031(Lluvia)
Abrió los ojos y el dolor de cabeza no la dejaba ver bien, como pudo se impulsó para poder sentarse y ver el panorama, que no era bueno.
Botellas, comida, jarrones, retratos, todo roto y esparcido por todas partes, see lanzó a la cama y otra vez las ganas de llorar se apoderaron de ella, pero no lo hizo, no lloró porque tenía que ser fuerte.
La vida tenía que seguir, no podía quedarse clavada en el mismo lugar porque sería dañino, se metió al baño y lo primero que vio fue la toalla de Chaeyoung, rodó los ojos y luego de bañarse salió a vestirse.
Frunció los labios cuando se tropezó con las pantuflas de la menor, se vistió lo más rápido posible y al salir sintió una pequeña paz, que se vio afectada por las imágenes que se vivieron a su mente.
A veces los recuerdos eran los que te volvían así, tan triste y sola.
Miró hacía arriba, tal parecía que el cielo también estaba triste, ya no le importaba si llovía y se empapaba, le daba igual.
Tampoco quiso meterse en el auto, olía a Chaeyoung y no estaría dispuesta a seguir pensando en eso, tenía que seguir como lo había dicho la híbrida, no la quería volver a ver.
Acomodó su maletín y empezó a caminar, no estaba tan lejos de su trabajo así que sabía que llegaría rápido, paso por una, dos, tres calles y subió la mirada al edificio, bufo y entró.
— Buenos días señorita Myoui —La recepcionista saludaba con una enorme sonrisa.
Mina no le presto atención y subió el primer escalón aún sabiendo que el ascensor estaba solo a esta hora, trabajaba en el cuarto piso y sus piernas empezaran flaquear en el segundo, se agarró de la barandilla e intentó pensar que arriba, en su oficina estaba Chaeyoung esperándola.
Los escalones se volvieron nada ante aquel pensamiento, era tan veloz que torpezo unas cuantas veces, al llegar corrió y corrió hasta llegar, abrió la puerta con una enorme sonrisa y ese espejismo, ese pensamiento, ese entusiasmo, ese amor desapareció.
— Buenos días —Saludó au secretaría.
— Irene —Lo único que dijo para sentarse y meterse de lleno en el trabajo.
Las horas pasaron y el sueño golpeó su cuerpo, sus ojos se estaban cerrando, Irene ya se había ido y ni se había dado cuenta.
— Señorita Myoui ya vamos a cerrar —El vigilatente se vio en la obligación de entrar y ver la razón por la cual, Mina, la chica que siempre salía a la hora, estaba pegada al monitor.
— Me quedaré toda la noche, tengo que terminar unas cosas —Era mentira, no tenía nada que hacer peor no quería irse a su casa y prefería matar el tiempo en la oficina, adelantando el trabajo hasta de la secretaría si es que era posible.
— ¡Mina! —Gritó Nayeon en la puerta de su mejor amiga, habían ido a visitarla, nadie abría y eso las estaba preocupando.
— Debe ser que salió.
— A ella le gusta despejarse cuando esta así.. —Sana tenía la razón, a Mina le gustaba salir a trotar en este tipo de situaciones.
— ¿A las nueve de la noche? —Cuestionó y a la japonesa se le formó un gran mohín.
— No estés triste Sana, la encontraremos —Momo no creía mucho en aquello.
— La llamaré —Nayeon rasco sus orejas y llamó, unos segundos más y nada— Tiene el teléfono apagado.
— ¡Mina abre la puerta! —Sana gritó deseperada.
— Chicas tenemos que irnos va a empezar a llover —La híbrida de mapache movía la cola con desesperación— No me quiero mojar —Murmuró cubriéndose con el suéter de Nayeon.
— Váyanse, yo me quedaré —La mayor quería seguir esperando.
—¡Vámonos! —Gritaron las japonesas y a Nayeon no le quedó de otro más que correr al auto.
— Lo siento Mina —Murmuró y encendió el auto.
— ¿Donde está? —Chaeyoung temía lo peor, que Mina no estuviera encerrada en su habitación no era algo común.
Y más si se trataba de conflicto, pelea o tristeza, todo el tiempo cuando sentía alguna de esas cosas se iba a refugiar en las únicas cuatro paredes que han sido testigos de tantas cosas, que para ser sinceros ni ella recuerda.
— Le gritamos, la llamamos —Limpió la lagrima que rodaba por su mejilla— Pero no pasó nada, no abrió y su teléfono estaba apagado.
— ¿Ella está bien? —Las preguntas sin respuestas de Chaeyoung se havia cada vez más frecuentes y eso la frustraba— Se que esta bien —Se contestó.
— Mina es una chica capaz nada malo le pasará —Jeongyeon calmaba un poco la situación.
— Eso es cierto, todo estará bien —Tzuyu apoyaba a la mayor.
— No te preocupes Chaeng que las cosas estarán perfectas —Dahyun le regalo una de esas sonrisas que relajaba a su híbrida, claro esta, a Momo la relaja hasta el viendo a Chaeyoung nada y menos cuando se trataba de Mina.
— Con lo poco que conozco a Mina se que vendrá o que las llamará para que sepan que esta bien —Jihyo acarició las mejillas de la rubia y la abrazó, definitivamente eso era lo que necesitaba para relajarse.
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