Chaeyoung caminaba al lado izquierdo y Mina al lado derecho, ambas igual de nerviosas por lo que parecía dentro de veinticuatro horas, la menor con la cola entra las piernas y las orejas gachas, el miedo la consumía de la cabeza a los pies, mientras que la japonesa acariciaba sus mejillas con temor.

Todos esperaban aquel día con emoción, las parejas sonreían y se amaban con locura "en el último día de soltería" pero Mina y Chaeyoung no eran una pareja convencional, no se habían tocado y se la han pasado caminando, rascando sus nuca y haciendo todo temblando.

Suspiraron al mismo tiempo y sonrieron viéndose a los ojos, incluso el miedo no podía con su amor— Mañana nos casamos —Aplaudió entusiasmada la pelinegra, Chaeyoung acomodó su cabello y sonrió, viendo como su chica podía llegar a ser demasiado infantil.

— Lo se, es raro pensar que algo saldrá mal —Otra vez el pesimismo de la híbrida, es que si algo salía mal la boda estaría mal y Mina sufriría, tenía miedo de ser ella quien se fuera de la nada porque una princesa llegó en un caballo y se la llevó, porque siempre estuvo en-

— ¿Podrías dejar de pensar? —Mina frunció los labios, la peli rosa le había contado esa historia un millón de veces desde que se levantaron y no fue muy lindo que le describiera la princesa, era mil veces más linda que ella o eso creía.

— ¿Estas celosa hasta de mis pensamientos? —Respondiendo con otra pregunta, eso no se lo tomó muy bien la humana que gruño como toda una cascarrabias, que eso es, y se fue al sofá, dándole la espalda a la malvada chica que la hacía sentir tan mal a tan sola horas de su casamiento— Unnie lo siento, es que cabe la posibilidad de que eso pase...

— ¿Que una princesa montada en un caballo de hielo venga a nuestra boda? —Chaeyoung y su crush con Elsa, nunca acabaría.

— Si —Contestó con obviedad— También puede pasar contigo.

La mayor rodó los ojos, pasándose la pelota, así se llamaba este juego, Chaeyoung pensaba en algo estupido y regañaba a Mina, Mina le decía algo estupido y regañaba a Chaeyoung, ambas lloraban y se seguían pasando la pelota hasta que una híbrida de loba con una sartén en la mano las amenazaba, como esta pasando justo ahora.

— Si se vuelven a pasar la pelota voy a hacer que se traguen el sartén —Amenazó entre cerrando los ojos y señalandolas con el objeto.

— Eso no pasará conmigo —Ignoró a Jihyo, le daba mucho miedo como para manejarla— Porque te amo y nada ni nadie me separará de ti, pensé que eso te había quedado claro.

— Si me quedo claro pero es que hay miles de personas —Subió las manos exagerando, como siempre— Que quieren estar contigo y que son mejores que yo.

— ¿Segura? —Preguntó de la nada.

— ¿Que? —Cuando no le explicaban no entendía.

— ¿Que las personas son mejores que tu? —Acercó a la menor con ambas manos y la sentó en sus piernas, acariciando sus mejillas con lentitud, disfrutando de la suavidad.

— Todas las chi-...bueno no todas Nayeon no es mejor que yo —Se ganó una mirada juzgatoria por parte de Mina— Esta bien, Nayeon también es mejor que yo.

— Eso no fue lo que quise decir —Sonrió con ternura al ver las mejillas sonrojadas de Chaeyoung— Para mi tu eres mejor que todo el mundo entero.

— Sana hace feliz a Tzuyu, hasta la hace sonreír ¡ni los chistes de Dahyun la hacen reír!, y con tan solo una sonrisa de Sana ya esta riendo y sonriendo —Bajó la mirada a sus manos— Momo hace feliz a Dahyun, con todo desde que se despierta hasta que se duerme, Jihyo al parecer hace feliz a la chica de nombre misterioso —Mordió su labio inferior— Nayeon esta haciendo a Jeongyeon la mujer más feliz de este mundo...

— Dios mío Chaeyoung —Susurró con cansancio— Tu me haces la mujer más feliz del mundo por como eres y me impresiona que pienses que no es así.

Mina besó a Chaeyoung, en las mejillas, en los hombros, en el cuello y en sus labios, demostrando amor, el amor que le tenía y las ganas de vivir, porque si, casi siempre se la pasabana discutiendo por cosas muy estupidas pero eso no significaba que no eran felices, que no se amaban o que no se soportaban.

Jihyo se asomó por la puerta de la cocina y sonrió, viendo como se besaban, la relación más tierna que había visto en su vida, ese era el título que le daba al noviazgo de sus amigas.

— La cena está servida —Avisó entre risas por las mejillas sonrojadas de las otras dos.

Mina paso la mano por la espalda baja de la menor y Chaeyoung la abrazó por la cintura, porque mañana seria un gran día, porque mañana se iban a amar más que nunca.

Y mañana pasarían cosas un tanto...raras.