Otra historia de nuestro querido John Marshall:

"Volvíamos a Londres, y recuerdo que intentaba averiguar cómo conducir la camioneta por la izquierda de la carretera, y Lars se estaba emborrachando en la parte de atrás. "A la mierda el hotel -gritó-, ¡vamos directamente al circuito a ver el escenario!". Eran las diez de la noche, y todavía estábamos a 160 km de Donington.

"Pero ni siquiera tenemos los pases. Ya iremos por la mañana."

"No, no. ¡Iremos esta misma noche!"

"Vale, vale."

Nos desviamos, pero yo estaba hecho un manojo de nervios. Había gente en la carretera que me levantaba el dedo (de en medio) porque no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, y cada vez que me detenía a mirar el mapa, los chicos salían de la furgoneta en avalancha y meaban en el jardín de alguien."