10 | Celeste
Decir que Megan estaba emocionada era poco. Hoy en Nueva Orleans se celebraba una fiesta en honor a las chicas del ataúd. La loba no tenía ni idea de quiénes eran esas pero con tal de ponerse guapa y salir de esa casa le daba igual quien brindarle homenaje.
La castaña bailaba en la habitación dando vueltas, Hayley se reía de ella mientras se miraba al espejo su abultado vientre.
— Pareces una novia en toda regla. —se burló Megan de su hermana.
— Tú también. —respondió la embarazada.
— Si, soy la novia cadáver. —Megan se volvió a centrar en Hayley.— ¿Quién será el afortunado de casarse con Hayley Marshall? ¿El híbrido con problemas de ira? ¿El hermano mayor vampiro que parece que cuando anda desfila? —cuestiono con diversión y voz de presentadora.— Oh, ¿o será otra persona que no conocemos? ¡Lo descubriremos al volver de los anuncios!
Hayley apartó a su hermana de ella mientras reía. Megan se agacho como pudo y puso su oreja en la barriga de la embarazada y empezó a asentir.
— Si. Totalmente de acuerdo. Mhm, —dijo la loba, levantó la cabeza para mirar a su hermana.— El feto milagro piensa lo mismo que yo.
Megan se levantó con una sonrisita cuando vio a Elijah parado en la puerta, sin decir nada salió de la habitación. Camino levantando su vestido blanco hasta llegar a la habitación de Davina, le apetecía hablar con la brujita adolescente un rato.
La loba frunció el ceño al notar que la chica no estaba ahí. Megan suspiró y bajó rápidamente a buscar a alguien para decirle que Davina había escapado, y para su suerte la única persona disponible era Klaus.
— Tenemos un problema.
Klaus se dio la vuelta lentamente. El híbrido mentiría si dijera que Megan estaba fea, parecía que el vestido estaba hecho para ella. Tanto que, por alguna razón, no podía dejar de mirarla.
Tenía el cuello al descubierto, al igual que la espalda, tenía hombreras, la parte de arriba era como un corsé, la parte del pecho era en forma de corazón y detrás había un lazo que servía para regular el tamaño. Sin hablar de la falda, era larga y caía como una cascada desde las caderas de Megan.
— No estoy de humor para discutir, bonita. —dijo, por fin, el híbrido centrándose en otra cosa que no fuera ella.
— Creí que te gustaría saber que tu super arma letal, Davina, se ha escapado.
— ¿Qué? —pregunto desconcertado.
— Lo que oyes, se ha ido.
— Gracias. —murmuró muy bajito el híbrido antes de salir del complejo.
. . .
Rebekah, Hayley y Megan miraron a Klaus, Marcel y Elijah hacer un plan para recuperar a Davina, quien posiblemente había escapado por lo que le habían dicho las dos lobas.
— Elijah se unirá a ellos y los tres juntos serán imposibles.
— Los tres mosqueteros. —los nombró Megan con una sonrisita.— Versión daddy issues.
Rebekah río antes de volver a hablar.
— Utilizada por las brujas, engañada por Marcel, manipulada por Elijah, amenazada por Klaus... Como una Chica del Ataúd moderna.
— ¿Hablas de Davina o de ti? —preguntó la embarazada.
— ¿Eso importa? —respondió.— De todos modos, las chicas tenemos que apoyarnos.
. . .
— No sientes que invadimos su intimidad. —preguntó Megan.
— Lo hacemos por nuestra familia, Meg.
— Si. —se intentó convencer Megan.— No siento que esto sea lo mejor.
— ¿Quieres recuperar a nuestra familia?
— Si.
— Entonces no cuestiones lo que estamos haciendo, lo hacemos por ellos.
. . .
Hayley entró a la habitación de Megan como un rayo.
— Davina la ha dibujado. —dijo rápidamente.
Megan se incorporó en la cama.
— ¿A quién?
— A Celeste, es cuestión de tiempo que se enteren.
— Mierda.
Eirene's note:
Opiniones?
Se que es corto pero no había mucho mas que escribir de ese capitulo de The originals.
EIRENEEVANSS - 15/07/2022
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