La castaña observó como el híbrido se miraba en el espejo, sin embargo, parecía estar metido en sus pensamientos y no mirando su reflejo.

— ¿Klaus? —lo llamó con suavidad.

Tras la pesadilla de anoche le había costado tranquilizar a Dina, y esta mañana se había enterado por Hope que ella también había soñado lo mismo.

— ¿Klaus? —insistió.

El rubio oscuro pareció salir de su ensoñación.

— Estamos todos listos para irnos. —informo ella acercándose.— ¿Estás bien?

— Perfectamente. —respondió evitando su mirada.

— Niklaus. —se quejó sabiendo que no era verdad.

— Confía en mí. —pidió comenzando a andar. Meg lo siguió.— Tenéis que ir al pantano sin mí.

— ¿Por qué?

— Llevaos a los niños. Yo iré luego.

— ¿Qué demonios dices? —preguntó desconcertada.

— Mis hijos casi mueren. Debo acabar con esa amenaza.

— ¿Solo? Ni de broma. Voy contigo. —decidió.

— No. —negó de inmediato deteniendo su paso.— Freya me ayudara. —aclaró.— Necesito saber que los niños están a salvo. Necesito que Hayley, Elijah y tú os encarguéis de eso, ¿de acuerdo?

La híbrida suspiró asintiendo.

. . .

Elijah, Hayley y Meg caminaban junto a los niños por el césped cerca del pantano. Henrik corría de un lado a otro, Hayden y Hope iban de la mano cogiendo flores de colores mientras que Megan trataba de no escuchar la conversación que Hayley y Elijah estaban teniendo.

La castaña se giró para ver por donde iban su hermana y su cuñado, pero tuvo la terrible suerte de darse la vuelta justo cuando se daban un apasionado beso, lo que hizo que pusiera una mueca, y que Henrik a un par de metros riera.

La híbrida aceleró el paso, alcanzando a los niños y dándole espacio a la parejita. Megan pico a la puerta cuando llegaron a la casa del pantano de Mary.

— ¡Abuela Mary! —exclamó Hope cuando abrió la puerta.

Los tres niños la abrazaron con cariño, acto que, por supuesto, Mary les devolvió. Mary alzó la mirada, una mueca se posó en su cara al mirar tras de Megan, quien supuso que era porque había visto a Elijah.

— Hope y yo te hemos traído unas flores. —habló Hayden enseñándoselas.

— ¡Y yo! —se añadió Henrik.

Su hermana mayor le frunció el ceño poniendo mala cara.

— Tu no, mentiroso.

— Niños, no discutáis. —interrumpió Mary con dulzura.— Id dentro, tengo que hablar con vuestras madres.

Los niños hicieron lo que la anciana les había pedido. Mary posó su mirada en las mellizas.

— No sabía que ibais a traerle.

— Mary, por favor. —suspiró levemente Hayley.

— Los vampiros no son bienvenidos. Vosotras sois la excepción. Normas de la casa.

Elijah miro a las Marshall.

— Os dejaré solas. —murmuró alejándose.

Hayley camino hacia las dos mujeres.

— ¿Era necesario?

— Ya sabes lo que pienso. —acotó rápidamente.— Nuestra especie acaba muerta cuando ellos están cerca. —Meg apartó la mirada.— Ayer perdimos a Lara. Y hoy me despierto y me entero de que ha habido una masacre en el bosque. —miro a ambas.— Déjame adivinar, los Mikaelson están implicados.

— Por eso estamos aquí. —murmuró Megan.— Queremos hablar contigo sobre lo que causó la masacre anoche.

. . .

— Solo sabemos que esa secta quería sacrificar niños. —finalizó Hayley.

— De alguna manera, Lara se vio involucrada y cuando intentó dejarlo, no pudo y se suicidó.

— No tiene sentido. —dijo Mary.— ¿Quién iba a reclutar lobos de la Media Luna para una secta?

— Por eso necesitamos que busques cualquier cosa extraña. Esa gente está obsesionada con un símbolo. Una serpiente que se muerde la cola. —hablo Meg.

— ¿Como?

— Una serpiente. —repitió.— Como un dragón. —explicó.— Cuando las niñas estuvieron infectadas dibujaron varios... e incluso antes de eso. —la castaña se acercó a la mochila que habían traído para los niños y sacó un par de hojas dibujadas.— Mira.

Mary intercaló la mirada entre el dibujo y las mellizas.

— Tengo que enseñaros algo.

. . .

Megan estaba sentada en un sofá del porche de Mary leyendo el diario que la anciana le había dado.

La castaña suspiro, pronto sintió la mano de Elijah en su hombro.

— Este diario perteneció al marido de Mary. —se lo dio.— Lo escribió meses antes de su muerte. Casi todo es basura revolucionaria, planes para un levantamiento, pero también hay cosas de mis padres allí. —habló mientras Elijah ojeaba el diario.

— ¿Qué dice sobre ellos?

— Desvaríos sobre que eran traidores por tratar con vampiros. —contó.

Elijah se sentó a su lado mirando las páginas del diario.

— Se ve que su escritura se deterioraba con sus pensamientos.

— Al final, ni siquiera podía formar una frase coherente.

Megan se quedó en silencio observando como Elijah llevaba al final del diario, donde había un dibujo del símbolo del Vacío. El de traje la miró alarmado.

— Creo que el Vacío hizo que el marido de Mary matara a mis padres. —confesó casi susurrando.

. . .

Esta vez Megan se había alejado de la casa de Mary, se encontraba casi a los pies del pantano, sentada en un banco.

— Realmente quieres estar aquí, Elijah. ¿O es que Klaus te ha pedido que me vigiles? —cuestionó cuando escucho un ruido.

— Niklaus y yo tenemos preocupaciones comunes.

— Estoy bien, Elijah. Solo necesito aire, ¿de acuerdo?

— Pasamos un par de meses compartiendo un apartamento a las afueras de Nueva Orleans, ¿recuerdas? Fue demasiado tiempo para que desarrollara cierto sexto sentido para saber cuando mientes.

— Retiro lo dicho hace unos días; no eres mi Mikaelson favorito, eres un dolor en el culo.

— Solo quiero que sepas que puedes hablar conmigo sobre eso.

— Lo sé, Lijah. —suspiró lentamente.— Pero ni yo sé cómo me siento al respecto. —se pasó las manos por la cara mientras Elijah se sentaba a su lado.— Cuando era pequeña, no encaje en ningún sitio. Ni en el colegio, ni en las casas de acogida. Mientras que Hayley siempre fue más extrovertida, de alguna manera que yo no sabía, podía hacer amigos y relacionarse. El hecho de que a mi me costará más abrió una brecha que dejó que me entraran los celos y la inseguridad. —relató.— Incluso cuando empezó todo, llegué a pensar que Hayley lo tenía siempre más fácil, mientras que yo tenía que soportar ser la carga. Y odiaba sentirme así.

— No eres ninguna carga. —la interrumpió.

— Ahora lo sé, pero antes era en lo único que pensaba. Solo era la insoportable hermanita menor. —rio levemente.— Klaus solía llamarme así cuando hablaba con Cami. —recordó nostálgicamente.— La cosa es; que siempre pensé que si encontraba a mis padres, por fin pertenecería en algún lugar.

— Perteneces a un lugar... —Meg le sonrió.

— Hayley y yo hicimos cosas terribles para encontrar a nuestra familia, Elijah. —apartó la mirada porque sus ojos comenzaban a cristalizarse.— Y cuando los encontré, ya estaban muertos. Y ahora me entero que los mismos que los mataron son los mismos que quieren hacerles daño a mis niños. —soltó un suspiro tembloroso.

— Escúchame. —pidió tomando sus manos.— Klaus y yo no permitiremos que os pase nada, ¿entendido?

La castaña sonrió levemente.

— Vuelves a ser mi Mikaelson favorito.

— Nunca me quitaron el puesto. —bromeó Elijah.

El móvil del trajeado comenzó a sonar. La voz de Freya al otro lado del teléfono los aviso de que el Mikaelson debía volver a la ciudad o Marcel mataría a Klaus.

. . .

La noche había caído y los grillos sonaban en bucle. Megan observaba a sus niños dormir desde el umbral de la puerta. Henrik estaba acurrucado junto a Hope en una silla, Hayden por su lado estaba estirada a lo largo en un sofá.

Hacía unos minutos Klaus le había enviado un mensaje informándola de todo lo que había pasado y que nadie había resultado herido.

Una cabeza se apoyó en su hombro, Hayley entrelazo sus brazos, abrazándola de cierta manera. Hace un rato la menor le había contado lo del diario a su hermana, quien simplemente suspiro ante la noticia.

Hayley dejo un beso en la mejilla de su hermana y se alejó de la casa del pantano. La híbrida miró a Mary, quien al conectar miradas la apartó.

— No hagas eso. —le pidió.

— ¿El que? —preguntó la anciana.

— Culparte.

Megan se sentó en las silla frente a Mary.

— Crees que hubiéramos tenido una vida mejor si hubieras detenido a tu marido. —explicó.

Mary bajó la mirada.

— Nadie se merece pasar por lo que has pasado.

Meg sonrió cortamente llevando su mirada al sofá donde dormía Hayden y después donde dormían los hermanos.

— Gracias a todo lo que hemos pasado los tenemos a ellos. —cogió aire.— Dos de ellos son Mikaelson, otra una James, y Hayley y yo somos Marshall, pero todos seguimos siendo Labonair. —miro a la anciana.— Mary, Mattia dijo que la tragedia siempre seguía a mi familia. Ejecuciones, gente muerta en riadas, incendios o simplemente desaparecidos... ¿Y si el Vacío estaba detrás de esas muertes? ¿Y si ya ha ido antes a por los Labonair...¿Y si quiere terminar lo que empezó...?

Megan llevó su mirada a los tres niños dentro de la casa. Si su suposición era cierta, el Vacío iría a por ellos, y no sabía cómo detenerlo.

Eirene's note:

Se que es corto, pero no había nada mas que escribir.

He decidido que al finalizar este fic empezare uno de Hayden en Legacies, pero basándome en un final alternativo de este fic.

En fin, Henrik, Dinita, os amo.

Opiniones?/Teorias?/Cosas que queráis ver?

EIRENEEVANSS -06/08/2023