— ¿Por qué todo el mundo está dejando palos de escoba en el porche? —Megan alzó uno como prueba mientras se acercaba a su prometido.— Es bastante evidente que no soy precisamente una ama de casa.

— Veras, antiguamente no era fácil conseguir un cura por aquí. Así que si estabas prometida y no podías esperar, la comunidad te permitía saltar la escoba.

— No entiendo. —Meg frunció el ceño.— ¿Saltar la escoba? ¿Si no podías esperar a que?

La mirada que le dio Mattia fue suficiente para que Megan entendiera lo de la escoba. La híbrida abrió los ojos mientras enrojecía.

— Oh. —emitió la castaña.

— Si. —apartó la mirada nerviosamente.

Megan miró el palo y lo soltó.

— Hubiera preferido un molde para galletas o algo así. —Meg no lo miro.

Mattia río ante la repentina actitud de Megan.

— Solo es una tradición. —le dijo.

— Si, si. Lo pillo.

El lobo volvió a reír.

— Cambiando de tema, me han dicho que algunas manadas de Luisiana quieren estar aquí para la boda. Quieren participar en el ritual de unificación.

— Creía que el ritual solo afectaba a los lobos de nuestra manada. —hablo Meg confusa.

— A menos que me reconozcan a mí como alfa. Entonces tu poder también será suyo. —explicó.

— ¿Crees que otros alfas aceptarían someterse a ti?

— Vienen hoy precisamente para eso. Quieren lo que tienes, Lea. Todos lo queremos. Y en unas semanas después de la boda tendrás un ejército para proteger a tu sobrina. —Meg sonrió mientras Mattia retomaba lo que hacía antes de que llegara ella.

— Es una sorpresa. —Mattia se interpuso entre Megan y algo tapado con una lona.

— ¿Para quién?

— Para ti.

Megan sonrió como una niña pequeña.

— Y cuando me lo darás.

— En un futuro cercano, espero.

— Esperare con ansia este regalo. —Meg se despidió con un beso en la mejilla y se fue.

. . .

Megan observó cómo su prometido jugaba con los niños y deseo que en un futuro fuera igual, pero con sus hijos. Quizá era un deseo precipitado, ella lo sabía, dado que ni enamorada estaba de él, pero le gustaba, le hacía sentir bien.

Mattia era el chico bueno en la canción de Taylor Swift, The Way I Loved You. La otra parte estaba claro a quién pertenecía.

Megan sabía que no iba a ser difícil caer ante Mattia, era el chico que toda mujer deseaba, y que ella tenía la oportunidad de conocer y de contraer matrimonio con él. Una de las cosas que le gustaban del pelinegro era que, aun sabiendo que se iban a casar, nunca la había presionado a nada, o juzgado por sus acciones.

Y eso hacía que Megan poco a poco, sin saberlo, sintiera cosas hacia él.

Los niños decidieron ir a bañarse por lo que el lobo se quedó solo junto a una niña pequeña, quien tras que Mattia la dejara en el suelo se fue junto a los demás.

— Parece que tengo competencia. —bromeó caminando hacia el.

— Lo siento por Daisy. Soy hombre de una sola mujer.

— Que afortunada será aquella mujer. —rio.— Venia para decirte que la reunión se celebrará en casa de Mary.

— Vale.

Megan miró alrededor, sentía como si alguien los mirase.

— Ve tu. Yo voy en seguida.

— La última vez que me dijiste eso no acabó bien. —bromeó el pelinegro yéndose.

Que cuestión de segundos que la híbrida encontrara a la persona que los observaba.

— Espera. No he venido a hacerte daño. —habló Marcel alzando las manos.

— Pues es lo que parece si me vigilas a escondidas, Marcellus. Si no fuéramos amigos, te habría matado.

— Recuerda nuestra amistad cuando te cuente porque estoy aquí. —pidió.— Finn me ha enviado a conseguir sangre de Hayley.

— ¿Para qué quiere Finn sangre de Hayley?

— Supongo que para un hechizo de seguimiento. Y encontrar a tu sobrina.

— No. —Meg negó con la cabeza, palida.— ¿Cómo lo sabe?

— Ha encajado piezas.

— ¿Dónde está Finn ahora?

— No lo sé. Después me dirá donde nos vemos. Pero, oye, tengo que darle algo. Matara a uno de los míos cada hora hasta que la consiga.

— Tengo que llamar a Hayley. —aviso.

. . .

Tras la llamada con Hayley que se basó en la Marshall mayor histérica y concluyo con que hablaría con Klaus, Meg fue a la casa de Mary.

— Tenemos un problema. —susurró Meg a Mattia.

— ¿Qué ocurre?

Negó con la cabeza.

— Pueden oírnos. —miro a los alfas hacer el ritual.— Necesito un poco de tu sangre. —Mattia la interrogó con la mirada.— Es una distracción. Luego te lo explico.

El pelinegro asintió.

— Llegas justo a tiempo. —Megan vio como los alfas se cortaban la palma de la mano y exprimía su sangre en un cuenco.

Tras unas palabras de Mary los lobos alfa se arrodillaron. Mary se acercó a Meg y le tendió el cuchillo a Mattia, quien repitió lo mismo que los otros lobos.

. . .

Megan se movía por la cabaña con histeria mientras hablaba por teléfono. Cuando colgó miró al moreno.

— Hayley me ha dicho que todo era una distracción. Sabe dónde está Hope. Va a por ella. Tengo que ir. —camino hacia la puerta.

— Espera. —Marcel la paró.— Tu misma lo dijiste. Está a seis horas de aquí. Finn ya está allí.

— No puedo quedarme aquí sin hacer nada, Marcel. Es mi sobrina. Mi niñita.

— Tiene a Elijah y a Hayley. No permitirán que Finn le toque un pelo hoy. —admitió.— Así que ve a ayudar a Mattia a crear el ejército que la mantendrá a salvo mañana

La hibrida asintió dándole la razón a Marcel.

. . .

Para cuando Megan y Marcel llegaron donde anteriormente estaba Mattia junto a Mary y los alfas haciendo el ritual se encontró con una pelea de lobos contra vampiros.

— Tenemos que controlarlos hasta que se rompa el hechizo de Finn. —hablo Marcel.

— Es un hechizo muy fuerte. —dijo Mattia mientras peleaba.

— Lleva a los alfas a la cabaña. Yo los retengo —ordenó Meg a su prometido.

Mattia no lo dudo, hizo lo que ella dijo junto a Marcel.

— Intenta mantener con vida a los míos.

— Lo intentaré. —jadeó mientras le rompía el cuello a uno.

Así hizo con todos hasta que llegó a Gia, quien se resistía mucho más que los demás.

— No quiero matarte, Gia.

Por suerte llegó Marcel y le rompió el cuello. Todo se quedó en silencio.

— Han roto el hechizo. —comunicó Marcel.

— Ya era hora. —se quejó Meg.

. . .

Megan miró el móvil por quinta vez consecutiva, por poco lo tira contra el suelo de la frustración.

— Megan. —Mattia la llamó.

La híbrida se acercó para envolverlo en sus brazos, dejándose llevar por la sensación de paz que la envolvió cuando estaba junto a Mattia.

— Hope estará bien. Elijah y Hayley la protegerán. Pero, Mattia, estos ataques solo van a ir a peor. Tenemos que casarnos lo antes posible. —pidió mirándole a los ojos con suplica.

Eirene's note:

Ha habido cambio de planes por lo que he podido escribir un cap hoyy.

Que os ha parecido?

EL SIGUIENTE CAPITULO ES LA BODAAAAAAAAAAAAAA

Emocionados?

Yo si

EIRENEEVANSS - 14/01/2023