039 Where is the love?
— El cielo es más claro cuando el sol aparece. En ese punto cuando la oscuridad se va y llega la luz. Así es lo que eres para mi. Como el amanecer.— la castaña frunce el ceño
— ¿Por que dices eso?— le pregunta Izzy mientras ambos están recostados en el césped
— Eres lo único que me importa y no se como explicarlo.— la castaña ladea su cabeza para tener contacto visual — ¿Como puedo decirte que eres todo lo que deseo en este mundo?— ella ladea una sonrisa
— Tienes que decirme por que yo. La razón por la cuál tu me quieres a mi y no por que yo te recuerdo a Genevieve.— Izzy se levanta del suelo, Klaus hace lo mismo — Mientras no me des la respuesta....tu y yo no estaremos juntos.— se acerca
— Izzy, yo se lo que siento por ti, pero, no se como expresarlo. Nunca me había sentido tan vulnerable con alguien. Me negué a volver a sentir después de mil años, yo...— se pausa y la castaña comienza a escupir sangre de la boca — ¿Izzy?— ella baja la vista mientras se ahoga — Isobel.— se lleva las manos al abdomen aterrada — No. No. No.— se desvanece y el híbrido la atrapa sosteniéndola entre sus brazos
— Por tu culpa voy a morir.— las manos de aquel hombre tiemblan mientras se van llenando de rojo carmesí. El pánico lo empapa por completo. Sus ojos de mostraban dolor e impotencia.
— No. No. Yo te voy a salvar.— se muerde la muñeca y la pone en la boca de la castaña, el corazón de Izzy se detuvo y al híbrido se la va el aliento. Ella había dejado de respirar justo en sus brazos. El escuchó como su cuerpo dejó de bombear y tener vida — Izzy, no. No. No, Así.— el se aferra al cuerpo con lágrimas en los ojos — Yo no puedo arruinarte. No puedo hacerlo. No otra vez.— se le parte el corazón. Estaba destrozado — ¡Por qué!
Klaus se levanta de golpe ante el sueño. Sudaba frío y su respiración era agitada. Ve el reloj y nota que eran las tres de la mañana. Se levanta de la cama frustrado. Baja la vista a sus manos y tiemblan. Estaba consternado.
Su mayor terror era perder a Izzy de la misma forma en la que perdió a Gen y Ana. Sentir la culpa de arrebatarles la luz en sus ojos. Quitarle la oportunidad de tener una vida normal sin sangre en las manos. Lo que el siempre ha querido desde el momento en que conoció a aquella castaña es verla sonreír y ser feliz. Klaus no quiere ser quien le arrebate eso. Se odiaría por ello.
Camina a otra habitación donde está su caballete y material de pintura. Ve su teléfono sobre la mesa y una inquietud le viene a la mente. Va hacia el y lo toma. Marca a un número
— ¿Hola?— responde Izzy con la voz rasposa puesto que usaba dormida
— Lo siento yo....— se pausa y baja el celular unos segundos con alivio — Solo quería escuchar tu voz.— despeina su cabello nervioso
— Klaus, son las tres de la mañana. Soñaba con mi encuentro romántico con Joseph Morgan.— el híbrido ladea una sonrisa — Es muy ardiente.
— No se si quiera escuchar como hablas de hombres ardientes por teléfono. Es incómodo.— ella ríe y el instantáneamente sonríe
— Tu llamaste.— ríe — Aguántate, Niklaus.— alza sus cejas
— ¿Qué pasó con el nombre completo? Ya nos llevamos así, Isobel.— la castaña se enciende como árbol de navidad
— Niklaus Mikaelson, ¿quieres morir? Es muy serio lo que digo. Voy a patearte tu trasero híbrido.— el ríe y ella ladea una sonrisa acomodándose en la cama
— No, en realidad, no. Creo que no puedo morir antes de estar contigo.— Izzy se sonroja nerviosa
— Ya basta, me iré a dormir antes de que esto se ponga raro. Buenas noches, Klaus.
—Buenas noches, Iz.
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Isobel
Estaba en camino a llevarle café a Ric. Parece que después de lo anoche no quiso en quedarse en casa a ponernos en peligro. Así que se mudó a su antiguo departamento. Quería venir a darle mi apoyo.
Toco la puerta y la abren al instante, frunzo el ceño al ver quien es
— Buenos días, sunshine.— suspiro
— Hola. ¿Como está Alaric? — intentó entrar y me obstruye el paso — Jenna me envió a checarlo.
— Indecente, pero bien.— frunzo el ceño por el misterio. Actuaba sospechoso
— ¿Entonces quiere decir que no hubo problemas anoche?— pregunto con confusión
— No. Durmió con un bebé. Despertó como Alaric. No hay titulares sobre muertes de miembros del consejo.— menciona sereno
— ¿Entonces por que siento que me estás escondiendo algo?— intento asomarme pero va cerrando la vista
— Bueno, quizás por que estás siendo paranoica y controladora compulsiva.—alzo mis cejas ofendida — ¿Qué me trajiste?— me quita la bolsa de las manos — Muffins de chocolate. Sabes lo que dicen. El camino al corazón de un psicópata asesino es a través de su estómago.— bufeo
— No dicen eso.— me cruzo de brazos — No son para ti en ese caso.— sonríe
— Bien, cerebrito. Sigue convenciéndote de que sigues enfadada conmigo. Pero lamentablemente, Ric no podrá pasar su tiempo con Jenna hoy. Ya sabes, con este encierro y todo eso. — entrecierro mis ojos sospechosa
— Me escondes algo. Lo sé.— sugiero y bufea — Lo siento en mis huesos.
— Eres paranoica.— ruedo los ojos
— Y tu un mentiroso patológico.— frunce la boca — Solo tómalos, dáselos a el y dile que lo es extrañamos, ¿de acuerdo?— le entrego las cosas
— Con todo gusto.
— Por favor...— va cerrando la puerta — Damon...
— Que tengas un buen día...— me quejo mientras me va silenciando, se cierra la puerta
— Eres un idiota.— lo maldigo y me doy la vuelta para irme
Al caminar a mi auto, mi camino se cruza con el de alguien más. Alguien que pensé que no volvería a ver.
— Hola, Izzy.— sonrío de boca cerrada
— Sophia, ¿que haces aquí?— me cruzo de brazos
— Te he estado buscando. Te vi salir de aquí cuando iba a mi auto en el Grill.— alzo mis cejas
— Pensé que te habías ido. Soltaste la bomba.— suspira — No esperaba que te quedaras.
— Eres mi sobrina. La única familia que me queda.— la veo fijamente.
Era extraño que no hubiera mencionado a Elena para nada. Ella si era la hija de Isobel, pero, parecía venir por alguna extraña razón por mi.
— ¿Qué hay de Elena?— frunce el ceño — Ella es la hija de Isobel.— suspira
— Yo no sabía nada de Elena. Solo sabía lo que habías dejado en la casa y lo que tú madre me envió. Solo había una niña que usaba ese apellido. A la otra no la conocí, pero me gustaría intentarlo.— Sonaba sincera, pero jamás la había visto. Ni siquiera en una foto. Como si no existiera
— ¿Te desterraron o algo?— frunce el ceño — No había ninguna foto tuya en la casa. Solo de Isobel con mis abuelos. Jamás había escuchado de ti.
— Parece que mis padres si me borraron del mapa.— alzo mis cejas — Era la oveja negra, ya te lo había dicho. Yo quería cosas diferentes.— suspiro
— Bueno, lamento decirte esto. Pero no somos familia.— frunce el ceño — Isobel no es mi madre biológica ni postiza. Nunca fue nada para mi.— se queda perpleja ante la revelación
— ¿Qué?— menciona sin aliento, casi se queda pálida
— Elena si es tu familia. Ella es hija de Isobel. — parpadea varias veces — Hay cosas más grandes que tú no entiendes y sinceramente, no creo que quieras involucrarte. — le paso por un lado y me frena tomándome del brazo
— Izzy...solo quiero protegerte.— volteo a verla con sorpresa
¿Por que de la nada viene y se siente que debe protegerme?
— Apenas me conoces. Apenas te conozco. ¿Por que el interés?— interrogo y me suelta, sus ojos castaños penetran los míos
— Eres lo único que me queda. Sin ti...estoy sola.— la veo con lastima
— Tienes a Elena. No se que esperas de mi.— menciono confundida
— Solo no me alejes de tu vida. Quiero ser parte de ella.— alzo mis cejas — Yo conozco cosas que tú no sabes. Se la verdad de este pueblo.— paso saliva y me suelta
— ¿Qué verdad?— pregunto nerviosa
— Que los vampiros, brujas y licántropos no son solo leyendas. Crecí aquí linda. Claro que conozco al mundo sobrenatural.— la veo paralizada — Tranquila. No diré nada.
— ¿Quien eres?— la veo con seriedad — Solo apareces de la nada siendo tan misteriosa.— suspira
— Solo soy una mujer sola que busca compañía. Puedo ayudar, conozco de magia.— alzo una ceja — Viví en Nueva Orleans. Digamos que es la ciudad de lo sobrenatural.— me cruzo de brazos
— Debo irme a casa. Tengo cosas que hacer.— menciono hostil — Ten lindo día.— retrocedo y voy a mi auto
Me subo y me quedo al volante solo apoyando las manos. La mujer me daba una sensación extraña, familiar. No puedo explicarlo, es como si pudiera confiar en ella. No se en lo que pienso.
Debo decirle a Elena que tiene una tía pero lo olvidé por completo. Suena mi celular y lo saco de mi bolsa, veo el nombre en la pantalla y atiendo
—Hola, ¿qué pasa?
Stefan nos había citado a todos en el bosque. Parecía tener un plan secreto en el que solo venimos como una pequeña secta a mitad de un sitio. Elena y Caroline habían llegado, mi hermana le explicaba el tema de que Alaric es quien ha estado matando a los miembros del consejo.
— ¿Alaric Saltzman mató a mi padre?— pregunta abatida
— No puedo esperar que te sientas bien por eso. Pero al menos las hierbas que Bonnie le está dando lo están curando y mantiene su lado oscuro enterrado.— aclara Elena y Caroline se muestra inconforme
— Si, ¿y se supone que eso significa que todo esta bien?— se queja y la freno tomándola del brazo
— No, Caroline. No está bien. Es horrible.— expreso con empatía y me ve fijamente — Y me siento horrible por eso, pero...Es una víctima de algo sobrenatural. No lo pidió. Simplemente le pasó, igual que la mamá de Bonnie. No pidió convertirse en vampiro...tampoco lo hicieron Stefan, ni Tyler...— me interrumpe
— Ni yo.— menciona con más tranquilidad y asiento
— Ni tú.— baja la mirada unos segundos — Ninguno de ustedes lo pidió. ¿Pero quien sería, si simplemente le diera la espalda a cualquiera de ustedes?— expreso sincera y baja la guardia
— Oh, Izzy Sommers.— me rodea con sus brazos —Salvadora de los malditos y condenados.— sonrío y
caminamos, nos intercepta Matt
— Hola. ¿Que hay con el mensaje de texto de la reunión secreta?— pregunta confundido
— No lo sé. Stefan dijo que nos encontráramos aquí.— aclara Elena
— ¿Donde está Bonnie? — escuchamos a Stefan y volteamos a ver — También le envié un mensaje a ella.— Damon venía con el
— La mamá de Bonnie la abandonó otra vez.— me quedo perpleja — Así que creo que deberíamos dejar afuera.— relamo mis labios
Entiendo perfectamente bien lo que está viviendo. Mi madre solo llegaba a mi vida como una montaña rusa y rompía mis emociones. Odio los mommy issues.
— Ojalá pudiera estar con ella para darle mi apoyo. La entiendo mejor que nadie.— menciono sincera
— ¿Qué estamos haciendo aquí?— pregunta Matt
— Encontré roble blanco. Larga historia, esperen la película.— alardea Damon y mis ojos se abren como platos
— Espera. ¿Roble blanco?— pregunto anonadada y cruzo mirada con Stefan
—¿Tienen un arma para matar a Klaus?— interviene Elena en suspenso y alzo mis cejas
— No.— frunzo el ceño — Todos tenemos una.—dejan caer una bolsa que contiene varías estacas, todos bajamos la vista deslumbrados. No es algo que sea vea todos los días.
Esto suena...suena irreal. Jamás pensé que pudiera haber de hecho una arma que acabara con un original. Es como un evento histórico o algo.
— Klaus siempre ha estado un paso delante de nosotros. Pero ahora tenemos la ventaja. Todos estamos armados, y ellos están todos unidos. Lo que significa que necesitamos matar a uno solo de ellos.— señala Damon — Debemos aprovechar la mejor oportunidad, lo que significa estar preparados para cada oportunidad.— aclara Stefan y me mira fijamente
— Escenario número uno. Tú— Damon va sobre Elena y la va moviendo— Representas a Klaus.
— Bien.— se queja y se suelta de su agarre
— Rebekah es nuestro objetivo.— me cruzo de brazos — De modo que la distraeremos y la agarramos desprevenida. Para hacer eso, necesitamos mantener a Klaus alejado y ocupado...— Damon interrumpe
— Izzy.— me nombra y frunzo el ceño
— ¿Por que siempre soy el cebo de Klaus?— me quejo ofendida
— Por que esta obsesionado contigo.— responde Damon a la ligera y ruedo los ojos. Veo como a Stefan se le marca la mandíbula y se cruza de brazos inconforme, casi podía atreverme a decir que eran
✨Celos✨
— Pero por ahora, debes entretener a Rebekah. Usaremos al mariscal de campo para distraerla. Solo mantenla hablando.— se me acerca Damon
— ¿Como?— le pregunta Matt
— Hazte el interesado. Está sola. Desesperada.— sugiere Damon y asiento sonriendo
— Efectivamente. Se acostó contigo.— me burlo y sonríen con gracia
— El semental sostiene la bomba, yo vengo por detrás.— muestra Damon tomándome del cuerpo — Le sostengo los brazos así.— amarra mis brazos a mi espalda dándome presión, suelto un quejido y Stefan se acerca con una estaca apuntando a mi pecho, nos miramos fijamente
— Lo que le da tiempo para un ataque.— habla Stefan y empujo a Damon, ríe — ¿Entendido? Bien. Todos tenemos una estaca. La manteamos oculta y buscamos cualquier oportunidad que tengamos.— suspiro incómoda
— Sin ataques de lástima de último minuto para ninguno de ellos.— advierte Damon y voltean a vernos a mi y a Elena
— No se preocupen por mi. No después de lo que le pasó a la mamá de Bonnie.— aclara Elena y suspiro
— ¿Sunshine?— me pregunta Damon y paso saliva cruzándome de brazos, trataba de mostrar seguridad
— Klaus me usará como banco de sangre hasta que se canse. No quiero eso.— menciono segura y asiente
— ¿Barbie?— cuestiona Damon a Caroline
— Estoy lista. Cualquier cosa que libere a Tyler de su lazo con Klaus.— aclara
— ¿Ayudante de camarero?— sonrío negando
— ¿Tengo opción? — contesta Matt y le sonrío
— Buen punto.
— Tenemos 12 estacas, 12 intentos para matar a un original. Podemos hacerlo.— menciona Stefan confiado
— Solo, que olvidan algo.— intervengo y voltean a verme — Sigo vinculada a ellos. Si los matan, me matan a mi.— expreso tímida y se ponen pálidos
— Maldición. Eso lo olvide.— se queja Damon y suspiro incómoda
— Yo no.— añade Stefan y alzo mis cejas — Tú puedes hacer el hechizo. Cuando te desvincules, solo debes hablarnos y es cuando atacaremos.— asiento sorprendida
— Muy bien, mi hermanito salvó el día.— alardea
— De acuerdo, intentemos otro escenario. Izzy, toma la ballesta.— me la entrega Stefan — Matt, tu interpretas a Klaus.— le apunto y siento la respiración de Stefan en la nuca, me ponía nerviosa
— Solo no me mates.— ladeo una sonrisa y cambio de dirección apuntando a un árbol, la disparo y cae en el centro.
— Tengo buena puntería gracias a Alaric y mis habilidades de licántropo.— bajo la ballesta — No se preocupen por mi.
No me sentía del todo feliz al respecto. Rebekah y Elijah han sido buenos conmigo. Parece que no merecen morir, o al menos yo no quiero ser responsable de ello. No se si quiera muertes de personas en mi conciencia. Y respecto a Klaus...creo que también temo por su vida. No lo se, es como un reflejo. Un instinto. No se si en verdad deseo su muerte. No me nace.
— Estás muy callada.— me dice Stefan mientras me acompaña a mi auto — ¿Qué pasa?
— Nada. Es solo que...planeamos matar personas hoy. No es como que haya agendado la fecha.— me cruzo de brazos y me apoyo en el auto
— Si te hace sentir mejor, han sido unas personas malvadas. No matamos a alguien inocente.— lo veo fijamente — No somos verdugos, lo se. Pero tampoco vamos a dejar que ellos sigan siendo superiores a nosotros.— suspiro
— Nosotros no decidimos quien muere y quien vive. Se supone que somos diferentes.— aclaro — No se si quiero ser esta persona. Cargar con eso.
— Ellos eligen por nosotros, Izzy. Te pesa por que eres buena persona. Siempre ves lo mejor de las personas y eso me gusta de ti.— sonrío tímida — Pero ellos no. No tienen corazón y no merecen nuestra compasión.— suspiro
— No quiero ser parte de esto.— le entrego la estaca y suspira — No diré nada. Romperé el vínculo y mantendré distraído a Klaus. Pero no voy a matar a nadie.— asiente — Ya tengo suficiente con saber lo que haremos.
— No te forzaré a nada. Es por tu compasión que eres diferente al resto. Hasta en el mas maldito ves la redención.— tenemos contacto visual
— Nadie nace malvado. Se hace. Y se hace. Puede ser salvado. Eso es lo que pienso.— me sonríe — El dolor te convierte en otra persona. Si eso se va...¿en quien te convertirías? En alguien mejor.
— Amo como piensas. Eres especial. Jamás, jamás dejes que nadie te arrebate eso.— lo veo enternecida — Bueno. Hay un plan que acatar. Te veo luego.
Nos despedimos y me subo al auto. Tenía pensado en ir a la casa para concentrarme y hacer el hechizo. Aun debo descubrir como romperlo. Solo me deslindar yo, por que los Mikaelson deben permanecer unidos.
— Bonnie, estamos comenzando a preocuparnos por ti. Llámame.— dejo un mensaje en el buzón de voz — O llama a Caroline. Solo llama a alguien, por favor.
Camino a la casa y alguien me obstruye el paso. Me freno perpleja
— Hola, hermosa.— tenía a Klaus enfrente
— ¿Que haces aquí?— sonríe algo maquiavélico
— Vine con mi bruja de confianza.— frunzo el ceño y viene sobre mi tomándome del brazo
— ¿Qué...?— me lleva a sus brazos y me suspira a la nuca, la piel se me eriza al instante, mi espalda estaba apoyada en su pecho
— Tu vas a ayudarme a romper el vínculo con mis hermanos.— mis ojos se abren como platos — Espero que sea de buena manera y no deba amenazar personas para que haga lo que pido.— el corazón se me acelera
— ¿Estás enojado conmigo por lo que dije anoche?— pregunto nerviosa y baja sus manos a mi cintura sacudiendo todo mi cuerpo, me gira para quedar frente a frente
— Sin resentimientos. No sigamos perdiendo el tiempo. — los nervios frotan mientras tenemos contacto visual — Ven con papá, amor.— me toma con fuerza y nos vamos a velocidad vampírica
A los segundos llegamos y me tambaleo cuando piso su casa. El estómago se me revolvió.
— No hagas eso. No.— me toco el pecho tomando aire — Adoro la tierra firme.
— Eres dramática.— hago que sus focos parpadeen como locos — Tranquila. No hay necesidad de alterarse.
— Eres desagradable. También puedo usar adjetivos.— rueda los ojos
— Solo empieza.— me cruzo de brazos — Isobel.— se queja
— Niklaus.— tenemos contacto visual desafiante
— ¿Por que actúas como una niña?
— ¿Por que me tratas como si fuera uno de tus esclavos híbridos?— reprocho
— Siempre es discutir contigo.— alza la voz
— ¿Por que actúas como un patán?— también le levanto la voz y se me acerca
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Narrador omnisciente
Rebekah había tomado de víctima a Damon Salvatore. Lo tenía colgando en medio de una habitación para cobrar venganza por lo que vilmente le había hecho. Si de cobrar se trata, los Mikaelson son los expertos.
— Esa es...¿esa es Izzy?— pregunta el vampiro incrédulo mientras la Mikaelson le pasa el cuchillo por su cuerpo desnudo
— Si. Los tórtolos discuten. Nosotros tenemos otros planes para nuestra tarde.— suelta un quejido mientras la rubia se divierte
— ¿Qué hace aquí, Izzy?— alza la cabeza para ver si de alguna forma podría liberarse para protegerla
— Ella va a romper el vínculo.— baja la cabeza para verla perplejo — ¿Sorprendido? ¿Por que la importancia? — pasa saliva
— Nada. No creí que ella querría hacer algo por Klaus Mikaelson. Básicamente se odian.— alardea y Rebekah bufea
— Si tú supieras.— Damon frunce el ceño
— ¿Quieres hipnotizarme para ser tu novio?— alardea petulante y la rubia sonríe
— En verdad preferiría obligarte a matar a tu hermano. O a Elena. — se le baja la sonrisa — Pero como los vampiros sanan, desangrarte puede llevar un tiempo.
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Isobel
— No me hagas perseguirte por toda la casa, Izzy.— se queja Klaus mientras voy corriendo
— Se que vas a alcanzarme, pero va a retrasarte.— alzo la voz — No soy de tu propiedad...— me sorprende por la espalda y doy un sobresalto
— ¿Lo hacemos a la buena o a la mala? Tú decides, princesa.— jadeo mientras sus manos aprietan mi abdomen
¿Por que me ponía tan hormonal en estos momentos?
— ¿Que harás si no ayudo?— se acerca a mi oído y el corazón me palpita como loco, la piel se me eriza
— Hay algo que no sabes.— se aparta y al fin puedo respirar — Me vas a querer matar si lo sabes.— se deja caer en el sofá y frunzo el ceño
— ¿Qué hiciste?— sonríe maquiavélico — Klaus...
— Kol está con Jeremy en Denver.— se me paraliza el corazón— Odiaría que fuera daño colateral.— lo veo con furia
— No se como pude ver algo bueno en ti.— suelto hostil y su sonrisa se baja — Todos tiene razón sobre ti. Solo estaba ciega.— su mirada se ablanda — Hay personas que solo son malas. Que no tiene redención.— se nota que le dolieron mis palabras
Si, fui cruel. Pero el lo merecía.
— Haz el hechizo y así no tendremos que vernos las caras ni matar a nadie, ¿hecho?— se levanta del sofá y me apunta al grimorio — Eso es lo que necesitas. Estaré en mi habitación.
— No te soporto.— tomo el grimorio y lo hojeo
— Somos dos.— ruedo los ojos
El anoche me llamó y tuvimos una corta y extraña conversación. Evitaba pensar en Klaus o todo lo que dije sobre que jamás podría sentir algo por el. No me enorgullece como traté el tema, pero no hay marcha atrás. Solo quiero sacar su nombre de mi cabeza.
Estábamos en serios problemas. El plan de todos se irán abajo si yo rompía el vínculo. Lo mejor que podía hacer, era tardarme. Ojalá pudiera avisarles para que se agilicen. Creo que ya no me importan las consecuencias. A Klaus no le importa nadie que no sea el mismo. Es su problema si no sale librado.
Practicaba el hechizo, pero era algo complejo. Según esto, requería de la sangre de los Mikaelson y la mía. Esto llevaría tiempo, así que podría darles algo de ello hasta que domine el hechizo. Lo que no será complicado, por que tengo memoria fotográfica y lo aprenderé enseguida. Solo se requiere fuerza y saber canalizar.
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Narrador omnisciente
— Hola. ¿Como esta?— le pregunta Elena a Stefan a las afueras del grill.
— Hola. Solo está golpeado. Jenna se quedará con el, para asegurarse que Alaric siga siendo Alaric. — la castaña asiente mientras caminan por el pueblo — Matt me envió un mensaje, dice que Finn continua en el restaurante. Debemos planear nuestro próximo movimiento.— Elena frunce el ceño y se detiene
— Rebekah tiene a Damon. Nuestro próximo movimiento debería ser encontrarlo.— aclara
— No, necesitamos mantener el objetivo. Ver a un original, matar a un original. Ese es el plan.— baja la vista a su celular — Izzy no atiende mis llamadas.— expresa preocupado
— Si, ese era el plan antes que la vida de Damon estuviera en cuerda floja.— insiste
— Mira, Elena. Entiendo que estes preocupada por la vida de mi hermano, pero si sabe que estamos hablando de perder la oportunidad de matar a estas personas perdería la cabeza.— aclara
— Si, y si se invirtieran los papeles, el detendría todo para salvarte.— contraataca y Stefan la ve con inconformidad
—Se lo que mi hermano querría.— le refiere hostil — Ahora mismo, lo que me interesa saber, es que Izzy se haya librado del vínculo y entender por qué demonios nadie sabe de ella.
— ¿A que te refieres con que no saben de ella?— se cruza de brazos preocupada
— Iba de camino a tú casa para ver si Izzy rompió el vínculo por que no contestaba el celular. Le pregunté a Caroline si sabía algo, a Jenna, y a todos, pero parece que nadie sabe de su paradero y a nadie le atiende el teléfono. — una mala sensación recorre el cuerpo de la Gilbert
— ¿Crees que los Mikaelson la tengan?— insinúa preocupada
— No se que creer. Solo se que no me gusta.
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Isobel
Cierro mis ojos recitando el hechizo. Practicaba para ya tenerlo memorizado y sea más fácil a la hora de usarlo. Aunque tenía muchas palabras en latín
— Tu novio no deja de marcar.— escucho a Klaus y abro mis ojos de golpe. Estaba en el suelo con las piernas cruzadas como mariposa
— No es mi novio. Y si quieres que deje de marcar, debes dejarme usarlo.— aclaro obvia y me levanto del suelo
— No quiero que sepa que estás aquí. Convéncelo de que estás bien para que no vengan.— me entrega el celular y se lo arrebato de las manos — Envía un mensaje de texto.— suspiro
— Cierto. Olvidaba que soy una rehén sin acceso a nada. ¿Qué sigue? ¿Me metes a un sótano y me restringes el aire?.— comienzo a teclear
— No me tientes.— ruedo los ojos
Estoy bien, Stef. Me fui al bosque a practicar el hechizo para romper el vínculo. Necesito privacidad, no se preocupen por mi. Tan pronto termine, te busco.— Izzy
— Feliz.— se lo doy de regreso con molestia
— Buena niña.— nos vemos fijamente — ¿Como vas con el hechizo?
— No entiendo latín, ¿es importante?— me burlo y noto como se ve fastidiado — Solo déjame.— me vuelvo a sentar en el piso
— Nos llevábamos mejor que antes.— paso mis dedos por las hojas — ¿Por que cambiaste tan repentinamente?— se sienta frente a mi
— No cambie nada. Solo te puse un límite.
— Fuiste dura.— quito mi vista de las hojas — Solo quiero entender por que.— suspiro y tenemos contacto visual
— Por que lo que sientes por mi es falso.— frunce el ceño — No quiero que sigas aferrado a mi. Que solo estés conmigo por una estúpida profecía. Te quiero lejos.— bajo la cabeza para leer
— ¿Qué profecía?— me quita el libro y resoplo — ¿Izzy? ¿Que profecía?— insiste y tengo contacto visual
— Nada.— me levanto para evadir su expresión juzgadora
— Isobel...— me enojo al instante
— ¡Deja de decirme así!— todos los focos de la habitación se rompen haciendo que el de un sobresalto — ¿Sabes por que lo odio?— voltea a verme — No me dió un nombre. Mi madre.— alza sus cejas — Mis abuelos me pusieron el mismo nombre que su hija. Isobel no creyó importante ponerme uno. Era insignificante para ella.
— Lo lamento.— me cruzo de brazos
— La profecía dice que estamos destinados a encontrarnos por qué somos una clase de almas gemelas. Por esa razón tú quedaste flechado por mis antiguas versiones. Soy la última.— hago reverencia
— ¿Qué?— se le va el aliento y asiento
— No es amor, Klaus. Es destino.— expreso abatida y noto su decepción — Nada de esto es real.
— No creo que lo que sienta este escrito. Nosotros somos los dueños de quienes decidimos amar.— lo veo fijamente
— ¿Hay una explicación del por qué te enamoras, sin fallar, de personas que lucen como yo? Genevieve, Ana y yo. — se queda callado — Eso es lo que pensé. Klaus déjame hacer...— me interrumpe
—Tal vez tengas razón.— cierro mis labios — Cada una tiene algo que las hace especiales. En Ana busqué el remplazo de Gen. En ti...— se me acerca y doy un paso hacia atrás
— No quiero saberlo, Klaus. Tiene coherencia lo que se dice. Que tú eres mi perdición.— frunce el ceño — Todas murieron por ti. No puedes seguir creyendo que no es real. Por que tiene algo de sentido para mi. Y si tengo que alejarme de ti. Lo haré.— aclaro fria y noto que esa respuesta lo disgustó
— Tú...tú sigues creyendo en mi.— lo veo con confusión — Conoces mi oscuridad y sacas mi luz. Ninguna de ellas la conoció. Pero tú ves a través de mi, lo que nadie ve. Ves más allá del híbrido malvado. Ves al hombre.— mi pulso se eleva — Y eso me aterra. Por que no he conocido a nadie que tenga mi vulnerabilidad en sus manos. Ese poder sobre mi. Es por esa mi devoción por ti.— me quedo sin palabras mientras tenemos un contacto visual impresionante
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Narrador omnisciente
— ¿Izzy?— pregunta el vampiro confundido al ver a una mujer acercarse de entre las sombras. Veía borroso por la pérdida de sangre
— No. Intenta de nuevo.— enfoca y se queda helado. La castaña le sonríe
— Ana...Tú estabas muerta.— le tiembla la voy y examina cómo puede soltarlo
— Técnicamente tu también. Pero digamos que aun sigo en este plano. Es un secreto.— la ve sorprendido
—¿Qué estás haciendo? Rebekah te matará.— le menciona preocupado
— Me enteré que te metiste en problemas y vine. Sabes que eres mi debilidad.— tiene contacto visual. Sus ojos se impactan con los de ella — Solo dime que hacer.— levanta la cabeza señalando a su mano
— Ábrelo. Con cuidado.— lo hace y el suelta un jadeo de dolor, se cae y Ana lo sostiene. Ella se va cargando al hombre sobre su peso para llevarlo lejos de ahí
— Vamos, Vamos. Tenemos que seguir, Damon.— se van tambaleando por que el vampiro no tenía la fuerza suficiente
— Necesito un minuto.— se deja caer al suelo y la castaña niega tomándolo del rostro
— No, mírame. Mírame.— le pide
— No seas tonta, Ana.— ella lo ve fijamente mientras el se desvanece
— No te dejaré.— jadea — Damon.— levanta la cabeza y el se va quedando inconsciente — No.— Ana se descubre la manga del suéter — Bebe.— ofrece su muñeca y el abre sus ojos, la mira dudoso y ella le da el permiso asintiendo con la cabeza.
Damon encaja sus colmillos y ella suelta un jadeo. Sus ojos se impactan como si fueran lo único que importara. El no dejaba de verla por un segundo y ella no lo soltaba. Las miradas penetraban y las hormonas estaban al borde. El pulso de la castaña se desplomaba y la excitación de Damon subía. El deja de beber y ambos están frente a frente. A nada de besarse con la pasión y lujuria de un beso deseado.
El vampiro despierta y nota que había sido un sueño. Que aún seguía colgado y que entraron a su cabeza.
— Perra.— Rebekah se acerca con una sonrisa
— No es gracioso cuando alguien se mete con tus pensamientos, ¿cierto?— alardea rodeándolo
— En realidad, la estaba pasando muy bien allí.— se regodea
— Bueno, espero que hayas sido más amable con Ana de lo que fuiste conmigo. — le reprocha y el bufea
— Vamos. No pude herirte tanto. Realmente no pensaste que estuviera enamorado de ti ¿o si?— la cuestiona y ella solo lo observa sin decir palabra — Entiendo. Si Klaus me diera órdenes durante mil años probablemente yo también estaría desesperado por llamar la atención.— se le acerca y lo apuñala con fuerza haciendo que se queje de dolor
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Isobel
Escucho un fuerte grito y me sobresalto. Parecía que tenían a otra persona cautiva. Solamente que a él lo lastimaban o algo.
— ¿Quien es ese?— pregunto preocupada — ¿En que andas ahora?
— No dejaría que te molestara, Amor.— ruedo los ojos — Está vez no son mis maldades.— frunzo el ceño
— Bueno, me molesta. Tú me molestas.— recalco y se lleva la mano al pecho señalándose — La forma en la usas a la gente para conseguir lo que quieres. No está bien. Es patético.— suspira
— Estás siendo emocional, Izzy. — expresa sereno y frunzo el ceño
— Por que hasta donde se, soy humana. No soy de piedra o insensible como tú.— nos vemos fijamente
— Lo se, lo se. Soy el monstruo.— se acerca con una caja — Se que el hechizo requiere la sangre de mis hermanos. Así que, aquí estamos.— la abre mostrándome los frascos — Elijah, Rebekah, Kol y Finn.— va señalando — Falta la tuya y la mía. ¿Donde nos quieres?— se muerde la muñeca y deja escurrir su sangre
— Es desagradable, ¿sabes?— agarro la copa de la mesa — Manchas la alfombra.— la dejo gotear
Tenía el instrumental para hacer el hechizo. Había preparado los ingredientes mezclados con mis nervios. No sabía que pasaba con mis amigos afuera, pero ya no podía retener más esto.
— Bien. Hagamos algo de brujería.— le señalo que me entregue los frascos y pongo una copa.
Klaus coloca los frascos en la mesa y abro uno por uno para comenzar a vestirlos
—Phasmatos omnio ligor coldate sangorium... — recito la primera parte y al terminar, tomo la navaja y la paso por mi mano cortándome, suelto un quejido
— ¿Dolió mucho?— veo de reojo a Klaus y dejo escurrir mi sangre por unos segundos —Ten.—muerde su muñeca y sirve la sangre en una copa
— Tengo sangre de vampiro. Me curaré.— mencionó hostil
— Pero será más rápido.— lo ignoro y cierro mis ojos para concentrarme
—Phasmatos omnio ligata soluto...— levanto la copa y comienzo a tirar la sangre en la mesa con las velas alrededor — Phasmatos omnio ligata soluto vingulia cordit. — veo como la sangre comienza a separarse en seis partes, sentía la energía del hechizo — erumpit sanguinis vinculum.— las velas se encienden con más intensidad y Klaus me observaba.
Siento el peso de la magia y cierro mis ojos por un segundo. Tenía mucha fuerza y absorbía de mi la conexión al ser parte del ritual.
— Dsinit cum sanguine qui utitur nobis.— abro mis ojos de impulso y siento como la conexión se rompe — Está hecho.— sonríe satisfecho y siento el miedo en el pecho.
— Eres fantástica.— me aluda y suspiro viendo la mesa
Nuestro plan había fallado. Había roto el vínculo antes que ellos hicieron su movida. Fallamos.
— Ya quiero irme a casa. Hice lo que pediste.— bajo la mirada a mi mano y noto que se curo
— Izzy...— le paso por un lado bien y tomo mis cosas — No quise que las cosas fueran así. Pero debía romper el vínculo y eres una bruja poderosa.
— Lo sé. Se que clase de personas eres.— menciono hostil y cruzamos miradas. Camino a la salida y Klaus me acompaña
Al caminar le enviaba un mensaje a Stefan diciéndole que ya no estábamos vinculados. No sabía que había pasado con ellos toda la tarde.
— ¿Te vas tan pronto?— bajo el celular y me sorprendo al ver a Rebekah salir de una habitación limpiando sus manos, estaban cubiertas de sangre
— ¿Eras tú la que...?— me pauso perpleja al ver a Damon colgado a mitad del cuarto, lo estaban desangrando — Dios mío.— el pecho se me hunde al verlo tan herido
— Si, tendrás que disculpar el desorden. Aparentemente Damon hirió sus sentimientos.—aclara Klaus y me quedo estática
— No puede ser.— corro hacia el — Damon, hey.— estaba casi inconsciente. Su cuerpo estaba cubierto de cortadas
— Ana...— susurra un nombre y alzo la cabeza, veo que las cadenas están alrededor de sus manos y que perforan su muñeca
— Te voy a sacar de aquí.— intento jalarlas y me detienen
— No es tu lucha, Izzy.— me dice Rebekah — Déjalo, o de lo contrario, tendremos una pelea.— baja mi mano
— No me importaría.— alardeo desafiante y arquea una ceja — No les tengo miedo, Rebekah.— doy un paso atrás
— Deberías. No puedes matarme, ni hacerme daño.— alzo mis manos y las bombillas comienzan a parpadear
— Y yo tengo magia y el gen licántropo. Soy igual de poderosa.— recito un hechizo y se azota con magia contra la pared — Me lo llevo.— se levanta molesta y Klaus interviene
— Izzy, vete.— me pide — Es una pelea que no vas a ganar.— le rompo el cuello con magia y Rebekah viene sobre mi, me azota contra la pared
—Yo no quería esto. Pero tú lo pediste.— muestra sus colmillos y comiendo a darle un aneurisma, jadea de dolor y me la quito de encima — Lo lamento. Yo no lo quería.— grita de dolor y se lleva las manos a la cabeza
— Alto.— giro mi mano y rompo su cuello, regreso con Damon
— Te sacaré.— me pongo de puntillas para quitarle el cepo de la mano
— Izzy, vete y consigue ayuda.— me dice Damon con la voz entre cortada — No podrás llevarme y estoy muy débil para caminar. Ve por Stefan y maten a estos hijos de perra.— meneo mi cabeza
— No puedo dejarte aquí. No quiero que...— me interrumpe
— No me estás dejando, yo te estoy pidiendo que lo hagas. El plan era matarlos y sometiste a dos originales en segundos. Vuelve con apoyo y mátalos.— lo veo inconforme — Por favor.— suspiro y doy un paso atrás
— Bien. Lo haré. Pero volveré por ti.— asiente y me salgo corriendo.
Subo a mi auto y arranco rápido. Conduzco a la mansión Salvatore. Debía pedir repuestos para salvar a Damon.
— Hola.— saludo y se sorprenden todos al verme, estaban Caroline, Elena y Stefan — Lamento la ausencia, pero hay algo más importante que...— me interrumpen
— Matamos a Finn.— suelta Stefan y alzo mis cejas sorprendida — Lo hicimos después de que dijiste que estaban desvinculados de ti.— suspiro
— Serás libre, Iz.— me dice Elena con una sonrisa y paso saliva
— Klaus tiene a Damon.— suelto en crudo y me ven perplejos — Rompí no solo vínculo que tenía con ellos, si no el de todos.— noto que a Stefan eso le molesta y el resto se ve decepcionado
— Maldición.— expresa Stefan y camina de un lado a otro abrumado
— Lo siento. No tenía opción.— respondo con culpa
— Quédense aquí. Te llamaré cuando se termine.— menciona Stefan y se va, voy detrás de el
— Stefan, detente. Klaus es mas fuerte que tu. Necesitamos otro plan.— insisto mientras le sigo el paso, el no paraba de alejarse molesto
— Lo que necesitamos es que Klaus muera.— aclara irracional
— Stefan, detente.— lo freno — Estás actuando por la ira.— expreso exaltada y me mira irritado
— La ira logra que las cosas se hagan, Izzy.— me eleva la voz y niego
— O conseguirá que te mate. Y conseguirás que Damon muera contigo.— aclaro desesperada
— Klaus no logrará sobrevivir a esto. No después de todo lo que me ha quitado.— me pasa de largo y sale de la casa azotando la puerta, me quedo viéndola fijamente con los nervios al cien
— Extraño al Stefan equilibrado.— interviene Caroline y suspiro, nos sobresaltamos a ver Stefan ser lanzado por la puerta
— Din dong.— vemos a Sage en la puerta y Caroline trata de atacarla pero ella la golpea antes, me enojo al instante
— No estoy aquí por ti. Vine por el.— aclara Sage y voltea a ver a Stefan
— Si vas por el, vas por mi.— le apunto con mi mano y rompo su pierna tirándola al suelo, suelta un gemido de dolor, iba rompiendo sus huesos
— ¡Izzy! — escucho a Elena y volteo a verla, un vampiro la amenazaba
— No.— cuando estoy por actuar, Caroline va primero y lo empuja contra la pared, la libera y suelto un suspiro de alivio
— Me recuerdas. Bien. Entonces sabrás que me gusta ir por las diez rondas.— volteo a ver a Sage y ella comienza a toser, le sangraba su nariz y se miraba débil — ¿Que diablos? — frunzo el ceño
— ¿Sage?— pregunta el vampiro levantándose del suelo, se miraba pálida y como si fuera a vomitar
— Tú.— trata de golpear a Stefan pero le detiene la mano y la tira al suelo
— Troy, ayúdame.— pide y va tras ella, se miraba muy mal, como si estuviera muriendo
— ¿Qué...?— hablo y parece que el vampiro comenzaba a sentirse igual, vomitaban sangre
—¿Que me esta sucediendo?— pregunta Sage y todos nos quedamos perplejos viendo la escena
Ellos estaban muriendo, pero no entendía por que.
— No puede ser.— menciono atónita al ver como salían venas grisáceas de su piel. Ambos habían muerto
— Simplemente se murió.— expresa Elena y Stefan voltea a verme desconcertado
— ¿Qué demonios acaba de pasar?— pregunta la rubia consternada
— Entonces Sage y ese tipo Troy murieron una hora después que Finn.— comenta Elena mientras estamos sentadas en el escalón de la entrada
—¿Pero porqué? ¿Fueron mordidos por Klaus o....— pregunta Elena incrédula y Caroline la interrumpe
— Las mordidas de híbrido no se ven así. Tal vez Sage estaba tan enamorada de Finn, que simplemente murió de tristeza.— aclara y meneo mi cabeza
— No, eso no explica la muerte de Troy.— añade Elena y Stefan estaba caminando de un lugar a otro, yo me quedo pensando
¿Cuál podría ser el factor? Es extraño que ambos hayan muerto una hora después que Finn. Sin razón alguna, como si estuvieran conectados. Como...como si estuvieran unidos por algo más. Como sangre o linaje. Si muere uno, mueren todos
— No puede ser.— me levanto perpleja — Es la sangre. El linaje. Tiene que serlo. Es la constante que los tres comparten.— me ven sorprendidas y Stefan alza sus cejas asintiendo
— Tiene un punto. Finn convirtió a Sage, Sage convirtió a Troy. Todos son parte del mismo linaje de vampiros que se originó con Finn.— aclara Stefan y asiento
— Espera, entonces, ¿cuando un original muere cada vampiro convertido en su linaje muere con el?—pregunta Caroline confundida y Stefan se queda perplejo viéndome — Por que eso significaría...— la interrumpo
— Que si los originales mueren, también todos ustedes — expreso desconcertada — Toda la especie vampírica simplemente estaría muerta. Por esa razón Esther quería matar a sus hijos. — se me va el aliento
Mi mente literalmente explotó. Por eso Valeria ayudó. Ella sabía que significaba. No es vampiro de ningún linaje.
— Suena apocalíptico.— expresa Caroline sorprendida
— Lo bueno que no siguió el plan. Todos estarían muertos.— opina Elena
— Tenemos que ir por Damon. Al menos ya no vas a a hacer que maten si ya no puedes acabar con Klaus.— le digo a Stefan que estaba procesando
— Yo voy. Tú quédate aquí.— me pide y meneo mi cabeza mientras se aleja
— Por supuesto que no. Soy la única racional que puede estar ahí.— demando y se frena
— No puedo estar ahí si pienso en tu seguridad.— advierte — Solo por esta vez, hazme caso.— suspiro y nos vemos fijamente — ¿Si?— asiento
— Yo me encargo de los cuerpos.— añade y se los lleva a rastras, veo que Stefan toma la maleta de las estaca, saca tres
— ¿Qué es lo que harás? — pregunto antes de salga
— Damon por las estacas.— sale de la casa y respiro hondo
Solo espero que no terminen en matanza.
Entre Elena y yo nos ponemos a recoger las cosas de que cayeron
— ¿Estás bien? Te ausentaste toda la tarde.— acomodo unos libros
— Lo estuve. Solo pelee con Klaus toda la tarde. El...el amenazó a Jeremy.— voltea a verme perpleja
— ¿Qué?— dejó los libros — ¿Como sabe donde está? — me encorvo de hombros
— No tengo idea. Tal vez supo algo cuando Jenna volvió o no se. Solo se que tiene a Kol con el y Jer no lo sabe.— se va a sentar al sillón preocupada
— Oh, Dios. Nadie está con el, Izzy. Está en peligro.— me acerco a ella
— No, no lo está. No le hará daño por que hice lo que pidió. — nos miramos — No dejaré que jamás le haga daño, ¿si?— asiente
— ¿Desecho de vampiro? No es lo que mejor me queda.— Caroline regresa del patio
— En que momento nos volvimos expertos en enterrar personas.— expreso con burla
— ¿Cuál fue el plan de Stefan?— pregunta Caroline y se sienta en la mesa
— A cambiar las estacas por Damon.— respondo y me ve sorprendida
— ¿Todas?— pregunta Elena incrédula y niego
— No. Todas no.— aclaro
— Todavía tenemos suficientes para matar a tres de cuatro de ellos, si podemos averiguar a quien salvar.— sugiere Elena
— ¿Como se supone que haremos eso?— cuestiona Caroline y suspiro abrumada
— No idea. Te convertiste con la sangre de Damon y Damon y Stefan fueron convertidos por Katherine. Y sabemos que Katherine fue convertida por mi amiga Rose.— aclaro
— Bien, ¿quien convirtió a Rose?— me pregunta Caroline y resoplo
— No lo sabemos. Pero esto solo puede llevarnos nuevamente a un original.— menciono abrumada
— Y si las posibilidades están a nuestro favor, esperemos que no sea Klaus.— añade Elena — Así que aún podemos matarlo.— suspiro incómoda
— Chicas.— habla Caroline en tono de suspenso y frunzo el ceño — Incluso si Klaus no creó nuestro linaje, sabemos a ciencia cierta quien convirtió a dos de nosotros.— bajo la mirada pensativa y me quedo perpleja
— Dios mío.— exclama Elena y el ambiente se tensa
— Jenna y Tyler. Si matan a Klaus, ellos morirán.— menciono consternada y se quedan perplejas
Después de un rato Stefan y Damon habían llegado. El se fue a dar un baño y el otro solamente se fue a su habitación. Realmente necesitábamos tener una conversación
— Hola.— lo saludo asomándome por la puerta
— Hola.— jugaba con una estaca mientras estaba sentado en su cama
— Casi no has hablado desde que volviste a casa.— menciono tímida
— Seré una bola de luz cuando Damon traiga la estaca de Alaric. Lo prometo.— suspiro y bajo la cabeza
— Realmente me asustaste hoy. No habrías sobrevivido si hubieras enfrentado a Klaus tú solo.— me acerco y asiente, se miraba desanimado
— No tiene que preocuparte más por eso. — frunzo el ceño
— ¿Por qué?— expreso confundida
— Por que el no lo vale.— alzo mis cejas — Todo este tiempo y energía que malgaste odiándolo.— bufea con una sonrisa incrédula — Fue por nada. Está hecho. Se acabó. Perdimos.— bajo la cabeza — Estoy de vuelta donde empecé.
— Eso no es verdad.— aclaro — Si, Klaus te arrastró a un infierno. Pero saliste del otro lado. Lo venciste al ser mejor que el.— me ve fijamente
— ¿Y que perdí en el proceso?— cierro mis labios sorprendida y nos quedamos en un silencio incómodo — Mira, odiar a Klaus fue fácil.— se levanta de la cama — Me permitió ignorar todo lo que estaba pasando alrededor mío. Todo lo que deje que se escapara.— alzo mis cejas y me quedo inmóvil — Ahora tengo que luchar por ello.— se me acerca
— Stefan...— me interrumpe
— No, solo admítelo.— frunzo el ceño — Admítelo ante mi, Izzy. Se que no me lo debes, pero debo escucharte decirlo.— suspiro
— No puedo. Por que no es verdad, Stefan. Nunca he dejado de quererte.— respondo con sinceridad
— Lo sé. Se que no lo hiciste.— sus ojos se cristalizan — Incluso aunque hice todo lo posible para apartarte. Es mi culpa.— se da la vuelta y frunzo el ceño — Es mi culpa. Todo es mi culpa.
— ¿De que estás hablando?— expreso confundida
— Estoy hablando sobre el hecho de que también estás enamorada de Klaus.— se me detiene el corazón por unos segundos, me quedo helada y con el nudo en el estómago
— ¿Qué? No, Stefan, solo estaba...— me interrumpe
— Hey...— me toma del rostro y su tacto me eriza la piel — Te amo.— me sorprendo y se me va el aliento — Siempre te amaré.— tenemos un contacto visual intenso
El no me había dicho estas palabras en un tiempo. Me llegó al alma.
— Solo quiero que me mires a los ojos y me digas...que no sientes nada por el.— me quedo en silencio y la mirada se me quiebra
No podía mentirle. No a él.
— No se que es lo que siento.— noto el dolor en su mirada — No lo entiendo. No lo había sentido antes.
La forma en que parece que escuchar esto lo derruye me mata por dentro. Solo nos mirábamos como si nos estuvieran arrancando el corazón. El estaba herido y yo estaba confundida. No emitió palabra ni me juzgó. Era la primera persona que sabía sobre mis sentimientos atormentados y no me hizo sentir como un monstruo.
Tomó la estaca de la mesa y caminó a la salida dejándome con un vacío en el pecho. Y seguro con a él con el corazón roto.
— Si sirve de algo...— se frena y me da la espalda — Se que esto es real. Lo de Klaus es una profecía. Me enamoré de ti.— se gira a verme — Yo elegí amarte. No creí que sería capaz de decir esa palabra en voz alta.— expreso nerviosa y viene sobre mi para besarme.
Me toma del rostro y se aferra a mis labios como si fuera lo que más deseaba en toda su vida. La suavidad y su movilidad abrazaban a mi cuerpo. Si tacto era lujurioso y su pasión insostenible. Nuestro beso era solamente perfecto y que tomaba suspiros.
Esto solo me dejó más confundida. Creo que me estoy enamorando de dos hombres y creo que eso no está para nada bien.
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