

— El plan funcionó. Silas tiene la cura. Seremos libres.— alardea y asiento

— Podré irme de aquí, entonces. Ya no tengo una razón para quedarme.— arruga sus cejas — ¿Qué? ¿Pensaste que aún me quedaría? — suspira

— Te amo. Y es por que te amo que tengo que luchar por recuperar la mejor versión de ti.— ruedo los ojos

— Sabía que dirías eso. Pudimos ser una pareja peligrosa, imponente. Pero sigues aferrado a un fantasma.— me acerco a él — ¿No te excita que no sea una niñita tonta que siempre está sufriendo por salvar a sus amigos? — escucho como su corazón se acelera — Que no te juzgue por ser un desalmado asesino.— me pongo frente a él — Que te de lo que quieres, que pelee a tu lado y...— le susurro al oído y le apunto al pecho con la estaca

— Izzy, ¿que...?— doy un paso hacia atrás — ¿Como la conseguiste? Yo la tenía.— la observo

— Regalo de Silas. Un buen detalle por ser casi una graduada.— juego con la estaca — Ahora, voy a matarte. No seguiré escuchando tus quejas patéticas...— lo lastimo con magia — O, ruégame para que no te mate.— dejo de herirlo y me ve sorprendido

— ¿Qué? — me cruzo de brazos

— Ya escuchaste. Ruégame para que no te mate.— insisto y el asiente

— Por favor, Izzy...— se pone de rodillas — No me mates.— sonrío y nos vemos fijamente

Fue un momento tan intenso, su mirada mostraba la guardia baja, era sumiso ante mi. El podía ser el impenetrable con todos, pero conmigo el era lo que yo quisiera que fuera.

— Ahora, ya sabes que tengo el poder de matarte si sigues tras de mi.— me pongo a su altura — Espero no ver tu rostro en muchos años, Nik.— suspira

— Y yo lamento esto.— frunzo el ceño y me aborda tomándome del cuerpo entre sus brazos — No es personal, amor.— me rompe el cuello y todo se pone oscuro

— Bonnie...— Elena se frena al ver a Klaus con el cuerpo de Izzy — ¿Que pasó? — el se levanta con ella en brazos

— Es momento de traerla de vuelta. Necesito tu ayuda. La de todos.



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Narrador omnisciente
— ¿Rebekah? — pregunta con confusión al haber estado con ella

— Elijah, creo que Izzy y Nik traman algo.— levanta la vista con preocupación

— ¿A donde fuiste?

— Sigo en el baile.— aclara — No hagas nada con la cura sin que te vea. Algo está mal.— el original se tensa

Queda en silencio cargando con la culpa de haber arruinado todo para su hermana. El ya le había entregado la cura a Silas.

— Elijah, ¿hola? Elijah, no descuides esa cura.— insiste la rubia

— Tal vez sea tarde para eso.— los ojos de Rebekah se llenan de lágrimas con frustración

Izzy le había jugado chueco, lo peor, la había traicionado. Klaus y ella formaron un plan a sus espaldas y eso le costó todo. Ahora cargará con la pena de haber confiado en Isobel Sommers.



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Klaus había llevado a la Sommers a la mansión Salvatore. Su orgullo se lo estaba casi devorando para entrar ahí y pedir la ayuda de Stefan. El lo quería muy muerto, pero sabía que el podía ser de utilidad para recuperar a Izzy.

El se la entregó al Salvatore mientras se preparaba un trago para asimilar en lo que se estaba metiendo. El quería alejarse de ella por lo que Silas le mostró, y eso es algo que no saca de su cabeza.

— No siente mucho, pero sentirá eso mañana.— se queja Damon mientras Stefan recuesta a Izzy en un catre

— ¿Cuál es el plan? — cuestiona Elena — Necesitamos uno para que no nos arranque la cabeza tan pronto despierte. 

—Tendremos que pedirle ayuda a Bonnie. Algo que la mantenga vulnerable hasta que la hagamos sentir.— sugiere Stefan

— Cuando Bonnie la atacó esta noche, lo vi en sus ojos. Izzy tenía miedo de volver a sentir dolor.— expone Elena y se quedan pensativos

— ¿Miedo? — cuestiona el Salvatore menor

— Según yo, esa es una emoción humana.— opina Damon

— El plan C.— Stefan se levanta — Hacer su vida miserable.

— ¿Quieres hablar de otro problema? ¿El novio Klaus? No dejará que le ponga un dedo encima.— informa el vampiro

— No me meteré.— habló Klaus desde la puerta — Haremos todo lo posible por recuperarla. Así me odie en el proceso.— se ven entre ellos

— ¿Y luego que? — cuestiona Stefan — Ella resentirá todo lo que ella hizo.

—  La ayudo y me voy lejos. No soy lo que necesita, ya me di cuenta.— expone y Stefan alza sus cejas

— ¿Dejarás a Izzy? — pregunta Elena incrédula y el híbrido inhala hondo ante su posible respuesta

— Es exactamente lo que haré.

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