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Extra: Klaus




[situado en el cap 16]

Klaus juro nunca haber sentido tantos celos con ninguna chica, pero estaba claro, Megan no era cualquier chica.

La loba hablaba alegremente con un chico pelinegro, era evidente para cualquier persona que prestara un mínimo de atención que el chico coqueteaba con la castaña.

Y eso a el híbrido no le gustaba ni un pelo.

Dejo a Genevive con la palabra en la boca y caminó con rapidez donde se encontraban los dos jóvenes

— ¿Quieres bailar? —pregunto el pelinegro

Megan fue a aceptar la invitación pero la mano de Klaus se interpuso entre los dos.

— Ya tiene con quien bailar, lobito.

Klaus tiró de Megan hasta la pista de baile improvisada, ella intentó zafarse de su agarre pero no pudo. Y Klaus tampoco estaba dispuesto a dejarla volver con el lobo.

— ¿Por qué me haces esto? —soltó irritada.

El híbrido se sorprendió por su tono de voz, pero no lo mostró.

— ¿El que? ¿Librarte de una conversación aburrida con un chico aburrido? Yo soy mejor compañía.

— No era aburrida, me lo estaba pasando bien. —hablo Megan intentando no gritarle al rubio.— Mattia es muy amable y gracioso. No es aburrido.

— ¿Intentas convencerte a ti misma o a mi? En mi opinión...

— ¡No me importa tu opinión! ¡Estoy harta de que solo me busques cuando te apetece o cuando estás aburrido! ¡Soy más que tu entretenimiento!

La expresión de Klaus cambio, pero ni él mismo supo que sentía con claridad.

— ¿Eso es lo que crees? —preguntó el.

— Si. —respondió sin pensárselo.

— No tienes ni idea... —Klaus se cortó a sí mismo.

Este no era ni el momento ni el lugar.

— ¿No tengo ni idea de que? Eh. —le incitó la loba. Klaus podía escuchar su corazón latiendo frenéticamente.— Va, dilo.

Como un impulso el híbrido la agarró de las mejillas, pero cuando estuvo a punto de besarla el miedo se apoderó de él.

No podía dejar que vieran que le importaba, que le gustaba, que la quería.

Si no sería un punto débil que sus enemigos podrían utilizar contra él.

Y Klaus se negaba a la idea de que le hicieran daño por su culpa. No se lo perdonaría nunca. Por eso se fue a velocidad vampírica dejándola sola.

. . .

[situado en el cap 20]

Klaus no daba crédito a lo que escuchaba. ¿En serio Megan creía que no le importaba? ¿Tan pésima imagen tenía de él?

Con cada palabra que salía de la boca de Megan hacía que Klaus se enfadara consigo mismo.

La loba cerró los ojos, Klaus se acercó a ella, levantó la mano y le acarició la mejilla. Tocarla era como tocar porcelana, se veía tan débil y tan fuerte a la vez.

— Me importas, bonita. —susurró él.

Megan abrió los ojos, sus pupilas se dilataron al verle. Klaus alternaba su mirada entre los ojos de ella y sus labios, mientras que Megan hacía lo mismo.

Que Megan abriera los labios un poco para soltar aire fue la perdición de Klaus.

No pudo resistir más, la agarró de la nuca y sin demasiada fuerza hizo que sus labios chocaran. Megan enredó sus brazos alrededor del cuello del híbrido, mientras él la sostenía fuertemente de la cintura.

No era nada comparado con lo que el había imaginado, por sentir su calidez y sus brazos buscando acércalo mas no tenían punto de comparación.

Era agradable.

Era adictiva.

Pero de nuevo el miedo se apoderó de él, y la dejó, otra vez, sola.

. . .

[situado en el cap 21]

Solo había existido una mujer que le había importado a Klaus Mikaelson, y esa era su hermana, Rebekah Mikaelson.

Ahora esa única plaza se había extendido a dos personas más.

Hayley Marshall, la madre de su hija.

Y Megan Marshall, la hermanita insoportable que ahora ya no lo era tanto.

La peor parte de que te importe una persona es el miedo constante a que le pase algo. Y Klaus estaba aterrorizado de que algo pudiera pasarle a las lobas.

Pero ya era demasiado tarde, eso de lo que tenía miedo Klaus se hizo realidad.

Las mellizas estaban muertas, y él se sentía culpable.

Klaus miró a Megan, la chica sarcástica que hacía galletas y que olía a vainilla, que daría su vida por su hermana, que defendía a todo aquel que le importe, la persona cuales ojos brillaban al hablar de Harry Potter y que tenía las agallas para gritarle las verdades a la cara.

Así era su chica, su bonita.

Pero ya no era ella.

Sus ojos color miel no tenían vida, estaba pálida, llena de sangre e inmóvil. A Klaus le dolía verla así, todo lo que Megan fue se quedó atrás, lucía como la definición de cadáver.

Era la primera vez que a Klaus Mikaelson le dolía ver una persona muerta. Nunca había muerto alguien que realmente le importase a parte de sus hermanos, ese era un tema a parte.

En el momento en el que la conoció la clasificó como insoportable y lo decía sin ningún tipo de escrúpulos. Hasta su voz le parecía irritante, hasta que comenzó a agradarle, y empezó a querer hablar con ella, aun que solo fuera para insultarse o para escuchar sus referencias a Harry Potter o sus comentarios sarcásticos.

Nunca llegó a imaginar su vida sin Megan, nunca creyó que había posibilidad de que eso pasara. Y ahora se arrepentía de no haber aprovechado el tiempo con ella, y no podía hacer nada más que lamentarse mientras la miraba.











Eirene's note:

Opiniones?


Es poco pero trabajo humilde


Espero que os haya gustado porque este es el fin de Issue!!!


Hasta el próximo libro!!!


Gracias por todo🫶🏻


Besos en los piesss❤️❤️

EIRENEEVANSS - 23/08/2022

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