Todos alguna vez hemos sentido curiosidad, es parte del ser humano tener dudas que nos quiten el sueño, tener preguntas que no nos dejen en paz y que rinden en nuestra mente por un lapso de tiempo. Y justo ahora eso mismo le pasaba al akatsuki de cabellos pelirrojos. Desde un par de días atrás había surgido una duda en su mente, un dilema que le era imposible resolver, era irónico que algo que nunca antes había pasado por su mente ahora era lo único en lo que pensaba. Su interminable duda y pregunta "¿Que se sentiría tener sexo?" Cabe destacar que los deseos carnales nunca fueron un tema de su importancia, dichos temas le parecían incómodos y en ocasiones vulgares, llevándolo a ser bastante reservado en ese aspecto.

<<Todos tienen deseos carnales, o como suelen llamarle, "deseo de sexo" O simplemente calentura.>> Era otro pensamiento, este lo llevaba a cuestionarse a si mismo, ¿porque? ¿Porque todos tenían ese deseo y él no? ¿Porque incluso los animales sentían atracción para aparearse? Y no sólo eso, estaba seguro de que si había alguna otra raza o especie, esta igual tenía aquellos deseos impuros.

Pero todo tiene un origen, y este caso no fue una excepción. Toda esta gran curiosidad hacia dicho tema nació cuando fue testigo de como una pareja realizaba dicho acto en el bosque, detrás de algunos árboles. Claro que su primera reacción fue no mirar, trato de evadir eso y pensar en algo más, sin embargo, su compañero estaba tardando demaciado en volver de hacer algunas cosas para las misiones del día, así que terminó por ver todo, hasta que acabaron y se fueron.

De principio había sido solo un pensamiento pasajero, algo que pensó que al día siguiente ya no recordaría, pero no fue así.

No obstante, sabía perfectamente que aunque pasará noches en vela pensando en eso, consultando libros o simplemente preguntando a alguien, esa duda no se iría hasta que pudiera probarlo por si mismo, pero.. ¿Como lo haría? O mejor dicho ¿Con quien?

-Danna, el líder nos llama.- La voz de su compañero se hizo presente, cosa que de alguna manera sorprendió al Akasuna, estaba tan perdido en sus pensamientos cuando el rubio entró que ni siquiera se había percatado de su presencia.

-Ya voy.- Respondió de manera sería y cortante al mensaje. Deidara se había percatado de eso, no era raro ni anormal que su compañero actuara de forma tan sería y fría, no, para nada -o al menos en su caso ya se había acostumbrado- Pero por alguna razón tu tono había sido un poco distinto al de siempre, un poco más apagado que de costumbre.

-Danna, ¿se encuentra usted bien? Desde hace un par de días lo noto algo distraído.- Deidara sabía que no debía meterse en lo que no era de su incumbencia, menos si se trataba de Sasori, todos en Akatsuki sabían que él era bastante cerrado y pocas veces solía entablar una conversación con alguien, pero aún así tenía que hacer algo por su maestro.

Sasori guardo silencio, mirándolo con el ceño levemente fruncido, aunque no le agradaba mucho la idea de contar lo que le molestaba término por hacerlo.

-Veras, desde hace un par de días ronda en mi mente una duda que ha logrado quitarme el sueño en varias ocasiones.- De nuevo ese tono tan cortante y frío. Con tranquilidad se puso de pie y abandono la silla donde yacía sentado antes de que el oji-zafiro llegará a interrumpir.

-¿Una duda? Oh bueno, quizás yo pueda ayudarlo con eso, ¿de que se trata?- Mostró una sonrisa amable. A lo que Sasori le observo por un par de segundos antes de hablar.

-Quizás puedas.- Su tono había sido un poco distinto esta vez, un tono que mostraba que estaba ligeramente tranquilo. -Tal vez luego te cuente los detalles.- Sentenció antes de salir de su habitación y que de nuevo una mirada sombría se mostrará en él.

-¿Hum?.. Esta bien, si usted lo dice Danna.- Dicho eso salio para seguir a su admirable maestro y compañero.

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Había muchas cosas que Sasori odiaba en este mundo, pero que Pain le gritara era la número uno, y justo ahora tenía un tic en el ojo gracias a que se estaba aguantado las ganas de iniciar una pelea, pero no lo hizo. ¿Porque le había gritado? El líder de aquella organización no estaba muy de buenas, y en esos momentos solo Konan era capaz de aguantarlo.

La Misión del día no era un problema, sino con quien debía realizarla, ¿adivinen que Rubio no había parado de hablar desde que habían salido de la guarida? Exacto, el mocoso de Deidara. Aunque este hablaba sin parar sobre uno y mil temas, Sasori simplemente no ponía ni la más mínima gota de atención a lo que decía, incluso en varias ocasiones este le pedía de manera "amable" A su compañero que se mantuviera un par de metros adelante.

Sasori -Como ya era su costumbre- avanzaba de forma lenta y silenciosa, en algunas ocasiones mirando al suelo, en otras mirando al frente, poniendo atención a todo, menos a lo que Deidara hablan. Por supuesto que el Rubio sabía que su compañero lo ignoraba, no era idiota como para no darse cuenta, pero aún así no se mantenía en silencio, aunque fuera poca, tenía la esperanza de que un día como cualquier otro pudieran tener una conversación.

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Todo listo, la Misión cumplida, los testigos eliminados, y después de haber comido algo, era hora de regresar y seguir con su infinita duda, si seguía así se volvería loco, y definitivamente no quería eso, al menos no aún. La noche los había sorprendido de manera repentina, al menos a él que iba perdido en sus pensamientos, estaba oscuro y aún faltaba más de la mitad del camino para llegar, eso no era molesto, no claro que no, su única molestia era esa duda que ahora no lo dejaba en paz, claro, eso y cierto Rubio que ahora iba detrás.

- Danna.. - Deidara le llamó de forma suave, pero el de menor estatura siguió avanzando como si no le hubiera escuchado. - Danna.- Esta vez habló un poco más fuerte, pero Sasori repitió su acción al no hacerle caso. - ¡Sasori no Danna! - Dio un último grito en su intento de tener la atención del pelirrojo, y en efecto, la tuvo, pero no como esperaba, con un tic en el ojo y una mirada asesina este se giro a verle.

- ¡¿Que?! - Regreso el grito con la misma intensidad, mirándole con ganas de matarlo en ese mismo momento.

- ¿Que le parece descansar un poco? Cerca de aquí hay una cabaña que esta deshabitada, podemos pasar la noche ahí, claro, si le parece la idea. - Aunque el otro mantenía su mirada de quererlo matar, Deidara dio una sonrisa amable, esperando una respuesta.

<<¿Descansar? Que patético. >> Deidara era un humano simple y mortal, y odiaba eso, el simple hecho de tener que hacer equipo con alguien así le hacia perder la paciencia, era estúpido, infantil y frágil, aunque si pensaba bien las cosas, pasar una noche fuera de la guarida de Akatsuki no era tan mala idea, así al menos pasaría un rato sin los insoportables gritos del líder.

- Esta bien, podemos pasar la noche ahí, pero espero y al menos sea un lugar decente. - Su tono de desprecio y enojo estaba más que presente, al igual que su habitual ceño fruncido.

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El lugar parecía interesante, no era una casa de lujo y tampoco estaba en perfectas condiciones, pero les serviría para pasar al menos esa noche, la mirada de Sasori recorría cada rincón del lugar, sin dejar un solo centímetro cúbico sin observar y mientras eso pasaba, Deidara se dirigía hacia las habitaciones para asegurarse de que estuvieran presentables.

- ¿Como sabías de este lugar? - Sasori miraba las habitaciones sin interés, o eso hacia parecer.

- Gracias a Hidan. - Respondió de forma serena, soltado su coleta y tratando de peinarse mejor, a veces el cabello largo se volvía una tortura cuando hacia calor. Mientras trataba de peinar sus cabellos con nada más que sus manos, sus dedos por accidente se vieron enredados en este, haciéndolo soltar su liga para el cabello y bufar despacio por su torpeza, sin decir nada se agachó para poder recogerla, notando algo que le sorprendió un poco. La mirada de Sasori estaba clavada justamente en su trasero, disfrutando la vista, tal vez. El Rubio rápidamente volvió a su posición y le miro de forma sería, haciendo que ambas miradas se cruzaran, dando paso a un muy incómodo silencio, mismo que parecía ser eterno al no ser interrumpido por ninguno, Sasori amaba la eternidad, era su definición de arte, pero justo ahora deseaba que la eternidad no existiera, aunque en su rostro no podía verse, la incomodidad y el hecho de haber sido atrapado viendo donde no debía lo ponían nervioso. De nuevo se perdió en sus pensamientos, al punto de no notar cuando el contacto visual se rompió gracias a que Deidara bajo la mirada un poco y luego romper el silencio con una risa casi inaudible, lo que provocó que Sasori alzara una ceja ante esa risa, ¿a que se debía?

- ¿Porque la risa, mocoso? - Preguntó al tiempo que se cruzaba de brazos, notando como el ninja de la roca cubria su boca con una de sus manos, tratando de parar la risa tal vez.

- P-Por nada Danna, que descanse. - Logró pronunciar entre risas para acto seguido darse la vuelta y salir casi corriendo de ahí en dirección de uno de los cuartos, llevando consigo un casi invisible sonrojo que Sasori por supuesto no noto.

Sasori no le dio importancia -como mayormente lo hacía- y solo se dirigió hacia la habitación en donde dormiría, no era la gran cosa, pero podía decirse que era aceptable al menos para él, quito sus zapatos sin prisa para luego dejarse caer en la cama para probar que tan cómoda era, y fue cuando se dio cuenta de lo que se reía Deidara.

Si le fuera posible se hubiera sonrojado al punto de que cualquiera que lo mirara desde lejos pudiera notar que lo estaba, en su rostro una mirada de sorpresa y vergüenza, algo poco inusual en él, se puso de pie con algo de incomodidad y molestia, era la primera vez que aquello pasaba, al menos así lo recordaba.

¿Porque estaba tan sorprendido y sonrojado? Fácil, el Akasuna tenía una erección, la primera en su vida podríamos decir, ahora la pregunta era ¿que la había causado? No había visto nada que pudiera decir que le hubiera podido exitar, excepto tal vez.. ¿Deidara? No negaba que su compañero tenía una apariencia similar a la de una chica, sin mencionar su cuerpo que no era muy masculino y debía admitir que tenía un buen trasero, pero por desgracia ambos eran varones, aunque eso ahora no le era de mucha importancia, quería concentrar su atención en su pequeño problema, mismo que cada vez le desesperaba más, trataba de hacer que bajara o dejara de molestar pero nada funcionaba, tiempo atrás había escuchado entre los miembros de Akatsuki como estos le daban solución a esa molestia, pero no pensaba hacer eso, además de su poca experiencia y conocimiento sobre eso, estaba seguro de que no le serviría mucho.

Pensó un momento, y luego una sonrisa un poco juguetona surco en sus labios, saliendo de aquella habitación a paso tranquilo caminando hasta donde seguramente Deidara yacía durmiendo, toco la puerta un par de veces para luego ver como esta se abría, dejando ver a su rubio medio dormido.

- ¿hum? ¿Pasa algo, Danna? - Deidara frotaba uno de sus ojos mientras trataba de enfocar su visión en quien se encontraba en frente.

- Creo que se de lo que te reías , y necesito tu ayuda. -

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Holaaaa ¿les gusto el primer cap? Espero y si, Bueno gente, nos leemos en el siguiente cap, (el cual probablemente tendrá lemon) y eso sería todo, cuídense.

Chao Chao✨❤