061 Fearless
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— ¿No me veo muy fácil? — le pregunto a Rebekah mientras esta sobre el sofá leyendo una revista
Estábamos en una tienda de ropa en la ciudad de Nueva York. No me esperaba regresar a la gran manzana después de haber estado tanto tiempo viviendo en un pueblucho.
— ¿Y eso es malo? — sonrío y pone su vista en mi examinando mi atuendo — Sexi.— asiento
— Pienso igual.— me veo al espejo admirando la blusa de encaje con la falda de piel negra
— Tienes que ayudarme a conseguir buena ropa.— voy con Rebekah buscando entre varias prendas
— Ten, este te va a resaltar. Ya sabes, verde las pelirrojas, azul las rubias y rojo las castañas. Lo vi en algún sitio.— sonríe y le doy su atuendo
— Tienes buen gusto para alguien que solía usar solo ropa negra con chaqueta y pantalones.— suspiro asintiendo y se ve por encima el vestido
— Decidí que haré una nueva versión de mi. Ropa cara, estilo elegante. Algo que me haga ver poderosa e imponga estilo.— me doy una vueltecita
— El cabello, la ropa, el estilo, apagar tu humanidad parece que te sienta.— sonrío y se sienta en el sofá
— Trato de crear a la nueva Isobel. No podía quedarme con la versión aburrida del pasado.— explico y asiente
— Tengo noticias.— agarro una copa de champán que tenía la encargada
— Dime.— voy hacia ella y me siento a su lado
— Adivina a quien vi escapando de la casa de Klaus.— frunzo el ceño y bebo — Hayley. La loba entrometida.— sonrío y dejo la copa
— Hayley siempre quiso ser yo. Y la entiendo, yo era la inteligente, la linda, y ella, pues, tenía salud que te puedo decir.— se ríe — Lo que no entiendo es que hacía en casa de Klaus.— se encogió de hombros
— Sólo se que se veía apurada y nerviosa. Fue algo escurridiza.— bebe de su copa y me quedo pensativa
— Algo debe querer de Klaus.— divago — Melissa, ¿puedes venir? — se acerca la encargada
— ¿Si, señorita Petrova? — sonrío
— Dame tu muñeca.— pido y frunce el ceño — No seas tímida.
— ¿Qué? — le jalo el brazo y mis colmillos salen a relucir — Oh Dios.— suelta un grito y muerdo su muñeca
— ¿Puedes callarla? — pide Rebekah y continuo bebiendo sin detenerme — Genial.— se levanta — Aun debemos de ver a dónde fue Damon. Tenemos que seguir y tú no dejas de comprar ropa.— resoplo y despego mis colmillos
— ¿No te cansas de ser tan mandona? — me levanto y la chica cae al suelo aturdida
— Vinimos a una cosa, Isobel. Detener los planes de Damon.— resoplo y relamo mis labios
— Si quería quedarme con gente aburrida, hubiera viajado con Caroline.— me agacho para quedar a la altura de Melissa
Ella lloraba adolorida y me veía aterrada, como si hubiera visto un monstruo. La muerte en persona.
— No llores, linda. Ya no te va a doler.— frunce el ceño temblando y con ambas manos le rompo el cuello
— ¡Dios! ¡Izzy! — me levanto y doy un suspiro largo
— Bien, ya podemos seguir.— traspaso el cuerpo y voy por los bolsas de ropa
— Tengo que atender mi celular que puede explotar en cualquier momento, prepárate.— asiento y meto mis cosas
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Narrador omnisciente
— ¿Como que la llevaste a Nueva York? — se queja Klaus ante Rebekah
— Y ese tono es la razón por la que no te conteste el teléfono las primeras veinte veces. Eres un loco obsesivo cuando se trata de ella.— alardea
— ¿En donde está ahora? Dime que ya no encima de hombres como parece querer hacerlo últimamente.— refiere molesto y Rebekah sonríe
— Explorando. Tal vez empacando. O comiéndose a otra vendedora. No lo sé.— Klaus soltó un quejido en inconformidad
— Entonces, supongo que tú búsqueda por Katherine se canceló y llevas a Izzy a una ciudad después del caos que hizo. Tráemela de regreso, ahora.— la rubia resopla — Hablo en serio, Rebekah.
— Te va a mandar al diablo en el segundo que vea tu cara o en el segundo en que yo le pida que haga algo. Izzy está sin control y ni tú ni nadie podrá pararla, supéralo.— explica
— Bien, si tú no la traes, yo iré.— la rubia rueda sus ojos
— Si ella se entera que estás aquí y la sigues buscando, va a explotar.— expone
— No me importa. Puedo lidiar con ella.— Rebekah suelta una risa — ¿Que es gracioso?
— Que creas que puedas detenerla. Déjala que se divierta con alcohol y sangre, todos lo hemos hecho alguna vez. De ti tengo muchas historias.
— ¿Por que está contigo? ¿Que consigue? — Rebekah relame sus labios — Quieres que te de la cura, ¿cierto?
— Izzy no la quiere, y aceptó ayudarme a conseguirla. Somos un equipo.— explica
— No la subestimes. Todos somos piezas en su tablero. Es despiadada sin su humanidad. La cura es la forma de recuperarla. Puede que la tenga y la destruya.— le mete miedo a Rebekah
— Ya me cansé de escucharte, Nik. Debo buscar a tu exnovia psicópata. Izzy, por si no queda claro.— se burla
— Vete al infierno, Bekah.— le cuelga y Klaus ve a Stefan entrar a su casa
— Tenemos otro problema.— se le acerca
— ¿Qué haces aquí? — refiere molesto, aún tenían sus diferencias
— Creo que Silas está en el pueblo. Y si está haciendo lo que creo, tenemos una mala situación entre manos.— lo ve confundido
— Estoy esforzándome para ver cómo me afecta. Tengo asuntos más importantes.— alardea sirviéndose un trago
— Silas quiere matar a Izzy.— Klaus bufea
— Es inmortal. El arma la tiene Rebekah, ¿no? Esta muy lejos de aquí.— alardea
— No, Klaus. El quiere darle la cura a Izzy y matarla de forma permanente.— se le baja la sonrisa
— ¿Por que? — lo ve con preocupación y una nueva vampiro aparece en su panorama
— Es rival para el, es la única que puede detenerlo y no se detendrá.— explica Ana — El la necesita.
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Isobel
Había seguido a Damon. Lo tenía en la mira desde que fui a la tienda, y lo vi pasar por el gran ventanal, sabía a dónde iría.
Quería encontrarlo antes que Rebekah, tenía planes más grande para esa cura, pero ella no tiene por que saberlo, es parte de mi juego.
Al ir caminando, sonó mi celular, de nuevo.
— ¿No te cansas de llamar como un hombre desesperado sin vida social? O es sólo por que eres un vampiro viejo y aburrido.— me burlo de Klaus
— ¿Que estás haciendo? Deberías comunicarte más seguido. — resoplo
— Que te importa, ¿no tienes que atormentar la vida de alguien más? Que estoy por bloquear tu número.
— Con la tuya basta.— ruedo los ojos — Izzy, escúchame, se que no quieres a nadie cerca, pero estar en...— lo interrumpo
— Te voy a colgar...— alejo mi celular de mi oreja y escucho sus quejidos
— Es importante. Necesito tu ayuda.— suelto un suspiro hondo y me pego el celular
— Claro en, no hay forma, vete al diablo, y te voy a colgar.— ironizo y me freno
— Gracias...— sonrío
— Denada.— cuelgo y veo a Damon ingresar al bar
El no venía acompañado, cosa que me sorprendía, por que pensé que uno del equipo se uniría a tontín.
Al entrar, fui sobre el y azoté su cabeza contra al mostrador, soltó un quejido.
— Hola, guapo.— alardeo mientras lo tengo sometido
— Izzy, ¿que rayos haces? — menciona sorprendido y suspiro
— Vacaciones, cambió de aires, el pueblito ya me había aburrido, igual que sus hombres.— me regodeo y jadea
— ¿Sigues indicios sin mi? — habla Rebekah y alzo la vista para verla — Muy mal, Izzy.— ruedo mis ojos
— No seas dramática, venimos juntas.— hago presión y Damon se queja de dolor — Solo me adelanté.— suspira
— Me siendo algo herida, Damon. Hacíamos un buen equipo.— le refiere y suelto al vampiro — Con sus altibajos, pero éramos buena pareja.— se levanta
— No se de que hablan. No sigo ningún indicio.— soba su nuca irritado — Pudiste sólo, saludar como la gente normal.— sonrío
— No, no sería divertido.— me burlo y rueda los ojos
— ¿Y para condujiste siete horas a Nueva York? — cuestiona la rubia
— Si, mi historia en esta ciudad tiene similitud con la situación de Izzy.— frunzo el ceño — Cuando apagué mi humanidad.
El se puso a explicar como Lexi lo quería ayudar a encenderla en los 70s.
— Se escucha fatal.— refiero sin interés — No me interesan tus historias. Habla menos.— deslizo mi vista por el lugar
— Tenía complejo de madre Teresa. Como tú.— indica viéndome y suspiro
— Déjame adivinar, después de muchas noches oscuras con Lexi, te convenció de recuperar tus emociones, que patético.— le paso por un lado
— ¿Siempre lees el último capítulo? — ironiza y suspiró alejándome — Voy por un trago. Muchos tragos.— se me acerca Rebekah
— ¿De verdad crees esto? — bufeo
— Por supuesto que no. Se que viene por la cura. No soy estúpida.— explico viéndolo sentarse junto a la barra
— ¿Hace todo esto por ti? Tienes un encanto o hechizo en los hombres del pueblo.— menciona risueña y suspiro
— Damon es como un perro con su hueso. Stefan también. Seguirán hasta que encuentren la cura y me obliguen a usarla. Por eso estoy contigo buscándola primero.— expongo sedienta
— Juegas con todos.— soltó impresionada y sonrío asintiendo
— Todo es parte de un juego, Rebekah. El que manipule mejor, se lleva el premio mayor.— sonríe y le paso por un lado para ir con Damon — Un martini, por favor.— ordeno y el vampiro voltea a verme
— Pensé que te irías.— hago una mueca y me siento junto a él
— Puedo divertirme, de vez en cuando.— sonríe y aparta la mirada
— ¿Matar para ti es diversión? — refiere y suelto una risa
— Espera, ¿tú me vas a decir que no mate personas por diversión? Debo grabar esto.— busco mi celular en mi bolsillo — Es algo épico.
— Ja, Ja, que graciosa.— ironiza y dejo de buscar, apoyo mi mentón en mis brazos — ¿Qué quieres de mi? Te conozco.— suspiro y me entregan mi bebida
— Me iré, así que sólo voy a beber e intentaré pasara bien en este lugar.— agarro la aceituna de mi copa — No todo es sobre ti, Damon.— me ve fijamente y me la llevo a la boca
— Tú hermana está atrapada en un sótano. Ana ahora es vampiro y...— frunzo el ceño
— ¿Ana? — solté confundida — ¿De que hablas?
Se queda en silencio sólo viéndome, como si lo hubiera atrapado en su mentira. Sus ojos mostraban nerviosismo al no saber que decir.
— Habla, o te obligo.— exijo y suspira bebiendo de su cerveza
— Ella no quería que supieras, pero ha estado habitando el cuerpo de Sophia desde que llegó al pueblo.— bajo la mirada perpleja — Te lo quería decir, pero yo lo arruine.— agarro mi copa y siento algo caliente en mi pecho
— Tiene que ser broma.— me llevo el martini a la boca y me lo bebo de corrido
No me había pasado por la mente esa posibilidad, pero me daba satisfacción que alguien le haya dado una lección a la perra que me abandonó.
— Ella..— bajo la copa y la azoto en la mesa para que no siga hablando
— Lo que haga la mala copia de mi, no me importa, Damon. No siento lastima por ella, no es necesario que des razones.— pido otro trago
— Ella es tu madre.— volteo a verla — Te ha protegido desde que llegó.— sonrío incrédula
— Lo siento, ¿pero estás tratando de conmoverme? Por que yo no tengo madre, jamás la tuve. Valeria fue la incubadora, Ana la demente que se aprovechó. Así se resume todo.— menciono entre risas y el me ve serio
— Pero, con...— lo interrumpo
— Si sigues hablando de ella, voy a hipnotizarte para que te olvides de ella y la asesines a sangre fría, ¿lo entiendes? — solté directa y se quedó sin aliento
— Bien, ya no lo mencionaré.— sonrío y me dan mi copa
— ¿Ves? Lo fácil que es cooperar. A las personas sólo les gusta a la forma ruda.— bebo — ¿Y este lugar cuando empieza a ponerse bueno?
— En la noche. No todos son fiesteros en la tarde, como tú.— suspiro y me como la aceituna
— No me dejen.— se acerca Rebekah — ¿Están ligando o algo? — me río
— ¿Por que? ¿Estas celosa? — menciona Damon coqueto y bufeo
— Quisieras.— ordena una bebida — Eres vampiro muerto si Nik se entera.— refunfuño
— Ya basta con Klaus, vamos a divertirnos.— pido shots de tequila — Estamos en un bar, pronto lleno de personas de las podremos comer, ya no hablemos de cosas aburridas.— sonríen y nos lo entregan
— Por la diversión.— levanta Rebekah el suyo y hago lo mismo
— Como sea.— chocamos con el de Damon y sonrío
Lo tengo justo donde quiero. A los dos, pero no lo saben y eso lo hace muy satisfactorio.
Al poco tiempo el lugar comenzaba a llenarse de personas. Había música en vivo, de rock, gente bailando hasta caerse y el olor fuerte a sudor. Todos la estaban pasando genial y yo me sentía liberada, capaz de hacer lo que quisiera.
Estaba con Rebekah en una de las mesas esperando a Damon que fue por más alcohol.
— ¿Volverías con Nik? — frunzo el ceño y agarro cacahuates
— ¿Que? — hablo fuerte ante el ruido de la banda, no eran tan malos
— El lucha por ti como jamas lo había hecho con alguien. Lograste lo que nadie había podido.— suspiro y dejo de comer
— ¿Tú punto? — refiero sin interés
— ¿En algún momento vas a encender tu humanidad? ¿O el tendrá que dejarte ir? — noto la curiosidad en sus ojos azules
— El ya me perdió, Bekah. No voy a volver.— como mas cacahuates — Entre mas rápido lo supere, mas pronto dejará de acosarme.— sacudo mis manos
— El te ama. Le romperás el corazón y volverá a ser el hombre despiadado que todos conocen.— me encojo de hombros — Pensé que era una fase.
— No es mi problema. La Izzy que lo amaba murió, y el debe llorarle. Por que no soy ella, y no la va a recuperar.— expuse sincera y noté su desilusión
Llega Damon y deja los shots en la mesa, me tenia algo impresionada.
— ¿Está permitido? ¿Que diría Lexi? — me burlo
— Que la única forma de recuperar mis emociones es empezando a disfrutar mi vida de nuevo.— explica y agarro el caballito
— ¿También te llevó a conciertos de Bon Jovi? — cuestiona la rubia y chocamos la bebida
— No. No era la década.— me lo bebo — Lexi no podía alimentarse con Stefan. Yo no tenía ese problema.— sonrío — Y tampoco tú.— me ve
— No diría eso.— murmura Rebekah y Damon me ofrece su mano para llevarme a la pista
— Eres divertido cuando quieres.— sonríe y tomo su mano yendo al centro
Voy soltando mi cuerpo mientras la música entra hasta por mis poros. Me la estaba pasando bien, aunque Damon creyera que estaba en su red.
Movía mis caderas y sacudía mi cabeza al ritmo de la canción, el rock era bueno y me gustaba la vibra de un concierto, no había estado en uno desde hace tiempo.
Bailaba con Damon sintiendo el éxtasis de la diversión, el me veía de forma apasionante y yo sólo me movía al ritmo de la música.
Me iba sacando la chaqueta, al sentir calor, aún tenía la ropa puesta, que luego me dicen exhibicionista.
— Tengo hambre.— exigí viendo alrededor y le di mi chaqueta a Damon
— Elige.— recorro mi vista por la multitud y veo a alguien que llama mi atención
Me le acerco sin previo aviso a una chica rubia, y la abordo tomándola de los hombros
— Oye, ¿qué te...?— la interrumpo viéndola fijamente
— No grites.— le pedí y fui tras su garganta, disfrutaba de cada gota
Era impresionante como hacer algo como esto podría darte tanta adrenalina, era de las mejores experiencias que había vivido en mi vida.
Sentí como Damon se acercó y mordió el otro costado del cuello de la chica. Ambos nos alimentábamos y eso le daba más emoción al momento. Algo único.
El desprendió su colmillos e hice lo mismo jadeando de satisfacción, tuvimos contacto visual y relamí labios al sentir la sangre chorrear.
— Tu turno.— le apunta a Rebekah y sonríe acercándose
— Bien.— ambas volvemos sobre la yugular y nos dejamos llevar por la emoción
Pero notaba algo, vi de reojo que se estaba escapando entre la multitud, el usaba a la rubia como distracción, el tenía otros planes y quería que no lo supiera.
Despego mis colmillos al sentirme satisfecha, ya me había hartado de beber de la misma chica. Se volvió aburrido.
— Vete.— la hipnotizo y se va alejando, Rebekah me regresa mi chaqueta
— Creo que Damon se escapo.— relamo mis labios limpiando la sangre de mis labios
— Es evidente. Espero que encuentre lo que está buscando y yo me haré cargo.— me pongo la chaqueta — Dejas que las personas hagan el trabajo y luego lo robas.— camino a la barra
— ¿Y si no puedes? El te lleva ventaja.— se pone junto a mi mientras ordeno bourbon — Yo estoy aquí para ayudarte, y parece que me haces aún lado.— suspiro
— Los Mikaelson y sus problemas de abandono. Eso me harta.— me dan mi bebida
— Habló en serio, Izzy.— comienzo a beber — No estas cooperado conmigo.— bajo el vaso
— ¿Puedes recordar lo que era ser humana? ¿Débil? ¿Frágil? ¿Por que te gustaría volver a eso? No lo entiendo.— menciono confundida y se pone seria, era un tema importante para ella
— Por que algún día quiero una familia. Propia.— explica y frunzo el ceño disgustada
— Y es justo por eso que eres miserable. Lo que mejor de no tener emociones es que ahora pienso mejor. Voy a hacer lo que sea necesario. Tú eres lo opuesto.— aparta la mirada — Neurosis e inseguridades, esperanzas y sueños. Eres una variable emocional que yo no necesito.— solté sin tacto y voltea a verme — Eres la débil.
— Extraño a la antigua Izzy.— se aleja molesta y me encojo de hombros
— Eres bonita.— escucho a un hombre y volteo a ver — Me llamo Zach.— bebo mi trago y sonrío
— Hola, Zach, soy Isobel.— me ve coqueto — Y ahora, serás mi cena. No grites.— frunce el ceño y lo jalo de la camisa yendo tras su cuello
Como amo ser vampiro.
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Narrador omnisciente
— ¿Silas se presenta como el profesor Shane? — pregunta Damon sorprendido al teléfono mientras estaba en el departamento de Will buscando pistas
— Si. Klaus se fue tras Izzy y me dejó con Ana y Caroline lidiar con Silas. Al parecer, necesita que Bonnie cause una masacre.— explica Stefan
— ¿Quieres que vuelva?
— No, yo me encargo. ¿Como va la búsqueda de la cura? — cuestiona mientras va por el bosque
— Bueno...Nada bien. No es la plantación de una masacre, pero Rebekah e Izzy son un equipo. Además de que mi amigo es un gran ladrón de identidades, también es recolector.— se queja buscando en una caja
— ¿Que estas buscando? — pregunta confundido
— Will tenía un cliente frecuente. Morena de 1,70. Dijo que era fugitiva.
— Katherine.— soltó sorprendido
— Y la estaba ayudando a huir de mi. Irónico. El problema es que su sistema de archivo es por fecha de nacimiento pero olvidé la de Katherine.— se queja yendo por el departamento
— Cinco de junio de 1473.— responde al instante
— Y es por eso, hermano, eres mejor novio que yo. Vaya, mira esto.— el saca una carpeta con el documento de sus respuestas
— Escucha, Damon, no dejes que Izzy se pierda mas entre la sangre. Será difícil sacarla. Cuídala, por favor...— el vampiro se queda sin aliento al ver el nombre de Ana
— ¿Qué...? — saca una carpeta y deja la de Katherine
— ¿Me estás escuchando? — se queja Stefan y el vampiro se queda perplejo
— No es posible.— soltó desconcertado
— ¿Qué? ¿Que sucede? — deja la carpeta y vuelve a la de Katherine — ¿Damon?
— Ana, Stefan, tuvo otro hijo.— el vampiro se queda perplejo — Fue antes que Izzy.
— ¿De que hablas? — Stefan se muestra confundido
— Katherine pidió unos papeles para la fecha del 9 de Agosto de 1990, y según esto, era para un bebé que marca que Ana perdió a un hijo en esa fecha.— expuso
— ¿Estás tratando de decirme que hay un hermano regado de Izzy? — interroga el hermano
— Es exactamente lo que digo. Y creo que Ana no tiene idea.— soltó impresionado — Era en el tiempo que usaba el cuerpo de Valeria.
— ¿Cuando vuelves? Ella tiene que saberlo.
— Mañana temprano. Tengo que mantener la pantalla con el terrible dúo afuera. Fingir que me divierto.— explica
— ¿Y no lo haces? — se escucha una puerta y el vampiro voltea a ver, cuelga
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Isobel
— Lo siento. Necesitaba silencio.— miente descaradamente al ser encontrado en la oficina del bar — No podía oír a Stefan con el alboroto.— suspiro
Lo había buscado en todo el lugar, parece que el encontró algo que me puede ser útil.
— Déjame adivinar, se preocupa.— finjo seguirle el juego
— Celos, mas bien.— alzo mis cejas — Tiene un ácido recuerdo cuando estuve con Lexi en los 70s. Te contaré con un trago. Ven.— me lleva del brazo sacándome de la habitación
— En realidad yo no...— me interrumpe y vamos bajando las escaleras
— Lexi estuvo conmigo por meses pasándola bien, enseñándome a como divertirme. Pero cada noche me torturaba de la peor forma posible.— explica
Me contaba como cada noche que el tocaba fondo, Lexi le recordaba de Ana. Por que el la amaba e insistía que esa era la emoción más poderosa. Yo quería salir huyendo del aburrimiento de su storytime.
También, de cómo terminó seduciendo a Lexi para que cayera en su red, y así, mantenerla controlada y dejara de intentar regresarle la humanidad.
— ¿Tú y Lexi? Digo, siempre supe que eras un prostituto, pero no lo había dicho en voz alta.— me burlo y resopla sonriendo
— Lo hicimos en el bar, en el escenario, en el tejado.— hago gesto de disgusto — Fue una noche muy larga.— suspiro
— Deberías recrearla.— me robo una de las botellas del mostrador — Mejor.— se la enseño y me voy alejando
— ¿A donde vas? — me freno y volteo a verlo
— Al tejado. Ya me intereso el resto de la historia. Es como las 50 sombras de Damon.— sonríe y asiente
— Bien.— se levanta y adelanta el paso
Del otro lado, veo a Rebekah espiándonos. Le doy una mirada de regodeo y resopla molesta
Le sigo el paso a Damon y ambos subimos a la azotea. Tenía una gran vista de la ciudad. Todo era tan brillante y silencioso para ser una gran ciudad con mucha población. Podías sentirte muy relajado desde aquí arriba.
— Es hermoso aquí. Podría hacer esto.— me acerco a la orilla — ¿El método Lexi? Estar contigo. Salir de fiesta. Dejar a un lado de Klaus. No sería la peor forma de recuperar mis emociones.— expongo y le paso la botella
— Creí que amabas a Klaus y odiabas las emociones.— doy un suspiro hondo — El me mataría en el momento que me vea contigo.
— Es cierto. La parte en que odio las emociones, no siendo nada por Klaus, así que no puedo admitir la otra parte.— divago y volteo a verlo — Tal vez sólo...busco una excusa para pasar mas tiempo contigo...— me regresa la botella y la bebo dando una mirada seductora
— Lo nuestro no funcionó. Éramos personas muy similares para encajar.— me le acerco y noto que su corazón se acelera
— No, no funcionó por que veías a Ana en mi.— bajo la botella — Pero, si había una conexión entre nosotros. Yo la sentía.— me ve fijamente — No tuvimos forma de explotarla.— suspira
— No sabes lo que dices. Si no es con Klaus, era con Stefan.— aparto la mirada en seco
— No tienes que dar largas, Damon. Noto en la forma en que me miras, en cómo estás detrás de mi como un cachorro.— expongo y bebo
— Por que me importas. Tú me hiciste volver a sentir emociones después de vivir un siglo miserable extrañando alguien que no podía tener.— soltó sincero y lo vi sin importancia
— ¿Entonces? Si te doy la oportunidad, ¿por que no la tomas? — lo veo confundida
— Por que te conozco. No estás enamorada de mi, ni un poco. Tú amas a Klaus, y todos lo sabemos. Hasta a mi hermano, pero no a mi.— explica y suspiro bebiendo más — Lo que tu y yo tenemos es diferente.— bajo la botella
— ¿Y eso es...? — divago y me apoyo en la orilla del edificio
— Tu no sabes el efecto que tienes en las personas, Izzy.— volteo a verlo
— Ilústrame.— menciono con burla y tenemos contacto visual
— Puedes hacer que sean felices de nuevo. Hay una luz en ti que lo provoca.— sonrío con gracia
— Me harás llorar.— ironizo — En realidad, si que era muy pesado tener que fingir que me importas. Siendo sincera, sólo salí contigo por que Stefan no estaba, siempre siendo la segunda opción de todos, qué.— me ve molesto — Y me acosté con Klaus siendo mi primera vez, y contigo no logré sentir esa confianza. Y eso que el también es un psicópata. El se metió en mi piel.— siento un nudo en el estómago — Como un cáncer.
— El te hizo sentir amada.— frunzo el ceño — El te hizo sentir la cosa más importante en su vida. Te puso de prioridad todo el tiempo.— volteo a verlo sorprendida — Es por eso que lo amas. Por que nadie lo hizo en toda tu vida. Y para Klaus, tú eres su mundo. Y eso que al idiota no lo soporto.— meneo mi cabeza — El te dio todo el amor que te negaron, te aferraste a él, por que en el fondo sabías que el no te iba a abandonar.— retrocedo
— Cállate.— me doy la vuelta para ir a la puerta
— Sabías que Klaus no te iba a dejar como todos en tu vida. Que era la única cosa que tenías y sería para siempre.— me freno y volteo a verlo — Lo sé, por que me sentía igual. Y por eso tu y yo somos tan similares...— le apunto con mi mano
— Te dije que te callaras.— lo someto con magia tirándolo al suelo
— Klaus es tu humanidad por es lo único que nunca podrás perder.— le provoco dolor sintiendo una clase de fuego recorrer mi cuerpo
— ¿Que parte de que no sigas hablando, no entendiste? — le grito furiosa y se revientan los focos del lugar
— ¿Herí tus sentimientos? — menciona arrogante y lo veo molesta
— No mis sentimientos. Es que ya me había cansado de escuchar a un idiota con boca.— me burlo y dejo de herirlo
— Yo intento cuidarte por que un día, volverás a encender el interruptor y todo lo malo que hiciste va a regresar y te aseguro que será un asco.— expone y alzo mis cejas
— Tal vez sólo deba matarte y ponerle fin a su drama. Stefan me odiaría y me dejaría tranquila.— sugiero y se me acerca
— Cada día que eres así, podrías hacer aquella cosa de la que te arrepentirás. Como matarme.— opina y suspiro sin importancia
— No entiendo algo de Lexi. Pasaste seis meses tratando de hacer que se enamorara de ti para herirla. Fuiste vengativo, malicioso, algo más allá de lo malvado, y tenías tus emociones apagadas. Pero todo eso parece emoción.— explico
— Tal vez lo era. Y el odio fue el primero en volver. Aún más razón para curarte. Así tendremos a la Izzy normal sin las terribles etapas Intermedias.— insiste y lo veo con coraje
— ¡No voy a tomar la cura, Damon! — me exalto tratando de irme, interviene mi camino
— Si lo harás.— alzo mis cejas — Aún si tengo que romperte el cuello o atarte con cadenas hasta encontrarla.— sonrío ampliamente
— ¿Quieres intentarlo? Me podría divertir un...— me pauso sobresaltada al ver cómo Rebekah le rompió el cuello
Su cuerpo cayó al suelo y volteo a verla impresionada, ella tenía una sonrisa pintada en el rostro.
— ¿Que dijiste sobre arreglar las cosas tú sola? — se regodea y suspiro
— Lo tenía bajo control.— la rodeo — Deberías buscar la pista en su bolsillo.— me agacho para quitarle su anillo solar
— Se va a rostizar. No dejaré que lo hagas.— me lo arrebata de la mano y me levanto
— Bien. Yo iré por algo de cenar y tú te encargas del resto.— me voy alejando — Que aburridos son todos. Diviértanse un poco.
Salgo del tejado y me encamino al bar. Ya me había hartado de tanta música y alcohol. Necesitaba sólo consumir sangre y recorrer un poco la ciudad.
Al salir, me encuentro con alguien que me borra toda la motivación. Dejo caer la puerta
— ¿No te cansas? — Klaus suspira apoyado en un poste del otro lado de la calle
— ¿Por perseguir a la mujer que amo? No, no lo hago.— alardea y asiento — Te sienta tu nuevo look por cierto, te hace ver como una adulta.— sonrío
— Deberías. Es agotador ir tras alguien que no existe.— aclaro y me pongo a caminar
— Yo creo que si, aún está dentro de ti.— se une q mi camino
— ¿Te acostaste con Hayley? — volteo a verlo y se frena
— ¿Qué? — expresa confundido y me detengo
— ¿El cerebro no te da para contestar o como? — me cruzo de brazos y resopla
— ¿De dónde sacas eso? — relamo mis labios
— Rebekah me dijo que la vio huyendo de tú casa. Pero no te preocupes, si lo hiciste me da igual, sólo preguntaba para evadir la otra conversación y dejadas de decir que me amas, que me harás vomitar y tengo hambre.— explico
— ¿Crees que lo hice? — inquiere y lo veo sin importancia
— Creo que no me importa. Eres Klaus Mikaelson, buscas tantito cariño en cualquier persona que te da un poco de atención.— me burlo y permanece en seriedad
— Eres lo más importante para mi, Izzy, y no puedo dejarte ir.— informa y hago una mueca
— Lo se, Nik.— me acerco — Y Damon me hizo ver que, no podemos alejarnos y me siento tan abrumada que no entiendo que me pasa.— finjo y me toma de los brazos
— Déjame ayudarte.— sonrío y acaricia mi rostro — No estas sola. No te dejaré caer nunca.— asiento y pego si frente con la mía
— ¿En serio me amas? — nos vemos fijamente
— Claro.— me aparto
— ¿Que harías por mi? — me toma del rostro
— Hasta lo imposible.— sonrío — Eres lo único que tiene valor en mi vida. No imagino una eternidad en la que no vuelva a ver tu rostro.— asiento
— Yo también, cariño.— le robo un beso y siento que el baja la guardia
El tenía sus manos en mi cintura dándome el espacio libre para lo que tenía planeado.
Aprovecho y encajo mi mano atravesando su pecho, se apartó de golpe y me vio con terror
— Te voy a arrancar lo que te hace débil. Lo que tu padre siempre te dijo que no te servía.— me ve con agonía, era algo que no había visto nunca — A ver si así te olvidas de mi por una vez en ti vida.— saco mi mano con su corazón y suelta un aliento
Su cuerpo se llenó de venas grisáceas dejándose caer sin vida. Sostenía la prueba de que el gran híbrido tenía corazón. Deberían ponerlo en un museo.
Lo dejé caer y continué con mi camino como si nada hubiera pasado. Arrastro el cuerpo de Klaus hasta el callejón y me voy abandonándolo.
Comenzaba a amanecer y ya era hora de irnos de esta ciudad. Vi el auto de Damon y a una rubia apoyada en el.
— Pensé que no vendrías.— arqueo una sonrisa y me acerco
— ¿Hay una cura que conseguir no es cierto? — suspira y asiente
— Necesito saber que estás de mi lado. Saber que puedo confiar en ti.— pide y aparto la mirada
— Supongo que tendrás que jugártela.— volteo a verla — Podemos estar juntas o puedo hacerlo por mi cuenta. Sabemos que no eres rival para mi.— me acerco a la puerta del piloto
— Soy una original.— abro la puerta
— Yo también. Pero con la fuerza de un licántropo y el poder de una bruja.— me subo — Te ganó en batalla, pero no te sientas mal. Contigo tendría un poco más de consideración.— resopla y se sube
— Mira esto.— me entrega la hoja y la tomo viendo un vistazo — Son posibles lugares donde Katherine puede estar. Es una buena pista.— asiento y suena mi celular, atiendo
— ¿Donde estas? — lo escucho molesto
— Buen día, Damon. Una mejor pregunta es, ¿a dónde vamos? — alardeo
— Lo siento, Damon. Creo que rompí tu radio.— agrega Rebekah y sonrío
— ¿Estás en mi auto? — refiere exaltado — Isobel Olivia Sommers, si chocas mi auto...— lo interrumpo
— No ibamos a tomar el autobús. Ojalá hubiera sido diferente. De verdad.— enciendo el auto — Saludaremos a Katherine de tu parte.— cuelgo y pongo en marcha
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Narrador omnisciente
— ¿Damon que hiciste? — se queja Stefan al teléfono
— Tiene que ver con una morena de 1,70 y su cómplice rubia.
— No me digas que esto va a donde creo que va.—refiere con fastidio
— Diferente fantasía, a menos de que te gusta la traición y los cuellos rotos.— ironiza — ¿No se suponía que Klaus vendría a calmar a su novia lunática?
— Si, ¿no ha llegado? — cuestiona sorprendido
— Creo que si eso hubiera pasado, Izzy no estaría huyendo de la ciudad. Al menos que también esté en algún sitio con el cuello roto.— explica — El indicio de Katherine, lo robó Izzy. Si estás buscando las palabras para decirme que cometí un error colosal, ahórratelo.
— No detuve la masacre.— soltó y Damon se quedó perplejo
— Silas tiene lo que necesita.— menciona preocupado
— Si, menos la cura.
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