Sus ojos se abrieron al no sentir el cuerpo de su pequeña en sus brazos, ni el aroma a fresas que tanto le gustaban, sus manos viajaron a la sabana y la apretó, el aroma a fresas había vuelto y sonrió, sus mejillas se abultaron tanto que sus ojos se cerraron.

Bostezo y luego un mohín se formó en sus labios, extrañaba a su novia, no sabía en dónde estaba, se sentó en la orilla de la cama buscando con sus pies las pantuflas, sus ojos cerrados y su cabello parecido al de un león, estiró los brazos y se levantó.

Algunas voces se hicieron presentes y bajó las escalera confundida, encontrándose a sus amigas con los rostros rojos de la ira.

— ¡Se nos está haciendo tarde! —Exclamó señalando el reloj en la pared, Mina tragó en seco.

— ¿Para? —Cuando tenía sueño no pensaba y las cosas se le olvidaban.

— La boda.

— La boda —Repitió Nayeon señalando a Momo.

— ¡Madre santa la boda! —Salió corriendo al baño, las tres híbridas restantes se miraron y rieron, sería un día difícil.

— Creo...no... —Soltaron una risilla— Estoy segura que eres la novia más hermosa de todas —Sollozo Nayeon viendo a su mejor amiga— Claro, después de mi —Limpió sus lágrimas con la toallita que Momo le había pasado.

Sana las veía sentada en uno de los sillones de la casa de Tzuyu, viendo sus manos con desinterés, la verdad es que no sabía porqué se les hacía tan sentimental casarse, ella pensaba que tendría que haber felicidad, no lágrimas.

Que deberían estar sonriendo no sollozando o retocandose el maquillaje por las lágrimas— Creo que están exagerando, ya es hora —Tocó su reloj imaginario inflando sus mejillas con las cejas fruncidas.

— Sabe-Sabemos que ya es hora —El llanto volvió, Sana bufó rodando los ojos, salió de la sala en busca de su novia, sabía que si hablaba con Tzuyu ésta iría y las sacaría a las patadas, como debe ser.

— ¡Tzuyu-ssi! —Llamó a la menor que al escucharla se apartó de Chaeyoung— Jod-...digo estas hermosa —Tzuyu sonrió viendo a su novia.

— Te ves magnífica —Besó ambas mejillas de la mayor que se sonrojo por las muestras de amor en público.

— E-es que Mina tiene problemas.

— ¡Mina ¿qué?! —Rodó los ojos y caminó de retroceso— Sana no te atrevas a irte.

— No le pasa nada, solo está chillando con las otras dos, es que están muy emocionadas —Apretó los labios y movió las manos con molestia.

— Amor...¿en donde esta la Sana tierna que lloraba por todo? —La peli rosa elevó una ceja con los brazos cruzados y sus labios formando un puchero bastante prominente.

— Esta aquí...pero ahora necesito agilidad —Chasqueó los dedos con rapidez.

— ¿Le pasa algo a Sana? —Tzuyu asintió y se sentó al lado de la chica bajita.

— Esta en celo —Las mejillas de la híbrida enrojecieron.

— Ya veo —Lo único que pudo decir debido a la vergüenza que estaba pasando.

— Calmate tu también te pones así —Abrió la boca ofendida y se cruzó de piernas, subió la mirada al cielo viendo como las nubes pasaban con lentitud— ¿Quien me manda a meterme en este grupo? —Negó con los ojos cerrados.

— La misma persona que te está viendo con cara de asesina en serie —Abrió un ojo encontrándose la mirada de Sana— Suerte Zhou, la necesitarás.

— Ya es hora —Jeongyeon ayudó a Chaeyoung a estabilizarse, sus piernas temblaban como gelatina y sus manos parecían dos cubos de hielo, su rostro pálido y su respiración lenta, muy asustada para poder respirar con normalidad.

— Ahí está...solo la vas a ver y todo el miedo se irá —Se sacudió y sus ojos se conectaron con los de Mina, no pudo evitar sonreír como boba, con cada paso que daba su sonrisa se ensanchaba, Chaeyoung mordió su labio inferior con un poco de fuerza y lo soltó con rapidez.

Los nervios se fueron dándole paso al amor y ganas que tenían en esos momentos, el llanto de Mina había cesado, gracias a Sana y sus gritos que las asustaron.

Chaeyoung no podía estar más feliz y conmovida por tener a este monumento en su vida, miraron al señor que llevaría la batuta de la ceremonia para que pudiera comenzar.

Y eso hizo, todas guardaron silencio y habló, sus manos unidas, sus corazones latiendo con fuerza uniéndose con tanta emoción que les impresionaba poder escuchar.

— Yo Myoui Mina te tomo a ti Son Chaeyoung como mi legítima esposa —La menor pegó un saltito.

Alguna palabras más y ahora era el turno de la contraria a decir esas palabras que Mina había deseado escuchar desde que las chicas le dijeron que su boda era hoy, porque para ser sinceros no se acordaba, pero ese no es el punto.

Ni siquiera es un tema importante, todo se centra en éstas chicas que brillan tanto como las estrellas y la luna que alumbra el hermoso patio trasero de la más alta del grupo.

— Yo Son Chaeyoung te tomo a ti Myoui Mina como mi legítima esposa —La peli negra soltó un poco el agarre debido a la impresión.

Esto era demasiado para su débil corazón, Chaeyoung no entendía muy bien y con seguridad apretó las manos de Mina e intentó sonreír de una forma menos atemorizante.

Mina volvió en sí y sonrió en grande— Puede besar a la novia —Se miraron las manos y ua tenían los anillos, la mayor ya no entendí casi nada pero así había sido su vida desde que se juntaron, no entendía muchas cosas, la seguían a su ritmo, loco y desenfrenado, era lo que las caracterizaba y lo amaban.