Frío. Es lo primero que puedes sentir cuando estás indefenso. Ese sentimiento congelante que pasa por toda tu nuca, y te invade el cuerpo.

Algunos dicen que llegas a sentirlo en el borde de la muerte, que tu cuerpo empieza a deteriorarse y ese calor que te mantiene protegido, ahora es el que te consume.

Y todo lo que yo sentía, era frío.

Estábamos en el funeral de Jenna. Todo había pasado tan rápido que ni siquiera me di cuenta.

Usaba la típica ropa negra y el feo peinado. Miraba todo en cámara lenta. No procesaba lo que estaba sucediendo. Era una pesadilla.

— Hey.— me sobresalté al sentir una mano fría en mi brazo desnudo — ¿Estás bien? — vi a Stefan

— La verdad, no.— solté sincera y se sentó junto a mi

Los Salvatore habían prestado su casa, puesto que Klaus estaba atrapado en la nuestra. No creo que sería el lugar ideal para la ceremonia.

— Te traje esto.— bajé la vista y vi las donas de vainilla — Tus favoritas.— sonreí ligeramente

— No tengo apetito.— jugué con mis manos ansiosa

— No has hablado con nadie desde que volvimos del cementerio. Elena está preocupada por ti, y yo también.— expuso y lo miré

— No tengo tema de conversación. Esto se hubiera evitado si no hubiera puesto a Klaus antes que a ellos. Y lo hice, por estúpida.— solté indignada

— No te culpes, Izzy, tratabas de hacer lo correcto. Aveces tomamos decisiones que nos dicta el corazón al momento. Y está bien.— negué con el nudo en la garganta

— Esa decisión me quitó a la única madre que he tenido. Dejarla ahí, con mi papá fue como...fue como despedirme de ese lado humano de nuevo. Ella me hacía sentir especial, inocente y buena. Me daba esperanza, y ahora siento que estoy en un hoyo negro del que no quiero salir. Que ella se llevó toda la luz que había en mi.— expuse nostálgica y el negó tomando mi mano

— Yo aún la veo.— tenemos contacto visual — Has cambiado por que tu vida lo ha hecho, pero aún está esa chica dulce, adicta por el azúcar e incapaz de hacer daño a inocentes.— toma mi rostro — Izzy Sommers sigue ahí. Lo se.— sonreí — Ella odia que la llamen por su nombre, las películas románticas, no le gusta el café, y odia el calor. Ah, y cree que es una injusticia lo que le hago a los animales.— me reí  y bajó sus manos — Eso quería ver.

— Eres como Ted Bundy.— se ríe y bajé la cabeza

— Bien, no se si eso sea una buena referencia.— suspiré — No estarás triste por siempre.

— Pues se siente como que si.— me sinceré y entrelazó su manos con la mía tomándome por sorpresa

— Haré que no.— volteé a verlo y sonreí

— Chicos.— se acercó Elena y nos soltamos — Jeremy tiene algo que mostrarnos.— asentí y me levanté del sofá

— Espero que sea bueno.— murmuré

— Ya las alcanzo.— menciona Stefan y me fui alejando

Mi cabeza era un caos. Me sentía tan triste, como no lo había estado antes. Siento que todo me sale mal, y que estoy en mi peor momento.

Solo pienso en que ha pasado un día, y ya extraño demasiado a Jenna. No importa cuántos años pasen, la ausencia de una madre se siente en los detalles más pequeños: en las cosas que solía decir, en el calor de sus abrazos que ya no están, en la certeza de que su risa no volverá a llenar la casa. Jenna era luz, y esa luz se esfumó.

Al entrar a la habitación, veo a Jeremy acompañado de Bonnie con tatuajes que no creí ver en todo su cuerpo.

— Esto no es lo que quiero ver después de un funeral.— añadí y me senté en la cama de Damon

— Todos estamos tristes, pero si algo quería Jenna, es que tuvieran otra oportunidad.— opinó Jeremy y suspiré

— Se que te duele, Izzy, también a nosotros.— vi a Elena — No creí que esto nos sucedería y la extraño mucho. Tanto que duele.— sentí el nudo en el estómago — Pero ella quería esto, y lo haremos por ella. Se que eso nos diría.

— No tengo cabeza para esto.— aclaré — No pienso ir a ese viaje, no tengo la fuera de voluntad. No me necesitan.— me levanté

— Necesitamos tu...— interrumpí a Bonnie

— ¿Quieren sangre? — mordí mi muñeca y dejé escurrir la sangre en el suelo — Ahí hay. No hay forma en que yo vaya a ese viaje.

— Si te necesitamos.— pidió Bonnie — Yo te necesito. Por favor.— suspiré

— Y yo soy un caos, Bonnie. No puedo pensar en magia, no puedo hacer nada. Soy inútil.— expuse y me vieron con lastima — No me den esa mirada. Ya estoy harta de ella...— fui a la puerta y me frené al ver a Stefan entrar

Llevaba consigo la lápida. La que habían perdido gracias a Shane. Tenían todo lo que necesitaban.

— Ya que Rebekah no estorbará, sólo necesitamos al profesor y la encontraremos.— explicó Elena

— Si, yo no le puse la daga.— añadió Stefan y fruncí el ceño

— ¿De que hablan? — me muestro confundida

— ¿Qué? ¿Por que no? — pregunta Elena alterada

— No hizo falta, esta de nuestro lado.— explicó y suspiré

— Necesito un trago...— menciono y me acerco a la puerta

— ¿Nuestro lado? ¿En serio dijiste eso? — se quejó Elena y la cabeza me estallaba

Me sentía mareada, cansada y con fatiga.

— Si, ella entregó la lápida. Quiere encontrar la cura más que nosotros.— aclara Stefan

— ¿Por que piensas que puedes creerle?— Elena se mostró incrédula

— Adivino...— entró Damon —... te juró lealtad mientras estaban desnudos en la cama.— mis ojos se abrieron de par a par

Stefan me buscó con la mirada y yo sólo me sentía con nauseas y en shock. No sabía cuál era peor, pero si que era la revelación de la semana.

Stefan y Rebekah. No la vi venir.

— Creo que voy a...— me callo al dejar salir el vomito

— Izzy...— se me acercaron e hice una seña de que no vinieran

— Esa también fue mi reacción.— añade Damon y levante la cabeza

— Estoy bien.— limpio mi boca — Solo estoy algo abrumada. Mi cuerpo no está de lo mejor sin sangre. Trata de cargar con tres especies.— explico

No me alimentado desde hace dos días. Mi cuerpo esta muriendo por sangre. Es lo último que me viene a la mente.

— Te morías de ganas de decir eso, ¿verdad, Damon? — le reclama Stefan 

— ¿Se suponía que era secreto? Debiste ser mas claro mientras me desangrabas en el sótano.— discute

— Si, para evitar que matarás a Jeremy.— se defiende y me llevo las manos a la cabeza

— Ya basta, los dos.— alcé la voz — Me van a volver loca. Necesito largarme de aquí. Hagan lo que quieran. No iré a ese viaje.

Salí de la habitación y me subí a mi auto. Sentía que iba a enloquecer, todas mis emociones me explotaban la cabeza y sólo quería gritar y quitarlas.

Me duele tanto, pero me duele por que me siento responsable. Siento que le fallé, pude salvarla y le fallé. No me saco esa idea de la cabeza.

Terminé en un sitio al que no creí. Ya no sentía fuerzas para ir a buscar la cura. No tenía la voluntad de seguir haciendo esto. Solo quería silencio.

— Hola.— le hablé a Klaus y volteó a verme desde la sala — No has enloquecido.— cierro la puerta

— ¿Qué haces aquí? — suspiré y camino hacia el

— No lo sé. Solo conduje y terminé aquí.— me puse frente a él — Parece que perdí mis cábeles.

— ¿Como te sientes? — me siento en el suelo cruzando las piernas

— Triste y mediocre. Jamás pensé que podría llegar a este punto.— se sentó dándome compañía — Pero toqué fondo. No se como superar el dolor y culpa que siento. Es como algo oscuro dentro de mi.— expliqué

— Me duele verte así. Noto en tus ojos lo cansada que estás. La forma en que apenas estás de pie.— bajé la cabeza — Aunque tengamos nuestras diferencias, mi amor por ti es el mismo. Jamás dejare de amarte.— levanté la mirada — Y siempre querré ayudarte. No importa que.

— Siempre hay algo que nos separa a ti y a mi. Una clase de barrera que no termina de unirnos, estar juntos en este pueblo no nos deja avanzar.— expuse

— Somos muy diferentes.— tenemos contacto visual — Nosotros somos los que nos auto destruimos. Solo tú y yo tenemos ese poder.

— Qué tóxico, ¿no? — inquirí y bajé la mirada — Dos amantes que sólo ellos pueden destruirse. Suena poético o estúpido.— suspira

— Izzy, no puedo confiar en ti.— frunzo el ceño — Siento que me usaste. Que te aprovechaste de mi amor por ti para matarlo.— niego

— Yo no hice eso.— lo vi ofendida — Y me molesta que creas que haría algo así. Eso quiere decir que en realidad no sabes cuanto te amo. Después de todo lo que hemos pasado.— aparta la mirada

— Mataste a Kol. Me dejaste fuera y yo pensaba que tú le pondrías la daga.— me levanto molesta

— Yo le iba a poner la daga, el...— me pauso — De nada sirve que te explique, no vas a creer en mi. Y me duele, por que no te he dado las razones para que desconfíes de mi.— se levanta

— ¡No puedo confiar en nadie! — me alzó la voz — Te abro mi corazón, te doy mi confianza, y la conciencia me carcome al pensar que no estas conmigo por que me ames, si no por que te conviene.— lo vi perpleja y sus ojos se cristalizan

— ¿En verdad piensas eso? — solté ofendida — A pesar de que yo estoy de tú lado cuando tú saliste con mis malditas doppelgängers, cuando me sentía el remplazo de tu perdida, cuando me ofendiste comparándome con Genevieve, ¡tienes el descaro de decirme esto! — reclamé y los focos se reventaron

— Izzy, no...— sentí el nudo en el pecho — Yo no se que pensar. Todo aquí arriba me confunde.

— ¿Sabes que, Klaus? — me acerco a él — Vete al infierno. Siempre es lo que te pasa a ti, lo que sientes tu. Me alejas de ti por que crees que me proteges, pero no es verdad. Lo claro, es, que estás tan inseguro de que alguien pueda amarte, que te niegas a aceptarlo.— sus ojos azules se impactan con los míos — Y ya me cansé de tener que demostrarte lo contrario.— caen lágrimas de sus ojos y doy la vuelta

— ¿Qué quieres que haga? Así me hice en mil años. No puedo cambiar de la noche a la mañana.— me freno

— ¿Esto lo justifica? — volteo a verlo

— No lo sé...— expone divagado y me llevo las manos a la cabeza

— Si tan sólo...nada.— divagué

— ¿Qué? — suspiré y mordí mis uñas ansiosa

— Hubiera una forma de cambiar todo y traerla de vuelta. Una manera en que...— me pauso

Algo vino a mi mente. El profesor Shane estaba obsesionado con que podría traer gente de la muerte al levantar a Silas. El creía firmemente en que era tan poderoso para devolver a quienes perdimos.

Si lo encuentro, y voy con el a buscar a Silas; cabe la posibilidad de que el me ayude a traer a Jenna de la muerte. Así podría recuperarla.

— ¿Izzy? — levanto la mirada — ¿Qué pasa?

— Se que hacer.— expreso animada y frunce el ceño

— ¿Qué? De pronto te volvió la actitud, ¿que vas a hacer? — fui a la puerta

— Ahora tengo esperanza, Klaus.— me freno para verlo — Voy a arreglar esto. Yo tengo que arreglarlo. Es lo único que me queda.— me ve con confusión

— Izzy, ¿de que estás hablando? — abrí y escuché sus reproches de fondo — Háblame, ¿qué vas a hacer? — azoté la puerta — ¡Isobel!

Cerré los ojo por unos segundos. Necesitaba aire y necesitaba fuerza. Después de todo, si iré a ese estúpido viaje. Me regresará a Jenna.

Le llamé a Bonnie para dar con el profesor, me dijo que estaba en su oficina en el pueblo. Lo estaban vigilando por un caso de homicidio.

Toqué la puerta y me asomé, estaba algo abierta.

— ¿Hola? — hablé y el se levantó de su asiento

— Izzy, hey...— parece entusiasmarse — ¿Qué haces aquí? Lamento tu perdida.— suspiré

— ¿Tu crees en serio que si despertamos a Silas el pueda regresarnos a quienes perdimos? — cuestiono y alza sus cejas

— ¿Quieres traer a tu tía? — interrogó y lo vi fijamente

— Puedo hipnotizarte para que me digas exactamente lo que quiero.— advertí y sonrió

— La hipnosis no funciona conmigo.— se apoya en su escritorio — No tienes que usar fuerza conmigo. Te diré lo que quieres saber.— asiento

— Entonces contesta mi pregunta.— insisto

— Si, podrá traerla. Ella está en el purgatorio al ser vampiro.— asiento — Silas quiere destruirlo para poder entrar y no quedar atrapado.— frunzo el ceño

— El no puede morir. Es inmortal.— aclaro y ladea una sonrisa

— Pero no si bebe la cura y muere como brujo.— alzo mis cejas — El también debe beberla.

— Y así despiertas a Silas...— divago sorprendida y asiente — Pues entonces, no hay más que esperar. Tenemos el mapa. Ahora tu parte es decirnos por dónde empezar.

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Después de organizarnos para el viaje, llegamos a una clase de isla. Fue un viaje largo, casi dos días. Pero todo valdrá la pena. Todo lo hago por Jenna.

Odiaba admitir que esto parecía una película de terror. Como las que empiezan por unos tontos que quieren salir a descubrir una isla, y los del bosque o los mata, o hay una leyenda oculta. Total, para que terminemos muertos.

La única ventaja, es que somos puros seres sobrenaturales. Ellos deben tenernos a nosotros.

Ver el enorme océano me causaba conflicto. No se nadar, y sentía que podía caer y no subir a la superficie. Te puedes perder fácilmente ahí dentro.

— ¿No eres suicida, verdad? — me habla Stefan y alzo la mirada — Ves mucho el agua.— me bajo del bote

— No se nadar y no se tu, pero en el océano hay todo tipo de cosas. Es tan sombrío y profundo. A mi me da miedo.— agarro mi mochila

— ¿La trihibrida original le teme al agua? — se burla y ruedo los ojos — Estoy en shock.

— Cállate, no soy de viajar.— aclaro y sonríe

Estudio el lugar con la mirada. Era enorme y tenía la vibra escalofriante. El aire frío pegaba mas por el agua, y sentías que algo malo había allí dentro.

— ¿La cura no podía estar en Europa o en otro sitio que no esté en medio de la nada? ¿Donde rayos estamos? — me quejo preguntándole a Shane

— A 300 kilometros de la costa de Nueva Escocia. La idea principal era esconder la cura en la isla mas desolada.— aclara y frunzo el ceño

— ¿Si? Creí que era que nadie encontrará a Silas. El más viejo y malvado monstruo del mundo, según Kol.— alardeo mientras me cuelgo la mochila

— Si, también.— complementa Shane

— ¿Bloqueador?— me muestra la botella y frunzo el ceño

No veo la lógica en su pregunta. Parece que se quería hacer el gracioso.

— ¿Es un chiste? — contesta Damon detrás mío y Shane asiente

— No eres gracioso.— me alejo y veo a Rebekah

Stefan la invitó, ahora parece que están muy unidos. Cosa que no me esperaba, pero, el sabrá lo que hace con su vida.

Yo me preguntaba si iba a ver guerra con Rebekah. Ya que, matamos a su hermano. Debe querer hacer algo al respecto.

— No estas ayudando.— le reclama Stefan

— Tu puedes hacer un nudo solo.— aclara Rebekah y camino hacia Elena

— Mirar mal a Izzy y Elena no sirve de nada.— explica y frunzo el ceño

— Mataron a mi hermano y Elena trató de que tú me clavaras una daga. Tiene suerte que solo la mire mal.— me giro molesta

— Sabes que te escucho, ¿no?— le reprocho

— Sabes que no me importa, ¿no?— responde petulante y embozo una sonrisa orgullosa

— Entonces, somos dos.— me cruzo de brazos — Por que en verdad, me importan un comino tus amenazas. Así que, ahórratelas.— nos vemos desafiante

— Tu, pero Elena, siempre será la debilucha.— se burla haciéndome enojar

Elena deja caer su maleta y va sobre ella, la toma del cuello y le apunta con la estaca al pecho

— ¡Elena! — la nombro exaltada y Rebekah la azota contra el suelo

Voy enseguida y la empujo apartándola de mi hermana.

— Si te metes con ella, vas a enfrentar problemas reales. Como a mi.— levanto a Elena

— Cierto, la protectora. ¿A donde te llevó eso? — opina y se aleja

— No la soporto. Solo tendré que aguantarla unos días más. Y luego encontraremos la cura y no tendré que volverla a ver.— expone Elena y suspiro

— Una Rebekah humana. No la imagino sin colmillos y siendo una anciana.— me burlo y sonríe

— No te veía así. Con tu sentido del humor.— menciona serena y suspiro

— Por que tengo un propósito.— frunce el ceño — Es todo lo que necesitas saber. Estoy bien.— asiente

— Bien, iré a ver cómo va Bonnie.— asiento — Me alegra que estes mejor. Me dolía verte tan distante, tan deprimida...— toma mi mano — No eres así.

— Ya no lo seré. Tengo esperanza.— sonríe — Eso me mantiene cuerda.

— Lo que necesites para sanar.— sonrío y se va alejando, viene Damon

— ¿Como vas, sunshine? Parece que estás más brillante que desde hace días.— doy un suspiro largo

— Tengo un propósito.— frunce el ceño — Es todo lo que necesitas saber por ahora.— a lo lejos veo a Rebekah

Damon nota mi vista juzgadora, es que conozco a Stefan y siento que el ya no está.

— Stefan la invitó para demostrar que ha dejado todo atrás.— volteo a verlo — Quiere que creas que te superó y quiere que yo crea que no lo afecto.

— Quiero que sea feliz. No me tiene que demostrar nada. Si el quiere estar con ella, es su problema.— expresé sincera

— Si, pero Rebekah es su fachada. Lo conozco, y las rubias no son su tipo.— se burla y sonrío

— Oye, nunca hablaste de que harás con la cura cuando la encontremos. ¿La tomarás? — cuestiono y el me ve fijamente

No emitió palabra, parece que evadía el tema por completo. Y siendo sincera, no me imagino a un Damon sin ser vampiro. Yo creo que a él le gusta lo que es, y solo está aquí por nosotros.

— No me gusta especular.— explica a secas — ¿Y tu? ¿La vas a tomar? — suspiro

Claro que no, yo me quiero quedar exactamente como estoy. Tengo otros planes.

— No me gusta especular.— le regresó la moneda y se ríe

— Auch, usas mis evasivas contra mi.— sonrío y camino con el

— Touché.—  añadí burlona

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Narrador omnisciente

Mystic Falls, casa Gilbert

— Buenos días, solecito.— se burló Tyler — Te ves patético.

— Sólo hasta que se pase el hechizo de Bonnie que me encierra aquí. Entonces me veré diferente.— aclamó — ¿Sabes algo de Izzy?

Muestra preocupación, no ha sabido de ella durante dos días. Era mucha frustración.

— No te interesa. Tiene sus propios problemas, como para que tú te involucres.— alardea y Klaus sonríe

— Te arrancaré los ojos o tal vez la lengua. Cualquiera de los dos me sirve perfecto.— amenazó

— Mis amigos ya habrán vuelto con la cura para obligarte a beberla y hacerte mortal.— se regodeó

— Soy un original. ¿Qué te hace pensar que mi linaje no quedará curado conmigo? Es decir, tú.— aclaró

— ¿Sabes que creo? — se le acerca — Que es imposible. Creo que en el momento en que dejes de ser vampiro, nuestra conexión se romperá. Y tu linaje señorial se deshará. Y lo que te pase a ti, te pasará sólo a ti. Y podré matarte sin que nadie muera. Aunque aún debato como voy a hacerlo.— Klaus va hacia el

— Te recomiendo ahogarme. No hay nada como sentimiento de alguien luchando por un respiro.— se burló y Tyler se puso furioso — Y déjame decirte, tú madre peleó mucho.

— Cállate.— se quejó y el híbrido sonrió

— Ahora, te lo pregunto por última vez, ¿donde rayos está Izzy?

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Isobel
Comenzamos a adentrarnos al escalofriante bosque en medio de la nada. Estoy traumada con el proyecto Blair y camino hacia el terror. Solo espero no encontrarme con caníbales. Yo huyo por mi vida.

— El teléfono satelital no tiene señal.— se queja Shane levantando el celular

— Que buen augurio.— añade Damon y paso saliva tensa

— ¿Alguien más está espantado? — pregunta Elena y levanto la mano

— He visto muchas películas de terror.— explico algo nerviosa

— Pues vete, Elena. Tú presencia es la menos requerida aquí.— la ataca Rebekah

— No empieces.— la regaña Stefan

— Y tu estás aquí, ¿por...?— me burlo y Elena y Damon ríen

Rebekah sólo me dió una mirada hostil mientras trataba de ignorarla.

— Tengo la lápida...— rodee los ojos — Solo digo la verdad. Jeremy tiene el hechizo, Bonnie y tú son las brujas que sacaran la cura. Shane es la brújula humana. Y Stefan y yo tenemos la lápida, que dios sabe lo que hace. Y Elena no viene al caso.— se burla y veo a Elena

Ya estaba muy fastidiada de esta maldita situación. Parecían niñas chiquitas.

Mi hermana no contestó, sólo permaneció serena.

— ¿Y que hay de mi?— se muestra Damon ofendido

— Tú trasero es bonito.— le contesta y Stefan y yo sonreímos

Se termina la discusión y seguimos caminando. El tiempo se me hacía eterno al solo ver árboles, más otros árboles, y lo peor, todos se veían iguales.

Comenzaba a oscurecerse y parecía que no había rumbo. Sentía que daba vueltas por el mismo lugar y me comenzaba a fastidiar. Solo había tensión, y mucho drama.

— Siglos después de la muerte de Qetsiyah unos mineros que excavaban un pozo en la isla, enloquecieron de repente. Y se vaciaron la sangre sin razón aparente. Y la leyenda dice que los mineros cambiaron una gota de su sangre por ver a sus seres queridos muertos en el pozo. Se corrió la voz y exploradores buscaron el pozo para ver si era verdad.— expone Shane y frunzo el ceño

Bonnie me dedica una mirada de sospecha. Este tipo es muy raro y no termina de convencerme.

— ¿El pozo era mágico? — pregunta Bonnie incrédula y nos frenamos

— Algunos creen que las voces de las almas perdidas solo eran un remolino de viento entre las cavernas. Y las visiones se causaron por inhalar unas plantas venenosas.— explica y frunzo el ceño

— ¿Y tu que crees? — le pregunto directa

Si vine aquí, fue para revivir a Jenna, no para una cura que no quiero, y que en estos momentos ni siquiera necesito estar metida en el medio ambiente.

— Yo creo en la magia.— Bonnie voltea a verme — Mi esposa e hijos murieron con unos meses de diferencia. Yo decidí probar el pozo en persona.— frunzo el ceño — Ofrecí mi sangre y esperé. Vi a mi esposa. Vi sus ojos, su sonrisa. Mi sangre me permitió verla de nuevo.— bufé

— Como que meterte tantas hierbas te fundieron un poco el cerebro, ¿no? — inquirí con burla y retomamos el camino

— Esperen. Alto. Alto. Alto.— nos detiene Shane alterado y comienza a inspeccionar el lugar — ¿Todos están poniendo atención?— volteamos a verlo, el se agacha y alumbra con las linternas—Primera lección de supervivencia.— quita una piedra del suelo y una red sale explotada de la nada, me sobresalto — No se separen y abran los ojos.— le veo sorprendida

Un voto para el boy scout.

— Me hubiera enojado bastante si eso me hubiera atrapado.— agrego y todos encendemos las linternas, por fin seguimos en el camino

— Ya no tengo agua.— pide Jeremy y volteo a verla

— Ten la mía.— le ofrezco sacando mi bote de la mochila

— ¿Un pozo mágico? ¿En serio? — se burla Jeremy y suspiro

— No lo se, mira...Todos perdimos a alguien. Nosotros de forma reciente. ¿La posibilidad de volverlos a ver? Creo que lo entiendo.— expuse y el soba mi brazo

— También yo.— sonrío ligeramente y lo dejo beber agua

Al alejarme, escucho un ruido extraño y me doy la vuelta. A Jeremy le apuntaban con un arco.

— ¡Jeremy! — grité asustada y lo saqué a velocidad vampírica

Caímos al suelo y respiré agitada. Eso vino de la nada. Por suerte lo saqué antes de que la flecha le atravesara.

Nos levantamos y vemos el cuerpo. Parece que alguien más lo había matado, y con un hacha.

— ¿Que rayos pasó? — pregunto exaltada

— Alguien me salvo la vida.— respondió Jeremy sorprendido

Esta isla si que está bien rara. Ya sabía yo que algo así iba a pasar. Seguro son caníbales y esa era una de sus presas.

— Vámonos, hay que retomar el camino antes de que nos cosan en barbacoa.— le tomé la mano

— ¿Qué?

Nos reintegramos con el grupo y les contamos lo que había pasado. Yo sólo pedía que no me agarran de sorpresa que así no traigo mis cinco sentidos.

— ¿Que es este lugar?— pregunta Stefan al ver una cabaña en medio de la nada

Claro, así empiezan las películas del terror.

— Dice la leyenda que unos estudiantes vinieron de vacaciones. Semanas después fueron encontrados sin una gota de sangre.— expone Shane y veo alrededor nerviosa

— Genial, no ayudas a mi crisis.— añadí molesta

— Pues trágico para ellos, bien por nosotros. ¿Donde dormiremos? — pregunta Rebekah

— Es adorable. Hay un hombre con un hacha acechando en el bosque y vamos a acampar.— ironiza Damon

— ¿No han visto la película de la cabaña? También entraron a una cabaña a mitad de la nada y terminaron muertos por monstruos.— menciono y me ven como bicho raro — Yo sólo les advierto que de todos ustedes, yo soy la inmortal. Después de la bruja está.— señaló a Rebekah

— Ay, ya cállate.— se queja y sonrío

— Será mas seguro que caminar en la noche.— argumenta Shane

— Mejor sigamos, ¿no? ¿Ir por la cura, entrar ,salir? ¿Donde está?— insiste Damon

— ¿Qué tan estupido crees que soy? — le reclama Shane

— Lo suficiente para revivir a un brujo inmortal, creo que demasiado.— se ponen a discutir y me alejo

— Genial. Mosquitos, locos sueltos, posibles caníbales y nosotros vamos a dormir en la cabaña del terror. No tenía mentalizado esto.— le digo a Elena y sonríe

— En serio te da miedo acampar.— se burla y suspiro asintiendo

— Es horrible. Estamos en medio de la nada, sin teléfono, y no trabajo bajo presión.— expongo y suspira

— Ve con Stefan para que no estés sola. Iré a hablar con Damon de algunos temas.— pidió y lo vi a lo lejos

El y Shane ponían una fogata. Stefan parecía no odiarme tanto como antes. Parece que me tenía lastima o consideración.

— Está bien. Ya no me odia tanto.— menciono y camino hacia el

— Vaya, somos ocho y nadie trajo malvaviscos o algo que me suba el azúcar.— me quejo y me siento junto a él

— Ten...— saca una barra de chocolate de su bolsillo — Sabía que dirías algo así.— sonreí enternecida

— Gracias.— me siento junto a él — ¿Que haces con eso? — pregunto al verlo con la lápida

— Estamos a un día de encontrar la cura. No la perderé de vista.— explica y asiento

— Tu en serio quieres...— me pauso al escuchar un ruido extraño asustándome — ¿Qué fue eso? pregunto nerviosa

Sentí como una presencia y eso me puso los pelos de punta. Veo alrededor tratando de dar con alfo.

— Este lugar esta embrujado. Lo sabía.— me aferro al brazo de Stefan

— Me aplastas el brazo.— se burla y volteo a verlo

Sonrío apenada y lo suelto mientras el tiene esa expresión tierna.

— Bueno. Me descubriste, soy una cobarde.— solté sincera y bufea

— ¿Estás consciente de que eres una trihibrida original? — informa incrédulo y suspiro

— Y eso por eso que no deben molestarme. Soy muy poderosa.— alardeo — Y explosiva sobre todo.

— ¿Qué vas a hacer cuando vuelvas a ser humana? ¿Volverás con Klaus? — bajo la mirada abrumada

Sentía la manera en que el buscaba una respuesta.

— Lo de Klaus es punto y aparte. Ser humana, no es algo que desee. Lo extraño, si, es completamente diferente explotar cada vez que algo me hace sentir mal. Aveces no lo controlo. Pero, es negar una parte de mi, ¿sabes? — volteo a verlo — La parte oscura. Tal vez si deba tomarla y ser la bruja licántropo de nuevo. No lo sé.

— Si tomo la cura, no sería por nadie más. Sería por mi.— sonreí y tuvimos contacto visual

— Y me alegro por eso. Se cuanto te ha costado ser vampiro, esta es una nueva oportunidad en tú vida.— asiente

— Tienes razón. Una parte de mi, quería regresarte lo que te quité.— frunzo el ceño — No llegué a tiempo con el antídoto y...— lo interrumpo

— Stef, no fuiste tú.— tomo su mano — Si llegara a beber esa cura, es por que no quiero ser un vampiro original.— frunce el ceño — No me gusta ser inmortal. Temo que pasen cien años y me vea igual. Que no cumplí un ciclo en esta vida.— bajé la cabeza — No quiero vivir para siempre.— lo miro

Sus ojos mostraban sorpresa, pero de alguna forma lo entendía. Aveces uno se siente estacando, y no quiero sentirme así en mil años.

— Te entiendo. De maneras que no sabes.— el bajó la vista a mis labios

Pasé saliva y nos acercamos más el uno al otro, a punto de besarnos. Había esta química que no nos dejaba detenernos.

— Izzy.—me habla Bonnie y me freno — ¿Podemos hablar? — asiento y la veo con el celular en mano

— Si, vamos.— nos alejamos y la veo algo preocupada — ¿Todo en orden? — suspira y entramos a la cabaña

— He estado viendo las fotos del tatuaje de Jeremy, y no hay hechizo.— frunzo el ceño y le quito el celular

— ¿Como? Debería, Shane me dijo.— comienzo a ver las fotos

— La expresión no requiere un hechizo escrito.— entra Shane y nos sobresaltamos — Piénsalo como acceder a magia que ya está dentro de ustedes.— nos vemos ella y yo — Solo tienen que desearla.— bajo el celular

— ¿Y deberíamos confiar en ti? — le pregunta Bonnie incrédula

— Oigan, escuchen, Bonnie, yo te enseñé la expresión para acceder a la cura.— se nos acerca y retrocedo — Estaré contigo todo el tiempo, lo prometo. Con ambas.

— No confío en ti. Algo más tramas, algo no estás diciendo, y no se que.— informé y nos vemos fijamente

— Pero no le respondiste.— intervine Damon y volteamos a verlo

— Lo pondré de otra forma. Necesitan que yo las ayuda.— frunzo el ceño y volteo a verlo

— ¿Necesitamos? — pregunto incrédula

— Como Bonnie lo ha demostrado, la expresión es peligrosa. Créeme cuando les digo que la he visto peor.— expone y frunzo el ceño

— ¿Que tanto?— pregunta Damon

— Cuando perdimos a nuestro hijo en el accidente, mi esposa se volvió loca. Trató de resucitar su cuerpo usando magia.— lo veo perpleja

— ¿Tú esposa era bruja? — le reclama Bonnie

— Era muy poderosa. Pero con poca disciplina.— lo veo molesta

— ¿Y jamás me lo dijiste?— se queja

— No quería asustarte. Ella trató de revivirlo usando expresión, y se sobreexcedió y murió.— expone cínico y lo veo furiosa

— ¿Le enseñaste a Bonnie la magia que mató a tu esposa? — le reclamo

— Si, pero lo bueno es que aprendí a preverlo. Puedo evitar que la expresión la consuma.— meneo la cabeza abrumada

— Lo malo es que la hiciste una bomba que solo tu puedes desarmar.— añade Damon

— ¿No crees que se lo que pasará? Vine a levantar a Silas. Para revivir a los muertos, y tu no dejarás que pase.— le reclama a Damon y me quedo en silencio

Claro que yo quiero exactamente lo mismo. A eso vine particularmente.

— En cuanto les muestre la cura vas a matarme.— Shane voltea a verme — Y Bonnie debe mantenerme vivo para que yo la mantenga viva.

— Esto es una locura. Te aprovechaste de ella.— siento como se marcan las venas bajo mis ojos y se sobresalta retrocediendo

— Izzy, tranquila.— me calma Bonnie

— ¿Qué más se necesita? — ordené y se quedó callada — Tengo otras formas de hacerte hablar.— levanto mi mano

— Hazlo. Pero tú sabes que sin mi, no tendrás lo que quieres.— se regodea

— Quiero matarlo.— me quejo y voy a la salida de la cabaña — Sabía que no podíamos confiar en el.

— El hombre esta loco.— menciona Damon — No me sorprendí al saber que escondía algo.

— Si no hay hechizo, ¿por que me necesita? — menciono confundida — ¿Mi sangre es todo?

— Tal vez, no lo sé. No lo mates.— resoplo

Voy a mi casa de campaña para poder dormir, no conciliaba el sueño como quería. El lugar era un maldito sauna. Odio esto.

— Hayley, mira lo que dibujé.— le muestro mi hoja y sonríe

— Yo lo hice morada.— la enseña entusiasmada — Podemos mostrársela a tu mamá.— niego

— A ella no le importa.— dejo la hoja en la mesa — Solo le importan sus cosas de fantasías. Sus investigaciones, no más.— continuo pintando

— A mi me importa.— volteo a verla — Siempre vas a importarme. No importa cuantos años pasen, siempre nos tenemos la una a la otra.— la veo enternecida

— Lo míos, Hales. Quiero ser pintora de grande. Hacer un mural en un museo, y cantar en vivo.— menciono y me levanto

— Tu tienes un don...— voy a mi cajón — Yo aún no sé cuál es el mío.

— Sacare mi lista de deseos para antes de los dieciocho. Ahora mismo tenemos ocho, sólo nos faltan diez años. Debo cumplir esto.— me acerco y le muestro mi libreta

— ¿Cuales cumpliste? — ambas vemos las hojas con atención

— Pocas, pero si una en especial. Decirla tu mejor amiga que la amas.— ella sonríe

— Nunca Te voy a dejar.— muestra el meñique — Esto es para siempre.

— ¡Jeremy! — gritó Elena y me despierto de golpe, salgo de mi casa campaña

— ¿Qué sucede? — salgo medio dormida 

— ¿Encontraste algo?— le pregunta Elena a Bonnie

— No está en el camino.— expresa regresando del bosque

— ¿Que sucede? — insisto y Damon voltea a verme

— Jeremy está desaparecido.— explica y lo veo perpleja

— Oh por Dios, no puede ser.— suelto preocupada

— Sus cosas siguen aquí.— habla Shane mostrándolas

— Tampoco está en la cañada.— llegan Stefan y Rebekah

— Esto es muy extraño, ¿por que rayos se iría? Tiene que ver con el sujeto de anoche.— añado y froto mi cara tratando de despertar

— Vamos a separarnos.— sugiere Damon y Stefan y yo cruzamos miradas

— Me quedo. Intentaré rastrearlo con un hechizo,Izzy ¿ayudas?— pide Bonnie y asiento

— Si, claro, sólo me cambiaré.— aclaro y asiente alejándose

— Muy bien, me quedaré para asegurarme que ellas estén a salvo.— menciona Shane y va tras de ella

— Yo me quedo para ver que no mientas.— añade Damon

— Bien, seguiremos buscando en la isla.— sugiere Elena y ve a Stefan y Rebekah molesta

— Te veo luego.— nos despedimos y sin estar de acuerdo, va con ellos a emprender la búsqueda

Me visto rápido y voy con Bonnie. Le subo el zipper de la chaqueta y la veo de rodillas frente a la fogata

— Puedes usar mi sangre, sería más rápido.— opino y voltea a verme

— No tenemos un mapa, este hechizo es distinto al de localización.— asiento — Tómalo, será más fuerte la conexión al ser familia.— sostenemos la playera y cierro mis ojos

Ambas susurramos el hechizo y el aire pega más fuerte y el fuego se enciende al instante, abrimos nuestros ojos 

— Funcionó.— menciono asombrada y dejamos caer la playera al fuego, esperamos resultados

— Si, ahora sólo debemos esperar a que nos muestre el camino.— asiento y de la fogata sale una linea de fuego recorriendo al bosque

Nos levantamos enseguida y comenzamos a seguirla. Me preocupaba que le pudieran hacer daño a Jeremy. No podría soportar que algo malo le suceda.

Al seguir, quedamos en medio del bosque y nos pegó una ráfaga de viento muy fuerte, como si no pudiéramos contenerla

— Debemos seguirla.— escucho susurros y frunzo el ceño

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Voltee a ver a Bonnie a ver si escuchaba lo mismo que yo, eran demasiadas voces, creo que me volvía totalmente loca.

— Bonnie, tengo una mal espina.— menciono mientras vamos caminando

— Este sitio ya no es seguro, algo me dice, que traer a Silas no será bueno.— pasé saliva tensa

Tal vez sería la peor persona de mundo por querer hacerlo, pero no tengo otra opción. Lo necesito, y no me importa el precio.

— Tal vez.— divagué y me recorrió un escalofrío

Al paso del tiempo, aún no encontrábamos nada. Seguíamos yendo tras la línea de fuego, y parecía no llevarnos a algún lado. O, para mi todo se ve exactamente igual.

— Esto comienza a preocuparme, aún no damos con Jeremy y parece oscurecer.— expreso preocupada mientras vamos en medio de la nada

— Debe estar cerca. Si no, el camino no nos seguiría guiando.— explica y suspiro tensa

Cada vez que no sabía de Jeremy, un miedo irracional crecía en mi pecho. No podía estar totalmente concentrada en la ubicación.

— Izzy.— escucho a Stefan y volteo a ver, andaba con Rebekah — Ya dieron con algo.— me freno y veo a Bonnie continuar

— Todo este lugar se ve similar para mi.— añade Rebekah

— Se suponía que hicimos un hechizo para encontrarlo, pero llevamos horas en el bosque y no damos con...— al acercarme a ellos piso algo y me sacan del camino azotándome contra un árbol

Suelto un suspiro sobresaltada y volteo a ver, se había disparado una flecha.

— Gracias, pero no me habría matado.— agrego nerviosa mientras tiene su mano en mi cintura, nos vemos fijamente

— Perdón, es un hábito.— menciona agitado y baja la vista a su mano

Yo siento como la piel se eriza a su tacto y lo nerviosa que me tenia. Había una tensión impresionante.

— Tengo que volver con Bonnie, no es seguro que ande sola.— expongo y me aparto de el

— No te puedo dejar sola en medio de un lugar que no conocemos, sin añadir que es de noche.— impone y suspiro

— Puedo cuidarme sola. Recuerdas que soy poderosa.— aclaro — Vayan a la cabaña a ver si Jeremy ya volvió. Tengo que seguir la línea.

— Te tomo la palabra, ya me harté de estar en medio de tantos árboles.— agrega Rebekah 

— Bien, si no vuelves en unas horas, no me importa  si eres el ser más poderoso del planeta, volveré por si.— ordena Stefan y sonrío 

— Sólo vayan, yo estaré bien.— me encamino y sigo el rastro de tierra quemada

Bonnie debía ir más avanzada, no la veía en el radio en que estaba. Fui a velocidad vampírica.

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Narrador omnisciente
Klaus había mordido a Caroline. Tyler la había dejado a su cuidado para que le dejara morir, y se sintiera responsable por matar a una de las mejores amigas de la mujer que amaba.

Sabía, que si no salvaba a Caroline, perdería a Izzy por la acción que tomó.

— Morirás y Tyler habrá aprendido su lección a las malas.— expresa sin tacto

— ¿Como pudiste hacerle esto? ¿A su mamá? — menciona con debilidad

— Es por que soy muy malo y no puedo evitarlo.— alardea y ella transpira

— No, es por que te duele.— el voltea a verla — Por lo que te quitó. Tu hijo.— el aparta la mirada — Izzy saca esa parte humana de ti, es la razón por la que aún está contigo. Por que de todas las personas en este mundo, ella aun cree en ti.— el se le acerca sorprendido

— ¿Como sabes eso? — cuestiona con interés

— Por que la he visto amarte. No es como con Stefan, hay algo en ti a lo que ella está atada. Es como si la consumieras.— los ojos de Klaus resplandecen — Por que ella no sería capaz de amar a un monstruo, y ella te ama. Así que algo debe de haber bueno en ti.— tose

— ¿Tu en serio crees que me ame con esa intensidad? — menciona dudando y la rubia asiente

— Se que estás enamorada de ella, y si eres capaz de sentir amor, eres capaz de ser salvado. Y es por eso que ella sigue contigo. Ella ya te hubiera dejado si no viera algo bueno en ti.— expuso sincera y algo en Klaus se removió

— Estás alucinando.— divagó incrédulo

— Ella te escogió sobre Stefan, no es algo tan descabellado...— murmuró y cerró sus ojos

El último comentario le sorprendió al Mikaelson. Saber que por primera vez en su vida, alguien lo había elegido primero, alguien aparte de su familia lo interpuso sobre alguien más.

Pensaba que podría ser suficiente, podía creer que el amor que ella le tiene a el es casi tan fuerte como el que le tiene a Izzy. Que si la pierde a ella, perdería totalmente todo. El amor, el cariño y tendría sólo oscuridad y soledad.

Izzy es la humanidad de Klaus, y se dio cuenta en el momento en que la conoció en Boston. Sabía que ella iba a cambiar su vida, sólo quería descubrir como. Y lo hizo.

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Isobel
— Bonnie.— la llamo y voltea a verme — Tengo un mal presentimiento, siento una presencia.— miro alrededor

Algo había en este bosque, alguien más seguía el rastro de la cura. Podía sentirlo, pero, sentía que algo me buscaba a mi por una razón.

— Entonces nos estamos acercando.— aclara y se va corriendo

Noto que a los pasos que da, el fuego se va desapareciendo. Eso quería decir que estábamos perdidas, no veía el camino de regreso.

— Bonnie, no andes sola.— corro tras ella —Hay alguien más aquí y no vienen con nosotras.— añado sorprendida y siento presencias humanas

Escuchaba sus corazones latir y el olor de su sangre. Casi parecía una encrucijada.

— ¿Como llegué aquí? — expresa Bonnie y ambas nos frenamos

Me sorprendo al ver a Jeremy atado de manos y con un trapo en la boca. También estaba Shane y a un sujeto que no conozco.

Mi estómago se achicó al ver a Jeremy en ese estado, tan sumiso y privado de su libertad.

— ¿Que está ocurriendo?— pregunto exaltada viéndolos a los tres

— Su hechizo rastreador funciono.— explica Shane y frunzo el ceño

— Suelta a mi hermano o te voy a desmembrar.— advierto

— El rastro que dejamos solo...— interrumpe a Bonnie

— ¿Desapareció?— responde y cierro mi boca — Gracias al talento de Massak. Es un brujo.— veo al hombre

Se miraba isleño, parecía que pertenecía al bosque, como alguien nativo.

— Si tratan de escapar, el se asegurará de que no encuentren el camino de regreso.— amenaza y lo veo furiosa

— Me cansé de esto. Bonnie, ve por Jeremy y yo mato a este imbécil...— trato de ir sobre el, pero retrocede lanzándome unos polvos a la cara

Toso aturdida y me cubro el rostro exaltada.

— Si me matas, Izzy, Bonnie morirá. No creo que quieras eso.— levanto la mirada tambaleándome

— ¿Qué le hiciste? — se queja Bonnie y me reincorporo

— Gracias a Massak, encontré estos polvos que suprimen su magia. No necesito tu magia, si no tu sangre.— explica y alzo mis cejas

— Nos engañaste todo este tiempo. Tú sólo quieres encontrar a Silas, no estás con nosotros.— reclamo furiosa

— Sabía que lo ibas a deducir, eres muy inteligente para tu propio bien.— trato de ir sobre el pero Bonnie me frena

— No es el momento.— advierte y me suelto de su agarre

— Bueno, ya estamos todos. Silas espera.— elevo mi mentón — Sabes que lo quieres, Izzy.

Shane tenía puntos a mi favor, el quería a Silas y yo también. El quería a su esposa y yo deseaba tener a Jenna. Así que, dejaré que siga.

Una vez obteniendo lo que quiero, voy a matar a ese hijo de perra. Pero por ahora, me sirve como conveniencia.