Capítulo 9: Otro problema más
Gabriel Steven
No me gustó dejar a Sara sola pero es una mujer independiente y que se sabe cuidar por lo que me quedé tranquilo, aunque no esperaba la llamada de mi mamá y que me estropeara mis planes.
En fin, llegué a casa en menos de 20 minutos, al parecer hay invitados adentro por lo que están estacionados dos autos en la entrada, seguro es alguna reunión de mi papá.
— Por fin llegaste hijo, ven, la familia García nos está esperando — Dijo mi madre cuando entré, se veía muy elegante de lo normal, ella siempre lucía hermosa, ahora por la reunión de uno de los mejores amigos y socios de papá se arregló más.
— ¿A qué se debe la visita de ellos? — Le pregunté, ya que dudaba que sea algo del trabajo, pues esas cosas se hablaban en la oficina de mi padre.
— Te lo contaremos ahora — Me respondió ella y pasamos al living.
Saludé a la familia García, como siempre al señor Leonardo García con un apretón de manos y a su esposa Paula y a su hija Lucía con un beso en la mejilla, por modales.
— Como ya estamos todos presentes hablaremos sobre el tema —Habló el señor Leonardo.
— Hace poco hablamos de un acuerdo para construir un gran hotel cinco estrellas y con mi amigo decidimos que para cerrar el trato y aparte de que daríamos una mejor vista de nuestro nuevo contrato al hacer que nuestros hijos formalicen su relación, es decir que se dé a conocer su noviazgo y que pronto fijen una fecha de casamiento, ambas familias seríamos las más importantes de París al ser socios — Lo que mi padre dijo me dejó sin palabras.
¿Relación? ¿Noviazgo? ¿Casamiento? ¿De qué están hablando?
Con Lucía somos buenos amigos, no más que eso. Nos conocemos por la coincidencia de mis padres y los suyos, ambas familias nos mudamos de nuestros países natales por cuestiones de trabajo y progresamos, cosa que perjudicó mi vida, pero volviendo al tema, con ella compartimos los tratos de nuestros padres o de vez en cuando salidas, se convirtió en la única amiga que tuve cuando llegué a Francia. Lucía en este último tiempo me miraba mucho o mostraba interés por mí, sin embargo yo no la veo como la vería un hombre enamorado. Ella hace una semana me dió a conocer sus sentimientos hacia mí, yo le dije que no estaba preparado para una relación aparte de que la veía como una amiga incluso como una hermana pero no una novia, Lucía se puso mal, me gritó, se enojó, por lo que le dije que lo mejor era evitar vernos y así lo hicimos durante estos siete días, sin embargo veo que no lo ha superado, al contrario me quiere como su esposo.
¿Habrá inventado lo del noviazgo? No tengo dudas de que ella tiene que ver con la propuesta de mi papá, una locura.
— Lucía ¿Podemos hablar un momento en privado? — Le dije y me retiré hacia el patio.
— ¿Qué quieres? — Me preguntó ella, con una sonrisa pícara.
— ¿Qué dijiste? ¿Cómo que estamos en una relación? te dejé en claro mis sentimientos — Traté de hablar despacio para que no se arme un escándalo antes de aclarar el tema.
— También te dije los míos y no te importó, yo te amo Gabriel — Me respondió Lucía, al parecer está obsesionada conmigo.
— No vamos a meter a nuestros padres en esto, ahora vas a ir y les vas a decir que no estamos saliendo — No quería gritarle pero estoy muy enojado ¿Acaso no puedo tener una vida feliz? mis problemas nunca se terminan.
— ¿Y si no lo hago qué? —
— Les diré yo — Fue lo último que le dije y me volví al living con intención de aclarar el tema.
— Papá, mamá, señor y señora García, quiero decirles que con Lucía no estamos en una relación, hubo una confusión y lamento haberlos entusiasmado — Les hablé serio y me senté en el sofá.
— ¿Qué dices? — Preguntó confusa la señora García.
— ¿Acaso dices que mi hija es una mentirosa? — el señor Leonardo habló enojado.
— No sé qué les dijo ella pero yo la quiero solo como amiga, con su permiso me retiro — Estoy molesto porque ahora me van a hacer quedar como el mismo de la historia.
Cuando estoy subiendo las escaleras escucho al amigo de mi padre gritar que habíamos irrumpido su orgullo y reputación, pues ya le habían hablando a sus allegados sobre el casamiento y que ahora no habrá trato si no se arregla el tema. Claro quieren que me case con alguien que no amo por un capricho de su única hija.
Voy a mi cuarto y cierro la puerta con llave, no quiero hablar con nadie, por la ventana veo salir de casa los autos de la familia García, al final no fue mi culpa, me tiro en mi cama con intención de olvidar lo que acaba de pasar. Sin embargo mi poca paz se ve interrumpida por mi padre que me llama gritando.
— Quiero estar solo papá —
— Tenemos que hablar ahora — Al parecer también está enojado por su tono de voz, mejor lo escucho porque se que no me va a dejar en paz.
— Antes de que me grites otra vez, te voy a decir que yo no le di a entender que quería estar con ella, no me gusta en absoluto Lucía — Le dije parado contra el marco de la puerta.
— Sino hay casamiento no hay contrato y lo necesito para crecer mi empresa así que vas a ir a disculparte con ellos, vas a comprar un anillo y le vas a pedir matrimonio a la chica — Me ordenó él, como si fuera un juguete para cerrar tratos, es el colmo.
— Como se nota que nunca te importaron mis sentimientos — Le dije y tomé mi celular de la cama, saliendo de la habitación.
— ¡¡Gabriel vuelve aquí!! — Gritó papá.
Bajé las escaleras y está mi mamá abajo, parece que escuchó toda la conversación.
— ¿A dónde vas hijo? — Me preguntó ella.
— Acá nunca puedo sentirme libre y tranquilo mamá, siempre me obligan a cosas que no quiero —
— Pero así no vas a solucionar nada, hablemos con tu papá — Recién ahora está de mi lado, nunca se puso a hablar con él sobre mi, nunca lo sobrepasó, siempre siguió sus órdenes y se quedaba callada, al tener lujos y de más, no le importa la felicidad de su propio hijo.
No le respondí, salí de casa aún más molesto, ya no quiero pensar, sentir, explicar, solo quiero una vida feliz y libre de problemas.
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