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047 Bloody Party




1001, ac

— No podemos hacer esto, Elijah. Está mal.— se quejó la castaña mientras estaban en las praderas

— Pero también sientes algo por mi. ¿Por que no puedes admitirlo?— se apoyó en uno de los árboles

— Por que, si Nik se entera, el te matará. Hay algo diferente en el. Puedo verlo en sus ojos. Solía creer que era puro, pero tiene su temperamento.— explicó caminando de un lado a otro nerviosa

— Tendremos un hijo, Gen.— se frenó — Creo que es buen momento. El va a descubrirlo.

— Y es por este hijo que quiero que su padre viva. Es mejor que me vaya y no haga más problemas.— el castaño negó y se acercó a ella con preocupación

— No, no, Gen, no puedes hacerme esto.— la tomo del rostro — Mi hijo y tú son lo que más me importa. Si te vas, mi vida no tiene sentido.

— Tú padre me odia. Tú madre me teme. Nik va a matarte si se entera que tendremos un hijo. Te amo demasiado que no puedo dejar que te pase nada, Lijah.— ella sobó su rostro — Estamos condenados. Este bebé lo estará en el lugar que vivimos.— Elijah bajó las manos al vientre de Genevieve

— Entonces nos iremos juntos. Nos vamos lejos donde nadie pueda arruinar nuestra felicidad.— los ojos de la bruja brillaron — Llevaremos a Valeria, Tatia y tú madre si quieres, pero no estoy dispuesto a perderte.— le dió un beso corto — Tu eres el amor de mi vida.

— Y tu el mío. Te amo.— se volvieron a besar pero con una pasión en la que las llamas eran más que ardientes.

Con lo que no contaron, era que alguien más estaba viendo. Un joven con el corazón roto que estaba escondido en las praderas, Justo ante su sospecha.

Su hermano lo había traicionado, y aún más cruel, la mujer que él creía que lo amaba. Toda su ilusión se vió rota al ver como se besaban.

Solo el odio y la venganza crecieron en su pecho. Nunca diría lo que vio, pero si recordaría. Juró vengarse, sin piedad.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───


Presente
Me levanté de golpe ante aquel sueño. La frente me sudaba en frío y el corazón me estallaba. Tenía la piel erizada y sentía la nuca caliente.

Fue como si lo hubiera vivido. Sentía el miedo, el dolor. Todo lo que Genevieve había siquiera pensado. Me calaba en la garganta.

Estaba en shock por lo que confesó Elijah y por las indiscreciones de Genevieve. Literalmente si mi cabeza pudiera explotar, lo haría.

Yo no entendía la razón por la que podía tener estos recuerdos. No podía ser posible. Es como si fuéramos la misma persona. Solo me pasa con ella y me da miedo.

— Hey, ¿todo bien?— me giro a ver a Stefan al tenerlo aún lado mío

Dormimos juntos. Por que eso hacen las parejas. Nos quedamos en su casa.

— Si, solo necesito agua.— me bajo de la cama y voy a la silla por mis jeans

— Izzy, ¿que sucede?— me voy subiendo los pantalones — Estas extraña desde anoche.— suspiro

— Tengo estos sueños.— frunce el ceño y me siento en la cama junto a él — De mi doppelgänger, no se que significan. Son como recuerdos.

— ¿Viste algo esta mañana?— asiento — ¿Que es lo que ves?— suspiro

— Usualmente, veo la vida de Genevieve con Klaus o algunos detalles. Pero esta vez, vi a ella con Elijah. Iban a tener un hijo.— alzó sus cejas

— Espera, ¿que no el gran amor de Klaus era Genevieve? — asiento — La chica que lucía exactamente a ti.

— Si, es complicado.— aclaro y apoya su cabeza en la cabecera de la cama

— ¿Y por que estaba con Elijah?— me apoye junto a él suspirando

— Al parecer, se amaban. Parece que a Klaus le pintaron los cuernos.— soltó una risa y alcé una ceja

— Lo lamento, no sabes la ironía.— meneo la cabeza

— Es preocupante que tenga estos sueños regulares. No entiendo nada de lo que significa. Los había tenido hace meses. Viene de forma instantánea. No entiendo.— me levanto abrumada

— Tranquila, Izzy.— viene sobre mi — Tal vez solo son sueños. Puede que no sea real.— toma mi rostro

— ¿Como saberlo? No es como que vaya a preguntarle a Elijah.— me aparto

— Lo mejor que puedes hacer, es no sobrepensar. Te conozco y se que no soltarás el tema.— asiento

— Por que tengo extraños sueños que se sienten reales de mi doppelgänger. Y solo es Genevieve. Ana no viene a mi mente ni Atenea. Solo ella.— murmuro caminando de un lado a otro

— A eso me refería.— levanto la cabeza — Ahora no dejarás de pensar en ello.— suspiro

— Me conoces, cielo.— me acerco a darle un beso en la mejilla — Iré por algo de desayunar.

Mientras bajaba no dejaba de pensar en aquel sueño. He tenido extraños recuerdos últimamente.

Empezando con Tom, el doppelgänger de Stefan del que no hemos hablado. Al parecer, el y yo tuvimos una relación que terminó en tragedia. Y no lo recordaba y ahora no se que hacer.

Mis sueños parecen ser más recurrentes y cada vez siento más emociones. Como si yo estuviera ahí. Es extraño. No recuerdo a Elena mencionar algo acerca de ver a sus doppelgängers. Aunque bueno, Katherine está viva. Todo es muy confuso.

— Buenos días.— me saluda Damon mientras lleva unas cajas a la sala — Ya duermes aquí. Tengo un deja vu.— me acerco

— ¿Qué es eso?— veo con curiosidad

— Efectos personales que tomé del remolque del caza vampiros.— frunzo el ceño

— Ni siquiera voy a preguntar como los obtuviste.— sonríe dejando la caja

— Que descanse en paz.— asiento — Busco un manual sobrenatural. Tú eres mi wikipedia.

— ¿Qué quieres saber?— apoyo mis brazos en la cintura

— No era natural. Aparece mágicamente cuando el consejo vuela en pedazos.— saca pertenencias y una parecía pipa de marihuana — Con un tatuaje que solo Jeremy Gilbert de todas las personas es capaz de ver. Klaus mencionó lo que tú dijiste.— alzo mis cejas

— ¿Qué cosa?

— Que era uno de los cinco.— paso saliva — Y se inmola con explosivos. ¿Te suena natural?

— ¿Cuales cinco?— baja Stefan y volteamos a verlo

— Espero que wikipedia...— me señala — nos diga.

— Los cinco eran cazadores que fueron hechizados por un chamán. Los hicieron invencibles e imparables. Se dice que una bruja Bennett los bendijo, no se sabe. Solo leía lo que Isobel investigaba, ¿verídico? Quien sabe.— aclaro y suena el celular de Damon — Yo iba por algo de comer antes de que el me interrumpiera.

Bajé al sótano donde tenían el extraño refri del caníbal. Aun creo que lo soy. Es tan raro tener que alimentarme de estás bolsas que contienen plasma y glóbulos.

Si lo piensas, no es antojable.

Pero para un vampiro, es la cosa más deliciosa que sus labios hayan probado alguna vez. Casi tan delicioso como la pizza o hamburguesa.

Yo así prefiero imaginármelo.



─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Stefan
— ¿No vas a decirme?— me quejo al obtener silencio de su parte después de la llamada

—No podría, es privado.— aclara y frunzo el ceño mientras saca cosas — Nos peleamos.

— Tú peleas, yo no peleo, ya lo superé desde hace rato.— aclaro y voltea a verme

— ¿No estás molesto por Izzy?— pregunta confundido

— Ella bebió de ti, eso me molesta, pero "no peleamos"— le aclaro entre comillas

— Estoy de acuerdo. No encontraron restos en la explosión.— me cruzo de brazos

— Connor sigue vivo.— solté tenso

— Eso parece. Necesito que te dediques a esto. llevaré a Izzy y Elena a la universidad.— menciona a la ligera y frunzo el ceño

— Perdón, ¿que vas a hacer que cosa?— pregunto confundido

— A enseñarles a cazar. Que aprendan a cenar y borrar ahora más que nunca. Elena casi mata a Matt anoche, necesitan esto.— explica y lo miro en desacuerdo

No me gustaba para nada la idea. En lo absoluto. Damon e Izzy no son buena combinación.

— No estamos peleados, ¿lo olvidas? — se muestra a la defensiva y me quedo con la palabra en la boca

Siempre usa mis palabras en mi contra.

— Entonces, ¿ahora Izzy y tú son como una pareja? Vino de tu habitación.— cuestiona y suspiro

— Lo somos.— aclaro con orgullo y el asiente — Damon, se que...— me interrumpe

— Ya era hora. Lo habían prolongado por mucho tiempo.— sonaba sincero — Espero que sepas cuidarla. Ella es una gran mujer.— asiento con una sonrisa

—Lo haré.— asiente y se va de la habitación

No estaba convencido de que Izzy fuera con Damon. No por que no confié en ellos, si no que, no está lista para enfrentarse a lo que realmente es. En lo que se convirtió.

Me duele no poder estar con ella y ayudarla. Por que Damon no es alguien que piense en las consecuencias y Izzy es una persona vulnerable. Todo lo que quiero es protegerla. Es la persona más importante en mi vida y quiero verla feliz.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Isobel
Después de almorzar ricas proteínas, regresé a la parte de arriba. Stefan sugirió que podría enseñarme a usar mis habilidades de vampiro. Habilidades que he evitado, pero me gustan.

Ahora soy más fuerte. Puedo sentirlo. La magia está fortalecida. Como si en algún punto fuera a explotar. Es demasiado peso sobre mis hombros.

— Tengo que ir a casa. Debo ver a Jenna y hablar con Hayley de cosas. Esto puede esperar.— explico y nos detenemos en medio del bosque

— Damon sugirió algo. Sobre enseñarte a cazar, alimentarte y borrar. Las cosas que aprenden los vampiros nuevo.— relamí mis labios — Quiere que vayas a la universidad con ellos.

— Eso es nuevo. Tal vez quiera a ayudar a Elena. Ella solo puede beber de la vena.— sugiero

— Tú también necesitas aprender. Es algo que está en tu naturaleza.— opina y asiento

— Sabes que soy más hábil que un vampiro común, ¿cierto?— alardeo y sonríe mientras lleva la ballesta

— Como no conocer a la trihibrida original. Tendría que vivir debajo de una piedra.— se burla y sonrío

— Que gracioso. Lo que pienso es que, con esto de adaptarse y aprender a controlar solo una parte de mi, por que tengo tres, lo que es increíble y raro por que soy como un extrate...— me pauso al detener una flecha con magia que Stefan lanzó — ¿En serio?

— Hiciste trampa, la detuviste con magia.— sonrío y se la lanzo de vuelta, la esquiva y deja caer la ballesta

— No es trampa si es parte de mis grandes habilidades. Lo vi venir por el lado licántropo vampiro y lo detuve por ser bruja. Soy genial.— presumo y me ve fijamente — Estoy aprendiendo más rápido de lo que crees.

— Eres la persona más inteligente que conozco.— sonrío — No dudaría que pudieras.

— Lo dices por que me amas.— alardeo y me cruzo de brazos

— Si, te amo, pero igual lo eres.— lo veo enternecida

— Creo que lo de Damon es buena idea. El podrá enseñarlos al estilo nada filántropo.— sugiero y asiente

— ¿Y Caroline? Es un genio del auto control.— hago una mueca

— Es muy buena. No entiende que es difícil, y tú, pues...— me pauso unos segundos y baja la mirada— Yo se lo que te hace estar cerca de la sangre. No puedo hacerte eso.— aclaro con sinceridad y asiente, me aborda por la espalda a velocidad vampírica y apunta una flecha a mi corazón

— Y solo queda Damon, ¿no?— pregunta celoso y ladeo una sonrisa, me lo saco de encima y lo tiro al suelo, le quito la flecha de la mano y me siento sobre el sometiéndolo, coloco la flecha en su cuello y suelta un quejido

— Ya basta de celos. Desearía que fueras tu.— explico sincera y suspira

— Bien, eso desearías.— se levanta y le quito la flecha, lo rodeo con mis manos en su nuca mientras estoy sentada en sus piernas

— Bonnie me envió un mensaje esta mañana. Iremos a Whitmore con Elena.— frunce el ceño — El profesor que se encargó de la clase de su abuela, la invitó.— eleva su mentón y quito mis manos de su nuca

Podía notar que estaba celoso y en desacuerdo. Ni siquiera disimulaba su disgusto.

— Escúchame. Tu eres el que me salvará. No importa quien me enseñe a cazar.— me levanta y me azota contra un árbol, suelto un quejido — Ahora haces estas cosas.— me ve fijamente

— Solo cuídate, ¿si? La sangre, la cacería...es fácil perderse en la emoción.— sugiere y rodeo su nuca con mis brazos

— Lo haré. Lo prometo.— afirmo y asiente

— Pero que gesto tan romántico.— escucho a Klaus burlarse y lo maldigo — ¿Pueden ponerse decente?

— ¿Qué haces aquí?— me quejo y Stefan se pone a mi costado

— Necesitaba hablar contigo. Sin el.— lo señala y relamo mis labios molesta

— Lo que tengas que hablar conmigo, el puede estar presente. No le oculto nada.— aclaro y me ve con la mandíbula tensada

— No, amor, lo que yo tenga que hablar contigo, el no va incluido.— impone y nos vemos desafiante

Odiaba que siempre quisiera tener el control sobre mi. Tener un poder que nadie.

— ¿Sabes que? Tengo cosas más importantes que discutir contigo.— le tomo a Stefan la mano para irnos, Klaus nos detiene

— Ella no quiere hablar contigo.— ordena Stefan y lo empuja apartándolo de nosotros, me quedé sorprendida

— ¿En serio te atreviste a hacer eso? — Klaus iba a atacar y me puse en el medio

— Klaus, solo vete.— puse mi mano en su pecho y bajó la mirada — No lo dire de nuevo.— alza sus brazos retrocediendo

— Venía con grandes noticias. Pero siempre lo quieres poner primero.— señala molesto

— No vas a manipularme, Niklaus. No voy a caer en tu red. Yo no tengo que hablar nada contigo, y ciertamente lo que ibas a decirme, no me importa.— le saco la vuelta

— Incluso si es para Elena.— me freno — Es sobre ella de lo que necesitamos hablar.— me giro

— No te metas con mi hermana.— lo lanzo del otro lado del bosque con magia — Déjame en paz.

— Izzy.— se queja y se levanta molesto, Stefan me cubre — Nunca la lastimaría.— me aparto

— Dices eso, pero es lo único que haces.— opino y me ve sorprendido — Es cansado pelear contigo. No se si sea capaz de seguir haciéndolo.— se me acerca

— Entonces dame otra oportunidad.— pide y me cruzo de brazos — Déjame ayudarte.— nos vemos fijamente

— ¿Ayudarme con que?— pregunto incrédula

— Con todo.— pasó saliva ante mi nerviosismo

Sus ojos penetraban los míos. Esa intensidad que te sacude todo el cuerpo hasta hacerte temblar.

— Izzy, mejor vámonos.— sugiere Stefan y rompo el contacto al verlo — No hay nada que hacer aquí.

— ¿Siempre te dice que hacer?— mete cizaña y me cruzo de brazos

— Mira quien habla.— me burlo y le paso por un lado — Última vez que te lo digo, Nik. Aléjate de mi.

Stefan y yo nos alejamos. Sentía su mirada y suponía que debía tener preguntas del por qué había tanta rivalidad entre Klaus y yo.

Nadie sabe que tuve un pequeño "romance" con el. Fue mi primera vez. Le confesé mis sentimientos, cosa que para mi no es sencillo. Y después de eso, me rompió y lastimó que nadie jamás lo había hecho.

Sabía que todos me dirían algo como: "¿Qué esperabas?" "Es Klaus, es malo" "Te lo dije"

Lo que menos buscaba, era que me juzgaran solo por enamorarme. Por amar al hombre incorrecto.

Después del silencio incómodo, que agradecí que no preguntara sobre el tema, me fui con Damon, Elena y Bonnie a partir el viaje a la universidad.

La universidad era algo que deseaba cuando era niña. Significaba irme lejos e iniciar una nueva vida. Una salida del mundo en el que vivía. Me esforcé mucho para conseguir una beca en Stanford, del otro lado del país. Pero, cuando descubrí lo que soy en realidad, como que toda mi perspectiva cambió y es lo último en mis planes.

— Esperé tanto tiempo por pisar una universidad. Este era mi sueño de niña.— mencionó emocionada serena bajándome del auto, iba de copiloto

— Te ves feliz. Te queda.— añade Bonnie bajándose junto a Elena

— ¿Segura que estas de acuerdo con esto?— le pregunta Elena a Bonnie

— Si pudiera curar tu ansia lo haría, pero no puedo. Entonces es mejor que aprendas ahora y no cuando te inscribas.— le responde y nos juntamos

— Creo que la universidad ya no está en mi futuro.— añado mientras caminamos

— Ya basta de auto compasión. Si yo pude estudiar tu también puedes.— me detengo y volteo a ver a Damon incrédula

No me esperaba que si quiera fuera a la escuela.

— ¿Tú? ¿Estudiaste?— cuestiona Bonnie incrédula y no puedo evitar sonreír

— De seguro era para ligarte a las chicas.— me burlo y sonríen — No eres del tipo que estudia por pasatiempo.

— Me conoces. Siempre me gustaron las universitarias.— alardea y sonrío meneando la cabeza

— Eres un asco.— le repudió Elena

— Lo sé.

— Es Damon. ¿Que esperabas?— me burlo y Elena va al frente con el vampiro promiscuo

— ¿Estás bien?— me pregunta Bonnie mientras vamos atrás de ellos

Noto como Damon no deja ver a las chicas como perrito en carnicería.

— Damon, ¿no quieres toalla para la baba?— me burlo y sonríe

— Izzy.— me habla Bonnie y volteo a verla — Te hice una pregunta. Casi no hemos hablado.— suspiro

— Si, lo siento. Últimamente solo me he enfocado en comprender las tres partes de mi. Siento todo este poder que me asusta.— aclaro

— Eres una trihibrida. La única en tu clase. Es la gran cosa.— asiento — Creo que una vez que aprendas a controlarlo, podrías cambiar todo.

— ¿Como que? — suspira

— Eso depende de ti. Tú decides en que o quien te quieres convertir.— bajo la mirada pensativa

Siempre he pensado que hay una parte oscura de mi. Una que desea resurgir para quitar el dolor y solo existir. Como un switch de humanidad. Se siente tan frío. Solitario. Oscuro.

— Es muy cierto.— murmuro y la rodeo con mis brazos — Quiero ser pintora y escritora.— sonríe

Entramos al salón y estaba lleno de alumnos. Casi me causaba ansiedad estar con tantas personas en un lugar tan cerrado, pero era emocionante.

Vemos butacas sin ocupar y nos sentamos, sobo mis piernas algo nerviosa.

— Si les digo brujas ¿que viene a su mente? ¿Trajes de halloween? ¿Villanas de cuentos? ¿Tal vez una ex novia? Apuesto a que la imagen no es Taniel Sosso de Manjo, Camerun.— expone el profesor y veo la enorme pantalla detrás de el

— ¿Es el?— pregunta Elena sorprendida

El profesor se miraba algo apuesto. No era como lo imaginaba. Pensaba en un señor viejo, con barba sin rasurar y con ropa anticuada.

— Si.— le contesta Bon y sonrío

— Es un tanto...— añado y Bonnie me interrumpe

— ¿Atractivo? — bufeo sonriendo

— Yo no vuelvo a fijarme en profesores.— murmuro y se ríen

— Pero en realidad, o en esta realidad, las brujas aparecen en cada cultura. Son los arquitectos de lo sobrenatural...— nos vemos entre los cuatro sorprendidos

Era un tanto específico.

—...responsables de todo lo que nos asusta, desde fantasmas a vampiros, a doppelgängers, cazadores de vampiros sobrenaturales.— alzo mis cejas impresionada

Ya era mejor que me señalara y me tirara agua bendita o lo que sea que piensen que nos hace daño.

— ¿Qué es esto? ¿Otro doble tuyo perdido? — me susurra Damon y no puedo evitar reír

— Cierra la boca.— lo regañaBonnie mientras nos reímos en voz baja

— Si son escépticos lo llamaran coincidencia, pero si son creyentes, sabrán que estás cosas existen.— explica con serenidad y paso saliva tensa

Me gustaría saber en donde me estaba metiendo. El sabía bastante y se miraba convencido de que lo que decía, lo creía.

— ¿Y si soy una destripadora?— le pregunta Elena a Damon y frunzo el ceño

— No vas a serlo.

— ¿Y si lo soy?— insiste y volteo a verla

— ¿Por que piensas eso?— pregunto confundida y suspira

— Elige a alguien para Elena y lo sabremos.— sugiere y agacho la mirada

El pone su brazo sobre mis hombros, busco entre las personas y alguien capta mi interés, un chico que esta distraído

— Los drogadictos son complicados. Muy paranoicos y te intoxican.— resoplo — Ella está pequeña pero muy alerta. Las geek tienden a sospechar de cualquiera que es amable con ella. A quien quieres es a la rubia bonita.— la estudio con la mirada

— Egocéntrica, presumida. Solo tienes que separarla de la manada y es toda tuya.— le sugiero a mi hermana y asiente

— ¿Los interrumpo chicos?— nos regaña el profesor y giramos, Damon me suelta — ¿O será que es al revés?— relamo mis labios nerviosa

— Perdón.— expreso avergonzada

— Solo le decía que amo a las brujas.— alardes Damon y golpeo su pierna

— Yo también, hermano.— le contesta el profesor y golpeo el brazo de Damon — Hay que hablar de las lecturas que nadie leyó.


─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Narrador omnisciente
Klaus había secuestrado al cazador que rondaba por el pueblo. No cualquier cazador.

Ante el descubrimiento de ayer, su interés en el creció. Más que nada, por que tenia en su poder información que podría ayudar para el perdón de Izzy y un nuevo inicio para ella.

— Obviamente no iba a hablar contigo. Ella te odia.— se burla Ana mientras bebe

— Gracias por el apoyo moral. No te hubieras molestado.— se queja el híbrido y abre las puertas de la habitación donde tenía al hombre

— Lo siento, es inevitable.— se levanta del sofá — La única razón por la que estoy contigo, es por que esto puede ser como una segunda oportunidad para mi hija. De lo contrario, estaría a miles de kilómetros de tú presencia.— le sonríe fingido

— El sentimiento es mutuo, querida.— refiere en burla, un escalofrío le recorre la nuca

— Pobre hombre.— añade Ana cruzando mirada con el

— Necesito más híbridos de seguridad.— Ana se gira y ve a Stefan — ¿Que es lo que tengo que hacer para no verte el rostro?

— Iba a tomarlo, pero te esforzaste para traerlo a ti cuarto rojo del dolor.— señala el vampiro — Ana.— la saluda y ella alza su vaso

— Es de la inquisición, me pareció buen toque.— expresa con burla — No quiero verte la cara, Stefan.

— Ana habló conmigo.— Klaus la fulmina con la mirada — No harás esto sin mi.

— Ana no sabe mantener la boca cerrada.— se queja y la castaña sonríe

— Lo sabes desde que me conociste, cielo. El puede ayudarnos. Busca lo mismo que nosotros.— aclaró

— ¿Y que te ha dicho?— pregunta Stefan

— No tengo que decirte nada.— demostró inconformidad — No te soporto.

— Hagamos nuestras diferencias a un lado. Ambos queremos a Izzy y queremos protegerla. Por una vez en tu vida, piensa en alguien aparte de ti.— le reprochó y el híbrido suspiró molesto

— No dijo lo suficiente. Nada del fuego del consejo y no dice nada sobre el mal supremo que nos debería hacer temblar.— explicó — ¿A que viniste?

— Pues, no lo diré frente a él. Como seguro ya sabes, nuestro amigo nos se hipnotiza.— señala y Klaus voltea a ver al cazador

— Estás lleno de misterios.

— Te dije que no se nada.— aclara Connor

— Sin embargo, yo se mucho.— se aleja — ¿Gustas?

Los tres salen de la habitación y van a la sala.

— ¿Por que la invasión a mi hogar?

— Ana dijo que lo conocías e Izzy dijo que el era uno de los cinco.— Klaus alza sus cejas — ¿Quien es el? ¿Qué son los cinco?

— Obviamente mi chica sabría de lo que hablamos. Ella es muy inteligente para su propia bien.— Stefan se tensa y Ana se ríe ante el acto — Tienes muchas preguntas.

— Que bueno que no tengo nada que hacer.— el Salvatore se deja caer en el sofá — Más que obtener respuestas tuyas. Ana fue escasa con la información.

— ¿Y que dice, Izzy? Pensé que vendría contigo.— preguntó curioso

— Podemos dejar a Izzy en los temas privados.— sugirió Ana

— Izzy no está presente. Damon la llevó junto con Elena a la universidad para enseñarle a cazar.— Ana se levanta de golpe

— ¿El que? — refirió molesta

— Sabía que eras estúpido, pero no tanto.— se burló el híbrido — ¿Como rayos pensaste que era buena idea?

— ¿Estás loco?— ambos lo bombardearon y Stefan se molestó

— Es Izzy de la que hablamos. ¿Cuando alguien ha podido decirle que hacer o que no? Ella toma sus propias decisiones. Les guste o no.— deja en claro

— Si por culpa de Damon, ella mata alguien, yo te mataré a ti.— le advierte Klaus

— No es tu problema, Klaus.— le señala Ana — Debemos enfocarnos en el cazador y esa cosa de los cinco.

— Bien. Tal vez me sirva Stefan para persuadir a mi hermana de cooperar.— sugiere — La hermandad de los cinco era un grupo de poderosos caza vampiros. Nos enfrentamos en el siglo doce, en Italia. Mis hermanos y yo seguimos a los nórmanos en sus conquistas. Bebiendo y haciendo vampiros mientras pasábamos. Pero las matanzas nos exponían.— lo ven con interés

Comienza a contar su historia familiar en aquella época con la hermandad original y como Klaus no le temían.

— ¿Estos cazadores existen hace novecientos años— pregunta Ana asombrada

— Parece. Aunque nuestro amigo de al lado es el primero que veo en años. Me pregunto que han hecho por tantos años.— aclara

— ¿Rebekah tuvo relaciones con uno de ellos?— pregunta Stefan

— No solo fueron relaciones. Se enamoró de el. Le dijo todos sus secretos que compartiré contigo siempre que hagas algo por mi.— explica y El vampiro frunce el ceño

— ¿Que cosa?— cuestionó intrigado

— Haz que Rebekah venga. Está siendo necia y obstinada. Tengo que hacer las paces. Quiero que me de cierta información del cazador y no lo hará a menos que estemos bien.— pidió y Stefan se levantó del sillón

— Y, ¿ahora que le hiciste?— se queja Ana

— Cosas.

— ¿Y que gano yo?— cuestionó Stefan y se vieron con tensión

— Tráela aquí y les diré. Ah y Stefan. Créeme cuando digo que ese cazador es la respuesta a nuestras plegarias.

— Lo harás de igual forma.— opina Ana y el frunce el ceño — Por Izzy.

— Bien. Vamos.— ambos salen de la casa

— Haremos nuestro propio plan, ¿cierto?— le pregunta Ana mientras van hacia el auto

— Por supuesto.


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Isobel
Se acabó la clase y nos retiramos del salón. Fue muy interesante la materia de ocultismo. Siempre me dió curiosidad si había gente creyente en lo sobrenatural.

Apuesto que en este salón todos pensaron que el profesor estaba loco en ignoraron la clase.

Bonnie se quedó a hablar con el profesor Shane y nosotros salimos en busca del almuerzo de Elena. Nada raro.

— No se si me siento cómoda acosando a una pobre chica. Es como, la última cosa que haría.— opino

— Es saludable, se va a recuperar. Solo no te distraigas, ¿si? — le sugiere a Elena y veo alrededor

— No es un juego, Damon.— me quejo

— Si, no es un juego, es una maniobra peligrosa. Adelante, como practicamos, solo hazlo.— la anima y Elena va tras la chica — Luego será tu turno.— volteo a verlo

— Yo no voy a ir buscando a alumnos para ser mi suplemento. Es de gente rara.— aclaro

— Es lo que harás en la universidad. Buscar comida, borrar y seguir adelante.— explica y niego

— Aún existen la bolsas de sangre. Asechar personas es la forma más extraña de coexistir. Gente va a la cárcel por eso.— opine y me vió con la mirada incrédula

— Largo de aquí, vuelve a clase.— volteamos a ve q Elena

No había bebido. Dejó a la chica irse y eso a Damon no le gustó.

— ¿Qué rayos haces?— la regaña

— Es que vi la foto y yo...— la interrumpen

— Todo mundo es tío o padre de alguien o compañero de campamento. Tú no los conoces. ¿Qué te importa?— le refiere y frunzo el ceño

— Damon, para.— intervengo

— Me importa por que sigo siendo yo. Tengo los mismos sentimientos, Damon. Perdón si eso estropea tu plan de hacerme súper vampiro.— le aclara y el solo menea la cabeza fastidiado

— No somos las personas que tú crees que somos.— opiné — Somos nuevas.

— ¿Qué está pasando?— llega Bonnie

— Nada, Elena e Izzy me enseñan sobre la importancia del sentimiento.— se burla y ruedo los ojos

— Nunca te tomas nada en serio.— me quejo — ¿Hablaste con el maestro? — veo a Bonnie

— Por un segundo. Encontró cosas de mi abuela en su oficina y va a buscármelas.— sonrío al verla tan feliz — Ah y esto.— nos muestra un volante

— Fiesta de fraternidad, perfecto.— alardea Damon y frunzo el ceño

La fiesta se trataba sobre una casa de asesinos. Podías venir como asesino o víctima. Era un cliche ahora con lo que estoy pasando, son situaciones caóticas.

— Por eso van a cenar bien está noche.— Damon soba sus manos con orgullo y Bonnie hace gesto de disgusto

— Aún no me acostumbro a que salgas con esas cosas.— confesé y Damon sonrió

— ¿Qué prefieren? ¿Víctima o asesino?— nos pregunta y suspiro

— ¿Que piensas?— muestro mis colmillos y Elena me da un empujón

— Izzy.— me regaña y los oculto — No hagas eso en público. Alguien pudo verte.

— Soy una asesina. Lo mataría.— menea su cabeza y Damon me da pulgar arriba

— Ya no te juntes con el.— sugiere Bonnie y sonrío


─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Narrador omnisciente
Klaus, Rebekah y Stefan, tenían una cena algo dramática.

La rubia aún estaba molesta con Klaus por haberla dejado y el otro es demasiado orgullo. Pero llegaron a la conjetura de que no los llevaría a ningún lado.

Hablaban del pasado de Rebekah y el cazador. Sobre un arma que podría destruir a la especie vampira. Pero antes debían terminar el rompecabezas.

El mapa.

— Un tatuaje no va a servirnos si no lo vemos.— aclaró Rebekah

— Nosotros no, pero alguien así.— Stefan frunce el ceño — ¿Le dices al híbrido que lo traiga, amor?— le pide a la mesera — Está tan desesperado por descubrir el secreto de su tatuaje, que mencionó que solo otra persona puede verlo.— muestran a Jeremy y Stefan se levanta al instante para ir por el, pero alguien más interviene — No lo hagas. Suerte que el joven, Jeremy es un gran artista.

— No hablamos de esto, Klaus.— se quejó Ana

— No te voy a ayudar.— repudia y Klaus apoya su mano en el hombro del joven Gilbert

— Izzy te matará si le pones una mano encima a su hermano.— advierte Stefan — Te odiará.

— Estoy consciente de eso, gracias. Pero no le haré daño. Tiene suerte de que me guste su hermana.

Stefan: 👁️ 👄 👁️
Klaus: 👁️ 🫦 👁️
Jeremy: 👁️ O 👁️

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Isobel
Fuimos en busca de disfraces. A Damon se le ocurrió la gran idea de ser Jack el destripador y nosotras ser las víctimas decapitadas.

Es algo sexista, por que pudimos haber sido nosotras las asesinas, y no la sumisas de ese idiota. Una mujer fácilmente es la más astuta para cometer homicidios. Por que nadie lo ve venir.

Nadie espera que el sexo débil te domine. Pero somos mejor de lo que ellos creen. Y me gusta.

— Bien, Belly. Es tu turno de entrar a la cacería. Te vas a divertir.—me ofrece su brazo y sonrío tomándolo

— Probablemente me arrepentiré de esto. Pero, hagámoslo.— sonríe y ambos entramos

Había una multitud por toda la casa. Gente bailando hasta sudar, aroma de alcohol brotando como oxígeno, personas solo viviendo el momento. Era demasiado divertido.

— ¿Olfato de vampiro y licántropo en una fiesta de universitarios? No lo ideal.— me quejo

— Soy Frankie, me imagino que eres asesino.— se acerca un chico y nos entregan Bloody Mary's

— Soy Jack, y ellas son dos bellezas que destripe.— nos pega Damon a su cuerpo y hago gesto de disgusto

— Bienvenidos a la fiesta. Las bloody mary son gratis hasta la media noche. Diviértanse.— sonrío fingido

— No beberé esto.— se lo doy a Damon — Lo vomitaré. Odio el tomate.

— Pues me quito el sombrero ante estos tontos.— se burla Damon — Miren. El profesor raro.— alzo la vista y está en las escaleras hablando con alumnos

— Se llama a profesor Shane y no es raro.— lo corrige Bonnie — Voy a hablar con el.

— Si, hazlo.— apoya Damon y se aleja

— Hay muchos patanes ya cubiertos de sangre.— menciono viendo alrededor

— Anda, elige.— volteo a verlo

— Dije que dejes de hablar como si fuera una clase de depredador.— me quejo

— Pero lo eres.— alzo mis cejas — Es tu naturaleza ahora. Tienes que aceptarla.— suspiro y regreso la vista a la pista

— Bien. Me pondré modo Damon para buscar mi presa.— murmuro en desacuerdo — Es que es tan raro.

— Lo se. Pasé por ahí.— me dice Elena e inhalo hondo.

Deslizo mi vista por todo el lugar. Era extraño tener que elegir a una persona de la cuál beber. Un día eres solo una humana promedio solo buscando en un menú de McDonald's y al otro a una persona.

No sabía cómo funcionaba esto, pero algo debía llamar mi atención. Algún chico que intentarlo algo indebido. Mientras buscaba, vi algo que llamó mi atención.

El chico que nos recibió, dejó caer una clase de droga en el vaso de una chica. Debía ser un cerdo que buscaba tener relaciones con la pobre chica. Y esa sería mi víctima.

— Creo que ya lo vi.— explico

— ¿El de las roofies? — inquiere Damon y asiento viendo con coraje al sujeto

Aveces, solo pierdes la fe en la humanidad. Más que nada, en los hombres.

— Buena elección. Échatelo.— alardea y sonreí

— Tú puedes, hermana.— me apoya Elena y voy tras el sujeto

Al llegar a él, finjo chocar para que el vaso de la chica se tire al suelo

— Perdón.— le ofrezco mi bebida como compensación, el me ve fijamente — ¿Quieres?

— Claro.— le sonrío coqueta y lo dejo

Recorro la casa esperando a que me busque. Esa clase de hombres mueren por atención, y cuando se la das, solitos caen.

— Qué fiesta, ¿no?— sonrío y volteo a verlo, noto como me come con la mirada

— Si.— finjo entusiasmo e intenta besarme de la nada, lo azoto contra la pared y me ve sorprendido

— Eres fuerte.— me acercó hacia el con una sonrisa

— No tienes idea de lo que puedo hacer.— relame sus labios viendo mis pechos y lo jalo de la camisa — No vas a hacer ruido...— lo hipnotizo y me acerco a su cuello, encajo mis colmillo sobre su vena.

El sabor era excitante, la sensación y la adrenalina eran tan increíble que no quería parar. Se sentía demasiado bien, casi como una droga.

— Recuerda, la idea es no matarlo.— sugiere Damon pero me pierdo en el sabor

La cacería era tan eufórica que electrizaba mi cuerpo. Eran algo tan glorioso que nunca había sentido algo así en mi vida

— Izzy...

Lo disfrutaba tanto que solo deseaba más. No quería parar, era demasiado delicioso. Mi corazón me iba a explotar de lo bien que me sentía.

— Izzy, aléjate del patán.— siento la mano de Damon en mi hombro — ¡Isobel!— desprendo mis colmillos y jadeo de satisfacción

El chico se miraba aturdido y con el cuello casi desgarrado. Mi corazón se me quería salir del pecho.

— Vete y olvida esto.— lo hipnotizo y me pasa por un lado

— Bien hecho.— menciona Damon con orgullo y me giro limpiando mi boca — ¿Como te sientes?

— Me siento bien.— expreso extasiada y sonrío ampliamente — Más que bien. Puedo con esto.— voy sobre el y lo abrazo con agradecimiento — Quiero más.— le hablo al oído

Amaba la extasis de ser vampiro. De tener el poder de hacer lo que quiera. Si lo controlo, puedo dominarlo todo.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Narrador omnisciente
Klaus ya les había confesado que había una cura para el vampirismo. Ana y Stefan estaban el shock ante el descubrimiento. No podían creerlo. Era algo surrealista e imposible. Jamás habían escuchado que siquiera fuera una posibilidad.

Aquel rumor nunca se había esparcido en el mundo y mucho menos lo de los cazadores. Solo Klaus y Rebekah lo sabían. Solo que el no confiaba en ella. Y el no dejaría que esta vez, las cosas se arruinaran.

— Quieres la cura para Izzy, ¿no?— le refiere la Mikaelson molesta — Para remediar tu culpa por haberla hecho vampiro y así te perdone y vuelva a tus pies. Por eso trajiste a Stefan y Ana. Por que te van a ayudar, aún y cuando te odian.— Klaus alza sus cejas

— Tiene razón.— apoya Ana

— Atragántate tu cura.— se va Rebekah furiosa y una sonrisa se posa en el rostro de Klaus

— Espero que obtuvieras lo que querías antes de alejarla.— lo regaña Ana

— Jamás me habría dicho lo que necesito. Pero a Izzy si.— Stefan frunce el ceño

— ¿Que necesitas que averigüe? — pregunta Stefan con interés

— El mapa no sirve sin la clave para descifrarlo.

— La espada.— interviene Ana

— Sabe dónde está. Y tu harás que Izzy nos lo diga. Si ella sabe que esto puede cambiar su destino y el de su hermana, hará lo imposible por conseguirlo.— explicó Klaus

— Tienes la oportunidad de salvar a Izzy de lo que va a destruirla.— le refiere Ana a Klaus y este voltea a verla — Haremos un trato con el diablo si es necesario. Pero sabes que de igual forma vas a hacerlo. Ella es la única cosa que te importa.— Stefan se tensa

Klaus haría hasta lo imposible por aquella mujer. Así tendría que buscar hasta debajo de las piedras, el conseguiría esa cura para la mujer que amaba.

— Necesitamos a Izzy.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Isobel
La música retumbaba en mis oídos y mi deseo por sangre incrementaba. Como si fuera la cosa que más he querido en la vida.

— Ven, vamos a divertirnos.— Elena me lleva a la pista tomándome de la mano y sonrío

Sonaba "Feel so close" poniéndome de buenas y haciendo que me deje llevar y pueda divertirme. La música me entraba hasta por los poros. Me hacía sonreír o olvidar de lo horrible que he pasado.

Los tres comenzamos a bailar al ritmo de la música con una adrenalina increíble. Con la euforia al millón.

Me voy moviendo por la multitud y veo a una chica. Bailamos juntas por unos momentos y no le daba miedo verme cubierta de sangre. Eso hacía la situación más sencillas.

— No grites...— me apoyo en ella — No te va a doler.— después de hipnotizarla, voy sobre su cuello, sintiendo esa sensación de nuevo

Me satisfacía completamente, disfrutaba beber de ella, pero una voz en mi cabeza me decía que era suficiente. Me aparto y sonrío orgullosa mientras escurre sangre de mi boca.

La chica se aleja y solo me dejó llevar por la música. Comienzo a bailar y disfruto de la éxtasis.

— Lo hiciste.— se me acerca Elena con una sonrisa — Te alimentaste y lograste controlarte.— sonrío asintiendo

— Lo logré.— nos damos una abrazo — Puedo con esto. Se que puedo.— nos separamos

— Claro que puedes. Eres la mujer más fuerte que conozco. Enfrentarías cualquier cosa.— la veo enternecida — Es momento de que yo vaya por mi bocado. Solo quería cuidarte.— sonrío

— Pásatela bien.— asiente y se va moviendo por la multitud y sigo bailando

No me importaba nada. Aquí solo era una chica que vino a disfrutar de su vida. De una nueva etapa.

— Izzy.— me llama Damon y me acerco a el, pongo mis brazos alrededor de su cuello disfrutando de la compañía y la música

— Creo que jamás me había divertido tanto.— expreso exaltada

— Me gusta verte feliz. Lo mereces.— lo veo enternecida y nos movemos al ritmo de la música, el me sonríe de una forma tierna

— ¡Amo ser vampiro!— grito y todos me dan porra, Damon se ríe y relamí mis labios cubiertos de sangre — Quiero más.— pido y asiente

— Lo tienes.— jala aun chico y me da su muñeca, el toma la otra. Nos damos una mirada y mordemos el brazo. Suelto un jadeo.

La adrenalina era increíble. Una ola de cosquilleo recorre mi cuerpo, el mismo cielo. Era como flotar en las nubes y solo vivir con el éxtasis. Solo soltarte y no pensar en los demás. Era un lugar fuera de la realidad.

Alzo la mirada y veo a Bonnie mirándome perpleja, me aparto al instante avergonzada. Un toque de realidad.

— Dios.— menciono sorprendida y Damon se aparta, frunce el ceño — Dios.

— ¿Izzy?— le paso por un lado apenada

— Vámonos de aquí.— le digo a Elena y Bonnie, salgo de la casa

Me sentí como una...no puedo decirlo. Fue como si la persona que era antes, hubiera desaparecido completamente. Había una nueva versión de mi de la que no tenía control. Estaba cambiando y lo debía aceptar

— ¿Quien soy? ¿Por que actuó así? — pregunto exaltada al ver mi corset cubierto de sangre

— Por que escuchan a Damon. Y el hace que todo lo que quiere suene como una buena idea.— explica Bonnie y me limpio la boca

— Yo solo quiero irme a casa. Iré a buscarlo.— menciona Elena y se va

—Debería estar con Klaus, no debo estar con el. Debo pasar todo esto con Klaus.— menciono aturdida y frunce el ceño

— ¿Qué cosa?— me ve perpleja y se me cayeron unas cuantas lágrimas — ¿Izzy?— me quedo en blanco y se escucha un carraspeo

— Creo que hay que irnos.— llega Damon y lo veo acompañado de Elena

— Debías ayudarlas y dejaste que ambas perdieran el control.— le reprocha Bonnie irritada

— No perdieron el control, se divertían.— se defiende y me cruzo de brazos

— No es diversión. Actúan como otras personas.— alza la voz

— Pues son otras personas, Bonnie. Son vampiros. Somos depredadores, nos gusta cazar, comer y matar.— bajo la mirada — Cuando hay mucha culpa, apagamos nuestra humanidad y lo disfrutamos.— frunzo el ceño

Elena y yo solo nos manteníamos en silencio. Yo no tenía nada de que decir y ella se miraba más avergonzada que yo.

— ¿Eso quieres? ¿Que sean como tú? — reclama y noto la tensión

— ¿Pueden parar? Ya fue suficiente.— intervengo fastidiada — No llegaremos a ningún lado.

— Ellas ya son como yo. ¿Y sabes que me permite nutrirme y dejar a alguien respirando y no descabezarlo como mi hermano? Que yo lo disfruto. Que me divierto.— se va y todos nos quedamos en silencio, Elena derrama una lágrima

— El tiene razón.— opino y Bonnie frunce el ceño —Es quienes somos ahora. Si dejamos que el vampirismo sea una condena, eso será. Si comenzamos a adaptarnos, y a aceptarlo...será más fácil.— Elena me ve sorprendida — No podemos cambiar lo que somos. No podemos lamentarnos el resto de nuestra vida. No me voy a resignar a aceptar lo que soy. No más.

— La diversión de Damon, fue beber de esas personas como si fueran marionetas.— se queja Bonnie

— ¿Y cuando comes pollo? ¿O cuando comes carne? ¿Que crees que pasa, Bonnie? Matar es parte de la cadena alimenticia. Ser depredador está en la naturaleza.— señalo y se queda estática — No es mi problema si tú no lo aceptas. Pero yo si. Y no me voy a sentar a escucharte como me juzgas. Esta es quien soy ahora, es quien es Elena.— le apunto — Tú elección si nos aceptas.— me doy la vuelta alejándome

— Izzy, espera.— me llama Elena y volteo a verla

— Fue un largo día. Quiero ducharme. No quiero seguir aquí.— suena mi celular y veo el nombre en la pantalla, me detengo

— No estes enojada, Bonnie solo trata de...— la pauso atendiendo

Klaus.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Estaba de regreso al pueblo. Ninguno dijo palabra en el transcurso y todo fue muy incómodo. Yo fui a casa de Klaus por que dijo que tenía algo muy importante que decirme, y yo...solo no quería llegar a casa y que Jenna me viera de esta forma.

No dejaba de pensar en lo que dije hace una hora. Me sentí culpable por mencionar su nombre. A Bonnie casi se le salieron los ojos. Solo el amor puede lastimarte así.

— Aquí estoy. ¿Qué quieres?— cerré la puerta y me vió con los ojos abiertos de par a par

— ¿Pero que te pasó? Estás cubierta de sangre por todos lados.— bajo la mirada a mi atuendo y me toma de los brazos revisándome

— No es mía. Fue de mi comida. No quería llegar así a casa con Jenna. Pegaría el grito en el cielo.— suspira y acaricia mi rostro, nos vemos fijamente — No pueden herirme.— murmuro

— El daño no es solo físico, Iz. También es aquí arriba.— señala su cabeza — Puede romperte más de lo que crees.— suspiro

— ¿Qué querías?— retrocedí y noté cómo deslizó su mirada por mi cuerpo, viendo el atuendo.

Digamos que llevaba un corset que hacía que se mostraran los senos que no tengo. Una falda arriba de la rodillas y medias negras.

— ¿Por que estás vestida así?— me siento en el sofá y el hace lo mismo — No es digno de ti.

— Fiesta de disfraces.— asiente — ¿Que tenías que decirme?— escucho un latido y me levanto — ¿A quien tienes aquí?

— El cazador.— alzo mis cejas — Es de quien vamos a hablar.— me siento de nuevo

— ¿Por que le importaría el cazador? — lo veo confundida

— Por que es la solución a todos tus problemas.— me cruzo de brazos — Como sabes, el es uno de los cinco.— asiento — Lo que no conoces, es que, si tatuaje, lo lleva a una cura.— frunzo el ceño

— ¿Para que?— sonríe ampliamente

— Para el vampirismo, amor.— me levanto desconcertada — La solución de todo. Esta justo ahí.— señala a la puerta — A nuestro alcance.— me quedo estática

Mi mente literalmente explotó. El aire se me fue de los pulmones y todo se sentía como un maldito sueño. Algo que no puede ser real.

Una persona vino a mi mente. Elena.

— No puedo creer lo que dices.— menciono aturdida y se me acerca — ¿Como es posible?

— Si la encontramos, la podrías usar y no tendrías que ser vampiro si no quieres.— menciona con una sonrisa y niego

— No, Nik, para Elena.— aclaro y frunce el ceño

— ¿Qué? — asiento y se me forma una sonrisa

— La necesita más que yo. Yo nací así. Ser vampiro era parte de mi. La sangre de ese especie corría por mis venas. Era mi destino.— alza sus cejas — A ella le arrebataron todo. No lo pidió. Si hay una forma de arreglarlo, quiero ayudar.— suspira

— Si eso es lo que quieres. Haré lo que quieras.— me siento en el sofá — Necesitamos tu ayuda.— asiento

— Si, ¿en que?— suspira

— Necesitamos conseguir una espada de la que no tenemos la ubicación. Sirve para leer el tatuaje, o mejor dicho mapa que guía a la cura.— explica y asiento

— ¿Y en donde entro yo?— pregunto con interés y ladea una sonrisa

— Tienes que sacarle la información a Rebekah. Ella sabe en dónde y nunca me la diría.— relamí mis labios incómoda — Ella confía en ti y son amigas. Si hablas con ella, probablemente te diría. Rebekah sabe que la quiero para ti.— frunzo el ceño

— ¿Como que la querías para mi?— cuestiono y sus ojos celestes impactan en los míos

— Si de algo me arrepiento, es que mi pasado te arrebató la vida. Que te lastimara tanto. Tú eras inocente en toda una lucha que no te correspondía. Nunca me perdonaré que tú pagaste por algo que me debía doler solo a mi.— mi corazón latió con fuerza y el toma mi mano — Solo quería regresarte lo que te arrebataron. Es tu decisión.— suspiro y soba mis manos

— Estoy bien con lo que soy.— me suelto — Tú pasado o no, era algo inevitable. Tarde o temprano iba a suceder y...pasó. Haré lo necesario para conseguir esa espada.— me levanto

— ¿Incluso sacar a Rebekah de la jugada?— lo vi con la mirada firme

— Incluso eso.— afirmé y me vió sorprendido — ¿No te molesta si me doy una ducha? No quiero andar cubierta de sangre y con esta ropa.— asintió al instante

— Claro, claro que no me molesta.— aseguró nervioso y tome mi mochila — Te llevo a una habitación disponible.— asentí

Ambos caminamos en busca de la habitación. Ir por aquí, me recordaba a las malas decisiones que tomé. Unas de las que no me arrepiento. Lo que hice, lo hice por amor. Y no te debes de arrepentir por ello. No si fue sincero.

Me dió una disponible y entré a ella. Dejé mis cosas sobre la cama y le eché un vistazo. Era linda. Acogedora.

Suena mi celular y lo tomo, era Stefan. Debe estar preocupado por no haberme comunicado.

Hola, Stef.— me siento

¿Dónde estás? No hemos hablado.— suspiro

Estoy arreglando las cosas. Klaus me dijo que tú sabes sobre tu plan, ¿cierto?

¿Estás con Klaus?— noto la molestia en su voz

Necesita mi ayuda, y voy a colaborar. Ya se la verdad y la digiero. Confía en mi.

Confío en ti, no confío en el.— relamí mis labios

Iré a tu casa. Tengo un plan. Solo ten fe en que lo que hago. Todo esto es por mi hermana.

¿De que hablas?

Te hablo luego. Voy para allá.— cuelgo y doy un suspiro largo

No me sentía bien al respecto al engañar a Rebekah, es mi amiga a pesar de nuestras diferencias. Pero si es lo que tengo que hacer para encontrar la cura, lo haré.

Le envié un mensaje de texto a Rebekah solicitando su ayuda y su presencia en casa de Stefan. Espero que el plan funcione.

Después de darme una ducha, salí lista para iniciar el plan. Klaus estaba en su estudio y lo observaba pintar. Me gustaba verlo de esa forma.

— Me espías.— sonríe y me apoyo en la puerta

— Tenemos que ir a casa de Stefan. Esperemos que el plan funcione.— explico y deja la paleta de pinturas

— Tengo todo listo.— asiento y veo la pintura — ¿Te gusta? — me reincorporo

— Me gusta la mezcla de colores. Haces que tenga luz, pero oscuridad a la vez.— me acerco para verla mas a detalle — Como dos polos opuestos.

— ¿De donde crees que obtuve la inspiración? — volteo a verlo — Tú y yo.— tenemos contacto visual

— Vámonos. Se hace tarde.— le paso por un lado y me frena tomándome del brazo

— No se cuanto tiempo más pueda soportar la indiferencia.— cierro mis ojos — Me duele.

— ¿Y crees que a mi no me dolió todo el daño que me hiciste? Por una vez, Klaus, por una vez, piensa en alguien más que no seas tú.— pedí y frunció el ceño

— ¿Y no te das cuenta todo lo que hago por ti? Con la única persona que no puedo ser egoísta, es contigo. Hago todo por ti. Haría todo.— explica e inhalo hondo asintiendo

— No te he perdonado, pero si haces esto por mi hermana, puedo considerarlo.— sonríe — Pero como amigos. Puedo darte eso.— suspira

— Lo que necesites.— asiento

Ambos salimos de la propiedad y me siento con un poco más de alivio. Siento que las cosas con Klaus pueden mejorar. Podríamos ser amigos. Aunque no se si eso baste.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───

Después de un rato llegamos a la casa de Stefan. El no estaba muy feliz por el otro invitado. Klaus se metió en uno de los cuartos esperando cuando tenga que ser partícipe en el plan. Me siento terrible.

— Ya hablamos de esto, Stefan.— me quejo y voy a prepararme un trago

— No sabes como el habla de ti. Como se expresa. El te ama, Izzy.— alzo la mirada — ¿Tuvieron algo? Por que la forma en la que ambos se...— lo interrumpo

— ¿Podemos por favor dejar de hablar de esto? — bebo — Ya tengo los nervios de punta por lo de Rebekah y no quiero discutir por tonterías.— frunce el ceño

— ¿Crees que son tonterías?— expresa molesto

— ¿Qué quieres que haga, Stefan? Dime. Dime que hago. Por que no se a donde quieres llegar.— dejo el vaso en la mesa — No se que quieres.

— Quiero que...— se pausa a escuchar la puerta, ambos volteamos a ver

— ¿Llegué en mal momento?— pregunta Rebekah y niego sujetando mi trago

— No, está bien.— respondo a secas y bebo

— Yo ya me iba.— Stefan me da una mirada hostil e inhalo hondo

— Recibí tu mensaje. Perdón, se que quieres mi ayuda. Es que Nik me pone mal.— asiento

— Te entiendo bien. Nadie merece ese trato.— expreso sincera y se acerca

— Supongo que Stefan te contó todo sobre la cura. De otra forma no pedirías mi ayuda.— cuestiona y asiento

— Lo hizo. No es un secreto que deba ocultarme.— asiente y le preparo un trago

— La deseaba. La cura. Y habría dejado mi familia por ella.— le doy el vaso — ¿La tomarías si pudieras? ¿O solo es por Elena?— suspiro

— Parte de mi desearía tener una vida de decisiones. No ser inmortal y llevar una vida natural. Solo ser una bruja y licántropo. Amaba lo que era.— aclaro y sonríe — Pero, ser vampiro también es parte de mi. Nací con esto es solo negar algo a lo que estoy destinada. Es no quererme a mi misma. Sufrí mucho tiempo por eso, no quiero volver.— asiente — Y Elena...Se que no le gusta y sufre por ello. Me duele verla así. Que su vida sea triste. Miserable.— baja la cabeza — Quiero algo mejor para ella. Por que se, que si en algún momento ella llega a matar a alguien, la culpa hará que ella...— me interrumpe

— Apague su humanidad.— suspiro asintiendo

— A Elena la mueve su amor, su compasión. Si apaga su humanidad no la recuperará. Yo hare lo que sea para salvarla.— aclaro y asiente

— Envidio eso. A ti y a Elena. Envidio el amor que se tienen. Su hermandad es más grande que cualquier cosa. Tú harías todo por ella y ella por ti. Te valora como hermana. Quisiera esa clase de amor.— siento una punzada en el pecho

Me dolía hacerle esto. Traicionarla. Ella es una buena persona y yo soy la perra. Lo admito.

— Crecí con mi mejor amiga, era como mi hermana. Solo tenia a mis abuelos. No había figura materna o paterna. Cuando llegue aquí, sentí que era donde debía estar. Que Elena, era mi alma gemela.— sonríe

— ¿Le darías la cura a Stefan? ¿Para hacer su vida juntos? — relamí mis labios tensa — Tú lo amas. Tú los amas a los dos.— bajo la cabeza

— Stefan es la persona que me salvó. El me hizo sentir que todo estaría bien. Que no debo temer por que estoy sola. Vió quien era en realidad. Se enamoró de mi y yo de él. El es para mi, una bocaza de aire frío. A quien recurro cuando el mundo me viene encima. El es todo.— expreso sincera y sonríe

— Yo le creí a Alex cuando dijo que me amaba. Me prometió que nos casaríamos. Elegimos una iglesia. San Vittore en Briena.— sonrío ligeramente — Se que quieres mi ayuda, Izzy. Pero no puedo dejar que mi hermano logre su cometido.— paso saliva y ella bebe un sorbo de su vaso, se da la vuelta para irse

— No pude responder tu pregunta...— se detiene y voltea a verme — Si con eso estuviera con el...tuviéramos hijos, envejeciéramos, si con eso moriríamos juntos y nos enterraran juntos. Pues si, tomaría la cura.— aclaro y me ve sorprendida

— Lo enterré. Después de todo eso. Le di sepultura en donde íbamos a casarnos.— sus ojos se cristalizaron — ¿Que boba enamorada hace eso?— baja la cabeza y la veo con culpa — Pero es lo que querías saber, ¿no?— aparté la mirada apenada — Por que lo enterré con su espada.— me ve decepcionada

Me sentía la peor persona.

— Lo lamento hermanita, es cierto.— sale Klaus — Eres una romántica empedernida.— el mete la daga en la cenizas

Rebekah intenta huir, pero la freno llegando antes

— Perdón, Rebekah.— pido con culpa, su mirada se quebró

Ella estaba acorrala por mi y Klaus. Odiaba esto.

— Adelante. Ríete de la chica que ama fácil.— bajo la mirada para ocultar mi dolor — Pero prefiero eso que tu vida. Nadie se sienta en la mesa a contar historias de un hombre que no puede amar.— Klaus estaba herido y ni siquiera la miraba — Hazlo. Mírame a los ojos y hazlo, cobarde.— pide y la ignora

Yo estaba con el nudo en la garganta. Me avergonzaba mirarla por que era algo que jamás había hecho antes. La había traicionado y me hacía igual de perra que Katherine. Hice todo por mi conveniencia.

— ¡Hazlo!— le grita y el termina encajando la daga, doy un sobresalto

El cuerpo de la rubia se acomodó en su pecho. El subió la mirada hasta mi rostro y yo me quedé en shock. Estaba estática al ver en que nos convertimos.

No había hecho nada para detenerlo. Lo ayude. Ambos habíamos sido crueles. Me coludí con el para hacer el plan. No lo dudé. Al final ya no me importó.

— Lo hicieron.— sale Ana y Stefan. Klaus recuesta el cuerpo de Rebekah en el sofá

— Un avión me espera. Voy por la espada.— explica y asiento — Mis híbridos cuidarán a Connor, esconde a Rebekah donde no la encuentren.— asiento — Y haz que Jeremy olvide todo lo que escuchó hoy.— le dice a Stefan y frunzo el ceño

— ¿Disculpa?— volteo a ver a Stefan — ¿Que tiene que ver Jeremy aquí? — menciono molesta

— Yo me encargo.— afirma Stefan y alzo mis cejas

— Hice una pregunta.— voltean a verme — ¿Qué tiene que ver Jeremy?

— Solo el puede ver el mapa. Tal vez sea uno de ellos.— responde Ana y me quedo perpleja

— ¿Qué?

— Nadie aparte de nosotros debe saber de la cura, ¿entienden?— pide Klaus — No Damon, ni Elena, nadie. Si esto se sabe, habrá muchas muertes. Si le dices a alguien, borraré todos los recuerdos que tienes.— le advierte a Stefan

— No voy a decir nada.— confirma y paso saliva

— Estamos sólo nosotros en esto, ¿entienden?— nos vemos entre los cuatro — Hay secretos más fuertes que la familia.— voltea a verme

— Necesito...Necesito aire.— voy corriendo a la puerta y salgo de la casa

Se me revolvió el estómago y vomité. Me sentía mal por lo que le hice a Rebekah. Fui cruel. No creí ser capaz de hacer tal cosa.

Tengo que superarlo y seguir adelante. No importa el precio. Voy a conseguir esa cura. La necesito.

— Izzy.— volteo a ver a Klaus — ¿Le darías la cura a Stefan?— suspiro — ¿Tu querrías una vida con el?

— Yo...No se que decir. Parte mi solo quisiera dejar todo como estaba. Antes de lo que sucedió la noche que morí. Simplemente yo...— me interrumpe

— ¿Qué harías si te digo la verdad?— cierro mis labios y frunzo el ceño

— ¿Qué verdad? — me acerco confundida

— La primera noche que pasamos juntos, fue la mejor que alguna vez haya pasado en mil años. Ese día vive presente en mi memoria. Como un tatuaje.— niego

— Tú dijiste cosas horribles ese día. No lo digas.— niega y me toma del rostro

— Te mentí.— frunzo el ceño — Mi madre me dijo que había una maldición. Una en la que estar conmigo te mataría. Elegí protegerte. Mentí para alejarte.— me suelto

— ¿Qué?— expresé perpleja

— Eres el mundo para mi. Tu felicidad siempre fue primero. No soy bueno expresando lo que siento. Me he reprimido por tanto tiempo que apenas se como sentirlos. Solo se que contigo todo fluye con naturalidad. Tú eres la luz en mi vida. Es como si tenerte me hace sentir completo.— mis ojos de cristalizan — Tu eres la única mujer que me ha hecho sentir amado. A la única que he sido capaz de entregarle por completo. Me tienes en tus manos Izzy Sommers. Soy tuyo.— el corazón me quería explotar

— Klaus...— se me quiebra la voz — no hagas esto. No, por favor.— se me resbala una lágrima

— Tenía que decirte la verdad. Es muy doloroso verte con el. Ver como me odias. No puedo más. No contigo.— cierro mis ojos por un segundo — Prefiero morir que tener que vivir una vida donde me odies.

— No puedo hacer esto.

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