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58 | i love you


Klaus observó a Megan desde el marco de la puerta, quien estaba sentada en la cama de la habitación de ella.

— La comunicación es importante en una pareja. —comentó él.

— Lo sé.

— Pues habla conmigo, bonita.

Megan se levantó de la cama, enfurecida.

— ¿Qué quieres que te diga? ¡Estoy enfadada, Niklaus! En lo único que puedo pensar todo el rato es en Aurora. —admitió.— Quien, por si no lo recuerdas, tiene una obsesión muy poco sana contigo. Me quiere muerta, es un hecho, Klaus. Quiere hacernos daño, y si es inteligente irá a por lo que más queremos; las niñas.

La castaña se volvió a sentar en la cama, cabizbaja, tratando de calmarse. El peso de un cuerpo hundió el colchón junto a Megan. El rubio entrelazo sus manos.

— Estás a salvo.

Ella suspiró, sabiendo que esas palabras no la calmaban lo mas mínimo. Por lo que prefirió cambiar de tema.

— No he podido decírtelo, pero siento lo de Finn. Perder un hermano debe ser horrible.

— Si, bueno, tendré consuelo cuando Lucien muera.

— ¿Qué vamos a hacer con la pelirroja psicópata? Ya es malo que Lucien pueda matarte. Puede ser igual de poderosa... —cogió aire.— Nunca te he preguntado sobre ello, pero Aurora fue un gran amor para ti, entendería si aun sintieras algo, aunque fuera poco...

— No me importa Aurora. Me importas tu. Te quiero a ti.

Megan contuvo el aire. Quiza había escuchado mal, o había sido parte de su imaginación. No lo sabia. Klaus no se movía, ella tampoco lo hizo, insegura. 

— ¿Me quieres? 

Algo que había aprendido es que la vida era muy corta, y que debería de dejar de pensarse tanto las cosas. Hasta ahora le había funcionado, pero aquello era demasiado intimo como para jugar con la situación. Aunque no le impidió preguntar.

— Desde el momento en el que me apodaste perro pulgoso supe que ibas a ser mi perdición. —bromeó con un toque de amargura.

— Qué puedo decir, soy un encanto.

— Eras cruel.

— Ahorcaste a mi hermana. —se defendió Megan.

— Cierto. —reconoció apretando los labios en una fina linea.— ¿Tu no tienes algo que decirme?

— No, que yo recuerde. —se hizo la desinteresada. Klaus la miró con las cejas alzadas, Megan sonrió mientras se reía por su cara de estupefacción.— De acuerdo, yo también.

— No me sirve, dilo entero.

— Quejica.

— Dilo. —ordeno, impaciente.

Megan cogió aire.

— Yo, Megan Marshall, o Lea Labonair, depende de a quién le preguntes, te quiero a ti, Niklaus Mikaelson. —recitó con orgullo.

La risa de Megan fue apagada por la mano de Klaus en su nuca, que tiraba de ella para unirlos en un fogoso beso.

. . .

Tras una sesión rápida de cariñitos Klaus había, prácticamente, desaparecido. Un golpe fuerte sonó en el portón de los Mikaelson, que fue abierto, revelando a Camille. Megan corrió hacia ella al ver su cara de preocupación.

— ¿Qué pasa, Cami? —le pregunto la castaña inmediatamente.

— Es Klaus, Lucien lo ha capturado. —confesó.

El estómago de Megan dio un vuelco, pronto sintió náuseas, unas bastantes desagradables. Demonios, la edad le estaba pasando factura, y eso que era una hibrida.

— ¡Freya! —chilló. La bruja bajó de inmediato junto a Elijah.— Invítala a entrar.

Por sugerencia de Elijah el complejo había sido puesto a nombre de Freya, de este modo ningún vampiro podía entrar a no ser que la rubia lo invitara.

— Puedes pasar. —dijo la bruja.

Camille entró, los Mikaelson la hicieron sentarse en un sillón mientras los tres se mantenían de pie delante suyo.

— Cuéntanos qué ha pasado. —pidió Elijah.

— Lucien le tendió una emboscada. Lo doblegó como si nada.

— ¿Le mordió? —preguntó Meg.

— No, creo que le quería vivo. —murmuró.— Los seguí. Lucien se llevó a Klaus al ático.

Un mensaje proveniente del móvil de Elijah captó la atención de los presentes.

— Lucien exige mi presencia. En el Whiskey Cask. Solo y de inmediato. —hablo Elijah tras mirar el mensaje.— Dice que si me retraso, Niklaus morirá.

. . .

— ¿De verdad vas a salir? —preguntó Megan al verlo caminar a la salida.

— De verdad voy a salir.

— Elijah, lo de poner todo el recinto a nombre de Freya era para hacerlo impenetrable. Y ahora te vas a enfrentar con alguien que puede matarte. —suspiro.

— Dicho así, parece un poco imprudente.

— Lo es. —Elijah siguió caminando.— Elijah. —lo llamó, por suerte, él se detuvo.— Ten cuidado, no podemos permitirnos perder a nadie más, ¿de acuerdo?.

Pese a que Megan quería salir tras él e ir a rescatar a Klaus, no podía. Debía mantenerse bajo protección porque tenía a alguien a quien cuidar. Si Hayden no hubiera nacido hubiera ido tras Elijah, pero tenía una hija y ella era su prioridad.

Siempre lo seria.

. . .

Había habido un cambio de planes. Megan caminaba a paso rápido junto a Cami por las calles de Nueva Orleans. Ambas sabían que Elijah no iba a poder solo, por lo que habían decidido correr el riesgo e ir a por Aurora mientras que Freya iba a donde estaba Elijah y Lucien.

— Tenemos un problema. —anuncio Cami.— No estoy invitada al ático de Lucien.

— Usa alguno de tus objetos oscuros en la entrada, yo haré el trabajo sucio. —planeó.

Camille se detuvo en mitad de la calle, lo que hizo a Megan retroceder. La rubia parecía asustada.

— Oye, ¿estás bien?

— ¿Y si soy una carga? He entrenado con un saco, pero ¿una pelea real?

— Te diré una cosa sobre el miedo, Cami. Si tienes que afrontar lo que temes, tener miedo no sirve de nada. O lo conviertes en rabia o te olvidas de él. Sea como sea, tú controlas tus sentimientos. —la castaña sonrió maliciosamente.— En eso ya vas un paso por delante de Aurora.

Cami le sonrió con agradecimiento, pero su mirada se desvió tras de ella, hacia un cartel de una tienda de recetas farmacéuticas.

— Tengo una idea. —informó la psicóloga.

. . .

Como había planeado, Camille había logrado sacar a Aurora del ático de Lucien.

— Ala, estás alardeando de tus antigüedades. —se burlo mirando el cuchillo que la rubia sostenía.— Tendría miedo si fueras rápido en utilizarlas. —Aurora rio.— No te lo has pensado bien, ¿verdad?

— En realidad, lo hemos hecho. —afirmó Camille.

Las puertas del ascensor se abrieron, dejando ver a Megan, quien inmediatamente atacó a Aurora, llevándola dentro del ático, al cual podía entrar. La pelirroja trató de atacarla pero Meg fue más rápida e introdujo su mano en el pecho de la vampira.

Megan apretó su mano alrededor del corazón de Aurora, haciendo que ella gritara del dolor. La castaña sonrió disfrutando de cada segundo de sufrimiento de la pelirroja.

— ¡Basta! —le gritó Klaus.— Ha bebido la poción.

Megan apretó más el corazón de Aurora antes de sacar su mano del pecho de ella. En cuanto se quiso girar para mirar a Klaus, Aurora aprovechó y le partió el cuello antes de tirarla a una esquina.

Minutos más tarde, cuando Meg despertó se encontró con Cami y Aurora peleando, por lo que espero el momento indicado para volver a atacar. La castaña atacó a la pelirroja cuando esta empezó a ahorcar a la rubia, le dio un golpe que dejó a Aurora en el suelo.

— Cami, ahora. —indicó la hibrida.

Camille agarró por detrás a Aurora y le clavó una jeringuilla en el cuello. La pelirroja cayó inmediatamente.

— Buenas noches, amor. —se burló antes de que cerrara los ojos.

Megan se giró hacia Klaus, quien miraba al dúo atónito.

— ¿Quién es la dama en apuros ahora? —preguntó alzando las cejas hacia el. 

. . .

— Misión cumplida. Y solo te ha llevado todo el día. —dijo Klaus mirando a Freya.

— ¿Quieres que te vuelva a encadenar?

— Nos harías un favor. —añadió Elijah.

— También podrías ponerle algo en la boca para que deje de quejarse. —agregó Megan entrando en la sala. Klaus la miro indignado.— Aurora sigue inconsciente. ¿Podemos dejarla así?

— Mi hechizo la tendrá así lo suficiente para usar la poción de su sangre para averiguar cómo matarlos.

— Reconozco que tengo ganas. —admitió Klaus.

— Todo lo que incluya matar, destrozar o aniquilar te gusta, Klaus.

— No negaré la verdad, bonita. —se acercó a ella.— También debería agradecértelo a ti.

— Oh, y yo que pensaba que me ibas a gritar. Que gran cambio de trama.

— La que vas a gritar vas a ser tu. —le susurró al oído.

Megan lo empujó riendo.

— Por dios, Niklaus, tengo oído sobrenatural. —se quejó Elijah con una mueca de asco.

— Me da igual. —le respondió tirando de Megan hacia las escaleras.







Eirene's note:

Se que es corto, pero es trabajo humilde. 

Tengo tantas ganas de acabar el acto!!!

MEG Y KLAUS SE HAN DICHO "TE QUIERO" AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

¿opiniones? ¿Cosas que os gustaría ver?

Tenéis ganas de que acabe el acto??

Queda poco para que finalice Cursed Blood *llora*


ADIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS



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