— Es por eso que nunca deben decirle a Dahyun que no se coma el tofu —Momo concluía su historia con una enorme sonrisa.

Mina contrajo su rostro en una expresión entre confundida y cansada, llevaban todo el día viendo vestidos de novia y ninguna le gustaba.

Es que ella sentía que cuando lo viera sus ojos brillaban, sus manos se levantaran, su respiración se cortará y cientos de cosas, demasiado cursis.

No haber conseguido ese sentimiento la estaba volviendo loca, cada vestido que se ponía hacía una mueca de "siguiente", Nayeon, Momo y Sana también estaba al borde de la locura.

— Ni a mi me costo tanto —Nayeon estaba impaciente, el calor la estaba mareando y la bebé no dejaba de moverse— Carajo Jennie quédate quieta —Colocó las manos en su abdomen bastante abultado y la bebé saltó— No me hace caso, háblale Sana ella se calma cuando le hablas.

— Hola pequeña niña que está dentro de mi amiga —Pinchó el abdomen de la mayor— Si te calmas le daré un helado a mami para que ti también puedas comer, ¿trato? —Un último movimiento y más nada.

— ¡Se lleva mejor contigo que conmigo que soy su madre! —Exclamó entre sollozos.

— Nayeon, deja de llorar mira creo que Mina consiguió el que quería —Al ver a su mejor amiga lloró con más fuerza— Pensé que eso haría que dejara de llorar —Momo miró de reojo a Sana que se encogió de hombros.

— Señorita ¿se encuentra bien?.

— No soy señorita —Suspiró intento calmarse— Soy señora Yoo —Señaló su anillo— Estoy vieja ¡y embarazada! —Otra vez el llanto.

La señora que preguntó se dio media vuelta y se perdió por los pasillos, casi corriendo, no era bueno hacer llorar a un cliente.

— ¿Por qué no te pruebas un traje? —Sana tenía una gran idea.

— Eso es de chicos —Susurró la japonesa acomodando la parte de arriba del vestido.

— La próxima que vuelvas a decir eso te voy a dar con mi colita —Momo la movió con los ojos entre cerrados.

— Es la cosa más tierna que has dicho pero la más rara que ha salido de tus labios —Sana se unía a la conversación, le lanzó una mirada fulminante a la japonesa menor por lo que dijo y sonrió cuando conecto miradas con la otra híbrida— Apoyo a Momo no es solo de chicos también de chicas y creo que te verás hermosa.

— Yo no creo lo mismo —Testaruda.

— ¡Pruebate el puto traje! —Todas voltearon a ver a Nayeon que todavía moqueaba.

— ¿Como te soporta la pobre de Jeongyeon?.

— Me da muchos besitos hasta que me quedo dormida —Contó.

— Le he traído un traje y un vestido, son las últimas opciones —Las mayores señalaron a la mujer y sonrieron.

— Esa es una señal —Sana se mordió el labio inferior y señaló el cielo.

— Primero el traje.

— Prefiero a Mina con vestido —Nayeon amaba cuando, en muy pocas ocaciones, la menor usaba vestidos.

— Listo —Salió y sonrió, frunció el ceño y se acomodó la corbata— Me siento empresaria homosexual.

— No por usar traje significa que les gustan las mujeres —Dijo entre dientes la pelinegra.

— No te pego porque tienes más fuerza que yo, estas muy lejos y estoy comiendo.

— Hasta Nini quiere pegarte.

— Le voy a decir a Nini cuando nazca que su madre era insoportable mientras estaba embarazada...y le diré que engordaste como una ballena —La mayor abrió la boca completamente ofendida.

—¿M-me dijiste ballena? —Preguntó apunto de estallar, no se sabía si en llanto, gritos o exclamaciones vulgares, todo podía pasar.

— Si, iré por el vestido —Salió corriendo antes de que el zapato que le lanzó Nayeon impactarán contra su cabeza.

— Este es el último, tengo miedo que no consiga el que quiere y se vaya sin nada —Momo dejó de comer por las palabras de Sana.

— Sabemos cómo es ella ¿y si cancela todo por eso? —Preguntó con miedo de la respuesta de las otras dos.

— No lo creo —Nayeon señaló con los ojos a la japonesa que se veía en el espejo con asombro.

— ¿Ese es el indicado?.

— Es el indicado —Murmuró con una enorme sonrisa que hizo que cerrara sus ojos y que pequeñas lágrimas rodarán por sus mejillas.