038 Soulmate?
— Nunca había escuchado tu nombre antes. La única Flemming con vida era yo hasta que me quite el apellido. No había más familia después de mis abuelos.— le reprocho mientras estamos en la sala de los Salvatore
— Por que me alejé de tu madre hace mucho tiempo. Yo era la oveja negra de la familia que se fue lejos tan pronto cumplió 18 años. No di vuelta atrás.— responde sin parpadear.
Ella era humana. Podía percibir que no era bruja o licántropo. Yo lo sabría si lo fuera. Se miraba como una persona normal. Pero algo me dice que no vino solo de la nada
— ¿Por que volviste?— pregunto directa y pone sus ojos castaños en mi
— Llegó Tu fideicomiso.— frunzo el ceño y saca algo de su bolso — Yo no sabía de tu existencia. Me fui de casa cuando Izzy tenía 15.— siento la punzada en el pecho
Le decían como a mi. Odiaba eso. Odiaba que mi madre me haya puesto ese apodo.
— Parece que es el día de la reunión familiar. Izzy nos deslumbra con que su madre es Valeria Mikaelson o cómo sea...— bromea Damon y frunzo el ceño — Y ahora llega la tía postiza, ¿quien mas falta? ¿John regresará de la tumba?— ruedo los ojos
— Vete con tus chistes a otro lado.— le digo subida de tono — No estoy para lidiar contigo en estos momentos.— le doy un mirada hostil
— Claro, Sunshine.— se aleja y me concentro en lo que tengo enfrente
— Está era la última voluntad de tu madre.— me da una carpeta — Creí que te correspondía leerlo.— paso saliva tensa
— No he pensando en ella en un tiempo.— la tomo de sus manos — Es una parte oscura de mi.— se levanta del sofá
— Te corresponde hacerlo, sola.— alzo la mirada — Llámame si necesitas algo. Tengo un presentimiento de que el sabrá que hacer.— frunzo el ceño y giro la cabeza para ver
Stefan estaba del otro lado observando. Se despista con el trago y ladeo una sonrisa
— No te quita la vista de encima.— volteo a verla
— El puede...— me pauso — Gracias.— me levanto
— Solo venía a darte lo que te corresponde. Creo que era mejor hacerlo en persona que por correo.— suspiro, sonaba amable — Ya es tarde. Buenas noches.— camina a la puerta y una idea se desliza por mi mente
— Espera.— se frena — ¿Tienes donde quedarte?— se gira y me ve asintiendo
— La antigua casa de mi familia. Solíamos vivir aquí antes de que todo pasara.— asiento — Gracias por el interés.— sonrío ligeramente y la veo irse
— ¿Vas a leerlo?— me pregunta Stefan y siento mis manos casi temblar
— No se por que siento un mal presentimiento.— se me acerca — Ella me dió una vibra tranquila, pero algo me dice que no es quien dice ser. No se.— me soba el hombro
— Puedes quedarte aquí si necesitas privacidad. Aun hay un cuarto con tus cosas.— sonrío y nos vemos fijamente
— Puedo leerlo en el sofá, no es la gran cosa.— me siento — Es un fideicomiso.— abro el sobre y saco las cosas — ¿Que? ¿Me dejo una casa en Italia o autos o dinero para la universidad?.— comienzo a leer el papel y se me baja la sonrisa
— ¿Izzy? ¿Qué pasa?
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Narrador omnisciente
— Ya salí de la mansión Salvatore.— habla la castaña al teléfono mientras sube a su auto — Izzy tiene el papel. Pronto va a tener sus respuestas.
— ¿Confías en que sabrá que hacer?— suspira y observa por el ventanal pensativa — Izzy no es fácil de convencer. La conozco hace poco y ya lo sé.
— Lo tengo todo justo donde lo quiero, Kol. Ella va a descubrir el resto por su cuenta. Yo solo soy una pieza en el rompecabezas.— enciende el auto — Ella tiene que armarlo.
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Isobel
—Dice todo sobre mi.— siento el cuerpo caliente y casi transpiraba — Menciona el día en que nací, donde, quienes eran mis padres. Me dió una carta con toda la verdad "Valeria me hipnotizó junto a John para creer que Izzy era mi hija como Elena. Me la dió cuando tenía un año de vida y todos creyeron que eran mellizas. Cuando me hice vampiro y la hipnosis cayó, Valeria me encontró, mejor dicho, Ana, y me obligó a quedarme callada. Ella no quería que supieras que Ana Petrova era tu madre legítima junto a John. Ella lo sedujo para embarazarla y que ella pudiera seguir con su linaje de doppelgänger y así recuperar su cuerpo."— bajo la carta — Ana solo me tuvo para que su linaje no muriera con ella. Técnicamente me vio como un producto.— expreso abatida
— ¿Qué más dice?— regreso mi vista a la hoja
— "Tu destino es estar con Klaus y morir por el. Eres su alma gemela y tardé en descifrarlo. No importa cuán lejos estén del otro, siempre van a encontrarse como magnetos. Si dejas que el te consuma, y entre a tu vida, vas a perder todo lo que alguna vez tuviste. Klaus es tu perdición. Aléjate de él."— me quedo helada
— ¿Alma gemela?— escucho a Stefan con su tono incrédulo y yo...yo solo estaba ahí, procesando la información
— Tiene sentido.— escucho a Damon pero no doy ninguna expresión — El se enamoró de tus anteriores versiones. No puede ser coincidencia que el hombre siempre te haya encontrado.— dejo la hoja sobre la mesa y noto el rostro de desilusión de Stefan
— Damon, no ayudas.— me sentía con el estómago revuelto y que me había puesto pálida — ¿Estás bien?— me levanto y salgo corriendo al baño, vomito
Esto debe ser una broma. Una mala y pésima broma.
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Estaba en la sala de espera del hospital solo observando el techo. Con lo de anoche apenas y pude dormir. No dejo de pensar en eso de las almas gemelas y el destino. Yo lo creo totalmente patético e incierto. No creo que haya dos personas destinadas para estar con el otro. Pienso que uno es el dueño de su vida y nadie del extraño universo puede.
Pensar en que Klaus y yo podemos ser almas gemelas es tan...¿extraño? No negaré que tiene algo de sentido que el tipo haya caído por el mismo rostro, no una, dos veces. Por alguna extraña razón el siempre termina encontrándola y enamorándose. Aunque no quiero creer en ese cuento de fantasía.
Al diablo con que el universo me dice que le pertenezco a alguien. Así es, al diablo.
— ¿Estás bien?— me pregunta Elena y rompo mi burbuja — Meredith ya instaló a Alaric en la resonancia magnética, no se si querías venir.— me levanto del asiento
— Claro, a eso vine.— le sigo el paso — Entonces, ¿que es lo que buscamos?— suspira
— Yo tampoco lo sé. Solo traje a Ric como pidió. Anoche hablo con Meredith.— suspiro
— ¿Y no crees que deberíamos hablarle a Jenna? Digo, es su novio y estamos en problemas. — sugiero
— Traer a Jenna es hacer más grande el problema. Si sabe que todo va de picada, ella también estará metida aquí y...— la interrumpen
— ¿Desde cuando le mientes a tu tía?— escuchamos a Jenna y nos frenamos en la pasillo
— No puede ser.— expreso extasiada y salgo corriendo hacia ella — Dios, te extrañé tanto.— me aferro a ella
— Y yo a ti, Izzy. Extrañé a todos.— nos separamos y sonrío, Elena va y la abraza
— Lamentamos no haber llamado, pero no queríamos preocuparte.— menciono y escucho su suspiro, se separan
— No deben lidiar con esto sola, niñas. Yo estoy aquí también para ustedes y no dejaré que deban tener la responsabilidad de revolver todo.— sonrío ligeramente — Solo no me oculten las cosas. No es mejor cuando están por explotar.— asentimos
— Si, lo sentimos.— le dice Elena y Jenna soba su brazo
— Vayamos a ver a Ric. — caminamos a la habitación y entramos, Meredith esperaba
— Oh, Hola, Jenna.— la salida y le de da una cálida sonrisa
— Hola, ¿que estás buscando?— lo veo tras la ventana en la máquina. Ver esto me traía malos recuerdos
Yo siempre llevaba a mis abuelos a sus resonancias magnéticas deseando que no tuvieran nada.
— No lo sé. Un tumor, anomalías vasculares. Algo físico que pueda explicar su comportamiento.— asentimos — Si es algo médico, puedo tratarlo.
— ¿Y si no lo es?— sugiero y voltea a verme
— Entonces tendremos que luchar contra eso también.— responde Jenna
Meredith parece no ser la bruja del cuento. Ella lo protegió de que dieran con el para ayudarlo. Sospecha que el anillo lo ha estado cambiando por la cantidad de muertes que ha tenido. Me suena algo lógico pero no tanto.
¿Usar ese anillo te vuelve asesino?
Estoy casi segura que hay algo más detrás de todo esto. Tiene que haberlo. No cambias así de la nada.
— ¿Cuando sospechaste de él?— le pregunta Elena a Meredith — De que Alaric quien estaba matando a todas esas personas.
— Fue después de que me habló sobre su anillo. Recordé una historia que mi abuela me había contado sobre Samantha Gilbert y su diario secreto. No se si sabías esto, pero los Fell somos entrometidos notables.— asiento escondido
— ¿Entonces por que lo protegiste?— pregunta Jenna y noto la seriedad en su rostro
— Por que soy médica. No me gusta ver a alguien lastimado por algo sobre lo que no tiene control.— responde sincera
— Yo...necesito aire, los hospitales no me gustan. Ustedes sigan.— camino a la salida y por fin siento algo de aire frío pegarme el rostro
Diez minutos es lo máximo que puedo estar en ese sitio sin un ataque de pánico. Odio los hospitales
Pensaba en posibles soluciones para el problema. Una bruja Bennett hizo al anillo, así que a lo mejor una bruja pueda revertir el daño. He leído sobre magia negra y sus consecuencias. Como te envenenan el alma y te convierten en lo peor de ti. Debe haber algo que ayude a tratar la enfermedad.
— Sunshine.— alzo la vista y veo a Damon acercarse
— No quiero hablar contigo.— me quito de donde estaba apoyada para alejarme
— No puedes ignorarme el resto de la eternidad.— alzo mis cejas — Soy demasiado atractivo e inevitable de ignorar.— suspiro mientras me alejo
—Déjame en paz.— recalco
— No te preocupes por Alaric. Lo sacaré para darle sopa de pollo, nos aseguramos de que no mate a nadie.— me sigue el paso
— ¿Que hay de malo contigo? ¿Como pudiste salir a alimentarte con Stefan como si fuera una salida de copas vampíricas?— reprocho mientras vamos de camino a mi coche
— Si. Pensé que estábamos hablando de Alaric, pero claro, hablamos de Stefan.— me freno y volteo a verlo
— Te quedaste allí y lo dejaste alimentarse de una chica inocente.— bufea
— No lo deje hacer nada. Si quieres decirlo correctamente, lo obligué.— alardea sereno y me cruzo de brazos
— ¿Por que harías eso?— pregunto incrédula
— Somos vampiros, Izzy. Necesitamos sangre humana para sobrevivir. Somos depredadores, no mascotas.— se me acerca reprochando
—Stefan encontró la manera de evitarlo antes...— me interrumpe
—Stefan se ha construido un carro delirante del cuál ha caído repentinamente. Lo que necesita aprender es control.— aparto la manera incrédula
— Era capaz de manejarlo cuando lo conocí. No se miraba tan atormentado como ahora...— me interrumpe
—Si. Antes, cuando todo era arcoíris y unicornios.— ruedo los ojos — El apagó su humanidad y ahora carga con la culpa, supéralo.
— Lo que estoy diciendo es que quizás no eres la persona indicada para enseñarle auto control.— refiero a secas y me ve fijamente
— ¿Todo en orden?— pregunta Jenna y Damon se gira a ver
— Jenna, volviste.— expresa sorprendido y ella da una sonrisa de boca cerrada — No te esperaba.— me da una mirada
— Es evidente.— sonrío — Nos vamos. Alaric ya terminó, solo firma unos papeles.— asiento y abro la puerta del conductor— No cariño, tú no conduces.— ruedo los ojos y le doy las llaves
— ¿Siguen con eso?. Ya supérenlo.— me quejo y subo a la parte trasera
El transcurso estaba silencioso. A nosotras nos dejaron en la casa y Alaric y Jenna fueron al evento de la reconstrucción del puente Whickery. Mas que nada, necesitaban tiempo a solas para ponerse al día.
A Alaric le tomó por sorpresa su visita y creo que maldijo en su cabeza varias veces. El no quería preocuparla, pero aveces siento que eso es peor.
— ¿Qué haces?— me pregunta Elena en mi habitación
— Intento encontrar un hechizo que me ayude con el anillo.— cierro mi grimorio — Me siento responsable por dárselo. El no lo quería.— se sienta en mi cama
—Solo intentabas protegerlo. Eso haces con las personas que te importan.— asiento — ¿Haz hablado con Stefan?
— No desde anoche. El lidia con sus cosas.— ella asiente
— ¿Crees que puedas ir por el diario de Samantha Gilbert a casa de los Salvatore? Damon le dijo a Alaric que no hay nadie, así que no te toparás a Stefan.— suspiro — Quería intentar hablar con Bonnie y hacerle una comida a Jenna por la bienvenida.— asiento
— Bien, iré.— me levanto — Y no evito a Stefan. Estamos en buenos términos.— me acerco al espejo a cepillarme el pelo
— Haz estado más metida en el tema de Klaus que con el de Stefan.— me paralizo — Entiendo que te atormente por tu sangre.— suspiro aliviada — Pero Stefan te quiere. Debes dejar que otra vez se acerque a ti.— volteo a verla
— Todo es complicado. Yo soy complicada. Algo paso.— frunce el ceño y tomo mis llaves del escritorio
—¿Qué pasó?— pregunta preocupada
¿Algo pasó? Mejor dicho, alguien
— Nada importante, me voy para llegar temprano.— asiente y voy a la puerta
— Espera.— me freno y volteo a verla — Tenemos una charla pendiente.— alzo mis cejas — Sabes de que.— paso saliva — El diario Damon lo dejo en la biblioteca.
— Bien.
La verdad, no sabía de que. Tal vez sea momento de decirle que....somos medias hermanas y no mellizas como pensábamos.
¿Cuando todo se volvió aún más complicado?
Desearía que Isobel no me haya confesado nada. Prefería vivir en la ignorancia que saber que mi madre solo me tuvo por avaricia, como un objeto. Eso me duele más que la madre que tuve.
¿Por que no solo me dejo dinero?
Después de unos minutos conduciendo y cantando a todo pulmón, llego a la mansión. Toco la puerta y nadie me recibe. Entro a la casa y la recorro
— ¿Hola?
Hablo mientras sigo caminando hacia la biblioteca, nadie responde y veo el diario en la mesa y lo tomo. A lo lejos veo la chimenea y me quedo parada ahí unos segundos.
Recordaba aquel hermoso beso. Movió cosas en mi que no creí posibles. Como si fuéramos hechos el uno al otro, si eso es posible.
Me llevo la mano a los labios y los acaricio recordando el momento. Fue tan fresco y momentáneo. No puedo olvidarlo.
Bajo mi mano y regreso a la salida, doy un sobresalto
— Dios, casi me das un infarto.— me llevo la mano al corazón al ver a Stefan en la sala — Hola.
—Hola.— suelta una bolsa de sangre en la que iba a servirse en el vaso. Noto que le apena
— Lo siento. Damon le dijo a Alaric que no había nada en casa. Si no...—me interrumpe
— Acabo de llegar a casa.— asiento tímida
El ambiente se siente tenso. Demasiado.
— Elena quería que recogiera el libro que encontraste sobre mi antepasado Samantha.— aclaro y asiente — Tiene justificación mi locura, al parecer.— bromeó para romper la tensión pero solo sonríe ligeramente
— Está bien.— suspiro y relamo mis labios
El hombre prácticamente me comió a besos anoche. Se enteró que mi alma gemela puede ser Klaus y solo me da miradas tímidas como un niño al que le apena estar con adultos.
— ¿Como has estado?— me acerco — El idiota de Damon dijo que estabas...— me interrumpe
— Si, estoy bien.— me freno — ¿Tienes todo lo que necesitas?— evade y nos vemos fijamente
— Si.— respondo a secas — Bueno, si hay algo que pueda hacer para ayudar, solo dime.— me doy la vuelta y échalo
— No tienes que leerlo, ¿sabes?— me giro para verlo de nuevo — Puedo contarte lo que ocurrió. Samantha Gilbert fue encerrada en un manicomio. Intentó practicarse una lobotomía con una aguja de coser y se desangró hasta morir en el suelo de su celda.— paso saliva tensa
Eso si que es tétrico. Claro que yo iba a venir de posibles enfermos mentales, ¿algo más universo?
— Si lo mismo le está pasando a Alaric, entonces no hay nada que pueda hacer.— expresa con negatividad y resoplo
— Bueno, eso lo decido yo.— menciono con franqueza — Voy a dejar que vuelvas a hacer lo que sea que estaba haciendo.— voy a la puerta y me freno ante ella — ¿Sabes que?— dejo caer el diario y voy hacia el
— ¿Qué?— le estampo un beso que le toma por sorpresa, me jala de la cintura y nos aferramos el otro. Nuestros labios hacen match al momento. Su suavidad me abraza el alma y la sensualidad me mueve todo en el interior.
Como si estuviera en las nubes.
Me aparto de golpe y suelto un jadeo, me ve casi sin aliento y sus ojos verdes no se me quitan de encima.
— Esto es real. No puedo explicar lo que siento. Pero es inevitable negar que hay una llama entre nosotros. Una que nunca se apagó.— solo me observa — Ten una linda tarde.— suelto su nuca y salgo de la casa
¿Acaso yo...? ¿Acaso solo fui y lo besé como si fuera lo más normal entre nosotros? Dios, soy un fracaso.
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Narrador omnisciente
— No podías solo llamar.— le dice Jenna dándole una taza de café, el tenía papeles en la mesa
— No quería preocuparte, yo...— lo interrumpe
— Hablamos de que dos niñas, que no saben lo que hacen, toman la responsabilidad de un adulto, posiblemente asesino serial, y en muy serios problemas.— le reclama sentándose en la mesa — Creo que era el momento de llamar.
— Lo siento, Jenna, no quería que esto se me fuera de las manos. No quería involucrarlas en esto. No quería ser una carga.— ella toma su mano
— Ellas te cuidan por que te quieren, Ric. Para Izzy haz sido lo más cercano a un padre. Para Elena su soporte. Solo me molesta que me oculten cosas. Mi familia está sufriendo y yo no tenía la menor idea. Tú pasas un infierno.— se le hace el nudo en la garganta— Yo debería estar contigo y las niñas. — el acaricia su rostro con sutileza
— Tenías que cuidar a Jeremy. Tenías que adaptarte al vampirismo, no pongas esto en ti, yo...— lo interrumpe
— Ahora estoy aquí. Jeremy está a salvo con unos amigos de la familia y estaré enterada de todo. No me iré hasta saber que todo está bien.— se sonríen y llega Elena, trae consigo una bolsa con compras
— Espero no interrumpir.— expresa tímida y camina a la mesa dejando las cosas en la barra
—Dejamos las cosas claras.— Jenna le da un beso en la mejilla y el sonríe — Realmente no creo que deberías estar revisando esas cosas.— le sugiere al ver que comienza a leer los papeles
— Bueno, es la verdad. Órdenes de restricción y todo eso. Mi vida en una serie de reportes policiales.
— No tienes la impresión de ser un tipo furioso.— menciona Elena mientras Jenna le ayuda con los vegetales — Lo que suena raro, dadas las circunstancias. Pero no lo pareces.
— Si, bueno, era estúpido cuando era joven. Pero escuchen, no es como si estos tipos no se lo merecieran. Digo, este tipo de aquí le rompió una botella en la cabeza al cantinero.— menciona enseñando un reporte — Y este tipo le pegaba a su novia. Y este tipo.— lee la hoja — Bueno, este tipo era simplemente un idiota.— Jenna ladea una sonrisa— Todos necesitamos encontrar una forma de lidiar con su lado oscuro. Algunas personas meditan. Yo me volví un cazador de vampiros.
— Semi jubilado.— aclara Jenna — Gracias a Dios, lo que es ironía, por que tu novia es vampiro.— el sonríe
— Te extrañaba.— Elena la abraza por un lado
— Más vale, por que tienen muchas explicaciones que dar.— Elena y Alaric se dedican una mirada — ¿Donde está tu hermana?
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Isobel
Estaba en el Grill despejando mi mente. Hablé con Caroline para pedirle a Bonnie algo de ayuda. Tal vez su madre sepa algún remedio para romper el embrujo sobre Alaric. Sabe más de magia que yo. No quiero estar en casa sin respuestas. Me hace sentir incompetente.
— Te he estado buscando.— escucho a Rebekah y levanto la vista, se sienta en mi mesa
— No me escondo.— cierro mi libro — ¿Qué quieres?— menciono hostil y alza una ceja
—Hola para ti también, ¿ya no somos amigas?— me ve con interés y resoplo
Trató de matar a mi hermana. Claro que no voy solo a tomar el té con ella.
— No lo sé, las amigas no intentan matar a la familia de la otra.— recalco y suspira
— Tu hermana me apuñaló por la espalda cuando creí que era mi amiga. La dejé vivir después de eso, habla mucho de mi amabilidad.— aclara y nos vemos fijamente
— Bien. Pero aún no te perdono totalmente. Elena es sagrado para mi, Rebekah. Nadie la lastima.— dejo en claro
— Bien. No importa que sea una mustia víctima.— la veo con molestia — Ya, lo siento.
— ¿Qué sucede?— da un suspiro largo
— Damon me invitó a salir.— alzo mis cejas — ¿Por que te ves sorprendida? Acaso no soy lo suficientemente...— la interrumpo
— No es eso. Me sorprende que tú lo consideres.— frunce el ceño — Pensé que te gustaban los chicos buenos. En específico, Matt..— suspira y toma mi malteada
— Un día te vas a matar por comer tanta azúcar.— sonrío — Estoy aburrida. Klaus se fue a buscar a Finn. Damon es ardiente y bueno en la cama. Soluciona problemas.— hago gesto de disgusto y bebe de mi vaso
— Evita los detalles con traumas.— sonríe y deja el vaso
— No se si deba ir, no estaré solo yo. Parece que la loca ex de mi hermano vino a la diversión.— frunzo el ceño tensa
¿Loca ex? Esa no la vi venir. ¿Quien habrá venido?
— ¿De cuál hermano?— pregunto con interés y lo nota, sonríe
— ¿Por que? ¿Temes que sea de Klaus?— bufeo y me refugio en mi bebida
— A mi que me importa si viene la ex de Klaus. Digamos que tendríamos una exhibición de aquí a Virginia.— expreso con burla sonríe
— Es Sage, el amor de la vida de mi hermano. Yo la veo como una poca cosa y demasiado loca. No se que ve en ella.— suspiro — En fin, necesitaba a una amiga y eres a la única que no le quiero arrancar la cabeza.— sonrío
— Suena a un cumplido.— alza sus hombros y come de mis papas fritas
— ¿Crees que deba ir?
Algo era sospechoso aquí. Damon no solo invitaría a Rebekah de la nada. Ella tiene lo suyo, si, pero conozco a Damon Salvatore y algo planea. No hace las cosas de la nada y no invita a chicas a su casa, al menos no a una vampíro original. Quiere algo de Rebekah, la pregunta es...¿Qué?
—¿Quieres ir?— me ve fijamente — Digo, Damon no es de fiar y si viene de la nada con la invitación, no lo se.— termina de comer
— ¿Crees que trame algo?— doy un suspiro largo y bebo
— Creo que es Damon Salvatore del que hablábamos. El siempre tiene una razón para algo.— asiente
— Lo tendré en cuenta. Aunque soy más inteligente que el por mucho.— sonrío
— No lo dudo.
— Y dime, ¿como vas con el drama de Klaus? ¿Ya lo dejaste?— relamo mis labios y juego con mi comida
— Klaus y yo no somos nada, Rebekah.— respondo sin verla — No se que sentir. Es demasiado extraño.
— Nunca había entendido cuál era el capricho de Klaus con las doppelgängers.— volteo a verla — Digo, ¿como puedes siempre enamorarte de la misma persona aunque ya la hayas perdido? Se que Klaus amó a Genevieve con su vida. Fue su primer amor. Anastasia fue el remplazo y tú...— la veo con el nudo en el estómago — Contigo ya no lo sé. El perdió a cada una de ellas en sus manos. El ha perdido al amor tanto como yo.— suspiro
— ¿Y que se supone que debo sentir?— expreso abrumada — Yo...yo no puedo explicarme lo que siento cuando estoy junto a él.— me ve fijamente — Como si el fuera con quien debo estar, es extraño.
— Solo di lo que te viene a la mente.— expresa serena y suspiro
— Klaus como que se me coló. Se me metió en la piel, y no importa lo que haga yo...No lo puedo sacar.— menciono sincera
— Una vez que te enamoras de alguien, no se si....No se si te lo puedes quitar.— frunzo el ceño y siento una punzada en el pecho. Me dejó pensativa.
¿Acaso sugirió que yo podía estar enamorándome de Klaus?
— Yo no estoy enamorada de él.— menciono ofendida y sonríe levantándose de la mesa
— Lo estás haciendo, cariño.— toma su bolso — Amarlo es una causa perdida. Te lo dice alguien que lo ha visto con las versiones anteriores. El no va a cambiar. Nunca lo hace.
Tal vez tiene razón. Esta patética teoría de que somos almas gemelas es una farsa. El hombre pierde a mis versiones como calzones. Las almas gemelas están destinadas a estar juntas para siempre, a él parece no durarle ese tiempo. Es tan complicado como yo.
Suena mi celular y me levanto de la mesa, dejo el dinero y atiendo
— Hola.— me sorprendo al escuchar la voz de Bonnie
— Hola. Bonnie, siento todo esto. Yo en serio quería buscar otra alternativa.
— Lo sé, está bien. Hablé con mamá y dice que conoce un hechizo que puede revertir el daño. Lo mismo pasa con las brujas que se vuelven obsesionadas con la magia negra.— sonrío asintiendo
— Si, pensé en eso. Pierden el control y comienzan a actuar por sus impulsos más oscuros. Como un clase de sobredosis o infección. Suelen tratarlas con hierbas medicinales o sanadoras. Leí eso en alguna parte.
— Mi mama ya me dió las hierbas que pueden neutralizar el daño e iré hacia allá.— suspiro aliviada — Necesito un efecto personas de Alaric, algo que usara antes de empezar a usar el anillo.
— De acuerdo. Lo conseguiré. Gracias por hacer esto.
— Debes estar lista para hacer el hechizo tan pronto llegue allí.— suspiro — Te veo pronto.— cuelga
Tan pronto la llamada terminó, fui a rápido a casa. No podía esperar más. Al llegar, veo a Elena y Ric en la mesa, se azota la puerta al ir corriendo.
— Traigo buenas noticias.— menciono entre brinquitos — La mamá de Bonnie piensa que puede ayudarte con un hechizo.
— Vale la pena intentarlo.— menciona Alaric con entusiasmo
— Son increíbles noticias.— añade Elena con una sonrisa
— Pero necesita algo que usaras antes de que te pusieras el anillo. Algo personal.— se queda pensativo
— Bueno, está...Tal vez mi anillo de bodas. Está en mi departamento.— expresa tenso y paso saliva
— De acuerdo, si. Esa es una buena idea.— menciono incómoda
El estuvo casado con mi mamá. Es algo extraño aun, pero ya no tanto.
El intenta levantarse y Elena lo frena sentándolo de nuevo.
— No estás en las mejores condiciones. Es mejor que te quedes en casa con Jenna. No tarda en salirse de ducharle.— sugiere y suspira inconforme
— ¿Cuando me dominaron tanto?— expresa burlón y sonreímos — Esa en el romperlo, cerca de la cocina. Está en un frasco de aspirinas. Posiblemente cubierto de telarañas.— asentimos
— De acuerdo.— comenta Elena y se encima a la puerta, yo me quedo parada por una duda
— Hay algo quería preguntarte, pero con todo esto no tenía cabeza.— le digo a Ric
— Si, dime.— inhalo hondo
— ¿Conoces a una Sophia Flemming?— frunce el ceño — Vino anoche y dice que es mi tía. Dejó mi fideicomiso.— se miraba sorprendido
— Isobel era muy reservada con su familia. No conocía a sus padres y mucho menos a ti. Jamás escuché ese nombre.— asiento desanimada — ¿Como sabes que es quien dice?— me encorvo de hombros
— No lo sé. Trato de averiguarlo. Solo que...ahora no estoy de lo más concentrada.— asiente
— No confíes es nadie que viene de la nada. Isobel tenía muchos secretos. No sabemos que fue lo que hizo los últimos años.— inhalo hondo y escucho el pitido del auto
— Bueno, te veo pronto. Gracias igual.— asiente y salgo corriendo de casa, me subo al auto.
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En el transcurso no hablamos casi nada. Evitaba el tema de que llegó la nueva miembro de la familia y que Elena y yo no somos mellizas. Que de hecho, soy su hermana mayor. No se como iniciar la conversación. No quiero forzarla, pero merece saber que su tia está aquí. Su única familia biológica.
Después de unos minutos habíamos llegado. Subíamos las escaleras del edificio.
— En serio espero que esto ayude a Ric.— menciona Elena con esperanza y asiento
— Si, yo también.— añado y terminamos de subir, me entrega las llaves
— Te extrañé en la casa.— me sobresalto al ver a Stefan apoyo en la pared junto a la puerta. Lo veo confundida — Alaric me dijo que vendrían aquí.— suspiro mientras nos miramos de forma intensa
— Lo dejaste perfectamente claro está mañana, Stefan.— le paso de largo algo molesta — No quieres tenerme cerca.— expreso a secas y abro el departamento
— No estoy tratando de herirte, Izzy.— me detengo en la puerta y volteo a verlo — Solo que ahora no puedo ser quien quieres que sea. No tengo control.—me ve apenado y doy un suspiro
— No te pedí que lo fueras.— recalco — No te pido que cambies de la noche a mañana.
— Pero cuando me miras, se a quien ves. No es al que tienes a enfrente.— menciona franco y nos vemos fijamente
— Esto es incómodo, es mejor que espere en el auto. No quiero ser el mal tercio ahora.— menciona Elena tímida y se va
— ¿Que estás haciendo aquí? — me alejo de la puerta para evitar su mirada
— Bueno, yo investiguéun poco más sobre Samantha Gilbert. Las familias fundadoras siempre fueron bastantes buenas destruyendo sus registros pero encontré un par de artículos de periódicos.— enciende las luces del departamento— Parece que mató a dos personas mientras estuvo en la institución. Una enfermera y un guardia.— suspiro
— Entonces era una psicópata. Entiendo.— recalco incómoda
— Estaba bajo observación por suicidio. No tenía efectos personales. Ni joyas.— frunzo el ceño, su tono de voz era en suspenso
— Espera, ¿entonces estás diciendo que el comportamiento violento aún puede ocurrir incluso si la persona no está usando el anillo?— pregunto preocupada y asiento
Me dio un escalofrío que hasta me caló en la nuca. Esto en serio me pone los pelos de punta.
— Es mejor que nos apresuremos con ese hechizo.— voy a los cajones y abro uno de ellos
— ¿ Y si el hechizo de Bonnie no funciona? ¿Que van a hacer con el? — suspiro y volteo a verlo para luego regresar con lo que estaba haciendo
— No voy a hacer nada, Stefan. Voy a seguir buscando hasta que encontremos algo que pueda ayudarlo.— aclaro mientras sigo buscando
— No sabes cuánto hace que esto esta pasando. Podría ser muy tarde.— expresa con negatividad y suspiro tratando de ignorarlo
Hay demasiada tensión entre ambos que apenas puedo pensar.
— Es el anillo de mi familia el que le hace esto. Es mi responsabilidad arreglarlo.— insisto
— No puedes cargar esa culpa. No todos son tu responsabilidad. No todos pueden ser salvados.—frunzo el ceño y me detengo
— ¿Estamos hablando de Alaric o estamos hablando de ti? — el me mira fijamente — Por que no planeaba rendirme con ninguno de los dos.— tenemos contacto visual por unos segundos, para que el corte el contacto abriendo un cajón.
Al hacerlo. vemos dentro fotos de cuerpos y asesinatos que me dan escalofríos. Mi estómago se revolvió
— ¿Qué ese eso?— pregunto casi sin aliento y Stefan saca algo
— Fotos de sus víctimas— me quedo perpleja, Stefan termina de sacar el cajón e indagamos.
Hay un sobre amarillo con el nombre de Jeremy, lo saco y lo abro al instante. Hay una gran cantidad de hojas que lleva una nota encima
— "Jeremy, si me pasa algo, sigue con mi trabajo. Tienes el otro anillo, deja que el anillo te vuelva fuerte. El consejo debe ser limpiado antes de que el trabajo pueda comenzar"— se me eriza la piel y Stefan me quita los papeles — ¿Qué? ¿Esto es una clase de grupo fascista como el Ku Klux Klan de vampiros?.
— Es la lista del consejo de fundadores. Parece una lista de personas a asesinar.— alzo mi cejas perpleja y el voltea a verme
— No, Alaric no escribió esto.— expreso en negación
— ¿Quien más podría haberlo escrito, Izzy?— suspiro y volteo a verlo
— Al diablo con esto.— rompo la lista y sigo buscando entre el cajon, encuentro la botella de aspirinas y la abro para comprobar que llevaba el anillo adentro, cosa que si era — Tengo que volver.— asiente y salimos rápido de la casa
Elena baja del auto al vernos, mis nervios estaban al tope. Y eso es demasiado, ya que soy algo pequeña.
— ¿Qué pasa?— pregunta Elena al vernos alterados
—Es Alaric. Al parecer su actitud violenta permanece aunque no use el anillo. Su plan era ir por todos los miembros del consejo.— me mira perpleja
— ¡Qué! ¿Cómo llegó a tanto?— menciona abrumada
— No lo se, solo se que debemos ayudarlo antes de que lo perdamos para siempre.— insisto y asiente preocupada — Jenna está sola con el y Alaric es un buen cazavampiros.
— Si, es mejor irnos.
Al querer subirnos al auto, alguien inesperado llega.
— Klaus.— expreso sorprendida y se acerca, noto a Stefan tenso
— Necesitamos hablar.— su tono de voz era serio
— Rebekah me dijo que buscabas a Finn.— menciono confundida
— No hay tiempo, Izzy.— me habla Elena y volteo a verla — Jenna puede estar en peligro.— asiento
— Ve tú con Stefan, dos son suficientes.— ordena Klaus y alzo mis cejas
— ¿Izzy?— me habla Stefan y tengo contacto visual con Klaus
— Vayan, debo hablar con el.— volteo a verlos — Todo estará bien.— suspiran y se suben al auto inconformes — ¿Qué quieres?
— Esperaba más hospitalidad.— se me acerca y me cruzo de brazos
— No es el mejor momento para tener una conversación. El hombre que considero mi única figura paterna, parece estar enloqueciendo y tú quieres hablar.— expreso hostil
—Necesito una bruja que rompa el vínculo.— entrecierro mis ojos molesta — Eres la única en que quien confío.
— ¿Es en serio, Niklaus Mikaelson?— alzo la voz — Al diablo, me voy.— doy la vuelta
— Izzy.— meneo mi cabeza sin detenerme — Valeria me dijo que Ana no murió.— me freno de golpe
— ¿Hablaste con Valeria?— pregunto incrédula y volteo a verlo — ¿Como sabes que es verdad?
— Esther le dijo. Su alma no está en el purgatorio.— me cruzo de brazos
— ¿Por que me dices esto?— se me acerca
— Por que Ana era tú madre y parte de ella era ser viajera. Puede estar en algún cuerpo pasajero y burló a la muerte.— nos vemos fijamente — Te lo debo. Quiero compensarlo por lo que hice.
— No me interesa. Descubrí que solo me tuvo para que su linaje doppelgänger no muriera con ella. ¿Era todo?— frunce el ceño
— ¿Por que de pronto actúas como si me odiaras? Con este tono déspota.— me ve incrédulo
— No tengo tiempo para ti ahora mismo.— insisto y me pongo a caminar
— Estábamos muy bien, ¿qué cambió?— suspiro — Isobel.— me frena tomándome del brazo
— ¿Qué quieres de mi?— le alzo la voz y se sorprende soltándome
— A ti.— responde sin parpadear
— Lo que sea que esté pasando entre los dos, no irá más lejos. No lo permitiré. Ni siquiera somos de la misma especie.— lo bombardeo y me ve sin aliento.
Sentí un dolor en el pecho. Uno como si a mi corazón lo hubieran cortado. El me miraba con sufrimiento en sus ojos, como si mis palabras lo mataran por dentro. El no emite palabra, solo asiente con el nudo en la garganta.
Fui cruel, lo se. Pero no dejaré que el destino me dicte a quien amar. No viviré un cuento de fantasía.
Tenía que alejarlo, hacerlo significaba que no me iba a romper el corazón. Lo que sea que estamos sintiendo irá en picada. Estamos destinados al fracaso. Eso es un hecho.
Regreso a casa y Elena me dice que todo está controlado. Alaric había enloquecido con Jenna, pero supo manejarlo y ahora estaba en la habitación recuperándose con el hechizo de Bonnie.
Yo extrañamente me sentía triste y confundida. No me gustó lo que dije o hice. No se lo que hago. Saber lo de las almas gemelas realmente me afectó más de lo que quisiera.
—Estas muy callada.— me dice Jenna mientras estoy en el columpio del porche — ¿Qué pasa?— me da una taza y se sienta junto a mi
— Gracias.— le soplo al té — Creo que lastimé al alguien hoy. Fui cruel.— frunce el ceño
— ¿Con quien?— bajo la mirada — No te juzgaré.
No podía decirle. No me salía
— Mi madre es Valeria Petrova.— volteo a verla y me ve perpleja — En realidad es Ana, pero se embarazó en su cuerpo. Parece que fue una clase de creación maestra para su beneficio. Klaus la buscó por mi. El sabía que necesitaba respuestas y yo...solo lo alejé.
— Es mucho que procesar.— asiento — ¿Elena sabe? ¿Alguien sabe?— asiento
— Solo Stefan y Damon. No he podido decirle.— bebo té — Me cuesta.
— ¿Que sientes por Klaus, Izzy?— juego con mis manos — Te conozco, hija. Se que te carcome algo por dentro.
— Temo que me estoy enamorando de él.— levanto la cabeza y me ve sorprendida — Pero siento que no es real. Que todo es una farsa del destino. Se supone que somos almas gemelas, Jenna. Estamos destinados a encontrarnos y que yo muera por el. Estamos condenados. — se me cristalizan los ojos — No quiero sentir esto. Me siento perdida. Mi corazón está hecho un desastre.— se me resbala una lágrima y me rodea con sus brazos
— Tranquila, tranquila.— me aferro a ella
— Ya no quiero amar. Nada es real. No puedo hacerlo. Voy a renunciar a él. Tengo que.
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